La población de tres estados de Brasil – Rondônia, Pará y Río de Janeiro – se verá afectada por la privatización de los servicios de distribución de agua y tratamientos de líquidos cloacales a partir del año 2017.

El gobernó golpista de Michel Temer anunció el pasado martes 13 de septiembre el objetivo de vender las empresas públicas de estos estados, dejando el saneamiento básico en manos de empresas privadas, una medida que encarecerá los servicios del sector.

Según el Diagnóstico de los Servicio de Agua y Cloacas del 2014, realizado por el Ministerio de las Ciudades, un 57,6 % de la población brasileña no tiene acceso al servicio de cloacas. El estudio también reveló el aumento de las inversiones del gobierno federal en lo referente a saneamiento. Entre 2003 y 2006 la media de gastos fue de de 1,5 millones de reales. Entre 2007 y 2015, el valor subió para 7 mil millones de reales, llegando al pico de 12 mil millones en el 2014.

Con este inversión, 53 millones de personas pasaron a tener acceso a saneamiento, según la investigación. Por lo tanto, la lógica del gobierno Temer es inversa, explica José Maria dos Santos, del Frente Nacional de Saneamiento Básico. El gobierno golpista de Michel Temer pretende dejar que los asuntos “agua y cloaca” sean resueltos entre los ciudadanos de forma aislada y la empresa privada. Para el 2017, el saneamiento dividirá los recursos de 2 mil millones con la carpeta de movilidad urbana.

Las empresas sólo quieren lucro

Entonces, las tarifas de agua y cloacas pueden aumentar? “Ciertamente”, dijo José Maria. “Las empresas estatales atienden diversas ciudades y propone una medida de precios, para que un lugar más necesitado no paguen alusivamente”, explicó. Con las empresas privadas el precio debe variar de acuerdo con las condiciones del municipio, como la dificultad de captar agua y el poder adquisitivo de la población.

En Río de Janeiro, la Compañía Estatal de Aguas y Cloacas (CEADE), será dividida en cinco, quedando los procesos de captación y tratamiento de agua en manos del Estado. Humberto Lemos, presidente del sindicato de los trabajadores de la empresa (Sintsama), explica que la producción es la parte menos lucrativa de toda la empresa.

Con la privatización de las áreas que dan lucro, la empresa no va a conseguir sustentarse y dará saldos negativos al gobierno, al contrario de los que sucede hoy. “La CEADE es una empresa de saldo positivo. Estamos enviando 167 millones de reales al Estado este año”, presenta.

Privatizaciones por todos lados

Además del saneamiento, el gobierno anunció la privatización de cuatro aeropuertos, siete empresas de energía, parte de las loterías nacionales y la concesión de tres ferrocarriles, tres carreteras, dos puertos y tres empresas de energía. También esta proyectada la concesión de tres campos de explotación de petróleo y de cuatro áreas de minería. Todas esas medidas van a afectar directamente a veinte estados del país.

El gobierno Temer justifica la medida como un alivio para el presupuesto del gobierno federal, alegando que las empresas son un peso para las cuentas públicas.

El coordinador del Sindicato de los Electricistas de Minas Gerais (Sindieletro/MG), Jefferson Leandro, lo niega rotundamente. “Las empresas eléctricas son los activos que más beneficios generan en el sector” afirmó, dando el ejemplo del área en que trabaja.

LibreRed | Brasil de Fato – Traducción: María Julia Giménez