LA GENÉTICA Y LA II GUERRA MUNDIAL

Hay capítulos de la II Guerra Mundial que permanecen el olvido o se prefiere el silencio sobre los mismos. Hoy se sabe que Alemania estaba adelantada en estudios sobre genética. La palabra genética para nosotros es relativamente reciente, con lo cual podemos imaginarnos lo que podía ser en los años 40’s: absolutamente desconocida excepto para algunos círculos científicos. La genética, como ciencia, empieza en 1865 cuando un monje agustino llamado Gregor Mendel que investigando los componentes vegetales de los platos más comunes entonces y concretamente de los guisantes, descubrió el secreto de la genética y su herencia en los seres vivos.

El descubrimiento Mendel no tuvo apenas repercusión en aquel entonces hasta que casi 40 años después, en 1900, en pleno inicio del siglo XX, los botánicos y estudiosos de las plantas se dieron cuenta de lo que aquel humilde monje había descubierto. Lo que Mendel había sacado a la luz era la pieza más importante de un rompecabezas que los botánicos no habían podido o sabido encajar. Con esa pieza, los botánicos podían trabajar correctamente el desarrollo de las plantas y mejorar los cultivos. Todo ello podía llevar a la industrialización de las cosechas para alimentar a las poblaciones más fácilmente. Teóricamente se evitaría el hambre en zonas del mundo y mejorar los cultivos, tener plantas más resistentes y adaptables a entornos difíciles. Podemos imaginar que todas estas ventajas han sido aplicadas. Para nosotros ya no es nada extraordinario.

La genética, su dominio y comprensión han hecho adelantar al mundo en muchas cosas y posiblemente ampliar las expectativas de vida de los seres humanos y animales. Es posible también que tenga su lado oscuro, ya que todo eso tiene un precio. Pero no quiero entrar en este terreno en este artículo, sino en una operación científico-militar no demasiado conocida que se desarrollo en 1943, Junio, en el frente ruso y concretamente en varios lugares de la Unión Soviética. Alemania sabía que allí había un investigador llamado Nikolai Vavilov que había hecho progresos muy importantes en botánica y trabajaba con una colección de gran valor centrada en las plantas, es decir, la primera recopilación seria y científica del genoma de las plantas. En pocas palabras era poseer entonces el secreto de la vida… y del aprovisionamiento continuado.

Nikolai Vavilov no era un cualquiera, era un científico de primer orden y gran amigo y colaborador de William Bateson, creador del término “genética” y que había devuelto a la luz los trabajos del monje Gregor Mendel. Pero ¿qué había hecho Vavilov en términos científicos? Básicamente estudiar la evolución de las plantas aplicando la genética y tratando de encontrar el origen de muchas plantas comestibles y que cultivamos desde hace milenios. Encontró la primera planta de trigo salvaje o silvestre, de la col o de la cebada. Su trabajo e investigación fue prácticamente en todo el planeta. Su trabajo le generó la colección más importante del mundo en genética vegetal y con ello su país, la Unión Soviética de los años 30 era la más adelantada en aquel momento.

La misión para capturar la colección recayó en dos militares de las SS científicas: el teniente Heinz Bücher, Doctor en Botánica por la Universidad de Turingia y el capitán Konrad von Rauch. Lo que podían buscaban podría revolucionar la forma de cosechar, su cantidad y su calidad, con lo cual se trataba de una misión de primer orden en plena guerra donde las penurias estaban a la orden del día. El Dr. Brücher conocía bien a Mendel, a Bateson y a Vavilov y su colección. Para los alemanes, el dominio del  desarrollo vegetal era un arma de primera importancia: equivalía a producir y proveerse de comida de forma interminable. Por otro lado, la misión tenía también sentido ya que la genética encajaba bien con algunas teorías que el socialismo nacional defendía.

Antes de volver a la misión alemana y hablando de ideologías, el amigo Vavilov lo tuvo difícil ya que los marxistas puristas de la Unión Soviética comenzaron a ver con recelo lo que él investigaba. De hecho, había descubierto cosas que chocaban frontalmente con los dogmas comunistas y del proletariado. La base de la sospecha era muy simple: si se acepta que la “genética” es algo natural que sucede en la propia naturaleza y en los seres vivos y que es fundamental en su evolución, esta evolución queda alejada de las actividades revolucionarias y de producción comunista en las fábricas y los planes quinquenales. Con ello se limita la teoría marxista hasta el punto que es como una frontera cerrada a cal y canto. Debido a esta idea totalmente politizada y fuera de la realidad, los trabajos de Vavilov fueron catalogadas como “ciencia burguesa” y él mismo como “kulak” o enemigo de clase. Para Vavilov empezaban tiempos difíciles debido a un hombre llamado Trofim D. Lysenko, un agrónomo estalinista nombrado responsable de la Academia de Ciencias Agrícolas de la Unión Soviética y que selló el destino de Vavilov. Fue detenido en 1940 y llevado al campo de concentración de Saratov, donde murió de hambre en 1943. Su  enorme colección quedó abandonada.

Alemania sabía que sus colecciones de plantas estaban distribuidas en tres áreas: Minsk, Crimea y Leningrado. Se capturaron las colecciones de Vavilov y se llevaron al castillo de Lannach, en Austria, bajo la supervisión de las SS científicas. Brücher creó 18 centros de investigación y ya en el verano de 1943 se llevaron a cabo varios cultivos de cebada y trigo, con la idea de realizar mejoras en las semillas y las plantaciones cada dos años. Sin embargo, el tiempo iba en contra de Alemania y a principios de 1945 el Ejército Rojo ya había ocupado Hungría y Polonia. El Dr. Bücher desobedeció la orden de destruir todo lo realizado y la documentación, y huyó con algunas muestras del trabajo realizado. Llegó hasta Suecia ya que su mujer era sueca y de allí partió hacia Argentina sin problemas, siendo en 1948 nombrado profesor de Genética y Botánica de la Universidad de Tucumán.

Sus conocimientos le granjearon puestos de gran relieve como, por ejemplo, asesor científico de la UNESCO. Escribió varios libros y artículos muy importantes sobre el mundo vegetal y su desarrollo. Buena parte de los avances agrícolas en Sudamérica son fruto de los estudios del Dr. Bücher. Pero el 17/12/1991, fue asesinado en su granja de Mendoza a los 75 años. Todo son dudas acerca del asesinato. Oficialmente fue un robo, pero otros apuntan al Mossad y su época caza-nazis en Sudamérica. Sin embargo hay otra posibilidad no exenta de verosimilitud y son los cultivadores y narcotraficantes ya que el Dr. Bücher estaba investigando el desarrollo de un virus llamado “ESTALLA”, que era capaz de destruir la planta de la coca y acabar con el negocio. Ese era un buen motivo para asesinarle. Hoy sigue siendo un misterio y el caso está cerrado

 

Publicado por FBG 

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