Cádiz: Facturas del Ayuntamiento de Villamartín por langostinos a 100 euros el kilo, gambas y cochinillo

No hay palabras para definir la conducta de algunos políticos. Robar en beneficio propio es quitar puestos de trabajo, ayudas sociales, material para la comunidad.

No se debería juzgar igual a un ladrón común que a un político que mete la mano.

Una y otra vez estos escándalos sólo salen cuando hay elecciones, ¡Qué casualidad! Lo cual no deja de ser increíble. Los partidos políticos utilizan la ética y la denuncia como arma electoral para ganar votos, no por denunciar unos hechos contra la sociedad.

El Ayuntamiento de Villamartín (Cádiz) tenía una deuda, al cierre del año 2010, de 16 millones de euros, al margen de la sentencias en firme en contra del Ayuntamiento y de sus respectivos intereses, incluidos los 7 millones de euros que le debe al Estado por el impago reiterado de la Seguridad Social. El alcalde de Villamartín gastó 27.000 € en comidas y copas sólo en un año

La situación de las arcas del Consistorio serrano no es distinta al de otros municipios españoles, si no fuera porque el actual Gobierno local, del PA, se ha encontrado al llegar al poder con una herencia de facturas en concepto de protocolo que, a juicio de la edil andalucista Antonia Viruel, «sobrepasa con creces lo estrictamente necesario y protocolocario».

La andalucista asegura que «el número de facturas es desorbitado» y, por ahora, «sólo hemos podido revisar la primera legislatura de gobierno socialista», entre 2003 y 2007. Sólo en este último año, los gastos en comida y bebida por parte del alcalde del PSOE, José Luis Calvillo, y parte de su equipo, superan los 27.000 euros.

Las facturas, a las que ha tenido acceso ELMUNDO.es, reflejan cargos en la cuenta municipal de almuerzos para preparar el programa de la feria, los actos de la Semana Santa o incluso «una comida para hacer los presupuestos municipales», y «no será porque no hay despachos y salas de reuniones en el Ayuntamiento», apunta Antonia Viruel. Las supuestas comidas de trabajo incluyen langostinos a 100 euros el kilo, gambas, almejas, cochinillo al horno o botellas de vino de más de 40 euros.

Destaca, según refleja la facturación, que cada cita gastronómica concluía con una ronda de combinados para los presentes. Ginebra, whisky o ron que en un almuerzo con motivo de la festividad del Día de Andalucía, con 17 comensales, se llegaron a sevir 23, dejando una factura de 922 euros. Sólo en la feria del año 2004, el entonces alcalde socialista y parte de su equipo cargaron en la cuenta municipal tres comidas por un total de 2.994 euros.

Antonia Viruel destaca que, si bien «hay comidas que pueden llegar a estar justificadas por tratarse de alguna visita institucional, la mayoría de los casos son encuentros políticos y de organización que podrían haberse cerrado en dependencias municipales, sin necesidad de acudir a ningún restaurante».

El equipo de gobierno andalucista lamenta que su antecesores hayan dejado tal herencia en un municipio que tiene embargados parte de los fondos de participación del Estado por la deuda con la Seguridad Social porque «llevaban años sin pagar». El ex alcalde José Luis Calvillo, que se sienta ahora en la oposición, es señalado por el PA como el «principal responsable» y «por ello le pedimos explicaciones en nombre del pueblo de Villamartín», ha declarado Viruel, pero con pocas esperanzas de que el socialista justifique este «derroche».

Fuente: https://selenitaconsciente.com

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