LA CONEXIÓN ENTRE HILLARY CLINTON Y EL ISLAMISMO

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La reapertura de la investigación del FBI sobre la candidata demócrata Hillary Clinton está sacando a la luz lo que «a priori» podría parecer una alianza «contra natura», pero que se explica a partir del dato contrastado de que Arabia Saudí ha financiado el 20 % del presupuesto de su campaña electoral (el pequeño detalle de que dicha aportación es ilegal no parece que haya despertado muchos escrúpulos en su entorno, habida cuenta del cengal de corrupción y crímenes que rodea a la aspirante a presidenta). Siendo Arabia la financiadora del terrorismo islamista y la exportadora número uno del fundamentlismo que sirve de semillero a los yihadistas, analizar el por qué de su apoyo a Clinton es algo que merece un análisis pormenorizado.

Empecemos por recordar que las razones que llevaron al FBI a investigar el uso del correo electrónico que hacía Hillary Clinton fueron meramente formales: la Secretaria de Estado había estado manejando -aparentemente, por mera comodidad- asuntos oficiales a través de un servidor privado en vez de usar los oficiales, vulnerando las más elementales normas de seguridad. Cuando se quiso acceder al contenido de sus eMails estos habían sido borrados por un técnico privado, al más puro estilo «ordenadores de Bárcenas formateados por el PP antes de entregarlos al juez», por lo que, aparte de una regañina por irresponsable, no había base para exigir mayores responsabilidades. No quedaba aparentemente rastro de las comunicaciones de Hillary, … al menos no en sus ordenadores.

Pero cuando el FBI, en el curso de una investigación por acoso sexual y pedofilia, confiscó el ordenador personal del ex congresista Anthony Weiner, esposo de Huma Abedin, mano derecha y actual jefa de campaña de Hillary, se encontró con todo una biblioteca de correos de la Secretaria de Estado, algunos extraordinariamente sustanciosos.

Hillary Clinton y la jefa de su equipo, Huma Abedin

Weiner es un político de origen judío al que al verse expuesto por acoso a varias mujeres (su avidez sexual no es menor que la de su amigo, el ex-presidente Bill Clinton) vio desvanecerse sus posibilidades de optar a la alcaldía de Nueva York. Huma Abedin, su esposa -de la que actualmente se encuentra separado- es, por su parte, hija de padre indio y madre paquistaní, y vivió desde los 2 hasta los 18 años en Arabia Saudí, donde completó su educación. Su padre dirige una publicación afín a los Hermanos Musulmanes, la organización islamista radical que pretende hacer de la Sunna y el Corán la ünica ley aplicable a toda sociedad civil, mientras que su madre madre preside la asociación saudita de mujeres miembros de dicha hermandad y su hermano Hassan trabaja para el predicador y consejero espiritual de la cadena Al-Jazeera, jeque Yusuf al-Qaradawi. La cofradía de los Hermanos Musulmanes, vivero de Al Qaeda, nutre al terrorismo internacional y está prohibida en numerosos países, incluso de mayoría árabe.

Como señala concisamente Red Voltaire «Huma Abedin es actualmente un personaje central de la campaña electoral de Hillary Clinton, junto a su director de campaña, John Podesta, quien fue jefe de personal de la Casa Blanca bajo la presidencia de Bill Clinton. Podesta es además el agente de influencia encargado de promover los intereses de Arabia Saudita en el Congreso de Estados Unidos, tarea por la cual percibe mensualmente la módica suma de 200 000 dólares. El 12 de junio de 2016, la agencia de prensa oficial de Jordania publicó una entrevista del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Ben Salman, quien defendía la modernidad de su familia argumentando que la familia real saudita financió en un 20 % la campaña electoral de Hillary Clinton … a pesar de tratarse de una mujer. Al día siguiente, la agencia anulaba el despacho que contenía esa información y afirmaba que su sitio web había sido pirateado».

En junio de este año Petra, la agencia oficial de noticias jordana,
afirmaba que la familia real saudí financiaba la campaña de Hillary.

