Aida. Por Qué la Mayoría de las Personas No Tienen un Bidé

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Bide

Historia en Breve

  • Los bidés son comunes en ciertas partes de Europa, Sudamérica, el Medio Oriente y Japón, aunque no se han vuelto populares en Estados Unidos
  • Los primeros bidés requerían que se utilizara la mano para lavar directamente los genitales; las personas en Estados Unidos, tradicionalmente, han sido conservadoras en esta área y probablemente prefirieran la “protección” del papel sanitario entre los genitales y las manos
  • Durante la Segunda Guerra Mundial, es probable que los soldados de Estados Unidos hayan visto bidés en los burdeles franceses (y, quizá no los vieran en ningún otro lado), lo que difundió la idea de que eran “sucios» o “inmorales”
  • De acuerdo con Kohler, el mayor fabricante de bidés en Estados Unidos, los bidés se están volviendo más populares en el país, especialmente entre las personas mayores y en los baños “de lujo” de mayor calidad
  • Los bidés brindan mayor higiene, son más delicados con la piel y son mejores para el ambiente, que el papel sanitario; con los asientos bidé, incluso puede instalar uno en su baño actual

Por el Dr. Mercola

Si vive en Estados Unidos, es muy probable que su baño no tenga un bidé. Sin embargo, si viaja a ciertas partes de Europa, Sudamérica, Oriente Medio o Japón, los bidés son comunes, y a las personas de estos lugares no les gustaría utilizar nada más.

Para aquellos que no están familiarizados en cómo funcionan, el aspecto de un bidé es similar al de un retrete, pero está diseñado para ayudarle a lavarse después de usar el baño. La mayoría de los bidés modernos tienen uno o más surtidores que rocían agua, lo que le permite sentarse a horcajadas sobre el artefacto, para una limpieza muy superior a la del papel sanitario.

De hecho, la palabra “bidé” proviene del poni robusto francés que tiene el mismo nombre. Obtuvo su nombre debido a que la posición que se toma sobre el bidé es muy similar a la que se realiza al cabalgar sobre el caballito.

Actualmente, hay bidés mucho mejores y más fáciles de usar (los cuales puede colocar sobre un retrete regular) y retretes con bidé, que son como un retrete y un bidé en uno (una manguera con regadera, debajo del asiento, rocía agua).

Los bidés son mucho más económicos al comprarlos e instalarlos y, aunque podría encontrar algunos lujosos que se venden a $1500, hay muchos de mucho menos de $100 (y no necesitan a un plomero). Para mí, son una parte esencial para mi higiene.

De hecho, una de las cosas que extraño más al viajar es el acceso a mi bidé, así que siempre traigo conmigo uno portátil durante el viaje (que es similar a una botella rociadora de plástico, pero es mucho más fácil dirigir el flujo de agua con ella).

Los bidés son fáciles de usar, higiénicos, delicados con la piel y buenos para el ambiente… entonces, ¿por qué las personas en Estados Unidos no han adoptado esta forma de higiene personal?

Por Qué los Bidés No Son Populares en Estados Unidos

Hay una variedad de teorías sobre por qué los bidés no son populares en Estados Unidos, como lo son en otros países. Se dice que el artefacto se originó en Francia a principios del siglo XVIII. En ese tiempo, el bidé era, básicamente, un tazón lleno de agua, con el cual se podía salpicar agua con la mano.

Alrededor de 1750, se le añadió una bomba manual que permitía rociar el agua hacia arriba.1 Así nació el bidé moderno. Según reportó Today I Found Out:2

“El bidé moderno que se parece a un retrete se desarrolló en el siglo XIX y el bidé tan popular surgió en la década de los 60, en la época cuando el estadounidense Arnold Cohen inventó uno de los más populares…

En la década de los 80, el asiento moderno se mejoró con la creación del “washle”’ (retrete con ducha). Gracias a las mangueras con regadera que sueltan chorros de agua y se controlan remotamente, y el final con un secador de aire caliente, el washlet es extremadamente popular, particularmente en Japón.

Entonces, ¿por qué no lo usan las personas en Estados Unidos? Después de todo, si hubiera materia fecal en cualquier otra parte de su cuerpo, no la limpiaría solo con papel higiénico y lo daría por terminado. ¿Por qué sería diferente con su trasero?»

