El niño sin nombre

                                                                          Imagen de REUTERS

El sol brillaba en sus ojos inmóviles en el momento en que el rescatista de la organización humanitaria, Sea-Watch, que operaba un barco de rescate entre Libia e Italia, lanzó al mundo la imagen de este bebé ahogado, acunándolo con inmenso cariño como si estuviera dormido.

Seis horas antes este pequeñín sin nombre estaba vivo, embarcaba en los brazos de su mamá abrigadito por una manta en un barco de madera desde la ciudad libia de Sabratha, posteriormente la humilde barcaza comenzó a inundarse y zozobró, seguramente sonreía mirando a los ojos de sus padres, quizás jugaba con su osito de peluche, inconsciente del inevitable drama, de la muerte inminente, de que en nada morirían ahogadas 45 personas migrantes, que llegaron inertes en un barco de la marina italiana al puerto de Reggio Calabria.

Libia fue invadida hace unos años por la OTAN, la Unión Europea y los Estados Unidos para quedarse con su petróleo, asesinando, con la excusa de la “democracia”, a cientos de miles de personas, en su mayoría población civil inocente. España participó activamente en la masiva matanza, generales que ahora se presentan a elecciones, como José Julio Rodríguez, ministras de Exteriores y Defensa como Trinidad Jiménez o Carme Chacón, el propio presidente Zapatero, tendrán para siempre las manos manchadas de sangre.

La resistencia del ejército del presidente Gadaffi, poco pudo hacer para detener el genocidio, el brutal holocausto fascista, que en poco tiempo arrasó por este digno país africano, donde la mortalidad infantil era la más baja del continente, la educación y la vivienda gratuita, ahora convertido en un infierno terrorista del que todo el mundo quiere escapar, con grupos armados como ISIS financiados con dinero de occidente, que cada día masacran a su pueblo con todo tipo de atentados en cada rincón de este desgraciado y olvidado rincón de la tierra.

Esta estremecedora imagen del niño sin nombre en los brazos de ese buen hombre, el chiquitín que parece estar vivo, nos sacude la conciencia a  las personas de bien, a quienes todavía tenemos valores solidarios y seguimos creyendo en un mundo mejor, sin fronteras, donde todos y todas nos ayudemos a salir adelante cuando tengamos problemas.

Su carita de ángel, sus ojitos cerrados nos muestran como la Unión Europea no es más que el anunciado IV Reich, un imperio económico corrupto, criminal, sin escrúpulos para asesinar impunemente a millones de seres humanos.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/

2 comentarios en “El niño sin nombre

  1. Las preguntas son : ¿ Que coño estamos haciendo o no, para que estas atrocidades sean posibles en este Mundo ?… y ¿ que falta o sobra en nuestras vidas individuales y colectivas, para que cese la barbarie que se cierne en la humanidad ?.

    ¿ Cuanta mierda mas debe pasar ante nuestros ojos para hartarnos de la inercia y comenzar a hacer algo al respecto ?

    ¿ cuanta mierda mas debe pasar ante nuestras narices, para DEJAR DE DELEGAR nuestra responsabilidad como seres con conciencia ?

    ALEX.

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