No ha sido Huma Abedin la única funcionaria afín a los Hermanos Musulmanes en el entorno del presidente Obama. La lista de simpatizantes o miembros de la organización también incluye al gestor de la Fundación Barack H. Obama y tesorero de la Obra Misionaria de los Hermanos Musulmanes en Sudán, Abon’go Malik Obama, medio hermano del presidente ; a Mehdi K. Alhassani, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de 2009 a 2012, cuando fue desenmascarado como miembro de dicha organización; a Rashad Hussain, embajador de Estados Unidos ante la Conferencia Islámica; al ex-consejero del Pentágono Louay M. Safi y a otros funcionarios de menor rango.

El presidente Obama se reunió en secreto con una delegación de los Hermanos Musulmanes en el despacho oval en abril de 2009, y siempre ha cuidado de una forma discreta su relación con la rama de la organización establecida en E.E.U.U. También los Clinton han cuidado las buenas relaciones con miembros de la cofradía, habiendo sido Gehad el-Haddad, actual portavoz a nivel mundial de los Hermanos Musulmanes, previamente empleado de la Fundación Clinton.

Barak Obama recibe a su medio hermano Abon´go Malik
Obama, miembro de la Hermandad Musulmana, en el despa-
cho oval de la Casa Blanca

La cada vez mayor presencia de miembros de la Hermandad Musulmana en el gobierno federal viene siendo denunciada desde hace tiempo por diversas voces dentro del Departamento de Defensa, como la de Frank Gaffney. Si bien al inicio de su mandato Obama venía siendo burdamente acusado poco menos que de infiltrado islámico en la Casa Blanca (la clásica exageración que sirve para descalificar luego otras acusaciones más matizadas), el hecho es que su política exterior muestra que en numerosos escenarios -Libia, Siria o el Cáucaso, por ejemplo- el yihadismo ha sido un instrumento de sus intereses geoestratégicos, algo que justamente tendría continuidad en caso de convertirse Hillary en su sucesora. Por contra, Trump cuenta en su equipo con la presencia del general Michael T. Flynn, quien dimitió en su momento de su cargo de director de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa en señal de protesta por la creación del ISIS por parte de la Casa Blanca. Por cierto, Frank Gaffney también apoya a Trump.

¿Por qué los promotores del Nuevo Orden Mundial se han aliado con el wahabismo saudí? Existe la colusión de intereses económicos, al ser esta alianza el soporte del petrodólar como unidad monetaria base de las transacciones internacionales, una situación que está cambiando ante nuestros ojos con la emergencia de China como primera potencia económica mundial. Está la mentada confluencia de intereses geoestratégicos, con el yihadismo y el lobby militar-industrial de E.E.U.U. colaborando contra enemigos comunes: anteayer la URSS, ayer Gadaffi y hoy la Siria laica de Assad. Está también la búsqueda de «normalizar» formas de sometimiento civil al totalitarismo, religioso en el caso de la «sharia» e ideológico en el caso del llamado «discurso de valores dominante» que aspira a convertirse en «único y excluyente»: ahí tenemos las llamadas contra la islamofobia por parte de un feminismo esquizoide -y subvencionado por el N.O.M.- que debería ser el primero en denunciar el «heteropatriarcado» que vertebra al Islam.

Está finalmente esa mala conciencia de quienes asumen culpabilidades -reales o ficticias- históricas previas y caen en desvalorizar la propia cultura e idealizar la ajena, una forma de desmoralización inducida que hace muy manejables a quienes la padecen, y que amenaza con ser el caldo de cultivo para que todo cuestionamiento del Islam acabe por resultar prohibido por ley en Occidente, algo no tan inimaginable si pensamos en que cuestionar el Holocausto es hoy delito en muchos países europeos supuestamente liberales, un indeseable panorama para el que una de las mejores medidas preventivas que cabe pensar es el fracaso de las aspiración a la Casa Blanca de Hillary Clinton.

(posesodegerasa)

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