Aida. ¿De qué modo nos manipulan y controlan mediante la televisión?

por  Manuel Pérez Torres

Durante la carrera de psicología cursé una asignatura llamada “Psicología de la comunicación social y del consumo”. Era una asignatura optativa, y decidí cursarla pues siempre me ha llamado la atención cómo se tiene en cuenta factores psicológicos dentro del Marketing para crear mayor impacto en el receptor del anuncio.

Pues bien, descubrí que esto que hablo es solo la punta del Iceberg, voy a utilizar varios fragmentos de los apuntes elaborados por el profesor Juan Martínez Torvisco de extensa bibliografía para dar luz a lo que Todo Televidente y Ciudadano tiene derecho a conocer en cuanto al modo en que nos controla, moldea y manipulan no solo la televisión, sino los medios de comunicación en general. Pienso que esta información lejos de ser solo de dominio de expertos en comunicación y psicología tiene que ser de dominio público.

Empezamos:

Todos los seres humanos estamos inmersos en algún proceso comunicativo. Este es de naturaleza intrapersonal (para sí mismo), interpersonal (entre dos personas), grupal, o comunicación en masa (una persona institucionalizada se comunica con un gran número de personas a través de un medio de transmisión) es a esta última a la que nos vamos a referir. En todo el texto.

La relación entre los Sitemas de Medios de Comunicación Social (a partir de ahoraMCS) y las sociedades es recíproca: un país crea un sistema de MCS y este sistema a su vez, modifica la sociedad.

La función de los MCS es hacer que la información esté disponible amplia, rápida y fácilmente. Usando  los términos del sistema, están definidos sobre todo, como filtros y amplificadores, es decir, seleccionan de toda la información que tienen disponible los temas que desean, según sus intereses que circulen. Procesan y amplifican éstos para una audiencia muy amplia.

Estos filtrados tienen un término “Gatekeeping GK”. David M. White (1961) lo utilizó para referirse al flujo de noticias a los medios de comunicación y para determinar su admisión. Destaca el grado de subjetividad sobre criterios de valor de las noticias. La selección depende mucho de las experiencias, actitudes, expectativas personales y prejuicios del GK.

Está totalmente admitido que toda comunicación social tiene un elemento de intencionalidad por parte del emisor. La mayoría de los autores resaltan la voluntad de influir y modificar las actitudes del receptor. David K Berlo (1929) afirma que el principal objetivo de la comunicación es el de persuadir e influir. La persuasión se define como “la comunicación intencional que, de forma explícita o implícita, se desprende del mensaje del emisor”.

La teoría de la distracción como factor persuasivo se investigó en dos grupos de jóvenes menores de 20 años. Al primero de ellos, se le advirtió que escucharía un mensaje contra la conducción de coches por jóvenes de 20 años, mientras que al otro grupo sólo se les dijo que escuchase a un individuo para poder informar después sobre su personalidad: tanto individuo, como el mensaje fueron idénticos para ambos grupos, pero el segundo grupo se vio más convencido por el mensaje, la razón de esta diferencia, estaba en que el segundo , por estar centrada su atención en algo irrelevante, era menos capaz de contra argumentar mientras estaba escuchando.

Principalmente se ha dado dos explicaciones al efecto persuasivo positivo de la distracción:

  1. La distracción como inhibidora del proceso de contra argumentación natural en aquellos individuos con actitudes previas muy en contra del mensaje.
  1. La distracción como factor gratificante.

El GK tiene un efecto potente en los procesos de comunicación social, especialmente si los MCS de una sociedad están controlados por una élite minoritaria que intenta restringir el derecho a saber del público. Sin embargo en una sociedad libre en donde la televisión está en competencia con otros medios como periódicos, radio, revistas y la incontrolable internet, esta capacidad de mal utilizar – manipular- del rol del GK es improbable que ocurra.

Los Reguladores.

En muchos países el gobierno es el principal censor y regulador de los MCS: en otros es sólo uno de los muchos reguladores. En los países occidentales, el gobierno junto con otras instituciones, pueden ejercer alguna presión en ciertas áreas de la comunicación social para regular  y controlar la cantidad, calidad y la dirección. Podemos identificar cinco reguladores implicados en los procesos de comunicación social:

  1. El gobierno es el regulador clave.
  2. La fuente del mensaje puede afectar naturalmente en el flujo de la comunicación decidiendo qué hacer público a través de los medios.
  3. El anunciante puede en algún sentido, regular los MCS, ejerciendo alguna influencia en su contenido.
  4. El consumidor de la comunicación es un regulador que ejerce control a través de la compra en el mercado, a través de los grupos de presión pública y haciendo valer sus derechos en el parlamento.

Hasta aquí el extracto de aquellos apuntes. En estos días me he decidido a escribir esto por un documental emitido por la 2 de TV española en «La noche temática» hace unas semanas llamado “Programando la Nación” del director americano Jeff Warrick. El contenido es impactante, lejos de estar hablando en términos conspiratorios, nos hace ver mediante publicistas, psicólogos y expertos, todo lo que explico en anteriores párrafos. He realizado un resumen de dicho documental, y aquí lo expongo. Que lo disfrutes.

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