“Recordando Lo Que Es” Emilio Carrillo (25, 26).

25- Practica y comparte tus dones sin otra finalidad que el gozo íntimo que ello te depara.
Descubre tus dones y talentos, ponlos en práctica con entusiasmo y compártelos con los demás sin otra pretensión o finalidad que el gozo íntimo que ello depara. Esta experiencia sublime es consustancial a la libertad del ser humano consciente que, Enamorado de la Vida, centra la suya en el gozo –no en el trabajo- y vive –no sobrevive-. ¿Te parece rara una acción desprovista de cualquier objetivo que no sea el gozo en sí por acometerla? Esto te ocurre porque, sin siquiera darte cuenta, llevas demasiado tiempo sobreviviendo y trabajando como un esclavo integral. Y ésta es una de las señas de identidad del sujeto-esclavo: su absoluta incapacidad para establecer con los otros relaciones libres de cualquier fin o propósito. Aquello que hace lo lleva a cabo siempre con esfuerzo y por algo o para algo. En cambio, los dones y talentos se ejercitan y comparten sin trabajo y sin buscar ningún otro resultado o contrapartida que no sea el goce que su realización provoca. Si no es así, los dones se convierten en otra cosa y el entusiasmo y el gozo a ellos inherentes se diluyen y desaparecen… Y el Milagro de los dones y talentos se completa porque ese gozo íntimo va inexorablemente unido al hecho de compartirlos con los demás. No puede ser de otra manera. Es así como los dones, siendo de cada cual y teniendo cada uno los suyos, generan ineludiblemente interacciones sociales en un marco de comunidad, bien distintas de las pautas mercantilizadas impuestas por el estado de consciencia egocéntrico que ha venido siendo mayoritario en la Humanidad y el sistema socioeconómico que de él ha surgido. Como escribió Marx en la Ideología alemana, “sólo dentro de la comunidad con otros tiene la persona los medios precisos para desarrollar sus dones en todos los sentidos”. Y esto conduce a la “multitude” cooperante que Toni Negri describe como sucesora postmarxista del proletariado… La práctica de los dones y talentos, compartiéndolos con los demás, con la comunidad, conlleva por si gozo en el aquí-ahora y constituye un “hacer no haciendo” que opera ajeno a la idea mental de tiempo: sin pretender resultados o impactos a corto, medio o largo plazo y despojado de toda inquietud y pre-ocupación por sus repercusiones y efectos en el futuro.

26- Libera tu acción de toda necesidad de reconocimiento o admiración y de la pretensión de ayudar a los demás.
Los dones y talentos se gozan en sí y por sí por el simple hecho de ponerlos en acción y compartirlos, sin esperar ni desear ni perseguir nada. En cuanto algunas de estas querencias aparecen en escena, el gozo íntimo se diluye y es sustituido por la convulsiva y fatigosa ansia del ego para lograr su satisfacción. Por lo mismo, en el genuino ejercitar de los dones y talentos no hay vanidad, pues no se busca darse importancia ni sentirse necesario ni alcanzar algo ajeno a uno mismo… Al practicar y compartir los dones:
+No se anhela levantar en los demás reconocimiento ni valoración positiva alguna, que es lo que espera la parte del ego que se halla en constante actitud defensiva.
+No se aspira a la obtención de admiración, que es lo que le gusta a esa otra parte del ego más narcisista y a la ofensiva, ambicionando siempre seducir a los demás para reafirmarse.
+Y no se pretende “ayudar” a nadie, pues los dones y talentos beben de la “innecesariedad de hacer”, lo que permite percatarse de la enorme vanidad que supone querer incidir o interferir en el proceso consciencial y evolutivo de los demás… Se ejerce el don, se comparte, se goza íntimamente con ello y punto. Ya se encargará la vida de que repercuta en los otros de la forma que sea. Tú no te pre-ocupes, no persigas nada y confía en la Vida. Y entonces podrás comprobar que el “hacer no haciendo” que representa la puesta en práctica de tu don, genera en los demás un “ayudar no ayudando”, algo que no depende de ti, aunque al ego le encantaría, sino de la vida y su fluir natural.
De hecho, cada cual reaccionará ante tus dones y talentos en consonancia con su propio estado de consciencia y momento evolutivo. Y tú los ejercitarás con independencia de esas reacciones, sean del tipo que sean. Sin codiciar ni admiración ni reconocimiento. Y sin aspirar a “ayudar” a los otros, pues eso introduciría a los dones en la esfera egocéntrica de la búsqueda de resultados y la interferencia en el proceso consciencial de los demás porque tú, tu ego, crea que es “bueno” o “mejor” para ellos. Sencillamente, con entusiasmo y gozo íntimo, pero sin pretensión ni expectativa alguna, pon la luz que eres sobre el candelero


Emilio Carrillo
Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo http://www.sinmente.com/
EL CIELO EN LA TIERRA

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