Aida. Exposiciones ambientales, retraso en el desarrollo y autismo – El enfoque de una psiquiatra integrativa

por Sott.net

De acuerdo con un informe realizado en el 2013 por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), 1 de cada 50 niños, entre las edades de 6 y 17, tiene algún tipo de trastorno del espectro autista (ASD).1,2

Una encuesta emitida por el gobierno en el 2015 afirma que la tasa de ASD puede ser tan alta como 1 por cada 45 niños entre las edades de 3 y 17.3,4 En los últimos 20 años, las tasas de ASD han aumentado de forma drástica y preocupante, y los expertos creen que las tasas continuaran aumentando.

¿Qué es responsable de esta epidemia?

La Dra. Chandra Suruchi, una psiquiatra formada en Harvardy certificada por el consejo, ha centrado su carrera en el uso de un enfoque holístico e integrativo para ayudar a niños y adultos con problemas emocionales y conductuales complejos, incluyendo el autismo y otros tipos de retraso en el desarrollo.

La conocí en un evento de capacitación con el Dr. Lee Cowden, que es mi médico mentor, y Chandra utiliza muchos de los principios y herramientas de curación de Cowden en estos niños autistas.

Después de haber completado su formación médica en la Universidad de Harvard y Yale, Chandra se sintió impulsada a buscar enenfoques integrativos, porque encontró muchos trastornos psiquiátricos devastadores, para los que a menudo había poca esperanza.

«Esto ocurre en el retraso del desarrollo, así como en los trastornos psiquiátricos. Como saben, estos trastornos pueden ser verdaderamente devastadores, ya sea bipolar, una depresión resistente a tratamientos, o autismo. Yo no estaba satisfecha. Pensé, «Tal vez estamos perdiendo de vista todo un campo de aplicación.»

Esto realmente me hizo empezar a buscar en la medicina integrativa. Me volví muy escéptica, en el supuesto de que tal vez si estas cuestiones no eran conocidas por algunas de las mejores y más sólidas instituciones, era probable que no fueran de utilidad.

Pero vi a los adultos y niños mejorar, de una manera que no había visto antes. Pensé, «Tengo la responsabilidad e incluso la obligación moral para comprender mejor este campo».

Actualmente, he estado en este campo durante alrededor de 12 años. Una vez más, lo que me mantiene en este campo y me motiva, es el tipo de mejorías que veo todos los días en los niños, y también el sentido de que hay algo más que podemos aprender para ayudar a estos adultos yniños«.

El autismo es solo la punta del iceberg

Aunque el número de casos de autismo ha aumentado radicalmente, Chandra cree que esto es solo la punta del iceberg. Aparte de los niños con algún tipo de ASD, existe un número creciente de niños que también tienen problemas de retraso en el desarrollo y el habla, así como trastornos motores.

De acuerdo con las últimas estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el retraso en el desarrollo afecta a 1 de cada 6 o 7 niños, señala Chandra.

Es importante comprender que la mayoría de las enfermedades, ya sea el autismo, enfermedades cardiacas, cáncer, diabetes, obesidad, enfermedades neurodegenerativas o cualquier otra, se originan en algún tipo de desequilibrio; desequilibrio en el tracto gastrointestinal (GI, por sus siglas en inglés), sistema inmunológico y/o disfunción mitocondrial.

Si estos son atendidos a tiempo por expertos, es muy posible ver una gran mejoría en prácticamente cualquier enfermedad. Por desgracia, muchos simplemente no creen que esto sea posible, y este es el caso de los médicos capacitados y los pacientes. La razón por la que no lo creen es porque no fueron capacitados para pensar de esa manera.

Además, la mayoría nunca, o casi nunca ha visto una recuperación radical en su práctica clínica, lo cual es posible cuando atiende la causa de la enfermedad, en vez de simplemente tratar los síntomas con medicamentos.

Dado que no existen medicamentos farmacéuticos que tratan los síntomas principales del autismo, Chandra recomienda utilizar enfoques ligeros y holísticos que están destinados a combatir posibles desequilibrios biomédicos subyacentes antes de utilizar medicamentos psiquiátricos.

Asimismo, ella enfatiza que debemos pensar acerca de cómo los medicamentos utilizados comúnmente podrían afectar a estos desequilibrios biomédicos.

