¿Qué hay de real en la manipulación psicológica de los seres humanos?

Bertrand Russell, tercer conde de Russell (1872 – 1970), filósofo, matemático, lógico y escritor británico ganador en 1950 del Premio Nobel de Literatura, tuvo una estrecha relación con H.G. Wells, citado como el «padre de la ciencia ficción» junto con Julio Verne, y el satanista Aleister Crowley, líder de la Ordo Templi Orientis (O.T.O.). Bertrand Russell se incorporó a la Escuela de Fráncfort en su afán de practicar la ingeniería social de masas y escribió estas preocupantes y premonitorias palabras en su libro The Impact of Science on Society (El impacto de la ciencia en la sociedad), publicado en 1951: «La fisiología y la psicología abren un campo a la tecnología científica que está aún por desarrollar. Dos grandes hombres, Pavlov y Freud, han puesto los cimientos. No acepto la opinión de que ambos están necesariamente en conflicto, pero aún está en duda que estructura se va a construir sobre dichos cimientos. Creo que la psicología de masas va a tener una importancia política considerable. […] Su interés se ha incrementado enormemente gracias al aumento de métodos modernos de propaganda. Entre estos métodos, el de mayor influencia es el que llamamos ‘educación’. La religión desempeña su papel, aunque cada vez menor; la prensa, el cine y la radio tienen, en cambio, un papel cada vez más prominente. […] Cabe esperar que, con el tiempo, cualquiera sea capaz de convencer a otro de lo que sea, con tal de que el paciente atendido sea una persona joven y el Estado le proporcione dinero y bienes materiales. Se harán grandes avances en este tema cuando se hagan cargo de él los científicos bajo la dictadura de la ciencia. […] Los psicólogos sociales del futuro tendrán varias clases de escolares en los que ensayar diferentes métodos a través de los cuales conseguir convencer, de forma incontestable, de que la nieve es negra. Pronto se llegara a varias conclusiones. La primera, que la influencia del hogar es un estorbo. La segunda, que no se puede conseguir gran cosa a menos que el adoctrinamiento comience antes de los diez años. La tercera, que los versos acompañados de música y entonados repetidamente son muy eficaces. La cuarta, que la opinión de que la nieve es blanca debe ser considerada una señal de que existe un gusto morboso por la excentricidad. Pero les prevengo. Compete a los científicos del futuro hacer precisas estas máximas y descubrir cuál es el coste exacto de hacer creer a los niños que la nieve es negra y cuanto menos costaría hacerles creer que es gris oscura. Aunque esta ciencia se estudiará con diligencia, quedan rígidamente confinada a la clase dirigente. No se le permitirá al populacho saber cómo se han generado las convicciones que tiene. Cuando la técnica haya sido perfeccionada, todo gobierno que lleve una generación entera dirigiendo la política educativa podrá controlar a sus súbditos sin ser cuestionado, sin necesidad de ejércitos ni policías».

Para situaros en lo que entendemos por manipulación psicológica empezare con un ejemplo de manipulación poco tecnológico, pero ya muy antiguo: la hipnosis. Aunque ya existen precedentes históricos del uso de técnicas similares a la hipnosis empleada por los egipcios en los llamados Templos del Sueño, no sería hasta mediados del siglo XVIII cuando se inicia el primer estudio sistemático de lo que suponía un estado psico-fisiológico especial, que más tarde se conocería con el término de hipnosis. La hipnosis es un estado mental o un grupo de actitudes generadas a través de una disciplina llamada hipnotismo. Usualmente, se compone de una serie de instrucciones y sugestiones preliminares. Dichas sugestiones pueden ser generadas por un hipnotizador o pueden ser auto inducidas (autosugestión). La maldición del escorpión de Jade es una película de Woody Allen. La acción, concentrada en interiores, transcurre en 1940. El protagonista es C.W. Briggs (Woody Allen), investigador de una compañía de seguros contra robo, con fama de gran sabueso, que ha resuelto más casos que ningún otro. El primer aspecto de la trama se desencadena con la aparición de Betty Fitzgerald (Helen Hunt), contratada para bajar costos y modernizar el funcionamiento la compañía por el jefe Magruder (Dan Aykroyd). La relación de Briggs y Fitzgerald se inscribe prontamente en un mutuo rechazo y se dedican mutuamente una variopinta catarata de insultos. Cierta noche, jefe y empleados van a un local para una celebración. La velada es amenizada por un hombre con turbante que convoca al escenario a Fitz y a Briggs, con el fin de hipnotizarlos frente a la concurrencia. Al hipnotizador le bastan dos palabras clave, “Constantinopla” y “Madagascar“, para sumir en trance a los protagonistas. La prueba del hechizo, por lo demás, es que les “ordena” enamorarse el uno del otro y, efectivamente, lo consigue. El segundo aspecto de la trama pretende que el odio se convierta finalmente en amor, más allá de la hipnosis. El tercer aspecto consiste en que el tipo del turbante, por vía telefónica, se valdrá de las palabras clave antes indicadas para manipular a Fitz y a Briggs y utilizarlos para robar joyas, nada menos que a clientes de la compañía de seguros en que ambos trabajan.

En otro extremo, basado en la manipulación mediante la actual tecnología, tenemos lo que nos explica Marta Peirano, escritora y periodista española. Es fundadora de CryptoParty Berlín, una iniciativa alrededor de cuestiones sobre privacidad y seguridad en internet. En su libro El enemigo conoce el sistema: Manipulación de ideas, personas e influencias después de la economía de la atención, nos explica lo que necesitamos saber sobre el poder, la economía, la sociedad y las telecomunicaciones en la era de la información. Según Marta Peirano, la red no es libre, ni abierta ni democrática. Es un conjunto de servidores, conmutadores, satélites, antenas, routers y cables de fibra óptica controlados por un número cada vez más pequeño de grandes empresas, que gestionan normas de circulación que conducen el tráfico, o micro decisiones que definen su eficiencia. Si la consideramos como un proyecto llamado Internet, podemos decir que es la infraestructura más grande jamás construida, así como el sistema que define todos los aspectos de nuestra sociedad. Y sin embargo su gestión es secreta. Su tecnología está oculta, enterrada, sumergida o camuflada; sus algoritmos son opacos; y sus micro decisiones no son rastreables. Los centros de datos que almacenan y procesan la información están ocultos y protegidos militarmente, mediante criptografía, propiedad intelectual y alambres de espino. La infraestructura crítica de nuestro tiempo está fuera de nuestra vista. No podemos comprender la lógica, la intención y el objetivo de lo que no vemos. Todas las conversaciones que tenemos sobre esa infraestructura son en realidad conversaciones solamente sobre su interfaz, que se interpone entre nosotros y el sistema. Utiliza un lenguaje diseñado, no para facilitar nuestra comprensión de esa infraestructura, sino para ofuscarla. El enemigo conoce el sistema pero nosotros no. El libro de Marta Peirano nos ayuda a conocerlo y a comprender por qué la herramienta más democratizadora de la historia se ha convertido en una máquina de vigilancia y manipulación de masas al servicio de regímenes autoritarios. Solo comprendiéndola podremos convertirla en una herramienta para gestionar la crisis que se avecina de la manera más humana posible.

Las técnicas de manipulación psicológica de la sociedad son casi tan antiguas como la humanidad misma. Los señores feudales, con el fin de preservar y consolidar su poder, siempre se valieron de los castigos y la tortura como agentes disuasorios de la disidencia. Incluso hace mil años, lo que ayudo a las clases dirigentes no fueron las técnicas utilizadas, sino una deliberada aplicación de las mismas a modo de herramientas que cumpliesen la máxima de «divide y vencerás». Por muy inhumana que pueda parecer una técnica en particular o una medida terapéutica, no es una acción encaminada a erradicar cualquier insurgencia en sí misma. La contrainsurgencia no puede desarrollarse apoyándose solo en el terror; requiere una aplicación consciente y sistemática por parte de la clase dirigente o de sus víctimas. Esto es exactamente lo que se consiguió con la transformación de la psicología y la psiquiatría en los años treinta del siglo XX. La primera aplicación masiva de la psicología como arma consciente tuvo lugar en la Alemania nazi, concretamente en la eugenesia, que se basó en las retrogradas ideas de supremacía aria y se impuso a una parte de la población. Si bien la causa y el desarrollo del holocausto nazi tuvieron su origen en el desmoronamiento de la economía mundial, su forma concreta, la eugenesia, fue ideada por teóricos y técnicos afines a los nazis: los psiquiatras. Desde entonces, la “ciencia de la mente” se ha transformado en el arte de destruirla. Los enfoques legítimos, terapéuticos, han cedido el paso a una pseudo ciencia sobre la modificación de la conducta, denominada terapia de aversión. Esta transformación de la ciencia de la mente fue modelada por la guerra del genocidio mental que está librando la burguesía contra la clase trabajadora. Actualmente, múltiples tecnologías como Internet, Inteligencia artificial, nanotecnología, videojuegos, realidad virtual y ampliada, etc…, son de gran ayuda para esta manipulación.

La localidad de Tavistock, en Inglaterra, se convirtió en el centro mundial del control mental y de ingeniería social. Se trata de un estudio super secreto llevado a cabo en 1974 en el Instituto de Investigación de Stanford, titulado “Cambiar las imágenes del hombre“. El control mental o lavado de cerebro se basa en la ignorancia de las víctimas. Todo ello forma parte de un plan para la desintegración de la economía mundial, planificada por las personas más poderosas del mundo. Esta conspiración es real, por lo que es necesario saber quien forma parte de ella, cuáles son sus objetivos a largo plazo y cómo podemos evitarlo. No es un Dios quien nos castiga, sino que se trata de una crisis social inducida. Todo el problema de la drogadicción forma parte de una política cuyo objetivo final es la la degradación del ser humano. Estamos inmersos en una conspiración centralizada y coherente, surgida de algún proyecto patrocinado por la élite que gobierna el mundo. Lo que está en juego es el futuro del planeta y la supervivencia de nuestra especie. Durante la Segunda Guerra Mundial, Tavistock fue el cuartel general de la Oficina de Guerra Psicológica del Ejército británico, que también marcaba la política en guerra psicológica que habrían de seguir las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Lo que se ataca no son solamente nuestros derechos individuales, sino también los colectivos, partiendo del programa de ingeniería social ideado por los oligarcas y llevado a la práctica a través del Instituto de Relaciones Humanas de Tavistock, así como a través de otra red, mucho más grande, integrada por diversos centros de psicología social aplicada y de ingeniería social que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial. Esta red está compuesta por algunos de los centros más prestigiosos del mundo dedicados a la investigación, como por ejemplo el Stanford Research Center de la Universidad de Stanford, la Rand Corporation, el MIT/Sloane, el Advanced Centre of Behavioural Sciencies de Palo Alto, la Harvard Business School, la London School of Economics de Londres, la International Foundation for Development Alternatives y el Executive Conference Centre, ambos con sede en Ginebra, entre otros centros. En algunos de ellos se preparan a ejecutivos de alto nivel de las principales empresas mundiales, donde se enseña como modificar la conducta. En realidad se trata de tener un tipo de zombis humanos en puestos de alta dirección. Dos son los objetivos que se plantean. El primero sería alcanzar los cambios necesarios en Estados Unidos para posteriormente llevarlos a nivel mundial. En las últimas decenas, el Gobierno de Estados Unidos, con la ayuda secreta de centros basados en las ideas del Instituto Tavistock, ha destinado miles de millones de dólares a financiar la labor de estos grupos.

Un importante seguidor de Freud  se convirtió en un abierto simpatizante de los nazis. Se trataba del famoso psicoanalista suizo Carl Jung, cuya amistad con Freud finalizo cuando éste negó valor al misticismo gnóstico, tan importante para Jung. Freud, que se oponía a incluir ideas místicas en el psicoanálisis, asociaba la palabra misticismo con sesiones esotéricas de espiritismo, apariciones y profecías. Jung vio en Hitler la culminación de su búsqueda de una conexión pagana con el Mas Allá. En su ensayo de 1997 sobre las relaciones de Hitler y Jung, Lonnie Wolfe, periodista de investigación, opinaba que entre Hitler y las teorías psicoanalíticas de Jung existía una enorme relación, dada la fascinación de Jung por Hitler. Jung estaba obsesionado con la idea de que la realidad más profunda yacía bajo los aspectos inconscientes, místicos y psicóticos de la mente del hombre, en contraposición con una visión judeocristiana del mundo, más racional. Jung intentaba encontrar un mito o un sistema mítico capaz de dar respuesta a las ideas que tenía sobre la psicología de la religión. Por ello inició un estudio del gnosticismo, la astrología y la alquimia especulativa como sistema simbólico. Jung opinaba  que existía un profundo sustrato de la conciencia al que llamaba «inconsciente colectivo». Esto era comprobable en ciertas circunstancias, como los rituales religiosos, los mítines políticos, las imágenes de cine, la publicidad o la propaganda, que es algo que aceptamos como algo normal sin ser conscientes del poder que representan ni la forma en que están manipulando nuestra conciencia. Esta trama que está debajo del universo observado, representan una especie de red de conexiones que unen distintos eventos, en base a un sistema que apenas podemos percibir y que está manipulado por la mano invisible de controladores de la mente del Instituto Tavistock y de la Escuela de Fráncfort, que estaba formada por un grupo de investigadores que se adherían a las teorías de Hegel, Marx y Freud y cuyo centro estaba constituido en el Instituto de Investigación Social, inaugurado en 1923 en Fráncfort del Meno, Alemania. También se les considera representantes de la teoría crítica que allí se fundó. El núcleo de la teoría crítica de la escuela de Fráncfort es la discusión crítico ideológica de las condiciones sociales e históricas en las que ocurre la construcción de teoría, así como la crítica de esas condiciones sociales. La relación resulta de la pretensión de conceptualizar teóricamente la totalidad de las condiciones sociales y la necesidad de su cambio. La denominación teoría crítica se basa en el ensayo programático Teoría tradicional y teoría críticade Max Horkheimer, publicada en 1937. Se considera la obra principal de esta escuela la colección de ensayos Dialéctica de la ilustración, editada conjuntamente por Horkheimer y Theodor W. Adorno entre 1944 y 1947.

