Aida. No estamos ante una crisis, sino ante una mutación del sistema socioeconómico

27/3/16

No estamos ante una crisis, sino ante una mutación del sistema socioeconómico (Recordando lo que Es: 35)

Se habla sin parar de crisis. Los análisis al respecto se suceden y multiplican, intentando explicar y valorar lo que está aconteciendo. Mientras, una nueva y cruda realidad se va imponiendo con celeridad por la vía de los hechos. Ante ella, mucha gente se muestra desconcertada, con miedo ante el presente y el futuro y sumida en un pesimismo y escepticismo crecientes. La economía real se doblega ante la monetaria: se precariza el empleo, se deterioran y envilecen las condiciones laborales y los empresarios constatan con estupor como el devenir de su empresas ya no depende de su trabajo o inteligencia, ni de la marcha de su sector de actividad, ni de la bondad de su producto o servicio y de su estrategia empresarial, sino que ha quedado a merced de los criterios y prioridades de los que manejan el grifo de la financiación bancaria. En paralelo, las instituciones se muestran incapaces de reaccionar y su credibilidad se diluye con inusitada rapidez. Los gobiernos, da igual su color político, trasforman en razones de Estado las razones del mercado financiero y se pliegan a este con cinismo y descaro. Y el Estado del Bienestar, forjado con tesón en Europa durante el siglo XX, sufre un intenso seísmo que quiebra sus cimientos… ¿Qué está pasando? Pues que no estamos ante una crisis, sino ante una mutación: la transfiguración del sistema socioeconómico en un entramado de especulación global y cortoplacista (mayor beneficio posible a costa de lo que sea y en el menor tiempo posible) y la conversión de ciudadanos, empresas y Estados en una nueva raza de esclavos… La noción de crisis va ligada a lo fortuito de su aparición y a que, pasado un tiempo, las cosas volverán a ser como antes. Pero esto no es una crisis, sino una mutación. Y esta no es fortuita, sino que deriva de la evolución e imposición de la “lógica” del sistema vigente; y en su esencia subyace precisamente el objetivo de que las cosas nunca vuelvan a ser como antes… Sólo en la comprensión de que el sistema ha mutado puede entenderse el por qué y el calado de hechos como estos:

+la gigantesca cantidad de dinero público (suficiente para dar alimentación, sanidad y educación a todos los que lo necesitan en el planeta durante dos siglos) que ha sido «regalado» por los Gobiernos a la banca privada;

+provocado por tamaña desviación de fondos públicos a manos privadas, el colosal endeudamiento de los Estados (la deuda que acumulan es tal que ni con todo el dinero existente en la economía mundial habría suficiente para pagarla) y la transformación en crisis de los Estados y de las haciendas públicas de lo que inicialmente se planteó como una crisis de los bancos privados;

+derivado de los puntos anteriores, la curiosa circunstancia de que la llamada crisis tenga como grandes beneficiados a los mismos que la provocaron; y

+la certeza de que los impactos de lo que ocurre afectan no sólo a la economía, sino a otros muchos ámbitos y, especialmente, a la democracia, dado el evidente sometimiento de los gobiernos y poderes públicos a los intereses de la banca privada internacional y los mercados financieros globales.

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Una nueva entrega de Recordando lo que Es se publica en este blog cada domingo.

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Publicado por Emilio Carrillo

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