(DDLA) «El Arquetipo Dinero» (parte 1)

El dinero se define como  Moneda corriente, que tiene valor legal, Wikipedia amplía mucho más su sentido para quienes quieran profundizar.
El Dinero es todo activo o bien generalmente aceptado como medio de pago por los agentes económicos para sus intercambios y que además cumple las funciones de ser unidad de cuenta y depósito de valor.1 Algunos ejemplos de dinero son: las monedas y los billetes, las tarjetas de débito y las transferencias electrónicas, entre otros.2

El dinero, tal como lo conocemos hoy (billetes y monedas sin valor propio), debe estar avalado o certificado por la entidad emisora. Actualmente son los gobiernos,3 a través de las leyes, quienes determinan cuál es el tipo de dinero de curso legal, pero son otras entidades, como los bancos centrales y las casas de la monedas (Ceca), los que se encargan, primero, de regular y controlar la política monetaria de una economía, y segundo, de crear las monedas y billetes según la demanda y la necesidad de tener dinero físico.4

De acuerdo con Heródoto, el pueblo libio fue el primero en introducir el uso de monedas de oro y plata, y también el primero en establecer tiendas de cambio en locales permanentes. Se cree que fueron los primeros en acuñar monedas estampadas, durante el reinado de Giges, en la segunda mitad del siglo VII a. C

Filipo, rey de Macedonia, unificó toda Grecia y creyó conveniente emitir una sola moneda, eliminando las de cada ciudad. Para que no quedara ninguna duda sobre quién mandaba, mandó acuñar su cara en las monedas. Su hijo, Alejandro Magno, siguió su ejemplo y al ritmo de sus conquistas, impuso la costumbre ayudando a diseminar el uso de las monedas de metal  a partir el año 335 Antes de Cristo. Impuso el sistema de acuñar monedas en Persia, Mesopotamia, Siria, Egipto y en varios territorios que hoy forman parte de Turquía, Afganistán, Pakistán y la India. Después de su muerte, en esos territorios se continuó con la práctica de acuñar monedas y, muchas de ellas, con el busto del propio Alejandro Magno.

En el siglo IX d.C., durante la dinastía Tang, aparecieron los primeros bancos en los que la gente depositaba sus monedas y a cambio se le extendía un certificado por el importe depositado que servía como medio de pago. Así la gente no tenía que movilizarse con las pesadas piezas de plata. Hay, sin embargo, quienes sostienen que los primeros billetes comenzaron a circular en China hacia el siglo VII. En Occidente recién en 1661 comenzó a utilizarse en Suecia este sistema de forma regular, aunque algunos investigadores sostienen que ya en el siglo XV circulaba papel moneda en algunas regiones de la península ibérica.

Posteriormente entra en marcha el negocio de la banca al ver las posibilidades de una herramienta de poder como es el dinero, siendo la familia Rothschild, una dinastía de financieros y banqueros internacionales de origen judeo-alemán quien realizó operaciones por toda Europa. Fueron declarados nobles por los gobiernos de Austria e Inglaterra y son desde el siglo XIX uno de los más influyentes linajes de banqueros y financieros de Europa.

Para otros historiadores el origen de esta familia se remonta a los Jázaros ya que postulan una contribución jázara a la ascendencia de los judíos askenazíes.

Un exponente de esta familia  es Mayer Amschel Rothschild quien dejó un frase célebre que atomiza el potencial del dinero como elemento dador de poder para quien lo tiene y gestiona:

“Permitidme fabricar y controlar el dinero de una nación y ya no me importará quién la gobierne.”

En los siguientes años, los Rothschild, para entonces nobles, financiaron la industria, los ferrocarriles y la construcción del Canal de Suez.

Con un sistema especial de préstamos estatales hicieron al gobierno francés independiente de las autorizaciones de impuestos del parlamento. Con el advenimiento de las grandes industrias y la banca de valores, el imperio de los Rothschild se mantuvo en segundo plano apoyando y subsidiando a familias emergentes en el mundo de las finanzas como los Morgan y Warburgs en Estados Unidos.

Los Morgan siempre respondiendo a sus órdenes, manejaron las finanzas de América del Norte lo mismo que los Warburgs y fue éste último el principal responsable de la realización del proyecto original y su aprobación en el congreso de los Estados Unidos del «Acta de la Reserva Federal».

Durante las guerras napoleónicas, los Rothschild apoyaban por igual a Bonaparte y a Wellington, pero la jugada maestra la hicieron a raíz de la batalla de Waterloo.

Uno de ellos fue espectador privilegiado de esta batalla y una vez que se aseguró que Marte sonreía a Inglaterra y Prusia salió al galope reventando sucesivas monturas, pagó un dineral para cruzar el canal de la Mancha y luego continuó su galope hasta Londres donde en la Bolsa de Valores Inglesa se puso a vender desesperadamente acciones a cualquier precio.