Se considera que el Instituto Tavistock de Relaciones Humanas es un arma en la guerra psicológica de Gran Bretaña. Según la historia oficial de Tavistock: «En 1920, bajo la dirección de su fundador, el doctor Hugh Crichton-Miller, la clínica contribuyó de manera significativa a los esfuerzos por entender los efectos traumáticos de la ‘neurosis de guerra’». En la década de 1930 el Instituto Tavistock desarrollo una estrecha relación con el Instituto de Fráncfort de Investigación Social. La colaboración mutua los llevo a analizar la cultura de una población desde un punto de vista no freudiano. El nazismo les sirvió como un paciente tendido en el diván del psiquiatra. Hay que tener en cuenta que Hitler era el prototipo del hombre de Jung, que cedía su racionalidad al inconsciente y que entraba en un tipo de locura. Jung estaba impresionado por el meteórico ascenso de Hitler al poder, y afirmaba que Hitler «debía de haber captado una energía extraordinaria en el inconsciente teutón». En marzo de 1934 Jung se refiere al «formidable fenómeno del nacionalsocialismo, que todo el mundo contempla con asombro». Jung, en su línea racista, sugiere que el inconsciente colectivo ario posee «mayor potencial» que el de los judíos. En 1936, Jung creía que Hitler era uno de los elementos ligados al antiguo dios germánico, Wotan, que había estado reprimido anteriormente: «Lo impresionante del fenómeno alemán es que un único hombre, que obviamente esta poseído, ha contagiado a una nación entera hasta el punto de que todo se ha puesto en marcha y avanza hacia la perdición». Los nazis representaban una minoría de la población de Alemania, incluso cuando estaban en el poder. Esto hace preguntarnos: ¿cómo se consiguió que una parte importante de la población alemana colaborase con el régimen de terror de Hitler? Pues de la misma manera que se hace actualmente, mediante la difusión de información a través de los medios de comunicación de masas. Y en aquella época el más universal de los medios de comunicación de masas era la radio. Los nazis, una vez en el poder, ordenaron la fabricación y la distribución masiva de receptores de radio económicos para toda la población del país. Esto formaba parte del concepto “audiencia de masas”. El concepto que subyace en dicho término es el que refería Freud en Psicología de las masas y análisis del yo: «las personas que participan en el fenómeno de masas son susceptibles de ser sugestionadas, de perder la conciencia moral y, por lo tanto, de verse abrumadas por la experiencia de la masa». Según Freud, esos impulsos destructivos forman parte «de la naturaleza animal del hombre». Por ello, según Freud, el propósito de la sociedad es «regular y controlar mediante diversas formas de coerción los estallidos de esa bestialidad innata frente a la cual la mente humana se siente totalmente impotente». La idea principal de Freud era que “las masas pueden organizarse en torno a estímulos de las emociones. El estímulo más poderoso es el que va dirigido al inconsciente, que tiene el poder de dominar y apartar a un lado la razón”.

Freud escribió que “Las masas nunca han tenido sed de la verdad”, refiriéndose a las masas que se mueven en función de las necesidades elementales. Y añadía: «Exigen ilusiones y no saben prescindir de ellas. Constantemente dan prioridad a lo irreal sobre lo real; están influidas por lo falso casi con la misma intensidad que por lo verdadero. Tienen una evidente tendencia a no distinguir entre ambas cosas». Freud, en su obra Psicología de las masas y análisis del yo, afirmó que las inhibiciones y actitudes morales de un determinado individuo pueden desaparecer cuando forma parte de una masa. Lonnie Wolfe, periodista de investigación, resume la historia de la experiencia de masas de Freud, en que se refiere a su capacidad de gratificar las emociones: “Freud afirmo, además, que en dicha circunstancia, con la razón dominada por lo emocional y sin posibilidad ni voluntad de buscar la Verdad, la persona que forma parte de una masa pierde su conciencia moral, o lo que Freud denomina su ideal del ego”. Pero para Freud esto no es necesariamente negativo «ya que la conciencia moral, o el superego, hace que el hombre reprima, contra natura, sus instintos animales elementales». Y Freud opinaba que esa represión produce neurosis. La clave para el lavado de cerebro colectivo de las masas consistiría en crear un entorno organizado y controlado donde «sea posible aplicar estrés y tensión a fin de destruir el juicio moralmente informado y así lograr que la persona sea más propensa a la sugestión». En el caso de la Alemania nazi, en millones de hogares se oía por la radio la voz de un solo hombre, Adolf Hitler. El hecho de que toda Alemania estuviera oyendo su voz al mismo tiempo daba más fuerza al mensaje. El oyente, al formar parte de una experiencia colectiva, lo absorbía como una referencia emocional. Los discursos de Hitler se encuentran entre los primeros mensajes dirigidos a las masas de la historia, y estaban planificados con gran precisión. Tanto Tavistock como la Escuela de Fráncfort prestaron mucha atención a las técnicas de propaganda nazis y las incorporaron en sus investigaciones. El objetivo de este proyecto, tal como se afirma en el libro Disonancias: introducción a la sociología de la música, del filósofo alemán de origen judío Theodor Adorno, consistía en «programar una cultura de masas como forma de control social extensivo que fuera degradando poco a poco a sus consumidores». La aplicación de sus investigaciones sobre la conducta humana iba a desembocar, más tarde, en una importante revolución cultural en Estados Unidos.

El objetivo es definir, registrar y archivar en grandes computadoras todos los aspectos de la vida psicológica y mental de la población mundial. Diversos grupos de sociólogos, psicólogos, psiquiatras, antropólogos, centros de estudios y fundaciones, trabajan en estrecha colaboración, estando presididos por una elite formada por poderosos miembros de la oligarquía mundial. Pero, ¿cuál es el propósito de este esfuerzo coordinado para modificar la conducta humana? Pues parece que el propósito sería Implantar cambios en nuestro modo de vida, sin nuestro consentimiento y sin que seamos conscientes de lo que nos está sucediendo. El objetivo último sería extirpar por completo el sentido de «identidad» del ser humano, para que fuese fácilmente manipulable. Sin embargo, para poder cambiar la conducta de los seres humanos, es necesario forzar un cambio de la imagen que tiene el ser humano de sí mismo, así como del concepto de lo que somos. Así pues, los controladores de la mente tienen que buscar una imagen del hombre que resulte apropiada para la nueva era que se desea implantar. Luego hay que sintetizar esta nueva imagen y conectarla al cerebro de los seres humanos. Un gobierno del nuevo tipo de régimen totalitario se desea que proceda de un centro omnipresente, al que podríamos denominar como Nuevo Gobierno Mundial . En este nuevo movimiento totalitario su fuerza directriz omnipresente se comunicaría por medio de la modificación de la conducta y el cambio de identidad, que serían los aspectos dominantes del nuevo sistema. El terror psicológico sería una parte importante del nuevo totalitarismo. Se trata de un método de gobierno mucho más eficaz que el terror por la fuerza, que expone al sistema a una mayor resistencia. Tener a la mayoría de la población en un estado continuo de ansiedad interior funciona para los objetivos totalitarios, ya que se obliga a las personas a que estén demasiado ocupadas en asegurarse su propia supervivencia o a competir por ella, en lugar de colaborar en la construcción de una reacción eficaz contra el totalitarismo. Esta estrategia lleva la firma de Tavistock. El truco está en mantener a la población mundial en un permanente estado de inestabilidad a través de continuas debacles económicas, decretos de comercio transnacional, etc… Las poblaciones se han visto sometidas al flujo constante de crisis económicas y medioambientales, creando la necesaria inseguridad para dejar a las mayorías sociales paralizadas por un terror de baja intensidad. Una condición necesaria para que un movimiento totalitario siga avanzando es tener a la población en perpetuo desequilibrio. El poder total mundial no es capaz de concebir límites para sí mismo. Nos encontramos en una encrucijada vital. Y del camino que tomemos dependerá que vivamos como seres libres o como esclavos subyugados y deshumanizados. Pero estamos asistiendo al esfuerzo aunado de personas muy poderosas y que tienen a las mentes más brillantes a su servicio, y que están conspirando contra nosotros con el fin de controlarnos. Pero la libertad estimula el alma humana, mientras que el miedo la paraliza.

El control mental es un conjunto de técnicas encaminadas a la modificación de los procesos mentales de los individuos. Puede emplearse con fines diversos, desde la superación de las habilidades mentales a través del dominio de la mente, pasando por la sanación de problemas mentales, hasta un uso perverso consistente en la manipulación de las mentes de las personas. El deseo de controlar totalmente a las personas es muy antiguo y cualquier dictadura, régimen autoritario o monarquía despótica siempre han tratado de que sus ciudadanos o súbditos tuviesen las mismas ideas y actitudes, especialmente hacia sus dirigentes. Para este fin se ha utilizado desde hace mucho tiempo la propaganda y la represión. Estas acciones no pueden acabar con las ideas díscolas en la totalidad de la población, pero si evitar que se manifiesten abiertamente, al menos durante algún tiempo. Para lograr acabar con las ideas de algunas personas concretas se ha recurrido a la tortura, que en muchas ocasiones se limitaba a extraer aparentes confesiones, como en el caso de la Inquisición y distintas organizaciones represoras, como la Checa, la primera de las organizaciones de inteligencia política y militar soviética, creada el 20 de diciembre de 1917 por Feliks Dzerzhinski, revolucionario comunista soviético de origen polaco. La Checa soviética sucedió a la antigua Ojrana zarista, cuya organización interna emuló. Estas organizaciones represoras descubrieron que con técnicas desorientadoras, frío, mala alimentación y presión constante podían implantar en sus torturados cualquier idea que quisieran, a fin de que después declararan esta idea implantada ante jueces y tribunales. En esto los soviéticos se convirtieron en auténticos expertos e incluso fueron denunciados por Amnistía Internacional en informes sobre la utilización de la medicina para la tortura, entre otros medios. A todas estas técnicas se las suele englobar dentro del término conocido como lavado de cerebro.

El problema del lavado de cerebro estribaba en que cuando cesaba la violencia, el miedo o la presencia de la persona que amenazaba, las ideas implantadas también desaparecía y eran sustituidas con rapidez por las ideas previas a la tortura. Por tanto, desde el mismo momento casi que comenzó la tortura como método de represión, se percibió la poca vigencia temporal de esta técnica y la necesidad de conseguir otras más persistentes en el tiempo. Por otra parte la tortura produce graves secuelas psicológicas en el propio torturador, empezando por el rechazo social que sufrían los funcionarios del estado encargados de ejecutar y también de torturar, que además sufrían todo tipo de miedos, remordimientos y depresiones por tener que infligir dolor y sufrimiento a personas contra las que en el fondo no tenían nada en contra. Existen muy pocos informes sobre el entrenamiento de torturadores, por ser un auténtico secreto de estado; pero Amnistía Internacional sí tuvo acceso a uno realizado por la dictadura griega en la que se veía que para mantener un cuerpo de torturadores estable era necesarios buscar gente del medio rural que no desearan llevar esa vida, asegurarles trabajo en ciudades, ofrecer grandes sueldos y reforzarles constantemente la importancia de su misión para la patria, el peligro que corren si dejan de torturar y la maldad de las personas que deben torturar. Pese a todo, en actos como la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica, se comprobó que muchos torturadores estaban profundamente arrepentidos y dolidos por sus acciones. Estos ejemplos muestran que el lavado de cerebro no está al alcance de todas las organizaciones y cuesta muchos esfuerzos mantenerlo.

El control metal absoluto para muchos es una teoría, que quizás se pueda hacer realidad en un futuro no tan lejano. Pero eso es lo que quieren que pensemos, ya que esta tecnología ya se ha inventado hace unos cuantos años. Pero, que es el control mental como tal sino un conjunto de técnicas encaminadas a la modificación de los procesos mentales de los individuos. En pocas palabras, el gran sueño de los muchos gobiernos. El deseo de controlar totalmente a las personas se remonta a la antigüedad y cualquier dictadura, régimen autoritario o monarquía autoritaria siempre han tratado de que sus súbditos tengan las mismas ideas y actitudes, favorables hacia sus líderes. Para ello se ha utilizado desde muy antiguo la propaganda y la represión de organizaciones y sus cabecillas. El control mental o lavado de cerebro lo estamos viviendo todos nosotros cuando los gobiernos, o la élite que los sostiene, mantienen un control total de los medios de comunicación, de la propaganda y del sistema de educación. El problema del lavado de cerebro por los métodos mencionados anteriormente, desde la tortura hasta las propagandas, los programas de televisión, las noticias, los discursos, etc., es que no tan eficaces, ya que, tal como ya hemos dicho, cuando cese la violencia o la tortura, las ideas implantadas también desaparecen y son sustituidas rápidamente por las iníciales. La principal consecuencia de un proceso de control mental exitoso es la implantación de la personalidad deseada sobre la personalidad anterior, pero la personalidad inicial nunca es destruida y terminará por imponerse si se dan las condiciones adecuadas. Pero es difícil desprogramar a personas que no tienen una clara personalidad anterior que recuperar, porque no existiera todavía, como en el caso de niños, o porque en un lapso de tiempo largo ha sido olvidada.

Si habéis visto la serie de películas sobre Jason Bourne, protagonizadas por Matt Damon, sabréis que trata de un tipo de superespía que está investigando su pasado difuso y que trata de reconstruir la memoria de las actividades asesinas que ha llevado a cabo. La amnesia de Bourne siempre ha sido central en la historia del personaje. En su pasado estuvo involucrado en operaciones encubiertas, pero actualmente está tratando de eludir a las autoridades y descubrir exactamente cómo la CIA lo manipulaba. Pero aunque es ficción, está basada en hechos reales. En efecto, la CIA experimentó ampliamente con el lavado de cerebro durante las décadas de 1950 y 1960, empleando técnicas que podrían incitar a alguien a matar, sin tener ningún recuerdo posterior de lo realizado. Con el nombre clave MK Ultra, se llevóa a cabo un programa secreto en que participaron unas 149 personas, muchos de ellos involuntariamente, incluyendo un paciente mental de Kentucky que fue dosificado con LSD durante 179 días. MK Ultra fue lanzado oficialmente en 1953, oficialmente para desarrollar mejores técnicas de interrogatorio, pero realmente para explorar la posibilidad de crear asesinos programables. La CIA también se planteó la posibilidad de efectuar control mental sobre líderes extranjeros hostiles, como Fidel Castro. Unas 44 universidades, 12 hospitales y tres prisiones aportaron los conejillos de indias y también su ayuda técnica, aunque muchos de ellos aparentemente no eran conscientes de que estaban trabajando para la CIA. La agencia de espionaje varias veces financió el trabajo a través de donaciones anónimas que las organizaciones creían que venían de particulares. Las instituciones “actuaron de buena fe y con la creencia de que estaban ayudando a su gobierno“, según un informe del Senado de 1977. Entonces, ¿hubo personas que realmente fueron sometidos a lavado de cerebro al estilo del personaje Jason Bourne? Muchos de los documentos relacionados con MK Ultra fueron destruidos en 1973 por órdenes de la CIA, pero algunos no fueron destruidos y salieron a la luz a finales de la década de 1970.

