La importancia de dedicarle tiempo a nuestro Ser

http://www.caminosalser.com/i1886-la-importancia-de-dedicarle-tiempo-a-nuestro-ser/

Meditador
Meditador en Cerro Uritorco, fotografía por Sebastián Alberoni

“Podemos creer que al meditar estamos perdiendo el tiempo, pero esto es de lo más importante que somos llamados a hacer.”

Esa idea la sentí como una inspiración mientras estaba meditando junto con otra persona que, justo antes de empezar la meditación, me había planteado su inquietud: si bien reconoce que meditar le hace muy bien, no lo suele hacer porque le parece que pierde el tiempo. Esto les sucede a muchas personas. Se suele creer que tenemos que estar siempre haciendo, siendo productivos, y que dedicar tiempo a actividades como meditar u otras actividades de conexión interna que requieran que estemos en un estado de quietud y de no hacer, es desaprovechar nuestro tiempo.

Incluso desde las neurociencias se sabe que el cerebro siempre quiere estar en alerta, buscar la novedad, y se resiste a ponerse en estado de reposo, ya que va en contra de una de sus funciones primordiales, que es la de mantenernos a salvo de posibles amenazas.

Y así solemos pasar nuestros días, corriendo de acá para allá, en el cotidiano hacer, el trabajo, las obligaciones prácticas y familiares, en muchos casos incluso padeciendo estrés, sin hacernos un espacio para esta conexión. Desde ya que la idea tampoco sería escaparnos de la vida cotidiana y nuestras sanas obligaciones, eso sería el otro extremo. Buscando un equilibrio, podemos nutrir nuestra vida con nuestros caminos, o más aun, tomar nuestra vida cotidiana como parte de nuestro camino, como parte de nuestra práctica espiritual, aprendiendo a permanecer en un estado de presencia, conexión y disfrute en el compartir con nuestra familia, con los demás y en el diario hacer.

Pero para esto es importante que nos permitamos nutrirnos de nuestra fuente espiritual, ya sea mediante una meditación, o cualquier otra práctica, herramienta o actividad que nos ayude a encontrar ese estado de paz interior que siempre está disponible allí dentro nuestro pero que tantas veces no lo sentimos, por taparlo con estados de ansiedad y descontento, así como las nubes muchas veces tapan el sol. Y así, nuestro compartir y nuestro hacer estará imbuido de Ser, será mucho más disfrutado, y lo podremos hacer mejor. ¡Cuán claro se ve que en vez de pérdida de tiempo es una inversión!

Incluso en algunas ocasiones conversando con padres y madres jóvenes que viven en este lugar tan bello y energético que es la zona de Capilla del Monte, en las sierras de Córdoba, ha surgido una inquietud similar. Muchos de ellos hace algunos años vinieron a vivir aquí siguiendo un llamado interno, una búsqueda espiritual, y hoy, si bien agradecen poder estar aquí, se cuestionan que están demasiado ocupados con sus actividades diarias, laborales, familiares, la escuela, las actividades de los chicos, y se están dando a sí mismos poco o nada de lugar para nutrir sus caminos y conexión espiritual.

La intención de este escrito no es crear una barrera entre “lo que es espiritual y lo que no”, sino por el contrario, poder integrar la vivencia espiritual y la cotidiana. Por ejemplo, pudiendo estar plenamente presentes cuando compartimos con nuestros hijos, sintiéndonos realmente bien y en paz, experimentando ese amor que es un milagro.

Otra recomendación es permitirnos de cuando en cuando participar de encuentros con otras personas en donde, mediante diversas formas, se nutra esta conexión y se vibre un estado de plenitud y hermandad. Por ejemplo, el fin de semana pasado tuve la bendición de poder participar en un encuentro de tres días llamado “2do Campamento Erks” en el “Camping del Peregrino” cerca de Los Terrones, en esta zona de Capilla del Monte, en donde se dieron conferencias y distintas actividades, todas en conexión con la naturaleza, entre nosotros mismos y con los seres espirituales o hermanos mayores que según se dice están presentes en estos lugares, lo cual he podido vivenciar personalmente en algunas experiencias concretas a lo largo de estos años.

Círculo de cierre 2do Campamento Erks en Camping del Peregrino
Círculo de cierre en 2do Campamento Erks, fotografía por Cristian Belluco

Una de las premisas de este enriquecedor encuentro era integrar distintas corrientes y abordajes de esos temas, en un marco de hermandad y respeto mutuo. Más allá de la temática, se sentía una gran hermandad y amor entre todos los presentes. Estoy convencido de que siempre que la gente se une en nombre del espíritu, sucede algo mucho mayor, algo más se hace presente, como si la unión de nuestras presencias se hiciera exponencial. “Dos o más en mi nombre y ahí estaré” dice Cristo.

Hay varios sentires luego de participar de este encuentro, pero sobre todo, se siente que uno renueva el contacto con esas realidades trascendentes, así como el compromiso y la motivación hacia el tránsito del propio camino, además de generar nuevas conexiones y amistades entre los presentes, que dan la sensación de reencuentro con una familia que, de alguna forma, uno ya conocía de antes.

También pude compartir parte de este encuentro con mi familia, lo cual fue muy enriquecedor. Incluso me tocó participar en una actividad, tocando flauta y didjeridoo junto a un hermano, Lucas y su guitarra, mientras Susana, otra hermana reencontrada, guiaba maravillosamente a todos los presentes en una meditación de sanación y conexión. El estar al cuidado de mi hija pequeña en ese momento no fue un impedimento sino todo lo contrario, ella me acompañaba, sentada en mis faldas, disfrutando de la actividad.

Estas sensaciones tan revitalizantes y plenas siempre las he sentido al participar de diversos encuentros y retiros, por ejemplo encuentros o retiros relacionados a Un Curso de Milagros, o retiros o reuniones de Meditación. En más de una ocasión charlando con los participantes, muchos coincidimos en que participar de estos encuentros es como recargar las baterías, y que nos deberíamos permitir hacerlo de cuando en cuando, e ir aprendiendo a que nuestra vida cotidiana sea una extensión de estas vivencias, en las que el corazón se expande y uno realmente siente que toca el cielo con las manos, donde el experimentar una Nueva Tierra se hace realidad.

Volviendo a la frase inicial, y completándola aun más, podríamos decir que conectar con nuestro Ser, nuestro Espíritu, nuestra realidad interior, inmutable, eterna, es de lo más importante que somos llamados a hacer, ya que de esa forma traemos la realidad espiritual a la realidad material, de esa forma espiritualizamos la materia, de esa forma traemos el cielo a la tierra. Y esto no es algo que sea solo para uno mismo, ya que al vivenciarlo se irradia a nuestro entorno y es para todos. Y así, nuestro camino se vuelve nuestra misión, y nuestra misión se vuelve nuestro camino.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.