Los demás agentes de bolsa conociendo el valor de la información que manejaban los Rothschild interpretaron que Napoleón había ganado la guerra con lo que el pánico se apoderó del mercado que cayó a mínimos nunca vistos. Un pequeño grupo de agentes compraban anónimamente para Rothschild las acciones de la deuda de guerra británica que se vendían a un precio miserable.

A partir de este punto de inflexión los Rothschild no hicieron más que incrementar su poder hasta quedar sin rivales en Europa y comenzó para ellos un nuevo desafío, la conquista de América.

Más cercano a nuestros días, el dinero  toma el poder siendo  el Patrón Oro, un sistema monetario empleado a lo largo del siglo XIX  que termina con la  Primera Guerra Mundial. La base de este sistema fue que la divisa de un país era capaz de ser convertida en oro por el banco central cuando fuese requerido. Los ciudadanos podían intercambiar libremente ese oro y por extensión realizar transacciones entre todas las naciones ya que la convertibilidad oro-divisa permitía el cambio de moneda. En aquel tiempo, la Libra Esterlina constituía la moneda de reserva oficial teniendo por tanto todos los bancos centrales la mantenían en sus balances. Los bancos centrales tenían la misión de ajustar constantemente sus reservas de oro para poder emitir moneda de modo que una subida o bajada en los precios de dicho metal afectaba a la marcha de la economía.

Posteriormente y tras la quiebra de este sistema se plantearon medidas para volver a crear un clima de estabilidad comercial internacional y el desarrollo de las economías. Nació así el patrón de cambio-oro, conocido también como el sistema de Bretton Woods. Este mecanismo contemplaba la creación de un sistema monetario internacional que giraba en torno al Dólar, permitiéndose cambiar éste a razón de 35 dólares por onza de oro. Como el precio de la moneda era fijo, el resto de países debía fijar su moneda en relación a aquella, e intervenir en los mercados para no permitir una variación en su valor del 1% (positiva o negativa). Instituciones que nos suenan familiares a día de hoy como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional fueron creados en esta época. El Sistema de Bretton Woods quebró durante la Guerra de Vietnam, cuando Estados Unidos enviaba constantemente dólares al exterior para financiar la contienda. Ante la falta de confianza de diversos países ante EEUU, empezaron a cambiar dólares por otras divisas más seguras hasta que en 1971 el presidente Nixon suspendió la convertibilidad dólar-oro y lo devaluó para estimular sus exportaciones.

Poco a poco, los diversos países abandonaron el sistema surgido de Bretton Woods dejando fluctuar sus monedas sin necesidad de ser respaldadas. Los billetes y monedas fiduciarios no basan su valor en ningún metal, es la confianza de sus usuarios en el banco central y en futuras promesas de aceptación la que confiere dicho valor. Las divisas se intercambian en el mercado unas con otras, determinando mediante este mecanismo su precio. Precisamente, sin esa confianza, un billete de 10 Euros no valdría más que el papel en el que se imprime.

Hasta aquí, un breve repaso acerca del origen del dinero pues la notoriedad del mismo hasta nuestras días es evidente y cualquiera de nosotros sabe su significado, nuestra necesidad y dependencia para subsistir del mismo, el poder que da al rico para someter al pobre y un largo etc.

Pero realmente es momento de hacerse preguntas:

¿Por qué tenemos dependencia y necesidad  del dinero?

¿Somos conscientes que el dinero compra nuestro conocimiento y tiempo en el trabajo?

¿Es una herramienta necesaria para poder vivir o bien otro tipo de civilización sería  posible sin él?

¿Por qué no podemos tomar ejemplo de otras especies del planeta que viven en verdadera libertad y nosotros tenemos la  exclavitud de tener dinero para por el derecho de vivir e incluso hasta morir tiene un precio?

¿Por qué hablan de que la inflación es la razón para que un gobierno no suba sueldos o las pensiones de nuestros mayores, mientras que esto no parece ir con las  grandes fortunas que no sólo se incrementan sino que además usan paraísos fiscales para evitar tributar como cualquier persona normal?

¿Es quizá que ellos no son personas normales e influyen en la creación de las leyes para no verse perjudicados?

El dinero no es más que un tirano que sólo sirve para pagar lo que uno necesita o desea comprar. Domina tanto al pobre, en su lucha por llegar a final de mes, como al rico que no escapa al miedo y la desconfianza de que se lo roben o lo pueda perder.

Al final, cuesta darse cuenta que la importancia de un papel o un metal, llegue a someter tanto a unos como a otros.

FIN DE LA PRIMERA PARTE
Edición: Misha
Creación: Rasgando la Realidad; DDLA TV

Mayo del 68: www.mayodel68.com
Detrás de lo aparente nada es lo que parece!!
detrasdeloaparente.blogspot.com.es

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