Un documento de 1954 relata perturbadores detalles sobre un experimento en el que fueron hipnotizados dos mujeres. Cuando la primera mujer estaba dormida bajo hipnosis, la otra mujer recibió la orden de disparar contra ella. Esta otra mujer, también en trance hipnótico, recogió una pistola, intencionalmente sin balas, apuntó a la otra mujer y apretó el gatillo antes de caer en un sueño profundo. Al despertar ambas mujeres, ninguna de las dos recordaba nada acerca de los hechos acaecidos. En otra ocasión, una mujer hipnotizada se le dijo que esperara por un teléfono para recibir una llamada. La persona en el otro extremo podría mencionar una palabra en código en el curso de una conversación normal, haciendo que la mujer pasara a un estado de trance hipnótico indetectable. La mujer iría entonces a un determinado lugar y colocaría un dispositivo incendiario escondida en un maletín. Un hipnotizador de la CIA confesó en 1951 que había utilizado sus poderes para inducir “a mujeres jóvenes a mantener relaciones sexuales con él“. En 1952, otro especialista dijo que con el entrenamiento adecuado, a determinadas personas se les podía inducir a hacer cualquier cosa, incluyendo el asesinato. El programa de MK Ultra fue limitado en su alcance a finales de la década de 1960 y oficialmente se terminó en 1973. Pero todo parece indicar que continuó con otro nombre y de una manera aún más secreta. El hombre que presidió el programa, Sidney Gottlieb, controvertido asesor científico y jefe de la División de Servicios Técnicos de la CIA dijo en 1972, poco antes de su retiro, que los experimentos habían sido inútiles, cosa poco creíble. Una famosa y cínica frase suya dice: “Han dicho de mí que jugaba a ser Dios, y eso es una barbaridad. Me limitaba a utilizar los dones que el Altísimo me había concedido para intentar defender unas convicciones que sigo manteniendo: creo que Estados Unidos tiene derecho a defenderse por todos los medios posibles“.

El control mental por medio de los métodos antes descritos tiene muchas grietas a pesar de haber dado y seguir dando grandes resultados a quienes lo utilizan. Pero la élite que gobierna el mundo no se conformaría con estos métodos, ya que la gente puede reaccionar en contra en cualquier momento. En efecto, determinados gobiernos no se conformaron con los anteriores métodos, ya que querían otros aún más efectivos. Y llegaron a la conclusión que la única forma de lograrlo era por medio de la tecnología, para así tener el control absoluto de nuestras mentes. Estos proyectos se basaron en grandes inversiones en espera de grandes resultados. En el año 1968 el Dr. José Manuel Rodríguez Delgado, profesor e investigador español de Fisiología, impacto al mundo, cuando realizo un experimento sobre el control mental para inhabilitar en los animales emociones como la rabia. Para ello  el Dr. Rodríguez Delgado implantó un microchip en el cerebro de un toro de lidia. El doctor español, para demostrar la veracidad de su experimento, desafió al toro en la plaza de toros de Córdova, contando solo con un control remoto que podía enviar señales al cerebro del animal. La idea era enviar dichas señales justo en el momento que el animal fuese a arremeter contra él. El doctor Rodríguez Delgado consiguió detener al animal en todos sus intentos de ataque gracias a este microchip. Hay rumores que dicen que el doctor Rodríguez Delgado implementó ilegalmente este tipo de microchip en cerebros de personas que padecían epilepsia. Segú el doctor, dichas personas, en el momento de sentir que les venía un ataque epiléptico, activaban el microchip por control remoto y su ataque epiléptico era controlado. Cabe remarcar que el Dr. Rodríguez Delgado estuvo vinculado a la CIA, donde colaboró en proyectos de control mental durante la época de la Guerra Fría con la URSS. Lo que parece evidente es que se realizan pruebas militares e investigaciones de inteligencia desde hace tiempo para ejercer sobre nosotros, los seres humanos, un control mental absoluto.

¿Cómo va la evolución del control mental absoluto? Y, ¿qué papel juegan la neurociencia y la nanotecnología en este proceso de control mental?. Los implantes cerebrales se considera que serán los mejores métodos para poder obtener el control absoluto de las masas. Esta ciencia que envuelve la mente dispone de importantes dispositivos neuronales a nano escala y su impacto puede ser tremendo. Estas nuevas técnicas a nano escala desde la década de1960 hasta la actualidad, gracias a la neurociencia han llegado a una gran perfección. Esta Parece como si esta élite que nos gobierna pudiesen llegar a ser capaces de leer nuestros pensamientos, de ver a través de nuestros ojos y hasta de mantener una conversación basada en nuestros pensamientos. El alcance es tan grande que pueden estimular nuestras mentes mediante imágenes o películas. El uso de la nanotecnología, en que un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro y se necesita un microscopio para verlo, permite que se puedan descodificar los neurotransmisores en nuestro cerebro y se puedan comunicar con nuestra mente. La neurociencia ya avanzo de una forma extraordinaria, cruzando el límite de lo aparentemente imposible en la ciencia. Y ahora se desarrolla como parte de los programas de  seguridad en todo nuestro planeta. En el año 2011 la CNN escribió un artículo indicando que en pocos años tendríamos implantados chips en nuestros cerebros, capaces de modificar nuestra conducta. Muy pocas son las personas que son conscientes de los avances tecnológicos de la interacción de la mente con las computadoras, pero esto se está desarrollando actualmente y no es ficción. Con esta tecnología se podrá hackear nuestra memoria y nos podrán insertar falsos recuerdos.

Se efectuó un experimento en que se implantaron recuerdos falsos a 300 estudiantes. Aunque ellos estaban al corriente del experimento, siempre creyeron que estos recuerdos falsos eran verdaderos. Hay diversos colegios y universidades norteamericanos que tienen firmados contratos de investigación con el Pentágono en esta área, como la Universidad de California o el Instituto de Tecnología de California, entre otros. Basándose en el conocido silicio, el elemento esencial de los circuitos electrónicos, investigadores europeos y chinos han creado un dispositivo fotónico cuántico a gran escala que puede entrelazar fotones con niveles increíbles de precisión. Hasta ahora este tipo de tecnología cuántica controlable solo se había conseguido a pequeña escala, por lo que este avance abre el camino a la fabricación masiva de componentes para los futuros ordenadores ópticos cuánticos. La fotónica cuántica integrada permite el guiado y control de partículas de luz individuales con una muy alta estabilidad y precisión, sin embargo, hasta la fecha se ha limitado a demostraciones a pequeña escala en las que solo un número pequeño de componentes están integrados en un chip. Debido a esto, los científicos tratan de mejorar los circuitos fotónicos integrados para así aumentar la complejidad y el poder computacional de tecnologías de procesamiento de información cuántica, los cuales facilitarán la creación de muchas aplicaciones revolucionarias. Este chip fotónico podría establecer un enlace directo con una súper computadora y el subconsciente del ser humano, que sabemos realiza cientos de miles de cálculos en el cerebro cada segundo. También podrían acceder a nuestro subconsciente y llenarlo de pensamientos o recuerdos falsos. Estamos hablando de una tecnología muy sofisticada, más propia de la ciencia-ficción, que desgraciadamente no se utilizaría en beneficio del ser humano, ya que solamente está disponible para uso militar y para las agencias de inteligencia. Recientemente, mientras era Presidente, Obama anunció un proyecto para examinar cómo funciona el cerebro humano y construir un mapa de su actividad. Llegará un día en que se podrá crear un cerebro artificial con tanta capacidad de inteligencia que podrá tomar decisiones cruciales para la raza humana.

Nos podrán programar para manipular nuestras emociones. La vigilancia remota neuronal es ya una tecnología en uso en diversos países, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Francia. Ello les permitirá ver a través de nuestros ojos o percibir nuestros pensamientos en tiempo real. La vigilancia remota neuronal permite un enlace de nuestro cerebro con las computadoras. Los chips que lo posibilitan pueden ser programados para inducir sensaciones de falsa felicidad en los ciudadanos. Hoy en día pueden inyectarnos en nuestra sangre, a través de una vacunación en masa, un nanochip, que a través del torrente sanguíneo, pase al cerebro para fijarse a una frecuencia determinada. Posteriormente, de la misma manera, nos podrán inyectar diversos nanorobots a través de la sangre, para que estemos permanentemente conectados. Con ello se podrán grabar, descargar, transferir o modificar recuerdos entre mente y computadoras a través del chip implantado. Esto es un paso hacia un control mental absoluto. La Telepatía Sintética es un concepto en desarrollo. La idea principal es aprovechar la telepatía a la ciencia, mediante el análisis de la actividad muscular relacionada con el cerebro a la hora de tener un pensamiento. Existen varios proyectos que están enfocados en desarrollar técnicas prácticas para poder aprovechar este concepto. La telepatía sintética, a pesar de ser una tecnología que aún no se ha podido desarrollar completamente, es un tema de gran interés desde hace varios años. En el centro médico de la universidad de Duke se han implantado quirúrgicamente electrodos en el cerebro de primates. Estos primates fueron posteriormente entrenados para mover brazos robóticos con el pensamiento. En colaboración con el MIT(Instituto Tecnológico de Massachusetts) los brazos fueron colocados en esta institución logrando así un control mental a cientos de kilómetros de distancia. Con la Telepatía Sintética podrían leer nuestros pensamientos y podríamos comunicarnos solamente con el pensamiento. Podría ser algo genial si no fuese por el gran peligro que se utilice para controlarnos.

Mientras más se investiga el tema del control mental, más se llega a la conclusión de que se ha estado implementando desde hace tiempo con el perverso objetivo de transformar a la raza humana en algún tipo de zombis. Desde que se busca ejercer el poder sobre las masas, aquéllos que estudian el comportamiento humano para someter la población a la voluntad de una pequeña élite, se han servido del control mental. Hoy hemos ingresado en una peligrosa fase en la que el control mental ha tomado una dimensión científica y tecnológica que amenaza con llevarnos a un estado permanente de dictadura tecnocrática a escala mundial.  El control mental es tanto tecnológico como psicológico. El área de la educación ha sido un elemento principal para las dictaduras a través de la historia. La ensayista de derechas Charlotte Iserbyt, en su libro The Deliberate Dumbing Down of America (El atontamiento deliberado de América), describe el plan de las instituciones globalizadoras en delinear un futuro en que robots serviles estén al servicio de la élite. En el campo de la publicidad y propaganda se cita a Edward Bernays, publicista, periodista e inventor de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas, como el inventor de la cultura consumista que fue diseñada principalmente a fin de transformar el deseo en una necesidad. Bernays también señaló en su libro de 1928, Propaganda, que la “propaganda es la rama ejecutiva del gobierno invisible“. La creciente consolidación de los medios ha permitido que toda su estructura se alinee con los gobiernos. La prensa, el cine, la televisión y las noticias pueden ahora integrar un mensaje conjunto que parece verdadero porque proviene de varias fuentes. Cuando uno se sintoniza para escuchar el mensaje principal, lo podrá ver en todos los medios. Y todo esto sin mencionar los mensajes subliminales. Muchos todavía niegan que la programación predictiva sea real. Pero basta con examinar toda la documentación recopilada por Alan Watt, un teórico de la conspiración escocés – canadiense, la cual demuestra que no se puede llegar a otra conclusión. La programación predictiva es una forma sutil de condicionamiento de la sociedad, que se practica desde cualquier medio de comunicación influyente, el cual hace uso de una propaganda bien elaborada para lograr entrar en la mente humana hasta instaurarse en el subconsciente, de modo que con el tiempo y a base de estrategias de repetición de aquello que se quiera fijar en la mente, se termine familiarizando al receptor con lo que sea que se quiera inculcar. La programación predictiva se originó en Hollywood, donde la pantalla gigante puede ofrecer una visión de hacia dónde se quiere que se dirija la sociedad.

La estrategia siempre es la misma: divide y vencerás. Las técnicas consisten en inhibir la tendencia natural de la gente a cooperar y enseñarles a formar equipos para dominar y ganar. En los Estados Unidos de hoy día se producen protestas porque una celebridad deportiva deja una determinada ciudad, pero los problemas humanos básicos, tales como la libertad, son obviados, al considerarlos insignificantes. Según algunos analistas, distintos aditivos e ingredientes en los alimentos, que tienen cierto nivel de toxicidad, son utilizados para alterar la química cerebral y, con ello, generar docilidad y apatía. En el tema de las drogas puede tratarse de cualquier sustancia adictiva, ya que la misión de quienes quieren controlar las mentes humanas es asegurarse de que seamos adictos a algo. Una gran arma en la agenda del control mental es la psiquiatría, que pretende definir a las personas según sus trastornos, en contraposición a su potencial. Esto fue pronosticado en libros como Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley, miembro del Instituto Tavistock. El uso de drogas nerviosas en los ejércitos condujo a cifras récord de suicidios. Y lo peor de todo, hay informes que dicen que más del 25% de los niños estadounidenses están bajo medicación psiquiátrica. Es larga la historia de los ejércitos como conejillos de indias para el control mental. La mentalidad militar sea quizás la más manipulable, ya que quienes hacen carrera militar generalmente se sienten atraídos por las estructuras jerárquicas, el control, y la necesidad de total obediencia ante las ordenes para una determinada misión. Una reciente historia resaltó los planes de DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa norteamericana, para implantar unos cascos para la estimulación magnética transcraneal, un medio de control mental, a fin de mantener en tensión permanente a los militares cuando estén en actividades bélicas. Otra técnica que es utilizada es el espectro electromagnético. En efecto, una verdadera red electromagnética nos envuelve a todos. Mediante una serie de modernos dispositivos se puede producir un impacto directo en la función cerebral. Hay referencias de que se estuvo investigando con un casco que podía inducir visiones que alteraban el campo electromagnético del cerebro. La actual tupida red electromagnética nos ha envuelto de ondas que presentan el potencial de alterar la mente. Por otro lado, las potentes antenas de telefonía móvil ahora están disponibles para que los controladores mentales puedan efectuar una intervención más directa en nuestras mentes.