«Por ejemplo, algunos de los medicamentos psiquiátricos aprobados para el autismo, en realidad afectan a la mitocondria de una manera adversa. Debemos buscar otros recursos antes de recurrir a ellos, ya que la mitocondria no debe ser afectada de manera negativa«, dice Chandra.

Factores que contribuyen al autismo

Existen muchas teorías acerca del origen del autismo. Muchas aun asumen que el autismo es un trastorno genético. La mayoría de los psiquiatras han aprendido que el autismo es causado en un 90 % por la herencia y la genética, y que poco se puede hacer para combatirlo con excepción de los medicamentos psiquiátricos y terapias de comportamiento.

Sin embargo, las investigaciones más recientes han sustentado que la exposición ambiental desempeña un rol importante en el desarrollo de ASD, y los científicos han comenzado a poner su atención en los factores ambientales.

Los estudios con gemelos sugieren que los factores genéticos podrían ser responsables de hasta el 38 % del autismo, pero que el porcentaje restante es debido a exposiciones ambientales tempranas. Esto también tiene sentido; como señaló Chandra, «no hay tal cosa como una epidemia genética. Los genes no cambian tan rápido».

«Una vez más, tenemos que observar el medio ambiente. Al hablar del medio ambiente, no nos referimos solo a las toxinas ambientales, aunque considero que esas son cuestiones a las que tenemos que poner atención; debemos observar todo lo que rodea a un niño durante su desarrollo.

Esto incluye el mundo microbiano, el microbioma, las bacterias que se encuentran en nuestro alrededor; algunas son patógenas, y otras son benéficas. Además, tenemos que analizar a los alimentos; estos pueden ser un factor de estrés o de curación.

[También considero que] necesitamos cuestionar la creciente exposición a los campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés). Hay que tener una visión más amplia. Es poco probable que el autismo sea causado por uno o dos factores.

Es probable que sea causado por la combinación de muchos factores, y es diferente en cada niño.

En realidad es difícil cuando tiene este complejo y muy individualizado sistema, ya que los estudios no van a resolverlo fácilmente. Si solo esperamos a que se realicen estudios, es posible que tengamos que esperar demasiado tiempo para actuar«.

Exposición ambiental y retraso en el desarrollo

En general,5 el enfoque que utiliza Chandra es cauteloso, el cual inicia al identificar y disminuir la exposición a sustancias tóxicas en su hogar. Ella tiene un folleto que le proporciona a los padres, el cual se puede descargar desde su sitio web,chandramd.com.

Es de cuatro páginas, y abarca aspectos como la calidad del aire y agua, pesticidas, retardantes de llama y compuestos orgánicos volátiles (COVs, por sus siglas en inglés) que se encuentran en una gama de productos, incluyendo a los muebles.

«Creo que tenemos que analizar todas estas cuestiones, porque será muy difícil saber lo que afecta a un niño en particular. En vez de señalar una sola cosa, considero que tenemos que tener un enfoque más amplio.

Estoy feliz de compartir este folleto con todos los padres que estén interesados, porque es un excelente punto de partida«, dice ella.

La alimentación es la clave

Literalmente, su alimentación puede crear o destruir su salud, y puede introducir toxinas en su sistema o ayudar a eliminarlas. Los alimentos pueden cambiar su microbioma intestinal en un lapso muy corto de tiempo, para bien o para mal.

Stephanie Seneff, Ph.D. está convencida de que parte del problema del autismo está relacionado con el hecho de que prácticamente todo el mundo consume alimentos procesados y/o alimentos contaminados con plaguicidas que contienen glifosato, como Roundup, ambos tipos de alimentos son extremadamente perjudiciales para su microbioma.

Además, el glifosato impacta negativamente en la mitocondria, por lo que realmente asesta un doble golpe.

Aunque los cultivos transgénicos (GE, por sus siglas en inglés) como el maíz y la soya, así como el azúcar son los principales culpables, ya que son intensamente fumigados con glifosato y son utilizados en la mayoría de los alimentos procesados, también el trigo convencional puede estar muy contaminado, debido a que el glifosato es usado para desecar el trigo justo antes de cosecharlo.

Otro factor que Chandra observa en muchos niños autistas, es el uso excesivo y prematuro de los antibióticos, de igual forma ocurre en la vida de la madre. «Las madres que utilizan una gran cantidad de antibióticos antes de concebirlos, al parecer tienen niños con serios problemas intestinales, que a menudo está relacionado con los comportamientos», dice ella.

