Aida. La Amazonia se está convirtiendo en una sabana

Aunque no de manera tan transitoria ni repentina como sostenían algunas predicciones un nuevo estudio confirma que la Amazonia se está convirtiendo en una sabana debido a su clima seco.

La Amazonia se está convirtiendo en una sabana.

La Amazonia se está convirtiendo en una sabana.

Un estudio liderado por Naomi Levine, investigadora de Biología de la Universidad de Harvard confirma que la Amazonia va camino a convertirse en una sabana. El trabajo analiza la respuesta individual de plantas amazónicas a un entorno más seco, frente a modelos que estimaban efectos en todo el ecosistema.

La investigación publicada en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos explica “nuestro análisis sugiere que, en contraste con las predicciones de estabilidad o pérdida catastrófica de biomasa, el bosque amazónico responde a un clima más seco de manera inmediata, pero gradual y heterogénea”. Esto significa que “el bosque amazónico es más sensible a cambios en el clima de lo sugerido en otros estudios, pero no es tan probable que se dé un cambio repentino de un ecosistema a otro”.

Los autores del trabajo explican que el cambio será de un “bosque húmedo de alta concentración de biomasa a un bosque transicional seco y leñoso similar a la sabana”.

Además el trabajo advierte que la deforestación y otras intervenciones del humano en la zona pueden acelerar la transición, que ya está experimentando una región considerada el “pulmón verde” del planeta.

Los expertos señalan que los mayores temores de estaciones más secas se dan en el sur del bosque amazónico, donde ya pueden verse condiciones de sequía más avanzadas, y su trabajo demuestra que la vulnerabilidad o resistencia del bosque tropical depende de la duración de las estaciones secas, del tipo de suelo, pero también de manera muy importante, del nivel de competición y las dinámicas entre las plantas y árboles del ecosistema.

El estudio también señala que la heterogeneidad y biodiversidad del bosque amazónico lo hace más resistente de lo que consideraban algunos modelos a la falta de agua, y permite una respuesta más gradual a la sequía.

Las zonas boscosas de la cuenca del Amazonas con estaciones secas de cuatro meses, un cuarto de todo el ecosistema, perderán un 20 % de su biomasa si se incrementa la época seca en dos meses más, mientras que ese proceso se aceleraría en zonas que ahora sufren 6 meses de época seca, con solo un incremento de un mes de sequía.

Los investigadores subrayan, asimismo, la importancia de estudiar la transición en el bosque amazónico analizando la respuesta de diferentes tipos de árboles individualmente y teniendo en cuenta la calidad del suelo, en lugar de incluir a toda la biomasa en un mismo modelo.

LaRed21

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