Golpe de estado mundial

Por Miguel Ángel Ruiz / Año cero

La actual crisis económica que todos, en mayor o menor medida, sufrimos en nuestras carnes, está siendo aprovechada por importantes sectores financieros –que son los que la han provocado– para hacerse con el control definitivo del sistema político y económico. El plan cosiste en crear una suerte de dictadura planetaria, en la cual la democracia no tenga razón de existir y los ciudadanos nos convirtamos en una casta de esclavos obedientes.

En el siguiente reportaje damos a conocer, en exclusiva y sin medias tintas, los planes secretos que ya están poniendo en marcha poderosas organizaciones para convertir en una realidad la pesadilla del Gran Hermano…

El término Nuevo Orden Mundial se usa generalmente como sinónimo de una futura dictadura planetaria, en la cual las libertades estarán severamente restringidas y donde prácticamente todos los aspectos de la vida humana serán modificados, al tiempo que una élite autocrática gobernará el mundo.

De todos modos, sea cual sea la forma de gobierno que dirija el planeta en el futuro, es seguro que tendrá que gestionar problemas de difícil solución. En la actualidad, están disponibles para el interesado docenas de estudios que predicen las tendencias para las próximas décadas, redactados por analistas de servicios de inteligencia, de grandes multinacionales o de centros académicos, entre otras instituciones. El año límite en dichos análisis suele ser 2050, pues además de constituir una fecha redonda, avanzar más allá es harto complicado.

DEUDA IMPAGABLE=FIN DEL CAPITALISMO

Todo parece indicar que, una vez pasada esta crisis, el modelo capitalista seguirá gestando otras nuevas y los países atrapados en una espiral de deudas. El mayor problema financiero internacional es la deuda impagable que existe. El Producto Interior Bruto (PIB) mundial es de 70 billones de dólares. Ésta es la «economía real», sobre la que se sustenta un imperio de especulación financiera: en esencia, una gran burbuja que algún día explotará, arrasándolo todo.

De hecho, la economía mundial sigue lo que se llama un «esquema de Ponzi» o estafa piramidal. Dicho esquema consiste en un proceso mediante el cual las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por ellos mismos o por otros nuevos inversores, que caen engañados por las promesas de obtener grandes beneficios. El sistema sólo funciona si aumenta la cantidad de nuevas víctimas. La estafa que realizó el inversor Bernard Madoff en 2008, y que le supuso una condena de 150 años prisión, era un esquema de Ponzi.

En la gráfica que presentamos se pueden observar los datos reales de la situación financiera del planeta. Apocalíptica es el adjetivo que mejor la define. El punto azul más pequeño representa todas las reservas de oro del mundo –845.000 millones de dólares–, que, en teoría, deberían constituir el respaldo real del dinero que circula por el orbe.

Sin embargo, la cantidad de capital en efectivo es mucho mayor: 3,9 billones de dólares. La siguiente área representa la totalidad del dinero bancario –que no son otra cosa que deudas–: 39 billones de dólares. Y, a continuación, se puede observar el llamado «sistema financiero oculto». Es decir, productos derivados de la especulación, cuyo valor asciende a 62 billones de dólares. En cuanto a la suma de activos –moneda que se vende y revende para producir beneficios– en todo el mundo, asciende a 290 billones de dólares. Por último, el punto rojo representa el montante total de los rescates bancarios llevados a cabo hasta el momento, que es «tan sólo» de 1,9 billones de dólares.

La conclusión es que el sistema financiero especulativo tiene tal tamaño y ha generado una deuda tan astronómica, que es impagable. Sostengo que no ahora –puesto que se procurará mantener esta burbuja hasta sus últimas consecuencias–, pero algún día, como todas las burbujas de la historia, estallará, dinamitando definitivamente a nuestro sistema, con consecuencias impredecibles…

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