SEGUNDA CONCLUSIÓN

Existe una línea que separa, nuestra historia conocida de la leyenda universal.

Un suceso que significó el nacimiento de nuestra cultura y el fin de  algo.

Una narración que se repite en culturas a lo largo de la historia y de la geografía del planeta.

Una catástrofe de la que se tienen evidencias científicas.

Estamos hablando del Diluvio Universal.

Hace menos de 10.000 años una gigantesca inundación sumergió parte de Europa.

Se han buscado causas posibles de esta inundación.

Una de las cuales, un cometa que impactó en la Tierra. Las huellas de este impacto existen.

Astrónomos plantean el estallido de una estrella supernova en el 9500, por la cantidad de aluminio 22 se especula que parte de esa supernova pudo llegar a la Tierra.

En el 5600 y debido al calentamiento global de nuestro planeta, se desbordó el mediterráneo, donde más crecieron las aguas fue en el Egeo, tanto que se abrió un gran canal de desagüe El Bósforo que llenó de agua salada lo que hoy es el mar negro, estas inundaciones provocaron movimientos de las tribus que tuvieron que dejar sus poblados inundados. Restos de estos se han encontrado en el mar negro.

Gracias a los vínculos del ADN se sabe que estos pueblos se concentraron en Egipto y Mesopotamia.

Hoy sabemos que el diluvio existió, no fue un mito y a partir de él las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto iniciaron nuestra historia conocida.

Pero estas explicaciones hablan de Europa y del Mediterráneo. ¿Y los otros diluvios?

La corteza de la tierra da testimonio de muchas maneras convincentes. Considere el registro fósil: Billones de cosas muertas sepultadas en sedimento («roca disuelta por agua») encontradas por toda la tierra. El geólogo, Dr. Hohn Morris explica: «Las rocas sedimentarias, por definición, se forman por los sedimentos de fluidos en movimiento (agua), y están hechas de piezas de roca u otro material que existió en alguna otra parte, y fue erosionado o disuelto y re-depositado en su lugar presente.»1 Más del 70% de la superficie de la tierra es roca sedimentaria (el resto de la superficie de la tierra es roca ígnea volcánica y roca metamórfica). En estas capas de roca sedimentaria, los geólogos han encontrado cosas muy extrañas. Por ejemplo: Árboles fosilizados sepultados en todos los ángulos, al revés, derechos, a menudo pasando a través de múltiples capas de roca, obviamente el resultado de un cataclismo marino. Estos fósiles «poli estratos» (poli, significa más de uno; estrato, significa capa de roca) son un fenómeno mundial.

El Diluvio – Tradición Universal
De acuerdo a la Biblia, cada humano que ha vivido desde el diluvio es un descendiente directo del pequeño remanente de Noé. Se concluye lógicamente, que a pesar del relativo aislamiento de las varias culturas que han florecido desde el diluvio, debido a que cada cultura desciende directamente de los sobrevivientes del diluvio, tradiciones de este evento traumático deben ser abundantes y universales, habiendo sido pasadas de generación en generación. Ciertamente, las tradiciones acerca del diluvio son abundantes y universales. Literalmente, cientos de tradiciones acerca del diluvio han sido preservadas a través del mundo, abundando en Europa, Asia, África, Australia, y las Américas. Colectivamente, estas tradiciones acerca del diluvio sirven para corroborar el relato bíblico del diluvio del Génesis. Estas tradiciones acerca del diluvio que han permanecido incluyen dos de las más antiguas historias que han sobrevivido los embates del paso del tiempo: El clásico de China «Hihking», y el poema épico «Gilgamesh» de Babilonia. Estas leyendas de diluvios son extraordinariamente consistentes, considerando el relativo aislamiento de las culturas, la cantidad de tiempo que pasó desde el Diluvio, y la tendencia humana a embellecer y exagerar las historias con el tiempo.

