“Recordando Lo Que Es” Emilio Carrillo (31, 32).

31- Compartir: da, sin esperar contrapartidas, y se te dará más.
La vida es un hondo equilibrio entre echar afuera e invitar adentro. El armónico fluir de esta dinámica tiene su clave en compartir: da y se te dará más. Por ejemplo, en la respiración, cuanto más espiras, más inspiras. Espira más para que puedas crear un vacío dentro y entre más aire. Fíjate que no es preciso que pienses en inspirar: espira tanto como puedas y todo tu ser inspirará. De idéntico modo, Ama más y tu cuerpo recogerá energía de todo el Cosmos. Crea el vacío y la energía vendrá. Y lo mismo sucede con todos los procesos de la vida… Comprende cómo funciona la vida: da más y tendrás más para dar. Comparte tus dones y talentos, tu energía, el dinero, el Amor que eres, tu divinidad en cualquiera de sus manifestaciones… Comparte sin esperar nada a cambio y tu ser aumentará y la vida te dará másCompartir es gozar de la vida; retener, encarcelarla entre los barrotes de la ansiedad y la inquietud del ego La vida crece en el gozo. Aquellos que comparten obtendrán más, porque cuanto más disfrutan más crecen… Fluye compartiendo y aprende a recibir los regalos que la vida te hace llegar permanentemente… ¡Comparte! No lo dudes. Y hazlo desde tu esencia, sin buscar resultados ni contrapartidas. Y la vida, mágicamente, armónicamente, te dará más… Cristo Jesús afirmó algo paradójico (Evangelio de Mateo 25, 29): “Cuanto más tengas, más te será dado; y si no tienes nada, hasta lo que tienes te será quitado”. ¿No te parece un mensaje muy cristiano? Pues lo es: si compartes lo que tienes (espirar), la vida, de manera natural, te dará más (inspirar). Sin embargo, si en vez de compartir, acumulas y retienes, lo que tienes te será quitado por esa misma vida y también de forma natural. Compartir es vivir; retener, sobrevivir. Compartir forma parte intrínseca del Milagro que es la Vida… En el llamado “milagro de los panes y los peces”, la clave es compartir. Bajo la influencia de la percepción productivista y economicista todavía vigente, se le conoce como el “milagro de la multiplicación”, pero en los Evangelios–los cuatro canónicos lo narran– no se indica nada de que Cristo Jesús “multiplicara” los alimentos. Sencillamente, invitó a compartir lo que se tenía –cinco panes y dos peces– y fue así como hubo para todos –miles de personas–. El milagro no es la multiplicación, sino compartir: comparte tus dones y talentos, tu energía, tu amor, tu divinidad… Haz tuya conscientemente y disfruta naturalmente la dinámica “fluir-recibir-fluir” que rige en la Creación en un contexto de Abundancia.

32- A cada cual según sus necesidades.
La Creación es una Naturaleza Viva y Divina de Abundancia Infinita donde la Gracia y la Riqueza se distribuyen entre todos los componentes que la configuran y en ella son, existen, viven, se integran y fusionan… El sistema socioeconómico aún imperante, construido sobre una consciencia egocéntrica, actúa y concibe la vida desde la escasez (de recursos, de bienes, de energía, de amor,…) y distribuye lo escaso según las “capacidades”, que es la ley del más fuerte. Sin embargo, la Creación entera es Abundancia y desconoce la escasez. Y esa Abundancia se reparte no según las “capacidades”, pues no hay niveles conscienciales –ni dones y talentos- mejores o peores, sino en función de las “necesidades” derivadas del momento concreto biológico y del proceso evolutivo que cada componente de la misma esté experienciando. Esto ha sido percibido por bastantes hombres y mujeres a lo largo de la historia, que han vivido en consonancia con esa visión no egocéntrica o han propuesto modelos sociales y económicos para superar el hoy vigente. Entre los primeros, fue el caso, por ejemplo, de los colectivos cristianos primitivos. Así se describe en los Hechos de los Apóstoles (4,32-35) el modo de vida de la comunidad: “No tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos (…) No había ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada cual según sus necesidades”. En cuanto a la formulación de modelos socioeconómicos fundamentados en ese reparto según las necesidades, valga como botón de muestra la propuesta sintetizada por Karl Marx en su Crítica del Programa de Gotha (I, 3): “En la fase superior de la sociedad comunista (…) sólo entonces la sociedad podrá escribir en su bandera: ¡De cada cual según su capacidad a cada cual según sus necesidades!”.


Emilio Carrillo
Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo http://www.sinmente.com/
EL CIELO EN LA TIERRA

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