La velocidad media de un parpadeo ocular es de 300 a 400 milisegundos. Sin embargo, estímulos externos pueden contribuir a modificarla. Las pruebas de velocidad de parpadeo muestran que las ondas alfa del cerebro se alteran, produciendo una forma de hipnosis. Y las luces de la televisión o una pantalla de ordenador pueden transmitir información codificada de Internet, al centellear más rápido de lo que el ojo puede captar. El centelleo de la computadora es menor que el parpadeo humano, pero a través de videojuegos, redes sociales, y la sobrecarga del cerebro con información, el veloz ritmo de la comunicación actual inducen un estado de Trastorno por Déficit de la Atención (ADHD). Un estudio sobre los videojuegos reveló que jugar durante períodos prolongados de tiempo puede implicar un menor flujo de sangre hacia el cerebro, alterando el control emocional de la persona que juega. Pero aún peor, algunos juegos de rol en escenarios bélicos o violentos desensibilizan la conexión con la realidad. Viniendo desde la ciencia ficción, los nanobots, máquinas o robots cuyos componentes están o son cercanos a escala nanométrica, están en camino. La modificación directa del cerebro humano mediante nanobots ya ha sido titulada como neuroingeniería. Una amplia gama de técnicas de control mental vienen como consecuencia de la inversión del gobierno estadounidense en el Proyecto Brain y la equivalente europea, el Proyecto Human Brain. Miles de millones de dólares han sido invertidos tratando de descifrar el funcionamiento de nuestro cerebro y en cómo modificarlo. Se están creando los dispositivos para una interfaz cerebro-ordenador, con la posibilidad de implantar y borrar recuerdos, así como el acceso directo descargando o recargando el contenido de nuestro cerebro. A pesar de todo esto, se afirma en ciertos medios esotéricos que el cerebro no es la conciencia y, por lo tanto, siempre hay una protección, como parecen demostrar las experiencias cercanas a la muerte, por lo que la mente consciente podría frustrar los ataques externos. No obstante, algunos neurocientíficos afirman haber encontrado una prueba de que la conciencia depende completamente de la estructura del cerebro. De hecho, afirman que puede ser identificada como un interruptor de encendido/apagado que puede influenciado por estimulación eléctrica, cerrando así la conciencia.

Después de descubrir la doble hélice del ADN, el biólogo y neurocientífico Francis Crick dedicó buena parte de su trabajo a investigar cómo se forma la conciencia en el ser humano. Junto con Christof Koch, Crick desarrolló la hipótesis de que el claustrum, una delgada banda de células debajo del neocórtex, juega un papel preponderante. Koch y Crick creen que el claustrum es el director de orquesta de la conciencia. Una serie de neuroimágenes muestran que el claustrum es el equivalente a una central donde se cruzan la mayoría de las regiones del cerebro enviando señales. El claustrum “podría servir como un integrador de señales eléctricas entrecruzadas, si es que toda la información puede ser añadida libremente a esta estructura” afirma Koch. Una definición de la conciencia es justamente aquello que integra la enorme cantidad de percepciones y estímulos dispares que conforman la realidad y los hace un todo coherente. Crick desarrolló junto con James Watson su teoría de la doble hélice del ADN basándose en la idea de que la estructura revela función. Aplicando esto, la estructura del claustrum parece indicar que tiene una función importante ligada a la conciencia. Algo que, debido a la posición del claustrum y a otros factores, es difícil de probar. Koch cita un estudio reciente liderado por Mohamad Koubeissi, profesor de neurología de la Universidad de George Washington. En este estudio se notó que al estimular eléctricamente un solo sitio del cerebro con una cantidad de corriente bastante elevada, los 10 sujetos a los que se aplicó el estímulo dejaron de responder a una serie de comandos y suspendieron sus actividades. Cuando el estímulo dejó de aplicarse la “conciencia” regresó inmediatamente, sin que los pacientes recordaran lo que había sucedido mientras se les estimuló eléctricamente. En décadas de estimulación del cerebro superior, nunca se había reportado el cese abrupto y posterior reactivación de la conciencia. Los investigadores mencionaron la posibilidad de que esto se debiera al claustrum. Aunque este estudio no es evidencia sustantiva a favor de la hipótesis de Crick y Koch, es una importante motivación para realizar nuevos experimentos y ponerla a prueba. Quizás en los próximos años podamos comprobar que la conciencia es un fenómeno generado en su totalidad por el cerebro, o este principio materialista seguirá eludiendo las múltiples tentativas de ubicar la conciencia que lleva a cabo la ciencia. Tal vez la conciencia no se deja definir y ubicar porque posiblemente está en todas partes y ninguna, y surge de la interacción entre todos los componentes de la mente, pero de ninguno en específico.

Koubeissi piensa que los resultados sugieren de hecho que la región del claustrum desempeña un papel fundamental en el desencadenamiento de la experiencia consciente. Koubeissi dice que: “No se podría equiparar a un coche. Un coche en la carretera tiene muchas partes que facilitan su movimiento – el gas, la transmisión, el motor – pero sólo hay un lugar donde se gira la llave y todo se enciende y trabaja conjuntamente. Así, mientras la conciencia es un proceso complicado creado a través de muchas estructuras y redes – es posible que hayamos encontrado la clave“. Anil K Seth, profesor británico de neurociencia cognitiva y computacional en la Universidad de Sussex, pide prudencia sobre sacar conclusiones de pacientes que ya tenían una deficiencia orgánica, como la epilépsia. Sin embargo, el claustrum era el área exacta que Francis Crick y su colega Christof Koch habían referenciado en el 2005. Koch resumió la importancia de tales hallazgos.  “En última instancia, si sabemos cómo se crea la conciencia y qué partes del cerebro están involucradas entonces podemos entender quién la tiene y quién no“. La importante pregunta que nos podemos hacer es si los robots la tienen, así como los animales.  Este estudio es de gran importancia para el futuro de los seres humanos, pero es sólo un paso en la comprensión de la conciencia. Si fuese así, la conciencia, al igual que una máquina, podría ser construida o destruida físicamente. Otros analistas, como el periodista investigador estadounidense Jon Rappoport, ven una falacia en ello, ya que asumen que están tratando de demostrar que el asiento de la conciencia está en algún lugar en el cerebro, por lo que no podría ser no material. Y sin embargo, un amplio cuerpo de investigación científica y espiritual sobre las frecuencias, la holográfica, el quantum, la naturaleza multidimensional del universo, etc., parece sugerir que la conciencia humana es casi seguro que no es algo exclusivamente material: Como los científicos siguen profundizando en el funcionamiento de lo que suponen es una máquina física, reduciéndonos a partes cada vez más pequeñas, están reconociendo que hay algo “especial” que hace que todo funcione. Si ese conductor está operando desde dentro del cerebro, entonces se podría modificar través del control mental directo. Si la conciencia viniese de fuera del cerebro, sería libre para actuar y comunicarse sin limitación de tiempo y espacio, por lo que podría hacer frente a los intentos de control absoluto por parte de los tecnócratas. Pero lo que es evidente es que estamos ante un esfuerzo concertado por predecir el comportamiento humano, con el objetivo de que los científicos sociales y la élite que nos gobierna puedan controlar a las masas y protegerse a sí mismos de las personas completamente conscientes.

La próxima vez que alguien diga que cree oír voces en su cabeza, habría que prestarles atención. Es posible que no se trate de una imaginación desbordada ni del fuerte estrés tan habitual actualmente. También es posible que no se trate de algún tipo de posesión diabólica. Es posible que las misteriosas voces sean reales. En realidad, la capacidad para introducir voces ajenas en la mente de otros no es exclusiva de la ciencia ficción, sino que la tecnología necesaria para llevarlo a cabo está disponible desde hace más de medio siglo. El efecto auditivo por microondas, también conocido como efecto de audición de microondas o efecto Frey, consta de clics inducidos por frecuencias de microondas pulsadas/moduladas. Los clics se generan directamente dentro de la cabeza humana sin necesidad de ningún dispositivo electrónico receptor. El efecto fue reportado primero por las personas que trabajaron, durante la II Guerra Mundial, en las proximidades de transpondedores de radar, un dispositivo capaz de ser detectado por los radares, emitiendo una señal característica que indica la posición en la pantalla del radar. Pero estos sonidos inducidos no son audibles para otras personas cercanas. Más tarde se descubrió el efecto auditivo de microondas, susceptibles de ser inducibles mediante menor longitud de onda del espectro electromagnético. Durante la guerra fría, el neurocientífico americano Allan H. Frey estudió este fenómeno y fue el primero en publicar información sobre la naturaleza de los efectos auditivos por microondas. La investigación de la NASA al respecto, en la década de 1970, mostró que este efecto se produce como resultado de la expansión térmica de las partes del oído humano alrededor de la cóclea, incluso con densidad de energía baja. Más tarde, se encontró que la señal modulada podía producir sonidos o palabras que parecían de origen intracranial. Esto fue estudiado para su posible uso en comunicaciones. Especialmente los Estados Unidos y la URSS estudiaron su uso en armas no letales. Los pulsos de microondas pueden ser escuchados por algunos trabajadores; el personal irradiado percibe sensaciones auditivas de clic o de zumbido.

La existencia de armas no letales que aprovechan el efecto auditivo por microondas parece haber sido clasificada como secreta en los Estados Unidos desde 1998, hasta la desclasificación del 6 de diciembre de 2006. La aplicación de la tecnología de audición de microondas podría facilitar la transmisión de una mensaje privado: “La audiencia de microondas puede ser útil al proporcionar una condición perjudicial para la persona no consciente de la tecnología. No sólo podría ser perjudicial para el sentido del oído, podría ser psicológicamente devastador si uno de repente escucha voces dentro de la cabeza“. El primer estadounidense en publicar sobre el efecto de la audiencia de microondas fue Allan H. Frey, en 1961. En sus experimentos, se descubrió que los sujetos podían escuchar la radiación de microondas adecuadamente pulsada, a una distancia de 100 metros desde el transmisor. Esto fue acompañado por efectos secundarios como mareos, dolores de cabeza, y una sensación de hormigueo. En 1973, los científicos Joseph Sharp and Mark Grove desarrollaron tecnologías de transmisión no receptiva inalámbrica de voz, formando parte de la Advanced Research Projects Agency en el Instituto de investigación Walter Reed del ejército norteamericano. El neuropsicólogo Dr. Don R. Justesen informó que Sharp y Grove eran capaces de oír, identificar y distinguir los dígitos entre 1 y 10. Justesen escribió en Microwaves and Behavior que, “los sonidos oídos no fueron diferentes a los emitidos por personas con laringes artificiales. La comunicación de palabras y de frases más complejas no fue intentada porque las densidades promediadas de energía necesaria para transmitir los mensajes más largos se dirigiría al límite actual de 10 mW/cm² de exposición segura“. Una patente de 1998 describe un dispositivo que puede ahuyentar a las aves de las turbinas de viento, aviones y otras instalaciones sensibles, a través de pulsos de energía de microondas. Usando frecuencias de 1 GHz a aproximadamente 40 GHz. el sistema de alerta genera pulsos de duración de milisegundos, que se presume puedan ser detectados por los sistemas auditivos de las aves. Se cree que esto puede causar que las aves esquiven el objeto protegido.

De hecho esta tecnología se ha utilizado en más de una ocasión para llevar a cabo operaciones encubiertas, mediante el control mental, ya que, mediante el manejo a distancia de una mente, deja a sus promotores libres de toda sospecha. Si alguien organiza un magnicidio, puede estar seguro que si detienen al asesino, éste pueda jurar que actuó de esa manera porque una voz en su cabeza así se lo ordenó. La gran novedad de todo esto es que ahora, además, parte de esa tecnología ha sido puesta a disposición de cierto público comprador, con la finalidad de obtener beneficios económicos u otros objetivos inconfesables. Un ejemplo de lo que se puede conseguir con esta tecnología es que permite orientar un determinado sonido para que lo escuche una persona que está ubicada en un área concreta y sólo esa persona- Si los caminantes cambiasen de calle y por tanto escapaban al haz sónico, dejarían de escuchar las palabras, pero mientras se mantuvieran en la zona no podían dejar de percibir el bucle sonoro, aunque no lo desearan. Hay una empresa, de Laboratorios de Investigación Holosonic, que ha desarrollado un aparato llamado Audio Spotlight, que emplea ondas “comprimidas” , básicamente ultrasonidos, para dirigirlas hacia el objetivo elegido, de manera que, a pesar de la distancia que les separe, llegan al individuo destinatario con total nitidez y sin que nadie a su alrededor pueda percibirlo. Joseph Pompei, presidente y fundador de Holosonic, insiste en que su invento sirve como soporte publicitario y opina que, aunque los consumidores tardarán un cierto tiempo en aceptar esta nueva tecnología, al final la querrán emplear para diversas ocupaciones, desde ver la televisión hasta escuchar música, siempre unipersonalmente, sin que lo escuchen las personas que están a su lado. Pero siempre hay el lado oscuro de estas tecnologías. Según informó la BBC, el asesino de la Ministra sueca de asuntos exteriores, Anna Lind, decía que la culpa fue a causa de voces en su cabeza, y que Jesús le incitaba a cometer el asesinato: Pero los medios de comunicación siguen ocultando que la tecnología responsable de producir voces en una mente humana existe desde hace varias décadas.