El Relato Babilónico

A mediados del siglo XIX, se iniciaron las excavaciones en Nínive; de allí más de 25.000 tablillas de arcilla fueron llevadas al Museo de Londres; Entre lo hallado estaba la Tablilla XI de 326 líneas, de las cuales más de 200 hablan del diluvio.

Uta-Napishtim, un personaje inmortal, cuenta a Gilgamés que los dioses Anu (padre de todos), Enlil (el valiente), su consejero Ninurta, deciden exterminar al género humano, pero sólo encuentran de buen corazón a Uta-Napishtim, a quien ordenan construir una nave, renunciar a sus riquezas y salvar su vida.

“Construye -le dicen- una nave de dimensiones proporcionadas, con la misma anchura y altura y mete dentro semilla de toda vida existente”

El momento había llegado; al amanecer surgió de los cielos “una nube negra sobre la que cabalgaban los dioses”; de pronto se desató una enorme tempestad que barrió el país. Durante seis días y seis noches sopló el viento, el diluvio y la tempestad. Al séptimo día todo se calmó.

En la Antigua Babilonia, Siguieron apareciendo tablillas, no solo en Nínive, sino también en Assur, Uruk, Nippur, Sippar y Ur. Todas coinciden en el contenido del relato de Uta-napishtim, aunque los personajes se llaman Atrahasis o Ziusudra.

El Diluvio en Asia

En el Vishnu Purana hindú se dice que el Samvartaka volverá a destruir el universo, como ya ocurrió en épocas pasadas; haciendo caer lluvias torrenciales por un período de doce años, hasta que se sumerja toda la tierra y muera así toda la humanidad. Luego vendrá un resurgimiento del cielo y con ello, la vida en el planeta nuevamente.

El Shatapatha Brahmana cuenta como a Manú (el primer hombre), un pez agradecido por las caricias que le había dispensado, le avisa que se avecina un gran diluvio que terminará con la vida en el planeta.

Manú, siguiendo las indicaciones del pez, construyó una embarcación, dentro de la cual esperó que finalizará la lluvia.

Una vez, terminado el diluvio, la nave se encontraba en la cima de una montaña.

En las Escrituras védicas de la India también encontramos a un llamado SwayamBhuva Manu, que fue avisado del diluvio. Matsya arrastró el barco de Manu y lo salvó de la destrucción.

El Relato en las culturas Mayas y Aztecas

También se han rescatado documentos aztecas y mayas que relatan la existencia de un diluvio, así como en Colombia, Ecuador y Perú. Alrededor de todo el mundo se han recopilado hasta quinientas leyendas referentes a un diluvio universal.

Las leyendas Aztecas hablan de cuatro edades (en la primera de las cuales vivieron los gigantes, al igual que en el Génesis bíblico). En uno de los diluvios “Las aguas de arriba se juntaron con las aguas de abajo, borran los horizontes y hacen de todo un océano cósmico sin tiempo”.

NU-WAH En China

La más antigua de las tradiciones, cuenta que Nu-wah se salvó junto a su mujer, sus tres hijos y las esposas de éstos en una embarcación donde dieron cabida a una pareja de cada animal conocido.

Al pronunciar «Nu-wah» en Chino, nos damos cuenta del increible parecido de este nombre con «Noe».

Estos relatos demuestran que, aunque cambien los nombres, Xisutros sería el Ziusudra sumerio, lo mismo que el Atrahasis asirio, el Noé bíblico, el pastor Inca, el Manú hindú, el Nu-wah chino y el Uta-napishtim babilónico

En la mitología egipcia antigua la destrucción de la humanidad primitiva tomó otra forma: Ra envió contra los hombres su Ojo Divino, encarnado en. la diosa Sekmet, la que realizó una mortandad tan terrible, que para evitar el exterminio de la raza humana, Ra tuvo que preparar una bebida compuesta de cerveza, cebada y una sustancia roja que le daba aspecto de sangre. Sekmet confundió esta bebida con sangre y la ingirió, embriagándose de tal manera que dejó de matar. Entonces Ra, después de salvar a los hombres, estableció un pacto con ellos.

