domi OBSERVACION DEL MIEDO

El miedo proviene de la influencia de fuerzas de los subniveles más densos del nivel astral terrestre. Mientras el ser humano se mantiene polarizado en los planos materiales permanece susceptible a este sentimiento. Los miedos subconscientes son más numerosos que los conscientes y están directa o indirectamente vinculados al miedo a la muerte, a los apegos y a la incomprensión de la verdadera naturaleza del ser, que es inmortal.

Como el miedo deriva del envolvimiento con las fuerzas de la materia y sus ilusiones, el ser que está unido a su propia esencia nada teme.

La limitación de la conciencia al ámbito personal implica la idea de posesión, incluso la de poseer un cuerpo. Si ella silencia la voz de los apegos, de la curiosidad y de la posesión, nada tiene que temer. Sri Aurobindo dice que «el miedo y la ansiedad son formas pervertidas de la voluntad y podrían ser consideradas una invención de las fuerzas hostiles».
Claramente todos los miedos tienen un elemento de resistencia y una inclinación a huir del presente. Su dinámica no se diferencia de la de un fuerte deseo, excepto que el miedo empuja hacia atrás, hacia el último momento inmediato anterior de seguridad, mientras que el deseo empuja hacia delante, hacia la próxima posibilidad de satisfacción. Los dos carecen de presencia. Cada uno es una forma de apego, ya sea positivo: aferrándose, o negativo: huyendo. Ambos se aferran y nos condenan entrampándonos en una relación de escape/lucha con el objeto de atención que produce estos estados de conciencia.

Nuestra falta de voluntad para entrar enteramente en cada momento, sin juzgar o sin la necesidad de control, simplemente produce más miedo y resistencia.
Nosotros necesitamos explorar el momento en su despliegue, percibiendo su diseño y preferencias, su proceso y dinámicas. Nos sentimos más pequeños e inseguros cada vez que nos aferramos al objeto de nuestro miedo. Buscamos escapar por algún medio de tales estados aflictivos de la mente. Así perdemos nuestra oportunidad diaria de incrementar nuestra fortaleza al pasar por alto todos aquellos pequeños miedos y dudas, enojos simples de un día común que ignoramos, enterrando así aquello que podría liberarnos.

Podemos acceder, entrar, investigar en estos estados mentales. A través de la exploración de estos sentimientos, a menudo reprimidos, comienza nuestra comprensión y la capacidad de dejarlos ir.
Nuestra responsabilidad como seres humanos es ir más allá de la superficie, más allá de lo obvio y en donde encontremos miedo, no pegarnos a él, sino abrazarlo y decirle SÍ, traerlo a la luz y ver que está diciendo y transformarlo. Porque es la única razón por la que estamos aquí, para aprender a amarnos a nosotros mismos y la única forma de amarse es averiguar todo lo que está adentro de uno y abrazarlo…
No hay nada a lo que temer en el temor, entra en él. Comienza a relacionarte con él en lugar dedesde él. No temas temer, ablanda, suaviza esta resistencia compulsiva. El miedo al miedo es la ignorancia del miedo. Sin dudas que el miedo crea disonancias en el cuerpo y en la mente, pero no repliegues tu atención. Quédate con él, observa cómo este estado mental que parece tan personal, despliega su impersonal dinamismo. Incluso el miedo que sostiene a la mente enjuiciadora no conoce a la persona que está a tu lado.
Como sea que percibas tu vida y cualquiera que sea tu experiencia humana, debes saber, sin la sombra de ninguna duda, que más allá de esta entera experiencia, hay AMOR, hay reposo, hay una protección infinita y están todos aquellos que pensaste que nunca volverías a ver. Que tu mundo es seguro, porque es ilusión, que no comienza con tu nacimiento, ni termina con tu muerte, esto es meramente una experiencia, un episodio si así lo prefieres, en el proceso del alma y no hay nada por lo que estar tenso, nada de qué inquietarse o preocuparse.Disfruta profundamente lo que sea que estés experimentando en tu vida, sabiendo que las dificultades son enseñanzas, y esto te va a permitir la libertad de explorarlas gozosamente.

«Sólo quién supera al miedo puede ver claramente la realidad

¿Y cuál es la mejor manera de superarlo?

Asintiendo al mundo tal como es, con todo tal como es. Este es el gran paso. Quien es capaz de asentir a la muerte, de asentir a la enfermedad, a su propia suerte y a la de los demás, de asentir al final, al carácter efímero de este mundo, éste ha superado el miedo y gana claridad»

http://www.caminosalser.com/i27-observacion-del-miedo/

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