«Todos Vamos a Morir» Carlos Castaneda.

-No admires a la gente desde la distancia -dijo-. Ésa es la manera más segura de crear seres mitológicos. Acércate a tu profesor, habla con él, ve cómo es como hombre. Ponlo a prueba. Si el comportamiento de tu profesor es resultado de su convicción de que es un ser que se va a morir, entonces todo lo que haga, no importa cuán extraño, debe ser premeditado y final. Si lo que dice termina siendo palabras, no vale nada.

Me sentí terriblemente insultado por lo que consideraba ser la insensibilidad de don Juan. Pensé que a lo mejor estaba un poco celoso de los sentimientos de admiración que tenía yo por el profesor Lorca. Una vez que ese pensamiento se formuló en mi mente, me sentí aliviado; lo comprendí todo.

-Dígame, don Juan -dije para terminar la conversación por otras vías-, ¿qué es un ser que va a morir, en verdad? Lo he oído hablar de eso tantas veces, pero no me lo ha definido nunca realmente.

-Los seres humanos son seres que van a morir -dijo-. Los chamanes firmemente mantienen que la sola manera de agarrarnos del mundo y de lo que en él hacemos, es aceptando totalmente que somos seres que vamos camino a la muerte. Sin esta aceptación básica, nuestras vidas, nuestros quehaceres y el mundo en que vivimos son asuntos inmanejables.

-¿Pero es la mera aceptación de esto de tal alcance? -pregunté en tono casi de protesta.

-¡Créemelo! -dijo don Juan sonriendo-. Pero no es en la mera aceptación donde está el truco. Tenemos que encarnar esa aceptación y vivirla plenamente. Los chamanes a través de los años han dicho que la vista de nuestra muerte es la vista que produce más sobriedad. Lo que está mal con nosotros los seres humanos, y que ha estado mal desde tiempo inmemorial, es que sin declararlo en tantas palabras, creemos que hemos entrado en el reino de la inmortalidad. Nos comportamos como si nunca fuéramos a morirnos, una arrogancia infantil. Pero aún más injuriante que ese sentimiento de inmortalidad es lo que lo acompaña; la sensación de que podemos absorber todo este inconcebible universo con la mente.

Siempre mira al hombre con quien estás jugando el tira y afloja con la cuerda -continuó- No tires simplemente de la cuerda; levanta la vista a sus ojos. Sabrás que es un hombre, igual a ti. No importa lo que diga, no importa lo que haga, se está sacudiendo en sus pantalones, tal como tú. Una mirada de esa naturaleza vuelve incapaz a tu adversario, aunque sea por solo un instante; entonces das el golpe.

Somos seres que vamos camino a la muerte -dijo-. No somos inmortales, pero nos comportamos como si lo fuéramos. Ésta es la falla que nos tumba como individuos y nos va a tumbar como especie algún día.

Don Juan declaró que la ventaja que tienen los chamanes sobre sus congéneres comunes es que los chamanes saben que son seres que van camino a la muerte y no se permiten desviarse de ese conocimiento. Enfatizó que un esfuerzo enorme tiene que emplearse para obtener y mantener ese conocimiento como certeza total.

-Pero, ¿por qué es tan difícil admitir algo que es tan verdadero? -pregunté, confundido por la magnitud de nuestra contradicción interna.

-No es en realidad la culpa del hombre -dijo en tono conciliatorio-. Algún día te contaré más acerca de las fuerzas que llevan al hombre a comportarse como buey.

No había nada más que decir. El silencio que siguió fue siniestro. Ni siquiera quería saber a qué fuerzas se refería don Juan…

El nagual Julián me contaba -siguió-, de los generales conquistadores de la Roma antigua. Cuando regresaban victoriosos, se organizaban desfiles gigantescos para rendirles honores. Mostrando los tesoros que habían ganado, y los pueblos derrotados que habían convertido en esclavos, los conquistadores desfilaban llevados en sus carrozas de guerra. Acompañándolos, había siempre un esclavo, cuya faena era susurrarles al oído que toda fama y toda gloria es simplemente transitoria.

»Si somos victoriosos de alguna manera -continuó-, no tenemos a nadie que nos vaya susurrando que nuestras victorias son fugaces. Los chamanes sin embargo tienen una ventaja: como seres camino a la muerte, tienen a alguien susurrándoles en el oído que todo es efímero. El susurrador es la muerte, la consejera infalible, la única que nunca te va a mentir.

 

Estracto del libro «El Lado activo del infinito» de Carlos Castaneda

Victoria – Psicología Astrológica
astrologiapsi.blogspot.com.es

10 comentarios en “«Todos Vamos a Morir» Carlos Castaneda.

  1. No importa la actitud ante la muerte,temor,aceptación,esperanza,rechazo anticipado.Antes de tener una actitud ante la muerte,deberíamos ocuparnos de averiguar ¿Qué es la muerte?
    No se puede opinar sobre la dulzura de la miel o la amargura del ajenjo si no se los ha probado.

    1. Morir en vida… -como manda el Zen- es la asignatura pendiente de esta humanidad para poder liberarse de sus espectros; tanto de los demoníacos como de los divinos.

      Pero casi nadie se atreve a pasar por el correspondiente curso práctico.

  2. Dígame, don Juan -dije para terminar la conversación por otras vías-, ¿qué es un ser que va a morir, en verdad? Lo he oído hablar de eso tantas veces, pero no me lo ha definido nunca realmente.