También existen teorías conspirativas donde algunas personas afirman sufrir alucinaciones o trastornos delirantes, afirmando que agentes gubernamentales les acosan electrónicamente mediante voces en su cabeza. Un coreano llamado Hui Cho, que asesinó a 32 personas en la Universidad de Virginia, se ha convertido en uno más de los misterios sin resolver de la larga historia de criminales sin ningún motivo aparente. El profesor de criminología de la Universidad de Florida, Charles Mesloh, se mostró sorprendido de que Cho “con sólo dos revólveres, fuera capaz de matar a toda esa gente. La única explicación que se me ocurre es que se acercó a esa gente y los ejecutó. Tuvo un nivel de acierto del 60%, algo inusual con ese tipo de revólver”. Los expertos coinciden en que Cho se comportó como un experto tirador cuando no era más que un estudiante. Además se vistió con ropas de comando y ejecutó su acción imitando a una película coreana de acción. Otro homicidio parecido fue el de los jóvenes Klebold y Harris, que asesinaron a 13 personas en el instituto Columbine el día que se cumplían 110 años del nacimiento de Hitler, en cuyo honor realizaron la masacre. También tenemos el suicidio colectivo en Waco de la secta davidiana en Tejas. Por otro lado, Timothy McVeigh vengaba la muerte de la secta davidiana de Waco con el atentado de Oklahoma, donde murieron 168 personas. Como los dos asesinos de Columbine, Hui Cho tomaba antidepresivos, cuyos efectos secundarios originan accesos violentos. Los asesinos de Robert Kennedy (Sirhan Sirhan), John Fitzgerald Kennedy (Lee Harvey Oswald) y de John Lennon (Robert Chapman) responden a un mismo perfil. Son personas que oían voces y estaban obsesionados con la figura de un personaje famoso. Sirhan Sirhan afirmó que no recordaba el asesinato de Robert Kennedy, únicamente su llegada al hotel Ambassador donde se produjeron los disparos. Después, su memoria se desvanece. Tal vez estos asesinos pudieron estar teledirigidos. La sombra del Proyecto MK-Ultra (Control mental Ultra) resurgió cuando algunas víctimas de este programa salieron a la luz en los Estados Unidos para denunciar cómo lavaron sus cerebros, fueron utilizados como esclavos sexuales, espías e, incluso, asesinos. Oficialmente, en 1974 la comisión Church acabó con estas prácticas pero todavía en los años noventa, Bill Clinton pidió perdón por su existencia: “miles de experimentos se llevaron a cabo en hospitales, universidades y bases militares en toda nuestra nación, inmorales, no solo para nuestros días sino para los estándares de cuando fueron realizados”.

Una de las instituciones donde se realizan estos experimentos es la Universidad de Virginia, en donde se llevan a cabo proyectos del DARPA (Agencia de investigación de proyectos avanzados de defensa), y donde curiosamente ocurrió la masacre provocada por Hui Cho,. En 1953, alarmados por el desarrollo de Rusia y Corea en el campo del control mental, la CIA decidió implementar un programa secreto de control mental fichando a decenas de científicos de la Alemania nazi, algunos de ellos experimentados en el control mental. Para ellos se ideo la operación Paperclip, que se refiere al nombre en clave de la operación realizada por el Servicio de Inteligencia de los Estados Unidos para extraer de Alemania científicos nazis especializados en las llamadas Armas Maravillosas del Tercer Reich, como cohetes, armas químicas y experimentación médica y psicológica, después del colapso del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El programa fue llevado adelante por la Agencia de Objetivos de Inteligencia (Joint Intelligence Objectives Agency), una institución dependiente del Departamento de Estado norteamericano creada con este objetivo, que fue disuelta en 1962. Oficialmente, el proyecto MK Ultra se extendió entre los años 1952 a 1965 e involucró a 185 científicos que llevaron a cabo 149 investigaciones secretas diferentes en 44 universidades e institutos, así como en 15 fundaciones y laboratorios, 12 hospitales y 3 penitenciarías. Su objetivo, como apareció en un documento del programa MK Ultra, de 1952, era nada menos que poder tomar control de un individuo, al punto de que éste hiciese lo que los controladores quisieran, en contra de la voluntad del individuo, así como también en contra de las leyes fundamentales de la naturaleza y la auto conservación. Pero la mayor parte de los documentos que prueban la existencia de este programa fueron destruidos por orden de Richard Helms, ex jefe de la CIA, cuando abandonó el cargo, en 1973. Aún así, algunos pudieron ser rescatados por la Comisión presidida por el senador demócrata Richard Church. En ellos se demuestra que la CIA realizó, entre otras barbaridades, experimentos con radiación sobre seres humanos. Una investigación posterior de la comisión Church constató que los conejillos de indias humanos no habían dado su pleno consentimiento para participar en esos ensayos, aunque la comisión exculpó sorprendentemente a la CIA de haberlos llevado a cabo.

Como consecuencia de las conclusiones de la Comisión Church, el presidente Gerald Ford llegó a prohibir expresamente la experimentación con drogas sin el consentimiento expreso del paciente. Los archivos sobre el programa MK Ultra, desclasificados en 1975, indican que en la década de 1950 comenzaron los ensayos con drogas como el LSD o la mescalina. El objetivo era averiguar cómo tomar el control de la mente de un ser humano y poder crear así un supersoldado. La CIA y el ejército norteamericano utilizaron las drogas con varios espías, para someterlos a la prueba de la verdad después de haberles suministrado LSD. El experimento trataba de comprobar si determinadas drogas podían hacer que los detenidos confesaran. Algunos militares norteamericanos llegaron a denunciar a la CIA y al ejército por estas prácticas, pero sin consecuencias. Por ejemplo, la CIA pagó a la familia de Frank Olson, químico al servicio del ejército, después de su muerte tras arrojarse, o ser arrojado, por una ventana. Olson trabajaba en el desarrollo de armas biológicas, como el ántrax, y era un personaje incómodo por sus críticas a dicho programa. Se extendió el rumor de que Sydney Gotlieb, jefe de MK Ultra en aquella época, colocó LSD en su bebida, lo que originó la paranoia que le llevó a un centro psiquiátrico y, posteriormente, a su posible suicidio. El documento que cerró el caso Olson fue firmado por unos jóvenes asesores de la Casa Blanca en el gabinete Ford, llamados Dick Cheney y Donald Rumsfeld, que tuvieron gran importancia en años posteriores. El Tribunal Militar de los Estados Unidos estableció un código basado en el juicio de Nuremberg contra algunos jerarcas nazis, en lo referente a la condena a los experimentos con seres humanos realizados por científicos alemanes. Pero desoyendo estos principios, oficiales de inteligencia norteamericanos comenzaron a efectuar experimentos biológicos y químicos sin preaviso a los participantes. Muchos de esos experimentos fueron justificados por consideraciones de seguridad nacional durante la guerra fría. Hoy se conoce la influencia que el LSD ejerció en la llamada cultura psicodélica, promovida por el psicólogo Timothy Leary y el escritor Ken Kesey, entre otros, pero sin que se publicitase su uso en el control mental de la población. En 1957 el doctor suizo Albert Hoffman, descubridor del famoso ácido lisérgico LSD, fue contactado por el botánico de origen francés, Roger Heim, para sintetizar algunos de los hongos mexicanos más psicoactivos. A ellos se uniría James Moore, de la universidad de Delaware y agente de la CIA. Este proyecto se utilizó para acabar con el movimiento hippie mediante la extensión del consumo del LSD entre toda una generación, un auténtico ejercicio multitudinario de control mental.

Teóricamente, en 1975, se cortó con este tipo de proyectos cuando el Senado norteamericano los prohibió, pero agentes de la CIA, como Víctor Marcheti o Miles Copeland, denunciaron posteriormente ante el Congreso que estas prácticas habían continuado en secreto. Se realizaron experimentos con drogadictos de raza negra a los que se les administraba grandes dosis de LSD, marihuana y mescalina, entre otras drogas. Estos experimentos fueron dirigidos por el doctor Harris Isabel, director de un área del Hospital Público de Kentucky. Después de la investigación con psicotrópicos, los esfuerzos de estos grupos de experimentadores, que estaban al servicio del gobierno norteamericano, se dirigieron a la integración de la electrónica en dichos experimentos. El doctor José Delgado, neurofisilogo y físico de la Universidad de Yale, estudió la introducción una sonda en el cerebro, mediante la cual se podría insertar determinadas emociones en la mente por medio de ondas FM, de frecuencia modulada. El doctor Delgado concluyó en sus estudios que el cerebro trabajaba con ondas y que tanto las emociones como la conducta, se podían crear o modificar artificialmente. En 1974, el Dr. J. F. Scapitz, científico que trabajaba para el Departamento de Defensa norteamericano, tuvo la idea de combinar los experimentos del MK-Ultra con las nuevas tecnologías de microondas y con la hipnosis. El Dr. Scapitz declaró públicamente que “se proyectará la palabra del hipnotizador mediante la energía electromagnética modulada, a las zonas subconscientes del cerebro del individuo”. El Dr. Ross Adey, de la Universidad de California, consiguió reducir el tamaño de los emisores insertados en el cerebro, que a través de las microondas podrían controlar las ondas cerebrales. Poco tiempo después, el Dr. Joseph Sharp, del Instituto de Investigaciones del Ejército norteamericano, logró transmitir palabras a través de microondas. Ubicado dentro de un flujo de ondas electromagnéticas, Sharp fue capaz de entender claramente las palabras que le había transmitido un compañero. Hace pocos años, la compañía Verisign comenzó a implantar chips en niños de Brasil y Méjico, con supuestos fines de seguridad ante posibles secuestros. Pero también algunas discotecas de Barcelona han comenzado a implantar chips a sus mejores clientes para que no tengan que llevar dinero no tarjetas de crédito. Les bastará con leer el código de barras e el chip del cliente. Evidentemente, una vez se tenga un chip implantado, la persona será fácilmente controlable y, en caso necesario, manipulable.

Y aquí damos un paso hacia el futuro. Elon Musk, CEO de las empresas Space X y Tesla, entre otras, ha anunciado que pronto se podrá conectar el cerebro humano con un ordenador. Elon Musk fundó Neuralink en 2017. El propósito de esta empresa es desarrollar un interfaz cerebro-maquina que interconecte a los humanos con los ordenadores, inicialmente en el caso de pacientes con parálisis. Pero en última instancia Neuralink aspira a lograr “la simbiosis con la inteligencia artificial“, en palabras de Musk. Neuralink dice haber conseguido una serie de avances que le permiten colocar implantes intracreneales con una alta potencia de computación. De momento Neuralink ha probado su interfaz con ratas de laboratorio, pero la compañía tiene previsto pedir autorización a la FDA, la agencia estadounidense que regula los medicamentos, para iniciar los primeros ensayos con humanos el año que viene, según anuncia Bloomberg. Esta conferencia ha sido la primera demostración pública de su trabajo, en la que mostró cómo su desarrollo registra la actividad cerebral de una rata mediante pequeños electrodos implantados quirúrgicamente en su cerebro. Este tipo de implantes intracraneales actualmente permiten controlar ordenadores y prótesis robotizadas, incluso sin necesidad de cirugía, directamente con la mente, mediante pensamientos. Además del interfaz, Neuralink mostró también el robot que se encargará de perforar agujeros de 8 mm en el cráneo de los pacientes con una broca de 24 micras. En esos agujeros se colocan después los electrodos que registran la actividad cerebral y envían la información al interfaz, que se coloca en la oreja del mismo modo que un audífono. De esta manera el interfaz de Neuralink permitirá que pacientes incapacitados puedan controlar ordenadores y smart phones directamente con la mente. Según el presidente de Neuralink, Max Hodak, aunque inicialmente la cirugía requiere anestesia general, en el futuro será suficiente con anestesia local gracias al uso de taladros láser, menos dolorosos.  Según Hodak, “taladraremos sin dolor con láser los orificios en el cráneo, colocaremos las roscas, taparemos el orificio con el sensor y el paciente se podrá ir a casa. Básicamente será una experiencia como la de la cirugía ocular con láser“. Volvemos a lo mismo, aparte de su uso beneficioso podrá utilizarse con otras finalidades perversas.

Unos 500 hospitales de los Estados Unidos han acordado implantar el  sistema de Identificación de Pacientes VeriMed, que consiste en un scanner de identificación de frecuencia de radio (RFID) operado a mano, un microchip RFID implantado, y una base de datos de pacientes segura, que está siendo utilizado para ayudar a identificar rápidamente y proveer acceso a importantes informaciones sobre salud de los pacientes participantes. Pero no obstante esta utilización beneficiosa, numerosos investigadores acusan a programas de control mental los sucesos acaecidos en Ruanda en los años noventa, en los que se habría utilizado el proyecto HAARP, que trabaja en el campo de las ondas electromagnéticas, para su uso en el campo del control mental, sustituyendo la capacidad racional por unas emociones salvajes generadas a través de ondas electromagnéticas. La película británica Hotel Ruanda explica una historia que se ambienta en la masacre civil ocurrida en 1994 en Ruanda y en las experiencias que un grupo de personas vivieron durante el genocidio de Ruanda. Otra película, El candidato Manchuria, reeditada como El mensajero del miedo, basa su guión en estos experimentos, situando la acción en la guerra de Irak, en donde se colocan unos implantes a unos soldados iraquíes, tras ser sometidos a unas torturas muy parecidas a las perpetradas en Abu Ghraib y Guantánamo. El nombre de Manchuria para el control mental proviene de 1952, cuando, tras haber empezado la guerra de Corea, pilotos estadounidenses capturados aparecían en público auto-inculpándose de crímenes de guerra. Los norteamericanos pensaron que estas confesiones habían sido obtenidas con las técnicas soviéticas de control mental, ya que en años anteriores también sucedió lo mismo con los procesos de Moscú. Los norteamericanos creían que los soviéticos habían conseguido un sistema de lavado de cerebro que convertía a la gente en un tipo de zombis. Creían que para conseguirlo combinaban la privación sensorial, drogas, aislamiento e hipnosis. También temían que dispusiesen de técnicas más avanzadas para controlar la mente, especialmente después de lo acontecido en la provincia china de Manchuria. En efecto, cuando los prisioneros de guerra americanos atravesaron Manchuria, experimentaron períodos en blanco en los que no recordaban nada de lo ocurrido. Se temía que las mentes de los prisioneros hubieran sido manipuladas, convirtiéndolos en armas contra los Estados Unidos.

