Guía para hacer el Ritual del Pentagrama: La explicación

Segunda entrega en que Federico Erostarbe explica el ritual del pentagrama, ese procedimiento de la magia que, como quería Jung, suscita un diálogo activo e imaginado con el inconsciente.

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Explicación

La parafernalia que rodea a la magia de fines del siglo XIX, heredada de la francmasonería, suele ser uno de los aspectos que más atrae a las personas a la magia, pero también evita que de hecho hagan un ritual (no es fácil conseguir túnicas, dagas, espadas y construir un altar en un espacio consagrado), cuando el único elemento indispensable, que no podemos eliminar de ninguna manera, es la imaginación: un chico no necesita una capa para jugar a ser un superhéroe -aunque un traje de Superman pueda hacer al juego más divertido.

El Ritual del Pentagrama requiere el uso de un “arma mágica”, la daga, pero la podemos reemplazar por cualquier herramienta similar, siempre y cuando no distraiga ni disminuya las posibilidades de tomar en serio el ritual (en este sentido la parafernalia definitivamente puede ayudar). Despojando a la daga de todo simbolismo no es más que una herramienta para enfocar la atención del mago, por lo que puede ser reemplazada por una rama de árbol, una varita de Harry Potter adquirida en Amazon o la propia mano. Lo único que importa es que creas que la herramienta sirve a su propósito -y en la época de las pantallas táctiles no hay razón para limitarse a la tecnología de la Europa de hace 100 años.

Prepárate como si fueras a meditar, relaja el cuerpo y párate mirando hacia el Este (hogar del renacimiento cíclico del Sol) en un lugar que en lo posible tenga algo de espacio para moverse -si no tienes la más mínima idea de dónde se encuentra el Este y no tienes una brújula puedes utilizar un teléfono moderno (que suelen incluir una). Visualiza una esfera ubicada unos centímetros sobre tu cabeza. El color, las características, son lo de menos: lo que importa es que represente un foco luminoso de poder -energía positiva del espacio exterior, tu creencia favorita sobre energías curativas o sondas de información enviadas desde más allá de la Singularidad.

Una vez que la imagen mental de la esfera se mantenga estable, imagina que desciende, “entra” en tu cuerpo y se detiene en tu frente, punto que deberás tocar con el arma mágica mientras vibras Ateh. En este punto surgen dos problemas: como si no fuese suficiente la pronunciación, debemos “vibrar” las palabras (y en cuanto a la pronunciación, en algunos incluí la fonética en el algoritmo). Pero si quieres puedes investigar y crees que una mejor pronunciación provocará que hagas mejor el ritual, muchísimo mejor! Y con respecto a la “vibración” de los nombres, en los comentarios a la primera parte de la guía dejaron unas explicaciones bastante completas, simplemente tienes que ser consciente de lo que estás diciendo (como si fuera un mantra), acompañando nuestra intención con una respiración profunda y pronunciando el nombre al exhalar, sin gritar pero como si pudieras ser escuchadas mucho, mucho más allá de la Estación Espacial.

Ahora vean descender la esfera hasta el plexo solar, dejando tras de sí una estela que continúa hasta tus pies. Tocando el plexo solar, esta vez di Malkuth (estas primeras dos palabras, Ateh y Malkuth, refuerzan la idea de toda línea vertical: unir lo superior con lo inferior). En este punto la luz gira, da vuelta y se dirige a tu hombro derecho -tócalo con el brazo izquierdo y di (siempre “vibrando”) Ve-Geburah. De allí al hombro izquierdo y di Ve-Gedulah, completando una cruz tradicional sobre tu cuerpo. Ahora junta las manos en el pecho, di Leolam y apuntando el arma mágica hacia arriba vibra Amén. El pecho, el final del recorrido de la esfera, es el centro de la cruz, la rosa. El significado completo de lo que haz dicho podría traducirse así: “tú eres el Reino, el Poder y la Gloria, para siempre”. Así termina la primera parte del LRP, “La Cruz Cabalística”.

La segunda etapa puede resumirse del siguiente modo: dibujen astralmente en cada punto cardinal un pentagrama; al terminar cada uno, vibren un nombre. Dibujar en el “plano astral” es, detrás de escenas, dibujar en el aire pero acompañando el movimiento del brazo por una imaginación activa y por la convicción temporal de que estás creando una serie de figuras geométricas que te rodean y protegen y existen del mismo modo que existen las paredes y los bosques -el otro requisito (además de la imaginación) para hacer un uso mágico es creer durante la duración del mismo e independientemente de cómo analicemos, expliquemos y racionalicemos luego lo ocurrido, que es real.