En África el mito del Diluvio tiene tantas formas como tribus viven en el continente negro. En el bajo Congo se cuenta que hace muchos años el Sol encontró a la Luna y le tiró barro para apagar su brillo. Entonces se produjo un diluvio y los hombres supervivientes se convirtieron en monos (obsérvese la curiosa coincidencia con el darwinismo).

En América el mito del Diluvio está todavía más extendido, si ello es posible, que en los otros continentes. Ya Cristóbal Colón, al tocar el golfo de Paria en 1498, observó que  los indígenas veneraban el que llamaban “árbol de la vida” (¡otra coincidencia con la Biblia!). Según ellos, de sus frutos había vuelto a nacer el género humano después de ser destruido por un gran diluvio, del que sólo se salvaron un hombre y una mujer. Un “árbol de la inmortalidad” similar existía en México.

Cuenta la leyenda de los algonquines que un día el dios Michabó se metió en el agua para salvar a sus perros que habían quedado aprisionados en el fango. Las aguas se desbordaron y cubrieron la tierra. Para rehacer la tierra, Michabó encargó al cuervo que le buscase un pedazo de arcilla, pero el cuervo no lo trajo. Después envió a una nutria, pero ella volvió de su zambullida sin traer nada. Por último envió a una rata almizclera, que le trajo un poco de tierra. Los hombres que repoblaron el mundo son los hijos de Michabó y la rata almizclera.

Según los indios de California, un diluvio cubrió todas las montañas e hizo perecer a todos los hombres menos a los que se habían refugiado en el pico del monte Bonsald.

Los mitos son algo consustancial al género humano, y surgen de forma totalmente aislada en diversos puntos y momentos de la Historia, siempre respondiendo a preocupaciones fundamentales. El contacto entre las diversas culturas los va puliendo, con lo que se acaban alcanzando unas “formas canónicas” en las que se captan fácilmente orígenes comunes.

Los mitos, en la innovadora visión del psicólogo y psiquiatra suizo Karl Gustav Jung (1875-1961) son representaciones de los arquetipos. Según Platón, éstos eran “las ideas inmateriales, perfectas e inmutables, modelo ideal de las cosas sensibles”, y Berkeley los situaba en la mente divina antes de la Creación. Jung dio una nueva forma a esta antiquísima idea: “Son símbolos ancestrales que forman el inconsciente colectivo del hombre y que se encuentran en toda la mitología universal”. La repetición de los cuentos, los mitos, las fórmulas mágicas, etc. en las diferentes civilizaciones, prueba que “real substrato psíquico de los hombres es común a todos ellos en las capas más íntimas de nuestro inconsciente… porque forman el lenguaje innato de la psique