Candy Jones, nacida bajo el nombre de Jessica Arline Wilcox, nació el 31 de diciembre de 1925 y murió el 18 de enero de 1990, fue una modelo, escritora y presentadora de un programa de entrevistas estadounidense. Afirmó que fue víctima de un experimento de control mental, descrito en el libro El control de Candy Jones, escrito por Donald Bain, escritor norteamericano que escribió más de 115 libros, entre ellos varios coescritos con Jessica Fletcher. Donald Bain relata numerosas horas de terapia grabadas por Candy y su marido, que revelan que fue sometida a un programa sistemático para crear diversas personalidades y alterarlas, pero de manera que no pudiera ser consciente de lo ocurrido. La información sólo podría ser obtenida en estado hipnótico. Candy había estado trabajando para la CIA y un médico, que había conocido durante la segunda guerra mundial, le había estado inoculando un tipo de supuesto medicamento . El asunto se conoció cuando Candy se casó con un mentalista llamado Long John Nebel que, visto el extraño comportamiento de su mujer, decidió someterla a una hipnosis. A lo largo de las sesiones, la personalidad oculta de Candy fue saliendo a la luz. Candy habría estado realizando labores para la CIA, que le había enseñado a manejar armas. A finales de los años noventa, comenzaron a salir a la luz supuestas víctimas del programa MK Ultra. Al frente de todas ellas destaca Cathy O’Brien, fundadora de la asociación de víctimas del proyecto MK Ultra y autora de los libros Trance Formation of America y Access Denied: For Reasons of National Security. Ayudada por su pareja, Mark Philips, ex agente de la CIA, Cathy recordó su pasado como víctima de abusos sexuales por parte de su padre, así como el haber sido obligada a ser esclava sexual de varios importantes personajes de la política y economía norteamericana. Asimismo fue víctima de técnicas de control mental.Según Cathy: “Cuando sufres abusos sexuales, se crea un trauma en tu mente. Para sobrellevarlo, la mente crea otra personalidad, de tal manera que se crea un desorden de identidad disociativo, comúnmente llamado múltiple personalidad”. Es en esa múltiple personalidad donde actúa MK Ultra.

O’Brien afirmaba haber participado en ceremonias satánicas organizadas por la élite del poder en el Bohemiam Grove, California, un club privado de hombres que cuenta con presidentes, militares, artistas y empresarios de Estados Unidos. Otro testimonio es el de Brice Taylor, también víctima de abusos sexuales desde pequeña en ceremonias satánicas, así como esclava sexual de varios personajes poderosos. Taylor fue secretaria personal de Henry Kisinger durante varias décadas, siendo utilizada como correo y espía por parte de este siniestro político, que parece era uno de los ideólogos de estos programas de manipulación y control mental. El perfil de niño secuestrado, que ha sufrido abusos sexuales en su infancia e inducido a cambios de comportamiento a través de las drogas se repite en todos los casos en que ha estado involucrado el proyecto MK Ultra. La famosa cantante norteamericana Joan Báez, que sufrió abuso infantil y técnicas de control mental en su infancia, canta una canción (Play Me Backwards), cuya letra retrata bastante bien en qué consisten los rituales satánicos a los que tuvo que asistir: “No tienes que reproducirme al revés, Para captar el significado de mi verso, No tienes que morir e ir al infierno, Para sentir la maldición del diablo. Bien pensaba que mi vida era una fotografía sobre la tarjeta de Navidad de la familia. Niños todos vestidos de botones y arcos, Y alineados en el jardín. ¿Eran los días de oro de la infancia, Tan líricos y cálidos?. O la imagen empezó a desvanecerse, en el día que nací. Que la noche comience, hay un estallido de piel, Y el torrente repentino de escarlata, Hay un niño pequeño montando en una cabeza de cabra, Y una niña pequeña que hace de la ramera. Hay un sacrificio en una iglesia vacía, De la dulce pequeña bebé Rosa, Y un hombre en una máscara de México, Está sacándome mis ropas. Los he visto encender las velas, Los he escuchado tocar el tambor, Y he gritado Mami, Mami, estoy frío como hielo, Y no tuve ningún lugar para correr. Así que estoy pagando por protección, Fumando fuera la verdad, Cazando recuerdos, Clavando la prueba. Me pararé ante tu altar, Y diré todo lo que sé, He venido a reclamar mi infancia, En la capilla de la bebé Rosa“.

Duncan O’Finionan fue seleccionado por la CIA por ser de origen cherokee, en la creencia de que estos pueblos tienen capacidades parapsicológicas, Secuestrado de niño, víctima de abusos sexuales y preparado para hacer de él un supersoldado, formó parte de un escuadrón de asesinos en la guerra de Vietnam. Confesó haber matado, como francotirador, a varias personalidades, entre ellas a un alto cargo de la CIA. En varias ocasiones aparecía en un lugar, sin recordar cómo había llegado hasta allí. O’Finionan afirmaba poseer facultades paranormales. El Proyecto Monarca se especializó en el análisis de disciplinas, como el vudú, el chamanismo y el satanismo, así como en la creación de nuevos cultos, como la iglesia de Satán en 1966. A su cargo la CIA colocó a Anthon Lavey, un estudiante de criminología en San Francisco, ex miembro de la policía de esa ciudad y de la Interpol. Su máximo colaborador era el agente de seguridad nacional (NSA), general Michael A. Aquino, especialista en guerra psicológica. En 1973, Aquino se convertiría en el máximo responsable de Operaciones Psicológicas Especiales norteamericana. Aquino opinaba que la psicología era la victoria en la guerra por controlar las mentes. Y asimismo consideraba que la gente podía ser dominada mediante un estado de terror psicológico. Aquino analizó las posibilidades del uso de ondas de baja frecuencia para el control de la mente, ya sea mediante emisores de radio, televisión o microondas consiguiendo, de esta manera, manipular los sentimientos y la mente de la población.  Posteriormente Aquino se separó de Levay, creando el Templo de Seth, influenciada por Heinrich Himmler, jefe de las SS nazis, del que Aquino era un seguidor, llegando a efectuar ceremonias con el uniforme de las SS. El Templo de Seth es realmente una escisión de la Iglesia de Satán con unos puntos de vista muy diferentes. El Templo fue consagrado en Santa Bárbara, California, durante el solsticio de verano de junio de 1975 por Michael Aquino, mediante un ritual de magia negra, que le fue inspirado a Aquino, según afirmó, mediante escritura automática y que reflejó en un texto sagrado titulado The Book of Coming Forth by Night. En el mismo, también se le encomendó a Aquino divulgar que el verdadero nombre del diablo es Seth, entidad que en el Antiguo Egipto representaba lo que no es bueno y las tinieblas, así como era el dios de la sequía y del desierto.

El nombre de Aquino apareció en temas de pederastia y de tráfico de drogas para financiar a la contra nicaragüense. Su Templo está dirigido por un consejo de 9 personas, dos de los cuales eran agentes de los servicios de inteligencia. Hasta hace poco, Aquino ocupaba un alto cargo en la NSA, junto con el general Black y el general Hayden, posteriormente director de la CIA. Cathy O’Brien acusó a Aquino de haber efectuado control mental, por medio de drogas, en alguno de los dos asesinos de la masacre de la Escuela Secundaria de Columbine. Un dato común en algunos de estos asesinos es su vinculación a cultos satánicos. La Familia Manson fue una secta establecida en California, a finales de 1960, dirigida por Charles Manson. Ganaron notoriedad nacional después del asesinato de la actriz Sharon Tate y otras cuatro personas, el 9 de agosto de 1969. Los miembros del grupo también fueron responsables de otra serie de asesinatos y agresiones. La familia Manson estuvo asociada a la Iglesia del Proceso del Juicio Final, ligada a la CIA, en Utah, antes de moverse a California y convertirse en la Fundación, para desencadenar la célebre matanza en la vivienda del director de cine y satanismo, Roman Polanski. La Iglesia del Proceso tuvo como adeptos a celebridades como Mick Jagger, de los Rolling Stones, el trompetista y compositor Miles Davis, o la cantante, compositora y actriz  Marianne Faithfull. Los miembros de la Iglesia del Proceso eran fans de los Beatles, de la Cienciologia, del filósofo alemán Nietzsche y de todo lo relacionado con lo oscuro. Uno de sus lugares de culto favoritos era la cafetería The Cavern, donde los Beatles dieron su primer concierto. Con el paso del tiempo esta cafetería pasó a denominarse The Satan’s Cavern. En dicho local los miembros de la Iglesia del Proceso, escuchaban y cantaban canciones de folk e himnos oscuros, además de celebrar Sabbaths, en un escenario donde predominaba las velas encendidas, el olor a incienso y grandes banderas con símbolos ocultistas como el macho cabrío dentro de un pentagrama.

En el juicio efectuado a la Iglesia del Proceso del Juicio Final, escisión de la Cienciología, se dieron cuenta de hasta 60 casos de abusos sexuales efectuados durante ceremonias satánicas. Los psicólogos obtuvieron del inconsciente de las víctimas recuerdos de haber sufrido abusos sexuales. Y hasta 45 miembros de la Iglesia del Proceso admitieron haber participado en sacrificios humanos. Todos ellos habían desarrollado múltiples personalidades. También aparecieron casos de incestos. En un nivel más profundo aparecieron los recuerdos de ver a personas herir o matar a otras personas. Algunos habían visto niños asesinados e, incluso, en un nivel más profundo, algunos reconocían haber asesinado a sus propios bebés. El nombre de Aquino apareció implicado en una red de pedofilia ligada a centros de menores, con conexiones en las altas esferas de la policía y el ejército, con el fin de utilizarlo como un medio para sobornar a políticos. La Iglesia de la Cienciología, fundada por Ron Hubbard, y la secta coreana Moon, o Iglesia de la Unificación, fundada por Sun Myung Moon, son otras de las sectas que, según algunos investigadores, están vinculadas a estos programas secretos. Los fundadores de ambas sectas fueron agentes de los servicios secretos, norteamericano y coreano, respectivamente. Sun Myung Moon fue curiosamente coronado Rey de la Paz, en presencia de 65 congresistas americanos y un centenar de embajadores. Christopher Story fue un escritor, editor y asesor del gobierno inglés, especializado en inteligencia y asuntos económicos, que fue conocido por su colaboración con el desertor de la KGB Anatoliy Golitsyn en el libro de 1995 The Perestroika Deception. Según Christopher Story, el programa Omega de control mental estaba ligado al Instituto Tavistock y a la Élite gobernante, y empleaba códigos para hacer que sus células durmientes operasen y cometiesen asesinatos. Las personas que han estado al frente de este programa han sido, según Christopher Story, Henry Kisinger, George Bush señor y Samuel Randall Pittman, que, según algunos investigadores, es el nombre que adoptó el Almirante Canaris, jefe de la inteligencia militar durante el nazismo y que oficialmente fue ahorcado durante la Operación Valquiria, el 20 de julio de 1944, contra los que conspiraron contra Hitler.

Había un decálogo coreano para un efectivo lavado de cerebro, que posteriormente adoptó la CIA. Se trataba de la destrucción de la identidad del individuo; la insinuación de su culpabilidad general; la incitación a la denuncia de sí mismo; la instauración de un clima de inseguridad; la clemencia aparente y la proposición de perdón; la incitación a confesarse; la insinuación de su culpabilidad; la autocrítica por deducción lógica de su culpabilidad; la armonización de los puntos de vista entre las dos posiciones, la real y la imaginaria; y la consecución del cambio del sujeto. Una de las prioridades de Mk Ultra era crear el espía perfecto, que no pudiera revelar información comprometedora aunque fuera torturado hasta la muerte, alguien que cumpliera con ciega eficacia cualquier orden con la que se le hubiera programado, incluido el asesinato. Se trataba de fabricar auténticos zombis humanos. En 1967 fue arrestado en Filipinas el puertorriqueño Luis Castillo, acusado de planear el asesinato del presidente – dictador Ferdinand Marcos. El caso fue objeto de análisis psiquiátricos por parte de la Oficina Nacional de Investigación filipina, que concluyeron que a Luís Castillo le habían inducido, mediante hipnotismo, al menos cuatro personalidades diferentes. En ocasiones decía ser el sargento Manuel Ángel Ramírez, del Mando Aéreo Estratégico en el sur de Vietnam. Presuntamente Ramírez era el hijo ilegítimo de un alto oficial de la CIA, que respondía a las iniciales A. D., probablemente correspondientes a Allen Dulles, director de la CIA. En otra de sus personalidades, Castillo aseguraba ser uno de los asesinos del presidente Kennedy. Posteriormente, en el transcurso de una sesión de hipnosis, declaró que la orden de llevar a cabo el magnicidio le había sido inducida mediante técnicas de control mental. En la historia contemporánea existen casos similares, como el de Sirhan Sirhan, supuesto asesino de Robert Kennedy, James Earl Ray, asesino de Martin Luther King, o Mark David Chapman, asesino de John Lennon. En este momento hace su aparición uno de los personajes más relevantes de toda esta sórdida historia, el psiquiatra norteamericano Louis Jolyon West. Durante la investigación del programa MK-Ultra West se hizo célebre al administrar una altísima dosis de LSD a un elefante del zoológico de Oklahoma, que murió como resultado de dicho experimento. La siguiente aparición del doctor West es, nada menos, que como psiquiatra de Jack Ruby, asesino de Lee Harvey Oswald, a su vez el supuesto asesino de Kennedy, antes de ser juzgado. El doctor West fue designado para tratar a Ruby después de que éste comenzara a decir que formaba parte de una conspiración para asesinar al presidente Kennedy. Tras diagnosticarle un desorden mental, lo puso en tratamiento a base de unas misteriosas pastillas cuya composición nunca reveló. Curiosamente, dos años después de comenzar el tratamiento, Ruby moría de cáncer en prisión. Evidentemente, el doctor West, posterior director de la Fundación del Síndrome de Memoria Falsa, no “tenía suerte” con sus remedios para sus pacientes, pero ello no parecía preocupar a sus jefes de la CIA.

