IBM LE APUESTA A UNA MÁQUINA QUE PUEDE CONVENCER A OTROS Y GOOGLE BUSCA PREDECIR LA MUERTE.

Los nuevos frentes de la inteligencia artificial


La androide Sophia, de Hanson Robotics, es una de las invitadas a la versión 2018 del Congreso Andicom.

Tanto Google como IBM han protagonizado la vertiginosa carrera por el dominio del campo de la inteligencia artificial (AI, por su sigla en inglés). En 1996, Deepblue, una supercomputadora de IBM, venció al entonces campeón mundial de ajedrez Gary Kaspárov. El año pasado, la división DeepMind de Google logró entrenar una máquina para aprendiera de forma autónoma a jugar Go, una milenaria disciplina china más compleja que el ajedrez.

Pero entre ambos hitos, la tecnología que permite a las máquinas replicar procesos que alguna vez se pensaron exclusivos de la mente humana ha llegado a nuevos territorios: de los juegos de mesa y los programas de concurso, la inteligencia artificial ha pasado a tener un lugar en nuestras casas y nuestros teléfonos, a manejar vehículos autónomos, a atender líneas de servicio al cliente y a ocuparse de desafíos médicos.

Los primeros usos que dio Google a la AI cambiaron muchos de sus servicios. Por ejemplo, Google Photos puede organizar las imágenes que usted captura gracias a su capacidad de reconocimiento de elementos en una fotografía y su contexto. Hoy su asistente inteligente (llamado Assistant) controla una gama de dispositivos y servicios en el hogar.

Por supuesto, la AI ha ampliado las capacidades del buscador de la marca, al analizar millones de páginas web para ofrecer resultados organizados de acuerdo a su relevancia para los usuarios.

IBM, por su parte, ha hecho de Watson un nombre de referencia en temas de AI. Famoso por su participación en el programa de concurso Jeopardy, hoy este sistema tiene una línea especializada en oncología que es usada para identificar tipos de cáncer y predecir porcentajes de eficiencia de tratamientos médicos.

Ahora IBM trabaja en el desarrollo de la computación cuántica, que promete ayudar en la búsqueda de soluciones a problemas que resultan imposibles para las capacidades de la computación actual.

Nuevas arenas

El 18 de junio, IBM mostró por primera vez los avances de su Project Debater: una inteligencia artificial capaz de argumentar y ganar debates contra oponentes humanos.

Durante un encuentro en San Francisco (EE. UU.), la máquina enfrentó al campeón nacional de debate israelí y salió avante gracias a la información que extraía de una base de datos con millones de noticias y artículos académicos y a un sistema de reconocimiento de voz y procesamiento de lenguaje natural que “oye” al oponente.

Los investigadores dicen que esta AI podría asesorar a abogados con argumentos y jurisprudencia, podría aconsejar a ejecutivos al momento de presentar propuestas o incluso acompañar a campañas políticas.

Por su parte, Google publicó en mayo un trabajo de investigación en la revista Nature en el que reveló, en conjunto con la Universidad de Stanford, cómo explora el entrenamiento de redes neuronales para la predicción de la muerte de un paciente hospitalizado, con la esperanza de desarrollar un algoritmo que optimice los recursos de los centros asistenciales y humanice la atención de los enfermos terminales. De paso, los trabajadores médicos podrían dedicar menos tiempo a llenar documentación y más a la atención del paciente.

La herramienta de la investigación pronostica algunos resultados como cuánto tiempo pueden permanecer las personas en los hospitales, sus probabilidades de volver a ingresar y las probabilidades de que mueran pronto. El sistema llegó a analizar notas dentro de archivos PDF y hasta anotaciones garabateadas en gráficos viejos.Otros jugadores

Incluso Amazon quiere una parte del negocio de la AI. Recientemente, esa empresa presentó Alexa for Hospitality, una versión de su asistente virtual especializada en el servicio al cliente en los hoteles. El sistema buscaría soportar una interfaz por voz que resuelva las dudas más frecuentes de los viajeros.

Además de los usos habituales de Alexa (pedir una canción de su artista favorito, encontrar información sobre establecimientos cercanos o el pronóstico del clima), los usuarios podrían hacer pedidos a la habitación, programar citas en el gimnasio, pedir cambio de toallas o llamar a la recepción con preguntas más complicadas.

Uno de los rostros más populares de la AI es la robot Sophia. Esta androide de Hanson Robotics, que ganó notoriedad al recibir la ciudadanía saudí y que este año estrenó piernas, visitará Colombia en agosto para tomar parte en el congreso Andicom.

Sophia protagonizará un discurso en el que se ocupará del impacto de la inteligencia artificial en los negocios y, en general, de la vida del ser humano.

Hasta Facebook emplea la AI para hacer control de contenido. En el primer trimestre de 2018, la usó para eliminar 2,5 millones de publicaciones que incitan al odio y 583 millones de cuentas falsas.La voz humana de la AI

Una polémica se ha gestado en torno a qué tan humana debe sonar la inteligencia artificial. Google mostró Duplex, una herramienta que usa una voz casi indistinguible de la humana para gestionar órdenes de su usuario. Además de entender lo que le dicen, Duplex hace uso de modismos como ‘ajá’ o ‘mmmm’. IBM, en cambio, optó por darle a su Debater una voz distintivamente robótica.

Ranit Aharonov, líder del equipo del proyecto de debate de IBM en Haifa (Israel), indicó: “Creo que la voz debe demostrar que se trata de un computador”. Es algo que ilustró la máquina de IBM durante el debate público, al comentar que no le podía ‘hervir la sangre’ porque no tenía sangre.

https://www.periodicoelnuevomundo.com/2018/10/ibm-le-apuesta-una-maquina-que-puede.html

Un comentario en “IBM LE APUESTA A UNA MÁQUINA QUE PUEDE CONVENCER A OTROS Y GOOGLE BUSCA PREDECIR LA MUERTE.

  1. La inteligencia, sobre todo la humana, es mucho más que éso. Llamar inteligencia a ésos teatrillos tecnológicos es menospreciarla.

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