CASO MACCHIARINI Un escándalo médico fuerza la dimisión de dos miembros del comité Nobel

El escándalo del cirujano Paolo Macchiarini se cuela en los Nobel
El hospital Universitario Karolinska de Estocolmo, sede del escándalo

La Asamblea del Nobel de Medicina, que elige cada año a los ganadores del premio, exigió ayer la renuncia a dos de sus cincuenta miembros por su implicación en el escándalo protagonizado por el cirujano italiano Paolo Macchiarini. La decisión llega después de que el gobierno sueco haya despedido al equipo directivo del Instituto Karolinska, del que depende la Asamblea del Nobel de Medicina.

El cirujano italiano se incorporó al hospital Universitario Karolinska de Estocolmo después de haber trabajado durante un breve periodo en el hospital Clínic de Barcelona, donde en 2008 realizó el primer trasplante de tráquea del mundo. Era considerado en aquella época como un pionero en el campo emergente de la medicina regenerativa.

 En el Karolinska, Macchiarini realizó los primeros implantes de tráquea sintética. Llevó a cabo tres operaciones de este tipo entre el 2011 y el 2013. Dos de los tres pacientes han fallecido y el tercero ha necesitado atención hospitalaria continua desde el trasplante. El hospital sueco abandonó los trasplantes de tráquea sintética en el 2013, aunque Macchiarini ha realizado cinco más en otros centros. La fiscalía sueca tiene una investigación abierta sobre el cirujano por homicidio involuntario.

Por otro lado, Macchiarini había sido acusado en 2011 por algunos de sus colegas de falsificar datos científicos y de presentar como favorables prácticas que eran dudosas. Pese a esta denuncia, y a que una evaluación externa concluyó que Macchiarini había cometido fraude, se le renovó el contrato.

El cirujano Paolo Macchiarini, protagonista del escándalo, insiste en que es inocente
El cirujano Paolo Macchiarini, protagonista del escándalo, insiste en que es inocente 

El caso salió a la luz gracias a un reportaje de la televisión pública sueca que reveló la situación de permisividad con que Macchiarini actuaba en el Instituto Karolinska.

Dos investigaciones independientes puestas en marcha a raíz de aquel reportaje han revelado que el hospital Universitario de Estocolmo y el Instituto Karolinska ignoraron las advertencias que recibieron cuando contrataron a Macchiarini en el 2010 y que después silenciaron a sus críticos. De este modo, se creó una cultura de silencio que permitió a Macchiarini seguir actuando con impunidad. “Escándalo es la palabra correcta”, señaló el lunes Helene Hellmark Knutsson, ministra de educación superior de Suecia. El caso ha forzado la dimisión de Harriet Wallberg y de Anders Hamsten como miembros de la Asamblea Nobel. Ambos han sido directores del Instituto Karolinska y supuestamente presionaron al hospital Universitario para relajar el rigor con Macchiarini. El presidente de la junta directiva del Karolinska, Lars Leijonborg, también dejó el puesto días atrás.

msn

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