    -Los seres humanos son seres que van a morir -dijo-. Los chamanes firmemente mantienen que la sola manera de agarrarnos del mundo y de lo que en él hacemos, es aceptando totalmente que somos seres que vamos camino a la muerte. Sin esta aceptación básica, nuestras vidas, nuestros quehaceres y el mundo en que vivimos son asuntos inmanejables.

    Irrefutable ¿no?

  3. Que fijación con la muerte, el padre el hongo que controla las bacterias, virus.
    Para que no se carguen al cuerpo humano.
    El espíritu santo, o alma. Tiene que espabilar rápido. No se le cuele la soberbia envidia odio, etc
    Y el hijo, como decía Tony Leblanc en la película torete; hijo hijo, hijo de tu madre con fáciles ingresos.
    La muerte es para el cuerpo, los otros a buscase la vida. O a vivir otra de lo que se han ganado, sin robar ni engañar.

  4. Muere lentamente
    quien se transforma en esclavo del hábito,
    repitiendo todos los días los mismos trayectos,
    quien no cambia de marca.
    No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

    Muere lentamente
    quien hace de la televisión su gurú.

    Muere lentamente
    quien evita una pasión,
    quien prefiere el negro sobre blanco
    y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones,
    justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
    sonrisas de los bostezos,
    corazones a los tropiezos y sentimientos.

    Muere lentamente
    quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
    quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
    quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
    huir de los consejos sensatos.

    Muere lentamente
    quien no viaja,
    quien no lee,
    quien no oye música,
    QUIEN NO ENCUENTRA GRACIA EN SI MISMO

    Muere lentamente
    quien destruye su amor propio,
    quien no se deja ayudar.

    Muere lentamente,
    quien pasa los días quejándose de su mala suerte
    o de la lluvia incesante.

    Muere lentamente,
    quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
    no preguntando de un asunto que desconoce
    o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

    Evitemos la muerte en suaves cuotas,
    recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
    que el simple hecho de respirar.
    Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
    una espléndida felicidad.

    Este es un poema de Martha Medeiros (atribuido indebidamente en muchos espacios de Internet a Pablo Neruda)

  5. Quien sigue al palo y la zanahoria, que le ponen delante sus ojos.
    No ve mas allá de sus narices. Y entra a participar en la obra de teatro que tienen montada.
    Arruina su vida y la próxima. Aquí lo único que mure es el burro.
    Alguno esta en uno muy grande, no sabe desalojar al tercero que se le a colado.
    Los que llevan hasta siete les ponen de ejemplo. Y se muestran como son, cuando no consiguen sus propósitos.
    Se han dado a conocer.
    Darle una coz al que os intente dar el palo, y la zahoria para los conejos.
    Bugs boni estará encantado de comérselas haciendo su comedia, de ayer y hoy.
    Para mi esta vida no es ningún juego, ni obra de teatro y no me gusta el guion, los actores los compran por aparentar lo que no son…
    Ni se compra ni se paga ni se vende lo que es de uno propio, ni se paga impuestos, de lo que no esta registrado a qui, en tal caso que me haga la reverencia, si se le pega algo mio.
    De esa ventaja no se aprovecha nadie que no quiera yo.
    Si me amenazan intentando coaccionar les mando al hombre de el tiempo pasado presente futuro y meteorológico. La palabra, lo dice meteoro… y aplica la loica.
    Nadie de aquí se de por aludido, últimamente estoy lidiando con un todo poderoso. Que ha perdido mi ventaja y la de el hombre de el tiempo, imprescindible para su negocio.
    Esa se la daré al que siembre buena semilla, no tenga los cenizos lameculos que me manda a poner el palo y la zanahoria.
    Su ventaja se la retiraron por impago a los proveedores, a mi y querer reírse de todos.
    Anda rite rite.
    Siempre hay alguien por encima de ti, y cuando le estas queriendo cambiar la semilla que te a dado por una que lo que no va a poder comer, ni el ni su ganado. Entonces manda al de anda ve tu.
    Ese no se casa con nadie y esta hasta ver donde pueden llegar. De donde se marcha la cosa queda muy mal parada.
    Baya rollazo os e metido, para mi es como la vida misma…

  6. Una enseñanza que traumatiza explicita o implícitamente, la de don juan ; un punto de vista muy de superficie .
    Una incomprensión de la realidad mas profunda.
    No hay nada de sabiduría en la forma como lo expresa don juan, esa forma es solo la confirmación de desconocimiento y solo se basa en la físicalidad …solo ve una cara de la moneda.
    Comprender la totalidad del paisaje pareciera ser difícil para muchos.

    1. La verdad no tiene por qué ser agradable, Reynaldo; menos aun cuando versa sobre algo tan terrorífico y magnífico a la vez como el Infinito.

      Seguramente tú nos podrás aportar un punto de vista menos superficial demostrándonos una realidad más profunda que la de don Juan Matus; porque además se te ve con buenas dotes literarias; así que, no te cortes; si echas en falta sabiduría en los textos de Castaneda (supuestamente recopilados de sus charlas con Juan Matus) deberías ser solidario y asistirnos con tu visión más ducha y experta.

      En un contexto de psiconáutica chamánica post-tolteca como el que aquí abordamos, afirmar que… «el conocimiento expresado en esos libros se basa en la fisicalidad» y… «solo confirma el desconocimiento» es otra muestra más del denso entendimiento que prometes ostentar, vaticinado… -como no podía ser de otro modo- por tu sobresaliente sofística.

      Así que, ánimo Reynaldo; sé misericordioso y haznos comprender la otra cara de la moneda para que los demás logremos atisbar la totalidad del paisaje.

      Ya estás tardando…

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