Al igual que en el caso de la esfera, las propiedades del pentagrama tampoco importan. Haz un pentagrama de fuego si quieres, de neón, de silicona o de raíces de Ginkgo. Lo importante es que lo dibujes de cierta manera, comenzando con la punta inferior izquierda dirigiéndote hacia la punta superior y siguiendo el trazado de manera natural hasta terminarlo. Una vez terminado, dirigimos nuestra atención hacia el centro del pentagrama y vibramos el nombre correspondiente. Si no tienes espacio como para dar unos pasos, no importa. Gira en el lugar y visualiza los confines astrales del espacio contenido por los pentagramas.

Después de dibujar los cuatro pentagramas vuelve al Este y extiende los brazos formando una cruz para dar comienzo a la tercera etapa, cuyo objetivo es reforzar la “seguridad” del lugar en el que nos encontramos al hacernos imaginar una fuente de poder y protección en cada uno de los puntos cardinales, en los que dibujamos previamente los pentagramas. Y si tienes problemas con los arcángeles, poca afinidad con su simbolismo o simplemente no quieres hacerlo, puedes reemplazarlos por tus miembros favoritos de la Liga de la Justicia. De este modo terminamos de construir un espacio mágico de curación y protección, tu propia nave espacial hacia el centro de tu corazón.

Terminada la tercera etapa, de todos modos, debes volver a realizar la Cruz Cabalística. Un vez que termines es hora de dejarte llevar y disfrutar y, por qué no, meditar -como prefieras, pero tómate al menos cinco minutos para contemplar el espacio que acabas de crear, un domo geodésico rodeado por cuatro pentagramas luminosos , con cuatro gigantes puntos de luz protegiéndolo y la cruz, el motor de la nave, en el centro. La cruz en el centro, nosotros en el centro, la rosa en el centro de todas las cosas, rodeando la Torre.

Respira el aire del círculo mágico, acciona los mecanismos apropiados, mueve las palancas y viaja por tí mismo como si el espacio creado no fuera otra cosa que la esfera que visualizaste al inicio del viaje. Haz lo que quieras, juega, experimenta. Al finalizar (y sobre todo sí haz hecho algo en el proceso, desde una invocación mágica a una simple meditación) puedes volver a hacer el Ritual en su modalidad de “destierro” y así volver de manera oficial a la realidad mundana de acuerdo al ISO 9000 del ocultismo occidental.

Conclusión

Detrás de la terminología ocultista se esconde un ejercicio sencillo que puede ser realizado en menos de 15 minutos. Al principio quizás no sientas nada, del mismo modo que las primeras veces que hayas meditado probablemente no hayas notado ningún cambio. Es con la práctica, al ir recordando las invocaciones de memoria y al ganar tanto confianza como experiencia que comenzarás a notar alguno de sus beneficios.

Acá, ahora, antes y después de hacer el ritual, puede significar y representar lo que se te ocurra: un ejercicio de relajación de los Illuminati, una verdadera invocación de fuerzas luminosas al plano material, un ejercicio de protección o un pasatiempo de ingleses aburridos cien años antes de la PlayStation; pero dentro del círculo, mientras dibujas los pentagramas, invocas a los arcángeles y conviertes tu cuerpo en una cruz y tu corazón en una rosa, debes creer al 100% en la realidad de lo que está sucediendo.

La magia se asemeja muchísimo a ese proceso que Jung denominó imaginación activa, un diálogo activo e imaginado con el inconsciente. Uno de los objetivos originales del Ritual del Pentagrama es servir como proxy o intermediario entre dos estados de conciencia -en este sentido, el LRP puede ser utilizado para crear una zona temporalmente autónoma, unos minutos durante los que puedes seguir en Twitter a algunos de tus demonios más temidos, invocar a tu cantante pop favorita o simplemente respirar con la certeza de que nada, absolutamente nada, puede siquiera acercarse a tu círculo mágico e interrumpir ese diálogo.

En este enlace, la primera parte de este ensayo.

Twitter del autor: @ferostabio

http://pijamasurf.com/2013/08/guia-para-hacer-el-ritual-del-pentagrama-la-explicacion-iiii/

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