YEMEN Y EL “JUEGO DE TRONOS” SAUDÍ

Arabia Saudí ha sufrido una aplastante derrota en Yemen. El conflicto parece ser poco prometedor para ellos. Hutíes y tropas leales al ex-presidente Saleh mantienen firmemente Yemen del Norte y están llevando a cabo operaciones militares en la provincia de Najran en territorio saudí. Yemen del Sur está experimentando el control entremezclado por las tropas de la coalición saudí, al-Qaeda en la Península Arábiga, ISIS, y los separatistas del sur de Yemen. Recientemente, representantes del movimiento Hutí anunciaron la creación de un gobierno que incluirá los miembros de su propio partido «Ansar Allah», el partido «Congreso General del Pueblo» del ex presidente Ali Abdullah Saleh, así como miembros de otros partidos y organizaciones. Al mismo tiempo, los intentos similares por parte de los saudíes para establecer algún tipo de gobierno interino en Adén se han derrumbado por completo. El presidente Hadi, está apoyado por los saudíes y sus aliados, y su gobierno tiene sede en Riad. En la región de Najran, fronteriza con Yemen, las tribus locales árabe-saudíes han emprendido una rebelión contra las autoridades oficiales.

Recordemos que el 2015 estuvo marcado por invasión a gran escala del Yemen por la coalición árabe liderada por los saudíes. Además de los saudíes, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto, Marruecos, Jordania, Kuwait y Pakistán han participado en la guerra contra el Yemen. Este último se unió a la coalición sólo formalmente, pero no tiene ninguna implicación real en el conflicto. La peor parte de la guerra es soportada por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.

Al mismo tiempo, Arabia Saudita también ha sido derrotada en Siria. No pudo expulsar a Bashar al-Assad y desde la reorientación de Turquía hacia Rusia e Irán, la posición de Arabia se ha vuelto más precaria. El llamado grupo de oposición sirio de Riad estaba en su mayor parte controlado por los turcos. La influencia de los saudíes sobre el proceso de Siria en Riad se hace más pequeña. La realización de dos campañas militares a la vez -la guerra abierta en Yemen y la guerra delegada en Siria- está resultando cada vez más difícil. Esto es entendido por los aliados más cercanos de los saudíes, los Estados Unidos. Por lo tanto, los EE.UU. han reconocido la inutilidad de la campaña militar en Yemen, ya que se informó de que los Estados Unidos han retirado su grupo de planificación del país que proporciona la inteligencia necesaria para los saudíes. El grupo ahora se ha establecido en Bahréin.

La intervención en Yemen y la guerra en Siria son proyectos en gran parte rivales (por lo menos algunas fuentes están tratando de presentarlo de esta manera). Se debe entender que el reino saudí se enfrenta ahora a una lucha feroz entre sus élites. El actual rey Salman está gravemente enfermo. Después de su muerte, el poder debe ser entregado a los miembros de la segunda generación de la dinastía saudí. Lo más probable es que el príncipe Mohammed Ibn Salman (Ministro de Defensa) y el príncipe heredero Nayef Mohammed Ibn Al Saud se enfrentarán en una lucha por el poder en un futuro próximo.

Mohammed Ibn Nayef es conocido como uno de los más estrechamente ligados a los EE.UU. en la elite saudí. La aventura siria se considera que es un proyecto por su grupo que coordina estrechamente sus actividades con los Estados Unidos. En su juventud, Ibn Naif estudió en los EE.UU. e incluso se entrenó en cursos especiales del FBR. Según las memorias de ex-empleados de la CIA, el príncipe fue siempre fiel a los EE.UU. y ha cooperado activamente con las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Los EE.UU. le perciben como el candidato más deseable para el trono saudí, a pesar de que están preocupados por su salud.

A su vez, Mohammed Ibn Salman, que tiene sólo 31 años, es bastante ambicioso y busca tomar a toda costa el trono de su padre. Algunos analistas incluso prevén un golpe suave tras la muerte del rey Salman ya que su hijo es el segundo en la línea al trono después de su tío Muhammad Ibn Naif. Para los EE.UU., él es un jugador bastante nuevo. La guerra en Yemen fue una iniciativa de este Salman. Con la ayuda de una guerra victoriosa, trató de aumentar su propio prestigio y estatus, pero calculó mal.

Por lo tanto, hay dos grupos de oposición en Arabia Saudita: Uno es totalmente pro-americano; el otro es bastante agresivo y expansionista pero sin suficiente apoyo de los Estados Unidos. Qué proyecto e iniciativa de política exterior falle primero, determinará quién gana este «Juego de Tronos» árabe.

Mohammed Ibn Salman ha visitado Rusia periódicamente, aparentemente buscando el apoyo de la parte rusa. Recientemente, el representante especial del presidente ruso para Oriente Medio y África, el vicecanciller ruso, Mikhail Bogdanov, se reunió con él. Estos contactos explican la creciente importancia de Rusia en el Medio Oriente en el contexto de la operación exitosa y consistente en Siria. Rusia también está a la espera en Yemen. El ex presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, afirmó que Rusia está dispuesta a proporcionar los puertos y las bases para el estacionamiento de soldados rusos. El control de Yemen significa el control sobre la arteria de transporte más importante: El camino desde el Océano Índico y el Golfo Pérsico hasta el Mar Rojo y el Mediterráneo.

Rusia –naturalmente- no está interesada en una victoria saudí en Yemen. Y esto es imposible. Sin embargo, existe la posibilidad de que Rusia pudiera ayudar a la coalición saudí para que lograse una «derrota honorable», inicie los procesos de paz, y de ese modo permita que Muhammad ibn Salman salga de la aventura Yemen con una pérdida mínima de prestigio. Por otra parte, las acciones de Rusia en Siria podrían menoscabar la posición de los que se le oponen. Mientras tanto, Yemen estará libre de las fuerzas de ocupación y la influencia de Arabia Saudita.

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