Asimismo, ella considera que probablemente el microbioma es la clave para entender el ASD, similar a la opinión de la Dra. Natasha Campbell-McBride, a quien he entrevistado en el pasado acerca de su Dieta del Síndrome del Intestino y la Psicología (GAPS, por sus siglas en inglés).

La tesis básica de Campbell-McBride es que el microbioma de los niños autistas fue interrumpido por una alimentación deficiente y el uso de antibióticos o píldoras anticonceptivas de la madre. Posteriormente, la madre transfiere ese insuficiente microbioma al niño.

Este trastorno prematuro de la microflora, en combinación con otras variables ambientales, finalmente causa estragos tanto físicos como neurológicos. Al igual que Campbell-McBride, Chandra descubre que las mayores mejorías son usualmente observadas una vez que se implementan las estrategias que ayudan a sanar el microbioma.

«Existe el dicho de que toda enfermedad comienza en el intestino«, dice Chandra. «Cuando lo escuché por primera vez, pensé, «Eso es demasiado simplista». Si bien es un poco reduccionista, me encuentro a mí mismo pensando de esa manera.

Realmente ese es el punto donde comienzo con cada niño: ¿dónde está su tracto GI? Nosotros realizamos pruebas para evaluar eso.

Luego, conforme sanamos el intestino, es donde a menudo observo los mayores avances para ese subgrupo de niños. Una vez más, esto no es todo lo que ocurre en los niños. Pero para esa porción de niños donde predominan todos los problemas gastrointestinales, es en donde observo las mayores mejorías.

Estoy de acuerdo con ella [Campbell-McBride]. El método que utilizo es un poco diferente, pero estoy de acuerdo con sus principios básicos».

Una alimentación sin gluten, libre de caseína beneficia a muchos de los niños que padecen autismo

Una de las estrategias que muchas familias con niños autistas terminan utilizando es la alimentación libre de caseína y gluten (GFCF, por sus siglas en inglés). Y por una buena razón, el gluten y la caseína tienen una acción opioide, gracias a la gluteomorfina y caseomorfina, y realmente no debe estimular los receptores opioides en el cerebro de su niño.

Creo que es una buena estrategia para todos, pero sobre todo para los que padecen autismo o un retraso en el desarrollo.

Cuando atendía pacientes autistas, usualmente observaba increíbles mejorías cuando eran restringidos de azúcar, granos, jugo de fruta, y frutas–todas las fuentes de carbohidratos netos (carbohidratos totales menos fibra), que alteran el microbioma intestinal, al aumentar las levaduras patógenas, hongos y virus, y causar estragos en la estructura energética mitocondrial.

«Este es un buen consejo«, dice Chandra. «Disminuir especialmente los azúcares añadidos, fructosa y jugo de frutas. El jugo de las frutas es una fuente inmediata de azúcar para una parte del microbioma que no debería estar allí.

Estos son algunos de los consejos que les proporciono a los niños desde muy pequeños; los cuales sin duda hacen el cambio. Algunos niños se benefician al reducir la cantidad de granos.

Existe evidencia de que algunos de los niños con autismo no tienen las enzimas para descomponer los disacáridos. De nuevo, es un subgrupo de niños que se benefician de ello; por lo que tenemos que adoptar un enfoque más individualizado. Pero una vez más, examinar la cantidad de carbohidratos y azúcares puede hacer una gran diferencia«.

El caso de una alimentación rica en grasas, con un bajo contenido en carbohidratos

La teoría que actualmente analizo para aplicar a la mayoría de las enfermedades, ciertamente para alguna enfermedad neurodegenerativa, e incluso lesiones cerebrales traumáticas (BTI, por sus siglas en inglés), es proporcionarle un combustible optimizado al cuerpo, especialmente para el cerebro, que en realidad es mas capaz de quemar grasas que glucosa.

La mayoría de las personas comen demasiados carbohidratos netos. Como resultado de ello, queman combustible de manera ineficiente y producimos una gran cantidad de radicales libres innecesarios. Al parecer intentar llevar una alimentacióncon con alto contenido de grasas y baja en carbohidratos, es una estrategia razonable. Chandra está de acuerdo, al decir que:

«Muchos de los niños que observo no reciben suficiente cantidad de grasas de buena calidad. Les comento a los padres que el cerebro está compuesto en su mayoría de grasas y que necesitan proporcionarle el material adecuado para que tengan un desarrollo cerebral.

