La habilidad matemática es innata

Aceptamos que algunas personas nacen con un talento especial para la música, el arte o los deportes; pero, ¿pasa igual con las matemáticas? ¿Llegamos al mundo con habilidades matemáticas unos mejor que otros?

Pues parece que no, al menos según los resultados de un estudio realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad Johns Hopkins. Dirigido por Melissa Libertus, miembro del Departamento de Ciencias Psicológicas y Cerebrales de la Escuela Krieger de Artes y Ciencias, el estudio, publicado recientemente en Developmental Science, indica que la capacidad matemática de niños preescolares está fuertemente ligada a su innato y primitivo «sentido numérico», denominado “sistema de aproximación numérica» o ANS.

La investigación revela que «el sentido numérico» es básico en todos los animales, no sólo en los humanos. Por ejemplo, las criaturas que cazan o recolectan comida lo utilizan para determinar dónde pueden encontrar y adquirir la mayor cantidad de nueces y plantas o hacer un seguimiento de los alimentos que cazan o recolectan. Nosotros lo utilizamos a diario, ya que nos permiten, a primera vista, poder estimar el número de asientos disponibles en un cine o el número de personas en una reunión llena de gente. Y esto es mensurable, incluso en los recién nacidos.

Aunque el vínculo entre el ANS y la capacidad matemática formal ya ha sido establecida en los adolescentes, Libertus dice que su equipo es el primer estudio que examina el papel del «sentido numérico» en niños tan pequeños que no han podido recibir una instrucción formal en matemáticas.

«La relación entre el ‘sentido numérico’ y la capacidad en matemáticas es importante e intrigante, ya que entendemos que el sentido numérico es universal, mientras que la capacidad matemática se ha considerado altamente dependiente de la cultura y la lengua, y que lleva muchos años aprenderlo», explicaba. «Por lo tanto, resulta sorprendente el vínculo entre ambas y suscita muchas preguntas y asuntos importantes, y uno de los más importantes, es saber si podemos entrenar el sentido numérico en los niños con miras a mejorar sus habilidades matemáticas en el futuro.»

El equipo analizó a 200 niños de un edad media de 4 años, con diversas tareas que medían el sentido númerico, la habilidad matemática y la habilidad verbal. Los niños fueron premiados por su participación con pequeños obsequios, como pegatinas y lápices.

Durante la tarea de sentido numérico, los investigadores pidieron a los niños que vieran grupos de destellos de puntos de color azul y amarillo en la pantalla de un ordenador, para estimar qué grupo de puntos de color era más numeroso. Contar no era una opción, tanto porque los puntos brillaban con rapidez como debido a que la mayoría de los niños aún no contaban demasiado bien. Los niños entonces decían verbalmente al probador si los puntos amarillos o azules eran más numerosos, y el probador pulsaba el botón correspondiente. Algunas comparaciones son fáciles (como comparar cinco amarillos frente a 10 puntos azules), otras eran más difíciles (como comparar cinco amarillos frente a seis puntos azules). A los niños se les informaba de las respuestas correctas o incorrectas a través de un pitido alto o bajo (se puede ver una prueba similar en: http://www.panamath.org/testyourself.php .

También hubo una prueba estandarizada de capacidad matemática inicial, que medía las destrezas de numeración (contaban verbalmente elementos en una página), de comparación de números (determinar cuál de las dos palabras habladas es más larga), de alfabetización numérica (lectura de números arábigos), de pericia con factores numéricos (suma o multiplicación), de habilidades de cálculo (resolver problemas de sumas y restas) y conceptos numéricos (responder a series de cantidades de 10 o en 100). Esta prueba estandarizada se da a menudo en los niños entre las edades de 3 y 8 años.

Por último, los padres y tutores de los niños recibieron una evaluación que les pidía indicar las palabras de una lista que sus hijos les hayan oído nombrar. De acuerdo con Libertus, esta prueba oral fue administrada porque las habilidades del lenguaje y las matemáticas están, hasta cierto punto, vinculadas a la inteligencia general, y los investigadores querían asegurarse de que las diferencias en la capacidad matemática que descubrieron no se debía solamente a que algunos niños desempeñan mejor todo tipo de tareas, o porque algunos niños se sientan más a gusto que otros en las pruebas.

Libertus y sus colegas, Lisa Feigenson y Justin Halberda, miembros de la facultad de psicología y nurociencias, descubrieron que la precisión de las estimaciones de los niños estaba relacionada con sus habilidades matemáticas. Es decir, los niños que podían realizar las estimaciones más finas en la tarea de comparación de puntos (por ejemplo, juzgar que ocho puntos amarillos eran más que siete puntos azules) también sabían más sobre los números arábigos y aritmética.

Según los investigadores, esto significa que las habilidades innatas de estimación numérica están vinculadas a los logros (o a su ausencia) en las matemáticas escolares.

«En estudios anteriores que probaron a niños mayores se dejó abierta la posibilidad de que las diferencias en la enseñanza es la causa de las diferencias en su sentido numérico, o sea que, algunos niños sometidos a pruebas en la escuela intermedia o secundaria parecían tener mejor sentido númerico, simplemente porque había tenido una mejor enseñanza de las matemáticas «, dijo Libertus. «A diferencia de esos estudios, éste muestra que la relación entre el ‘sentido numérico’ y la capacidad matemática ya está presente antes del inicio de la enseñanza de las matemáticas formales.»

Cabe aún la cuestión, por supuesto, de la causa fundamental de esta relación entre el sentido del número y la capacidad matemática. ¿A los niños que nacen con mejor sentido numérico les resulta más fácil aprender a contar y entender el carácter simbólico de los números? ¿O es que los niños que nacen con sentido numérico menos preciso terminan evitando las actividades relacionadas con las matemáticas antes de desarrollar esa competencia?

«Por supuesto, quedan muchas preguntas y es mucho lo que todavía hay que aprender de esto», señalaba Libertus. «Pero lo que hemos planteado abre muchas vías importantes para futuras investigaciones y aplicaciones en la educación. Una de las más básicas es la de si podemos entrenar a los niños en el ‘sistema de aproximación numérica’, y así mejorar su capacidad matemática, o si podemos desarrollar los planes de estudio de matemáticas que hagan uso de las habilidades ANS de los niños y, por tanto, ayudarles a entender antes los conceptos matemáticos más avanzados.»

tRADUCIDO por Pedro Donaire

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