Se ha hablado mucho del asesinato de John Lennon. Alguna de las teorías se basa en que Lennon fue asesinado dentro de un programa de control mental efectuado sobre su asesino, Mark David Chapman. Esta teoría sostiene que el asesino de Lennon fue programado por agentes del gobierno, activándolo mediante órdenes previamente implantadas en su mente, a fin de asesinar John Lennon, que fue miembro de los Beatles. Mark David Chapman asesinó a Lennon frente al edificio Dakota en Nueva York en 1980. Por otro lado, Chapman era un cristiano, supuestamente drogadicto, que abandonó la universidad. Asimismo era hijo de una madre que se había suicidado y de un guardia de seguridad. Evidentemente era la victima idónea para ponerlo bajo un experimento control mental. Además, poco antes del asesinato de Lennon, Chapman afirmo oír voces en su cabeza y pensó que él era el mismísimo diablo. “Alguien vive en mi cabeza y me ordena que haga cosas“, afirmó a su vez Tamerlán Tsarnáyev, uno de los acusados del atentado en la maratón de Boston. Creía que era objeto de control mental, según informe del periódico Boston Globe. Tamerlán, que murió por los disparos de los policías después del atentado, creía que era posible implantar personalidades múltiples en la mente humana. Según dijo a un amigo, una frase o un gesto podía activar esta personalidad y hacerla hacer diversas acciones. ¿No os suena a la película La maldición del escorpión de Jade, de Woody Allen? Tamerlán creía que alguien podría estarlo manipulando psíquicamente. También dijo que no quería hacer lo que le decía la voz en su cabeza e intentaba ignorarla, pero era difícil. Tamerlán también le dijo a su madre que en él vivían dos personalidades y que la voz se hacía cada vez más potente. Un conocido de Tamerlán comentó al Boston Globe que el mayor de los hermanos Tsarnáyev sufría una forma de esquizofrenia, a la cual podría haber contribuido el consumo de marihuana y posiblemente las heridas que había sufrido siendo boxeador. Anzor, el padre de los hermanos Tsarnáyev, tenía un trastorno por estrés postraumático que adquirió después de huir de Chechenia. El atentado durante el maratón de Boston causó la muerte a 3 personas y heridas a otras 280. En otro caso, Aaron Alexis entró en el centro de control naval de Washington y asesinó a 13 personas e hirió a muchas más. Al parecer no tenía motivos conocidos tal como lo hizo. Aaron tenía un pasado violento y sus padres aseguraron que su personalidad comenzó a cambiar desde que se presento como voluntario para ayudar en las labores de rescate del atentado del 11 Septiembre de 2001 en las Torres Gemelas. Una serie de comportamientos violentos le llevo a perder su antiguo trabajo en el ejercito, pero actualmente se quejaba del poco salario que percibía por su trabajo como técnico de una subcontrata que operaba para la Marina. De todos modos, no parecía haber un motivo aparente para tomar la terrible decisión que tomo.

De todos modos hay algunas cuestiones un tanto sospechosas en torno a la actuación de Aaron Alexis. Según afirmó uno de sus mejores amigos en una entrevista, al parecer, Aaron, era un fanático de los videojuegos, en especial de aquellos en los que se juega el papel de un mercenario o de un militar que tiene que tomar posiciones enemigas en tiempo de guerra. Explicó que Aaron llegaba a estar hasta 18 horas seguidas jugando a este tipo de juegos y que después de dichos juegos padecía estados en los que Aaron reconocía escuchar voces dentro de la cabeza que le incitaban a acciones violentas. De hecho, ya había sido tratado por psiquiatras a los que habría revelado esas “extrañas voces” que le martirizaban. Pero , sorprendentemente, pese a sus problemas mentales y sus arrebatos violentos, nunca había sido declarado como incapacitado para desempeñar su labor dentro de la Marina de los Estados Unidos, ya que Aaron mantenía su pase de seguridad a las instalaciones militares. Y aquí quiero comentar algunos juegos que matan, como Polybius o La Ballena Azul, un juego virtual que es sospechoso de haber provocado una oleada de suicidios entre jóvenes, sobre todo en Rusia. El fenómeno es más frecuente desde principios de 1980, pero responde a un fenómeno aún más antiguo y oscuro que los videojuegos. El juego consiste en una serie de retos planteados por un supuesto sanador a través de Facebook o Snapchat que hay que ir superando. Por ejemplo, ver ciertas películas de terror o tatuarse una ballena en el brazo con unas tijeras. Una especie de reto tan macabro como absurdo, en que la violencia de las pruebas propuestas va progresando sin que aparentemente el jugador obtenga nada a cambio. Para superar el último desafío, nada menos que hay que quitarse la vida. Pero no es el primer juego que mata y desgraciadamente no será el último. Por ejemplo, en 1981 se dice que apareció en las salas recreativas de Portland, Oregón, un videojuego conocido como Polybius. Su dinámica era muy similar a los juegos de marcianitos, en que el jugador manejaba una nave espacial y tenía que disparar a una serie de enemigos. El juego, sin embargo, se hizo muy popular, llegando a convertirse en una auténtica adicción para muchos jugadores. Pero un joven murió de un ataque epiléptico mientras jugaba y tuvieron que retirar el juego de las salas recreativas. Algunos investigadores dijeron que Polybius contenía mensajes subliminales, tales como “Kill yourself” (“Suicídate), que aparecían en la pantalla a una velocidad casi imperceptible para el ojo humano. Ello influía en el subconsciente de los jugadores, aumentado por los vivos colores y el parpadeo de las luces del juego. Por ello producía mareos, tics nerviosos, amnesia, ataques de epilepsia, pesadillas, y también tendencias suicidas, al igual que La Ballena Azul, más modernamente.

Rihanna es una cantante nacida en Barbados. El álbum que sacó en 2007, titulado Good Girl Gone Bad [Una buena chica que se ha vuelto mala], alcanzó el número dos en la lista de éxitos Billboard 2007, cinco de sus éxitos fueron clasificados entre los diez primeros, incluidos tres singles número uno en Estados Unidos, entre ellos Umbrella. Si observamos con mucha atención el video de Umbrella, es posible que advirtamos un detalle muy inquietante. Hay una imagen que simplemente no encaja en dicho video, a no ser que haya un motivo para incluirla, tal vez como un mensaje subliminal. En uno de los fotogramas, Rihanna extiende los brazos y aparta de si la lluvia que está cayendo. Si se congela la imagen, se puede ver con toda claridad la cabeza de una cabra, que tal vez sea la cabeza de Bafomet, que simbolizaría a Satán. El cuerpo y los movimientos de los brazos de la chica no pueden crear la forma de una cabeza de cabra que se aprecia con toda claridad. Y no solo eso, sino que además se ve claramente que un liquido sale a la altura del útero de Rihanna. Hay que tener en cuenta que los videos musicales se crean dentro de un estudio en un entorno totalmente controlado, por lo que no puede ser simple casualidad. También en el video Mosh de Eminem aparece una imagen del Ojo que Todo lo Ve y que se remonta a la mitología egipcia y al Ojo de Horus. Podría tratarse del Ojo que Todo lo Vede las sociedades secretas que controlan el mundo entre bastidores. Está pintado encima de la foto de unos soldados estadounidenses que dice: «El Congreso aprueba 87 mil millones de dólares para Iraq». El Ojo que Todo lo Ve también es el símbolo de los Illuminati y del Gobierno Mundial. Pero es también el símbolo del Gran Arquitecto del Universo, que aparece en todos los billetes de un dólar americano encima de una pirámide a la que le falta la cúspide, y representa el símbolo masónico del inacabado Templo de Salomón. Hay muchos otros ejemplos en el mundo de la música, incluyendo mensajes satanistas en versos escuchados al revés.

Tenemos el extraño caso de la doctora finesa Rauni Kilde, que habló sobre una conspiración en el caso de la gripe porcina. La Dra. Kilde advertía de los esfuerzos por parte de la élite mundial para buscar argumentos para justificar la vacunación obligatoria, ¿tal vez para implantar algún tipo de nanochip? Pero desgraciadamente la doctora Rauni Kilde falleció el 8 de febrero de 2015 en circunstancias sospechosas. Magnus Olsson, director de The European Coalition against Covert Harassment (EUCACH), reveló en una entrevista realizada por NewsInsideOut que la doctora Rauni Kilde, miembro de la junta directiva de EUCACH y alto cargo en la administración sanitaria de Finlandia, fue radiada a distancia con armas de frecuencia dirigida contra ella cuatro días antes de que falleciera en circunstancias sospechosas. Si la Dra. Kilde fue asesinada, ¿quiénes fueron los responsables? Melanie Vritschan, directora de relaciones públicas de EUCACH, declaró: “En la actualidad tenemos pruebas de que la NSA está detrás del programa secreto transhumanista cuyo objetivo es implantar chips y robotizar a toda la humanidad”. La señora Vritschan también se refería al control total que se ejerce a través de las avanzadas armas de frecuencia dirigida a distancia, así como a las armas de control neuronal a distancia como las que tal vez se habrían utilizado para asesinar a la doctora Rauni Kilde. Tal vez el principal motivo fueron los poderosos contactos que la doctora Rauni Kilde tenía en la Comisión y el Parlamento Europeos, así como en un nuevo libro que iba a publicar. Magnus Olsson, director de EUCACH, explicó que la doctora Kilde quería dar a conocer todo lo relativo a las armas de la agenda transhumanista a los contactos que tenía en el Parlamento y la Comisión Europeos. Según el señor Olsson, la doctora Kilde había declarado recientemente que había finalizado una serie de reuniones muy fructíferas con representantes de la Unión Europea sobre las medidas necesarias para controlar las armas de frecuencia y neuronales a distancia que se querían utilizan para robotizar y controlar las mentes de los seres humanos. La doctora Kilde había hablado de su nuevo libro en el que iba a desvelar los planes secretos y las armas para controlar a la humanidad. En una entrevista del año 2011 la doctora Kilde, titulada Mind Control Weapons y que puede encontrarse en un video en Youtube, habla sobre armas de control mental: Preguntada sobre qué es el control mental, la doctora daba esta terrible respuesta: “Creo que es peor que la bomba atómica, porque provoca que la gente tenga diferentes personalidades. Comprende los campos electromagnéticos, que pueden ser dirigidos contra una persona, t las drogas, que pueden tener efectos sobre nosotros, y la guerra psicológica contra la población, cuyo propósito final es convertirnos en zombis. Desgraciadamente, la élite tiene planeado eliminar a dos tercios de la población mundial “.

A la pregunta del entrevistador de cómo había descubierto la doctora Kilde este asunto, la doctora respondió: “Soy una autora muy conocida por haber publicado obras en seis idiomas sobre parapsicología, sobre ovnis y también sobre control mental, y tardé años en comprender que los gobiernos pretenden eliminar a sus propios conciudadanos. He participado en congresos internacionales y he conocido a personas de todo el mundo, astronautas, cosmonautas, científicos de todos los países, y poco a poco he ido aprendiendo, y creo que es importante que la gente lo sepa, porque la gente no quiere que sus hijos y sus nietos se conviertan en robots biológicos controlados por supercomputadoras“. A la pregunta de en qué consiste esta tecnología y cómo se puede conseguir que las personas actúen como zombis, la doctora Kilde respondió: “Se trata de tecnología militar y por ello se mantiene en secreto. También se trata de una tecnología que los servicios secretos utilizan contra nosotros. Lo que suelen hacer es instalar dispositivos en las casa situados cerca de las personas objetivo. Eligen a personas objetivo, con frecuencia se trata de distintos tipos de mujeres, sobre todo mujeres solteras que no cuentan con apoyo familiar. También experimentan con enfermos mentales, con presos, con soldados, etc. Pero en la actualidad escogen a cualquiera como objetivo de sus ataques, y sobre todo a políticos, porque los políticos son quienes están permitiendo que este sistema funcione, aunque creo que no saben lo que están dejando hacer. De modo que lanzan rayos a través de las paredes, desde los satélites, desde furgonetas blancas, desde helicópteros y aviones. Y estos rayos tienen efectos horribles en los seres humanos“. A la pregunta de si la investigación había sido peligrosa para ella, respondió con estas premonitorias palabras: “He estado investigando durante diez años y también he sido objeto de sus ataques durante diez años. Mataron a mis padres para intentar callarme y a mi mejor amiga la mataron en febrero porque sabía demasiado y me proporcionaba información. Me han amenazado de muerte, y llegaron a envenenarme, por lo que me ingresaron en el hospital en estado inconsciente. Sé que pueden asesinarme, pero la muerte no existe, y esa es mi fortaleza, porque sé que el cuerpo humano se compone principalmente de agua, y nosotros somos energía y podemos abandonar nuestro cuerpo, que es algo que he hecho varias veces. Algunas mujeres, cuando están dando a luz, salen de su cuerpo y se ven a sí mismas alumbrando y después regresan. Así que cuando sabemos que no podemos morir porque la energía no puede morir, simplemente cambia de residencia, cambia de frecuencia, pues esa es mi fortaleza. Sé que no puedo morir. Que me hagan lo que quieran, que sé que no voy a morir“.

El entrevistador entonces le lanza esta profunda pregunta: “Volviendo al tema del control mental, si tenemos miedo de que nos hagan daño, ¿la solución sería pensar que no somos un cuerpo, que somos un alma?“. La respuesta es, como mínimo, sorprendente: “Exactamente. Y cuando uno sabe la verdad, cuando uno sabe quién es realmente, cómo ha venido a este planeta y que es energía, y que la energía es multidimensional, y que podemos estar en muchas dimensiones al mismo tiempo… Y esto a mucha gente le cuesta comprenderlo, porque pensamos que el tiempo es lineal, pero no es así, y podemos estar en otro planeta a la vez que estamos aquí. Eso lo hace nuestra energía, no nuestro cuerpo físico“. Y aquí viene una de las preguntas más sorprendentes por parte del entrevistador: “¿Existen sociedades secretas involucradas también en la manipulación del tiempo?“. La respuesta de la doctora Kilde no es menos sorprendente: “Sí, en los Estados Unidos. ¿Conoce usted el proyecto Montauk? Realizan viajes a través del tiempo y hay jóvenes que han muerto en estos experimentos. Pero son capaces de ir tanto al futuro como al pasado. E incluso son capaces de cambiar el pasado, que es algo que resulta totalmente increíble. Eso es muy peligroso“. Luego el entrevistador lanza una pregunta muy ligada a la teoría de la conspiración: “¿Sabe usted algo de la muerte de la ministra de relaciones exteriores de Suecia, Anna Lindh?” . La respuesta de la doctora es clara: “Sí, fue asesinada por un joven yugoslavo que en mi opinión estaba totalmente sometido a técnicas de control mental. Porque eso es lo que hacen: programan a determinadas personas para que asesinen o para que espíen, y por supuesto siempre lo hacen por algún motivo. Jóvenes que son normales son radiados durante meses o años y su personalidad cambia hacia el odio, porque es posible cambiar cualquier emoción. Si una persona te quiere, pueden hacer que empiece a odiarte. Y, dado que disponen de esta tecnología, me pregunto por qué no difunden la frecuencia del amor. El mundo sería un paraíso.  Pero ellos no quieren que ocurra eso. No, ellos lo que persiguen es el control y, de acuerdo con mis fuentes, lo que quieren es eliminar a la clase media. De modo que quieren que solo existan la élite y la clase de los esclavos. La clase media les resulta peligrosa porque sabe leer y escribir y por lo tanto puede reaccionar“. Y aquí vine la pregunta clave: “Entonces, ¿cuál es la solución?“. La respuesta de la doctora Klide es concluyente: “Lo primero es la toma de conciencia. Pero mucha gente no se cree esto que estamos diciendo, porque es algo tan inmoral, tan falto de ética, que suena a ciencia ficción. Pero si uno no lo sabe, uno se convierte en víctima. Y si uno lo sabe, entonces quizás pueda hacer algo. Y con la energía de todos nosotros, si nos concentramos, enviando amor a aquellos que nos hostigan, podemos hacer que abandonen las armas, pero tenemos que conseguir que la gente lo haga por el bien de todos“.