Incluso en cuestiones como el colesterol; en mi práctica, hay un gran número de niños que tienen bajos niveles de colesterol.

El colesterol es necesario para que el cerebro se desarrolle. Realmente, el vínculo genético más fuerte con cualquier mutación y el autismo es la incapacidad para tomar cantidades adecuadas de colesterol

Algunos niños obtienen buenos resultados al llevar una alimentación alta en grasas, pero de nuevo, es individualizada. Pero estoy de acuerdo con el principio básico de reducir drásticamente los azúcares libres, azúcares añadidos, los carbohidratos simples, carbohidratos procesados, y luego los granos.

Considero que debe realizarse una prueba de una alimentación libre de gluten y caseína en todos los niños que padecen autismo y tienen problemas gastrointestinales, para aplicarla y ver si responden a ella«.

La respuesta celular al peligro

Chandra utiliza un modelo con respecto a la respuesta celular al peligro, descubierto por el Dr. Robert Naviaux. Él ha creado una «teoría unificadora» para el autismo, que considera muchos síntomas dispares, al explicar lo que sucede a nivel celular.

Al observar a nivel celular, descubrió el mecanismo de señalización que las células utilizan cuando están en peligro. Esta respuesta celular es instigada por la mitocondria. En muchas enfermedades crónicas–incluyendo el autismo–las células se responden entre ellas como si estuvieran en peligro.

La pregunta es: ¿qué es lo que hace que emitan la señal de peligro? Podría ser una respuesta a una toxina ambiental, exposición microbiana, o incluso algo tan simple como el calor o el frío. Ahora, Naviaux investiga la forma de detener esta señalización.

Sin embargo, «antes de detener la señalización, tenemos que eliminar todas las cosas que podrían ser percibidas como un peligro por las células», dice Chandra.

«Lo que este modelo expone es que los niños en desarrollo actualmente no tienen un ambiente que les permita sentirse seguros. Con respecto a todas las exposiciones ambientales, hemos llegado tan lejos de donde deberíamos estar… que las células no se sienten a salvo.

Lo que el Dr. Naviaux dice es, que si las células no se sienten a salvo, utilizarán todos sus recursos para sobrevivir en vez de desarrollar el lenguaje, habilidades sociales, el humor y todas aquellas funciones esenciales.

Así que lo primero que hacemos es eliminar todas las cuestiones que podrían ser percibidas como un peligro… Tenemos que adoptar un enfoque cauteloso; no podemos esperar a que se realicen esos estudios.

Tenemos que pensar: ‘¿Esto es seguro?’ Esa es mi primera pregunta en vez de,’¿Esto ha demostrado ser perjudicial?’ También consideramos las infecciones.

Estas infecciones pueden ser parte del microbioma o de una infección sistémica. Una vez que las células están a salvo, podemos analizar mecanismos por medio de los cuales las células puedan sentirse a salvo de nuevo.

Eso es lo que el Dr. Naviaux analiza. Creo que muchas de las cosas que utilizamos, como suplementos y hierbas, en realidad le indican a las células, ‘Ahora ya es seguro volver al modo de crecimiento y curación‘».

Herramientas de diagnostico

Por lo tanto, para resumir la estrategia de Chandra, ella visualiza más allá del desequilibrio en los neurotransmisores, con un énfasis en el intestino, sistema inmunológico y las mitocondrias. Ella y otros que trabajan con este modelo, no consideran que al autismo principalmente como una enfermedad cerebral.

En cambio, ella la concibe como una enfermedad generalizada en el cuerpo, que involucraa múltiples sistemas que afectan al cerebro. Para evaluar a estos diferentes sistemas, Chandra se basa en una amplia variedad de herramientas de diagnóstico que a la mayoría de los psiquiatras convencionales no se les ocurriría utilizar nunca.

Función GI: para evaluar el tracto gastrointestinal del niño, ella comienza al tomar los antecedentes familiares y realiza un examen físico; también hace pruebas para evaluar las bacterias intestinales del niño, nivel de inflamación y función digestiva.

Por ejemplo, si se determinar que el niño no puede digerir los carbohidratos, se le recomendará reducir o evitar los granos y utilizar una enzima digestiva.

 

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