Yo quiero (…) la destrucción de mi raza humana,
para Nintu quiero atajar la destrucción de mis criaturas.
Haré retornar a las gentes a sus establecimientos.
Construirán ciudades en todos los lugares
y haré que su sombra sea apacible.
Colocarán de nuevo los ladrillos de nuestros templos en los santos lugares,
(y) los lugares de nuestras decisiones los restablecerán en los lugares consagrados.
Yo prepararé convenientemente allí el agua santa que apaga el fuego,
completaré las divinas reglas y los sublimes decretos,
la tierra estará regada y estableceré allí la paz.
Después que An, Enlil, Enki y Ninhursag
hubieon creado el (pueblo) de los cabezas negras,
la vegetación se desarrolló, lujuriante, sobre la tierra,
los animales, de todos los tamaños, los cuadrúpedos, fueron colocados como adecuado onamento de las llanuras
[—]
yo quiero tener en cuenta (sus afanosos esfuerzos).
(Después que) el constructor del país hubo fijado los fundamentos,
(cuando el cetro) de la realeza hubo descendido del cielo,
después que la sublime tiara (y) el trono de la realeza hubieron descendido del cielo,
él completó (las divinas reglas y los sublimes destinos).
Fundó (las cinco) ciudades en (lugares puros);
pronunció sus nombres y las designó como centros de culto.
La primera de estas ciudades, Eridú, la dio al jefe Nudimmud,
la segunda, Baltibira, la dio al nugig,
la tercera, Larak, la dio a Pabilsag,
la cuarta, Sippar, la dio al héroe Utu,
la quinta, Shuruppak, la dio a Sud.
Él proclamó los nombres de aquellas ciudades y las designó como centros de culto;
no detuvo el (anual) diluvio, (sino que) excavó la tierra y trajo el agua,
y estableció la limpieza de los pequeños canales y las zanjas de irrigación.
[—]
el diluvio (…)
(…)
así fue convencido (…).
Entonces Nintu lloró (por sus criaturas) como un (…);
la divina Inanna entonó un lamento por su pueblo;
Enki tomó consejo de sí mismo.
An, Enlil, Enki (y) Ninhursag,
los dioses del universo prestaron juramento por los nombres de An y Enlil.
Entonces el rey Ziusudra, el pashishu de (…)
construyó (…).
Humildemente, obediente, con reverencia él (…);
ocupado cada día, constantemente él (…).
Aquello no era un sueño; saliendo y hablando (…),
invocando al cielo (y) al mundo subterráneo, él (…).
En el ki-ur, los dioses, un muro (…).
Ziusudra oyó a su lado,
estando de pie en el lado izquierdo del muro (…):
«Junto al muro, yo te diré una palabra, (escucha) mi palabra,
presta oído a mis instrucciones:
Un diluvio va a inundar todas las moradas, todos los centros de culto,
para destruir la simiente de la Humanidad (…).
(Tal) es la decisión, el decreto de la Asamblea (de los dioses).
(Tal) es la palabra de An, Enlil (y Ninhursag).
(…) la destrucción de la realeza.
Ahora (…)»
[—]
(…)
Todas las tempestades y los vientos se desencadenaron;
(en un mismo instante) el diluvio invadió los centros de culto.
Después que el diluvio hubo barrido la tierra durante siete días y siete noches,
y la enorme barca hubo sido bamboleada sobre las vastas aguas por las tempestades
Utu salió, iluminando el cielo y la tierra.
Ziusudra abrió entonces una ventana de su enorme barca,
y Utu hizo penetrar sus rayos dentro de la gigantesca barca.
El rey Ziusudra
se prosternó (entonces) ante Utu;
el rey le inmoló gran número de bueyes y carneros.
«Invocaréis por el cielo y por la tierra (…)»
An (y) Enlil invocaron por el cielo y por la tierra (…),
e hicieron aparecer los animales que surgieron de la tierra.
El rey Ziusudra
se prosternó ante An (y) Enlil.
An (y) Enlil cuidaron de Ziusudra,
le dieron vida como (la de) un dios,
hicieron descender para él un eterno soplo como (el de ) un dios.
Entonces al rey Ziusudra,
que salvó de la destrucción la simiente de la humanidad en aquel tiempo,
allende los mares, en el Oriente, en Dilmun, (le) hicieron vivir

El diluvio forma parte de esa Historia Verdadera, de La humanidad.

La Segunda conclusión refuerza la primera,

*Existió un tiempo anterior, antes del diluvio, es la historia que no nos han contado..

*Un tiempo que generó un conocimiento antiguo, (oopart) del que luego se valieron las culturas de Mesopotamia, Egipto, Los Mayas…

*Las culturas que generaron ese conocimiento fueron destruidas, según las leyendas  por un cataclismo propiciado por los dioses.

*La razón del diluvio, según las leyendas, está en el propio hombre.

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