Las teorías más plausibles acerca de por qué las personas en Estados Unidos prefieren vivir sin bidé son:3

  • Historia: En el siglo XVIII, los británicos despreciaban la aristocracia francesa (quienes estuvieron entre los primeros que promovieron el uso del bidé). Cuando los primeros colonizadores llegaron a Estados Unidos, es probable que trajeran consigo esta opinión.
  • Segunda Guerra Mundial: Durante esta guerra, es probable que los soldados de Estados Unidos hayan visto bidés en los burdeles franceses (y, quizá no los vieran en ningún otro lado), lo que difundió la idea de que eran “sucios» o “inmorales”.
  • Conservadurismo: Los primeros bidés requerían que se utilizara la mano para limpiar directamente los genitales. Tradicionalmente, las personas en Estados Unidos han sido conservadoras en esta área y probablemente prefirieran la “protección” del papel de baño entre los genitales y las manos (de hecho, Estados Unidos era tan conservador, que las películas no mostraron que se descargara un retrete sino hasta 1960, con el largometraje Psicosis).4

¿Están Ganando Popularidad los Bidés?

De acuerdo con Kohler, el mayor fabricante de bidés en Estados Unidos, sí, especialmente entre las personas mayores.5 Si tiene artritis o no es muy estable al estar de pie (lo que significa que podría tener dificultades para bañarse con regularidad o incluso al girar un poco para limpiarse adecuadamente en el baño), un bidé podría brindarle una excelente higiene personal.

También hay una teoría que indica que usar un bidé podría ayudar a prevenir las infecciones en el tracto urinario, debido a la mayor limpieza, y esta es otra razón por la que se están ganando popularidad en la población de personas mayores.

Pero esto no es todo. Otras personas en la industria de los cuartos de baño dicen que los bidés están poniéndose de moda como un lujo… una forma de mejorar el último «baluarte» que no había elevado su categoría: el retrete.6

Ciertamente, puede encontrar bidés, retretes con bidé y asientos bidé con muchoslujos similares a los de un spa, desde controles digitales para la temperatura y secadores de aire caliente de «precisión», hasta tapas que se activan con el movimiento.

¿Cuánto Papel Sanitario Se Desperdicia?

Si la idea de mayor frescura y menos irritación no le atrae, considere esto: Cada año, las personas en Estados Unidos utilizan cerca de 8 millones de toneladas de papel sanitario7 y se destruyen bosques para seguir el ritmo de esta demanda. Según reportó el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés):8

“Los grandes productores de papel están forzando a que se destruyan los bosques más activos del continente y a que se devaste el hábitat de innumerables especies silvestres en el proceso.

En vez de hacer un mejor uso de los materiales, como la fibra reciclada post-consumo y los residuos agrícolas, para satisfacer la creciente demanda de papel de baño, toallas para manos y otros productos desechables de papel, estas compañías compran pulpa virgen de los proveedores que se adentran en lo profundo de los bosques de Norte América en busca de madera, desde el norte de Canadá, hasta el sureste de Estados Unidos”.

Si cada hogar de Estados Unidos reemplazara tan solo un rollo de papel sanitario de fibra virgen con uno hecho al 100 % con fibras recicladas, se salvarían 423 900 árboles.9 También puede optar por elegir el papel sanitario que provenga de los bosques certificados por el Forest Stewardship Council.

Sin embargo, incluso el papel de baño que proviene de plantaciones de árboles cultivadas especialmente para este propósito, no es una elección sustentable a largo plazo, ya que estas plantaciones de una única especie no se comparan con los bosques ricos en especies que han formado un hábitat natural durante siglos.

Además de los desechos, el proceso del blanqueado del papel sanitario ocasiona la creación de sustancias químicas cancerígenas, como las dioxinas y los furanos, que no solo llegan al aire, sino también a los ríos, la tierra y la cadena alimenticia.

La exposición a niveles incluso bajos de dioxinas se ha relacionado con alternaciones hormonales, daños en el sistema inmune, menor fertilidad, defectos de nacimiento y otros problemas reproductivos.

¿Se Está Perdiendo del “Lujo” de un Bidé?

 

 

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