CAIRN DE GAVRINIS

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En la zona sur de la isla se encuentra el cairn de Gavrinis. Fue construido hacia el 3500 a.C, una época en la que la isla todavía se encontraba unida al continente.

Tiene un diámetro de 50 m y una altura de 8 m. Su edificación es un ejemplo típico de la arquitectura neolítica realizada en albañilería seca: unos muros de contención estructuran la masa de piedras dispuestas a modo de escamas alrededor del dolmen interior, formando un diseño de grandes escalones regulares. Como todas las construcciones megalíticas, Gavrinis debió estar destinado al culto de los muertos. Está catalogado como monumento histórico de Francia. El cairn cubre un dolmen de cámara única y un corredor de 14 m de largo, 2 de alto y 1,5 m de ancho. Se enmarca en una categoría arquitectónica (dolmen de corredor y cámara simple) muy frecuente en Bretaña entre los años 4500 y 3000 a. C. El suelo del corredor está completamente adoquinado con piedras planas. Termina en una cámara simple, casi cuadrada, de 2,5 m de lado y situada prácticamente en el centro del cairn. Una piedra a modo de umbral separa la cámara del corredor. La losa que cubre la cámara pesa 17 toneladas y mide 3,7 m de largo, 3,1 m de ancho y 0,8 m de grosor, y su cara superior muestra grabados que representan un gran yugo de 2,8 m y un bóvido de 2 m de longitud. Se ha podido determinar que la losa de cobertura de la Table des Marchand en Locmariaquer, donde también aparece el grabado de un bóvido, está relacionada con la losa de Gavrinis.

Igualmente lo está la losa de cobertura del dolmen del túmulo de Er Grah, situado también en Locmariaquer. Las tres losas, si se unieran nuevamente, constituirían un único menhir original con una altura de unos 14 m. Se cree que fue uno de los menhires que antaño se erguían junto al Grand Menhir Brisé («Gran Menhir Caído») en Locmariaquer, reutilizado tras desplomarse fortuita o intencionadamente. 23 de las 29 losas verticales que forman las paredes del corredor están decoradas con grabados, en los que se distinguen una gran variedad de figuras: escudos, cruces, hachas, yugos, signos en “U”, serpientes y formas geométricas (arcos, espirales), una síntesis de los elementos utilizados por los artistas del megalitismo bretón. Cada losa decorada está completamente cubierta de grabados, lo que proporciona a las piedras el aspecto de gigantescas huellas digitales. Las excavaciones han revelado que ciertas losas tienen grabados también en el lado opuesto. Estos espléndidos motivos, así como el gran cuidado y destreza que sus autores aplicaron en la construcción del cairn, hacen que Gavrinis sea considerado uno de los monumentos megalíticos más bellos del mundo. La losa nº 18, en el lado izquierdo de la entrada a la cámara, muestra en su centro una cavidad dividida por dos “anillos” (dando la impresión de ser en realidad tres orificios circulares). Parece ser una anomalía geológica natural, obra de la erosión, pero trabajada posteriormente por la mano del hombre. Sin embargo, no es posible saber con exactitud si la losa fue escogida precisamente en razón de esa singularidad o no. El cairn de Gavrinis dejó de utilizarse en torno al 3000 a. C. por razones desconocidas. Se tapió el acceso al interior con piedras y posteriormente se cubrió con arena, transformando así la estructura en un montículo cerrado.

 

 

 

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