“Recordando Lo Que Es” Emilio Carrillo (47, 48).

EL CIELO EN LA TIERRA

Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo http://www.sinmente.com/

47- Del “acto de pensar” al “proceso de pensar”.
La creencia en el tiempo te lleva a abandonar de forma inconsciente lo real -el momento presente- y a viajar mentalmente hacia lo irreal -el pasado y el futuro-, perdiendo la conexión con lo que estás verdaderamente viviendo… Es muy sencillo:
+El aquí-ahora es tu espacio sagrado de libertad. En él creas –tú y solo tú– las actitudes y, a partir de ellas, las acciones con las que vives cada una de las experiencias (vivencias, situaciones, hechos, circunstancias…) que se suceden en el día a día.
+Consciente de ello, observa la frecuencia vibracional –el sabor profundo, el tono, el perfil- de las actitudes que creas de instante en instante ante las experiencias de la vida cotidiana. Y, en tu esfera de libertad, modula dicha frecuencia para que tanto esas actitudes como las acciones que de ellas derivan sean coherentes contigo mismo -con lo que realmente eres- y con lo que sientes de corazón en ese preciso instante.
+Sin embargo, la creencia en el tiempo te saca de la realidad (ya no estás ahí, sino viajando en el tiempo). Y, sin darte cuenta, dejas de actuar en el momento presente de manera consciente y coherente. En lugar de ello, debido a tu ausencia, lo que deberían ser actitudes y acciones realmente tuyas son sustituidas por meras reacciones inconscientes y respuestas automatizadas generadas por el ego y los sistemas de creencias que han metido en tu cabeza.
La vida -la tuya y la de todos y todo- es el aquí-ahora. ¡Ya está! Lo que denominas tiempo es una interpretación tridimensional, parcial y ficticia de la vida y la existencia. Observas los ciclos de la vida y pretendes medirlos en términos de tiempo (segundos, minutos y horas; semanas, meses y años…). Pero no te das cuenta de que con ello caes en una ilusión: el ritmo que impulsa y subyace en cada ciclo siempre es el mismo, idéntico, y no puede ser medido, sino vivido en el aquí-ahora. Y si pretendes medirlo, ocurren dos cosas: primero, ya no lo vives, pues te sales del aquí-ahora; y, segundo, la medición, por más que parezca certera según el reloj o el calendario, jamás será objetiva y verdadera, sino que dependerá del observador que hace la medición (por ejemplo, según tus vivencias en el momento presente, diez minutos pueden ser para ti muy largos o muy cortos) y, por tanto, subjetiva y falsa. Hasta la ciencia actual lo pone manifiesto y la física cuántica habla con claridad de lo inaceptable e inapropiado de la creencia en el tiempo inserta en tu cabeza. Pero te han condicionado desde la infancia y te manipulan permanentemente para que continúes en esa creencia. Y, a partir de ahí, el “acto de pensar” se transforma en el “proceso de pensar”. Que entiendas esto es crucial:
+El “acto de pensar” se produce en el aquí-ahora y va ligado a las actitudes y acciones que conscientemente creas en ese espacio sagrado de libertad.
+Sin embargo, la creencia en el tiempo trastoca y convierte el “acto de pensar” en el “proceso de pensar”. En éste, el momento presente -lo real- deja de existir y el tiempo -una mentira- ocupa su lugar. Así, tu atención pasa a situarse en lo que teóricamente pasó, en lo que imaginariamente podría haber pasado o en lo que hipotéticamente podrá pasar… En definitiva, en escenarios y situaciones distintos de los que se corresponden y articulan con lo que estás viviendo, con el aquí-ahora.
+De este modo, tus actitudes y acciones conscientes desaparecen y son reemplazadas por reacciones inconscientes y respuestas robotizadas ligadas a los sistemas de creencias que han insertado en tu mente.

48- Mantente en el aquí-ahora, en la observación, en la atención.
La vida es el aquí-ahora, lo real; el aquí-ahora es la vida, lo real. Si percibes algo -lo que sea- fuera del aquí-ahora o de lo que en conexión con él corresponde, es sólo la mente generando una ficción. El pasado y el futuro son frutos de la imaginación. Ni siquiera existe el presente, pues si no hay pasado ni futuro, ¿dónde está el presente? Date cuenta: el aquí-ahora no puede ser pensado ni intelectualizado, pues en cuanto lo hagas ya te habrás situado en el pasado; el aquí-ahora sólo puede ser ¡vivido! Esto es lo único que existe: Vivir Viviendo.
Por tanto, mantente en el aquí-ahora. Esto significa:
. Rompe con el hábito de abandonar la realidad viajando mentalmente por el tiempo.
. Observa lo que experiencias de instante en instante, estando atento a ello.
. No reacciones ante nada, no te dejes llevar ni arrastrar por los estímulos e impulsos externos.
. Percibe la frecuencia vibracional de las actitudes que creas en el aquí-ahora al vivir esas experiencias y modula tal frecuencia para que sea coherente contigo mismo, con lo que realmente eres.
. Permite que esas actitudes se plasmen en acciones, comportándote en consonancia con lo que en tu corazón e interior sientes en el preciso momento -ni antes ni después- en el que estás viviendo la experiencia que sea.
. Unido a ello, libérate de los sistemas de creencias instalados en tu cabeza que te dicen, de manera predeterminada y estereotipada, qué hacer y cómo comportarte.
Es una práctica simple. Y te reconecta contigo mismo: con lo que auténticamente siempre has sido, eres y serás; con tu estado original ajeno al tiempo y al espacio; con tu naturaleza divina, infinita, eterna; con la Sabiduría innata que posees en tu ser; con la Felicidad que no tiene causa porque es tu Estado Natural… Todo esto es y existe antes de que el pensamiento se adentre en el “proceso de pensar”, un proceso que oculta la realidad bajo el velo de la simulación tridimensional en el que otros quieren que permanezcas enredado y entretenido… Observa lo que experiencias, estate atento al aquí-ahora, no te dejes llevar por los impulsos de las creencias mentales y las emociones a ellas asociadas, escucha tu corazón y siéntete a ti mismo. Es sencillo: no te molestes cuando te indiquen que te molestes; no reacciones cuando te exijan que reacciones; no te resistas cuando te llamen a resistir; no luches cuando te inciten a luchar; no te enfades cuando otro se enfada; no ignores lo que tu cuerpo te indica cuando te señalen que al cuerpo no hay que escucharlo; no reprimas tus intuiciones e inspiraciones cuando te insistan en que no les hagas caso… Simplemente, céntrate en el aquí-ahora, observa, percibe en el Vivir Viviendo lo que se mueve en tu interior y permite fluya naturalmente hacia el exterior en forma de acción. Así, tan fácilmente, tomarás el mando consciente de tu vida y te liberarás de los sistemas de creencias, normas, credos, religiones, mandamientos, morales, falacias intelectuales, leyes, paradigmas institucionales y demás mecanismos de dominio y manipulación que te han mantenido inconsciente y en estado de sufrimiento.

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