Luego el entrevistador sigue con más preguntas, como: “Mediante los satélites, ¿pueden matarla en cualquier momento? Y, ¿saben dónde se encuentra usted?“. La doctora responde: “Si, ahora mismo nos están escuchando. Mataron a mis padres. Le causaron un ataque cerebral a mi madre y una hemorragia interna a mi padre, y un cáncer fulminante a mi amiga. Pienso que el Universo me protege, porque me han salvado muchas veces de situaciones de muerte. Hay energías que vienen y se detienen cuando se supone que yo debería morir. Así que creo que quieren que yo haga algo“. Pero unos 4 años más tarde la doctora Kilde murió, posiblemente asesinada. Pero la doctora Kilde sigue hablando sobre cómo pueden manipularnos mediante la televisión, los ordenadores, los teléfonos móviles y la radio, entre otras tecnologías. La respuesta que da es que es a través de determinadas frecuencias que emiten estos dispositivos. Hay emisiones destinadas al público infantil con el objetivo  de manipular las mentes de los niños. Asimismo pueden emitir frecuencias que provocan cáncer, derrames cerebrales, epilepsia o cualquier tipo de emoción. El televisor puede ser como un hipnotizador. La familia real del Nepal fue asesinada por un príncipe, que luego se suicidó, lo que es típico de las personas programadas por control mental. Y la doctora Kilde se hace esta pregunta: “¿Quién se beneficia? Y entonces sabremos quién está detrás. En el caso del Nepal el hermano del rey fue coronado, aunque luego se fue del país. ¿Quién está llevando a cabo la programación mental? La CIA y los servicios secretos de todo el mundo. Y médicos sin escrúpulos que están implantando microchips a la gente. Las fuerzas que hay detrás de todo esto son las del Nuevo Orden Mundial. Pero utilizan a los servicios secretos para que hagan el trabajo sucio“. Luego la doctora Kilde hace esta preocupante afirmación: “Pueden leer nuestros pensamientos, nuestro subconsciente, nuestros sueños, y pueden influir en nuestra voluntad. Se trata de una tecnología muy avanzada. Y por lo general la gente no tiene ni idea de esto. Y me dicen: ¿Cómo me lo demuestra usted? ¿Cómo demostramos la existencia de actividades secretas militares? Pues acudiendo a los informes militares, muchos de los cuales están saliendo a la luz gracias a la ley de Libertad de Información de los Estados Unidos… Y esto ocurre en todas partes, sobre todo en Japón. Recibo cartas de hombres y mujeres del Japón que son víctimas del hostigamiento por control mental. La solución sería ser conscientes de lo que está pasando y que somos algo más que un simple cuerpo y por lo tanto no debemos tener miedo de perderlo. Debemos recordar que la muerte no existe y que no estamos solos en el Universo. Esto sirve de ayuda cuando somos conscientes de ello“.

La élite que gobierna el mundo parece que aparte de armas destrucción masiva, también utiliza otro tipo de tecnologías para manipular nuestra mente. Han sido observados efectos fisiológicos en seres humanos como respuesta a la estimulación con campos electromagnéticos débiles que son emitidos en ciertas frecuencias cercanas a medio hercio o a los 2,4 Hz, capaces de producir una resonancia sensorial. Muchos monitores de ordenador y aparatos de televisión, cuando muestran imágenes de impulsos, emiten campos electromagnéticos de amplitud suficiente para producir tal resonancia sensorial. Por tanto, es posible manipular el sistema nervioso de un sujeto mediante la emisión de imágenes visualizadas en un monitor de ordenador o un aparato de televisión. La pulsación de la imagen puede ser incluida en el mismo contenido del programa, o también puede ser superpuesta mediante la modulación del flujo del vídeo, ya sea como una señal de radiofrecuencia (RF), o como una señal de vídeo. A la imagen que se muestra en un monitor de ordenador se le pueden grabar pulsos mediante un simple programa informático. En el caso de ciertos monitores, los campos electromagnéticos emitidos son capaces de producir resonancias sensoriales en los sujetos cercanos, y pueden ser generados incluso mientras las imágenes mostradas son emitidas de manera subliminal. Hace cierto tiempo el general ruso Alexei Savin hizo unas declaraciones al diario Pravda en que afirmó que el ser humano es como un sistema de información sobre el que se puede influir desde el exterior. Pueden influir sobre cualquier persona por medio de armas psicotrónicas desde el exterior. Esta influencia no solo afecta a nuestro cuerpo, sino que también afecta a nuestro cuerpo energético. La psicotrónica es el término bajo el que se agrupan algunas de las técnicas utilizadas en la parapsicología para interpretar algunos fenómenos paranormales de acuerdo con las teorías del bioelectromagnetismo. Se basa en la utilización de un tipo de energía que se produce supuestamente por la interacción de energías psíquicas y atómicas. Las primeras vienen del psiquismo de los seres vivos y las segundas del bioplasma. La unidad de energía considerada es el «psicotrón», inspirado en el concepto dual de Louis de Broglie con respecto al electrón, el que según el científico tiene existencia dual: como onda y como partícula. Pasa a ser un concepto representativo de las interacciones de la mente con el cuerpo y la energía que éste produce. Para la psicotrónica, la mente, la conciencia y la energía están interrelacionadas y se interfieren mutuamente. Esta energía teórica microcósmica no ha sido definida claramente, pero algunos autores vinculados al esoterismo han realizado diversas propuestas. El desarrollo de la psicotrónica se fundamentaría en el positrón como partícula contraria al electrón al tener carga positiva. Pares de electrones y positrones pueden ser creados espontáneamente por un fotón.

Los militares clasifican estas armas como no letales. El coronel norteamericano John Alexander, experto en el campo de la parapsicología y el control mental, dijo que siempre le preguntan sobre quiénes son los que nos controlan. Afirmó que era los servicios secretos de las principales potencias. Pueden lanzarnos rayos que atraviesan las paredes, a cualquier hora, normalmente de noche. El New York Times en 1967 publicó un artículo titulado “¿Personas controladas por medio de un botón?”. Y parece que es esto lo que quieren, que nos convirtamos en personas controladas por medio de un botón. La idea es lanzarnos una frecuencia determinada y conseguir que nos comportemos como zombis. Pretenden robotizar a toda la población humana para controlarnos. La mayoría de las personas que se vacunaron contra la gripe porcina probablemente lleven un microchip y un agente esterilizador. Y los microchips son en la actualidad tan pequeños como 2 micrómetros (un micrómetro o micra es la millonésima parte de un metro), de modo que no hay un solo cirujano en el mundo que pueda extraerlos. Una vez que están en nuestro cuerpo, el calor del propio cuerpo los mantiene activos mientras sigamos con vida. Así como los antiguos chips de las décadas de 1960 y 1970, que tenían el tamaño aproximado de un grano de arroz, se podían extraer mediante una operación, no sucede lo mismo con los actuales. Mediante radiografías panorámicas de los dientes y la nuca se podría comprobar si se produce una señal de unos 27 hercios, lo que demostraría que se lleva un microchip, aunque no podría saberse para qué se habría programado. Actualmente cualquiera puede ser objeto de estos experimentos. De modo que el objetivo es tenernos a todos bajo control. Al parecer esta tecnología no va a detenerse, sino que va a empeorar. En Australia se publicó un artículo sobre la utilización de los satélites y de otras tecnologías para alterar nuestra conciencia. Desde estos aparatos pueden afectar a las ondas de nuestro cerebro y cambiarlas. Los satélites de la red Echelon pueden interferir en nosotros y los satélites audiovisuales pueden hacernos ver cualquier cosa, cualquier imagen que un técnico nos envíe al cerebro. La robotización humana, las tecnologías de implantes de chips, la esclavitud por medio del control mental, la tortura mediante armas neurológicas, todo ello formaría parte del plan secreto transhumanista. A través de una investigación minuciosa, los miembros del comité de EUCACH describen un programa secreto transhumanista que actualmente está utilizando tecnologías avanzadas, supercomputadoras cuánticas, una superred conectada al sistema HAARP para controlar mentalmente, de forma coordinada y a nivel mundial, a una población cada vez mayor de seres humanos robotizados mediante estas tecnologías con el propósito oculto de conseguir el control y la esclavitud de los seres humanos.

Actualmente estas tecnologías han cambiado la utilización de las ondas electromagnéticas por las ondas escalares. Asimismo, están empezando a utilizan computadoras cuánticas para controlar cerebros de seres humanos. Éstos asimismo pueden ser controlados a través del ADN o mediante implantes de chips que pueden ser inhalados, a fin de posibilitar el control a través de ondas escalares y pasar a formar parte de una superred. Las ondas escalares son conocida también como ondas Tesla, energía cero e incluso como energía orgónica. La onda escalar es una onda no-hertziana, no lineal y estacionaria que es capaz de atravesar sólidos sin perder intensidad. James Clerk Maxwell fue el primero que incluyó a estas ondas en su fórmula matemática. Luego Tesla las demostró posteriormente. Más recientemente el ingeniero alemán de electrónica y energía Konstantin Meyl no solo demostró su existencia en ondas de baja frecuencia, sino también que existen en las ondas de alta frecuencia. Las ondas escalares pueden incorporar un campo de energía a un nivel mayor que otras ondas, y luego transferir esa carga de frecuencias o energía a cada célula del cuerpo humano. En el cuerpo humano todas las células son capaces de almacenar y transferir la energía escalar. Hay modelos de la mecánica cuántica que describen las partículas subatómicas que pueden almacenar y transportar información a lo largo de macromoléculas biológicas en respuesta a la energía escalar de baja intensidad. Posiblemente el ADN del hombre escribe, guarda y transfiere su información de la misma manera. Los aparatos electrónicos generan frecuencias que perturban el equilibrio a nivel celular. En cambio las ondas escalares pueden borrar esa información negativa y registrar frecuencias similares a las de un ambiente natural.

Hay más de 1.000 redes de todo el mundo que están conectadas a una superred de control mental que a su vez está conectada al sistema HAARP, que actúa como una máquina maestra de control de la mente a nivel planetario, según EUCACH. La Duma rusa elaboró un comunicado de prensa sobre el programa HAARP que indicaba lo siguiente: «Los Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia… La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre los cuales se puede influir». Una estimación del número de individuos cuyos cerebros podrían haber sido integrados en la superred se fijó en unos 6 millones de personas solo en la Unión Europea. En una reciente prueba de radiofrecuencia realizada en Londres, el 40% del público participante dio positivo en la emisión de frecuencias de radiofrecuencia, lo que indica que estaban siendo sometidos a un control mental escalar no consentido. Las tecnologías que se suponía que eran efectivas contra las armas de frecuencia electromagnética para el control mental ya no son eficaces contra estas nuevas tecnologías de ondas escalares. Un estudio realizado por EUCACH ha revelado que el oro homeopático presta una protección eficaz a las personas contra las intrusiones por ondas escalares de la superred. Los que están detrás de este programa es la agenda transhumanista: Pero, ¿qué fines tiene el transhumanismo? Transhumanismo es el nombre dado a un nuevo movimiento que defiende el uso de nuevas tecnologías para mejorar ciertas características de los seres humanos, como su capacidad física y mental. Se trata de un movimiento generosamente financiado y organizado con la intención de modificar todos los aspectos de los seres humanos; es decir, su fisiología y biología, y hasta los pensamientos de cada uno. Aunque aparentemente solo intenta mejorar nuestra calidad de vida, parece ser más bien un proyecto de control social a gran escala. Cuando preguntaron al abogado alemán Henning Witte, investigador de teorías conspiratorias  sobre el control del pensamiento y el lavado de cerebro, por las personas e instituciones implicadas en esta superred de control mental y por el programa oculto transhumanista, indicó que en su opinión había un plan secreto Illuminati que era controlado e implementado por las agencias de inteligencia militar dentro de una organización piramidal.

La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos (DARPA) es el líder en la investigación en el campo de la nanotecnología y de la tecnología escalar, que se estarían aplicando a la robotización y la tortura neurológica de los seres humanos. Ello incluiría el denominado Smart Dust, o polvo inteligente. En el cielo aparece un misterioso símbolo que se va modificando ante millones de personas, tal vez como una señal del fin del mundo. Una expedición científica llega en barco a la Antártida, y una periodista de la CNN baja a tierra para grabar parte de su reportaje. Entonces aparece una enorme esfera luminosa en el cielo, que envuelve el barco en un resplandor blanco y se desvanece tan misteriosamente como ha aparecido. A lo largo y ancho del planeta se produce una gran controversia al respecto: ¿Es una señal de Dios? ¿O se trata, por el contrario, de algo siniestro? Esto podría ser la breve sinopsis de la novela de Raymond Khoury, La Señal. En esta novela, ante la pregunta que en un momento determinado se le hace a su creador sobre cómo se ha producido dicha señal, podemos leer lo siguiente: “Se trataba de «polvo inteligente», unos minúsculos dispositivos electrónicos diseñados para registrar y transmitir información acerca de lo que los rodeaba mientras flotaban literalmente en el aire. El concepto en sí fue imaginado por primera vez a finales de los años noventa por varios ingenieros eléctricos y licenciados informáticos que trabajaban en el campus de la Universidad de Berkeley, California, y que también fueron quienes acuñaron el término. La idea era simple: unas diminutas motas de silicio, equipadas con complejos sensores incorporados, procesadores informáticos y comunicadores inalámbricos, lo bastante pequeñas para ser prácticamente invisibles y lo bastante ligeras para permanecer suspendidas en el aire durante varias horas seguidas, recogiendo y transmitiendo datos en tiempo real y sin ser detectadas. El estamento militar se interesó de inmediato. La idea de poder esparcir unos sensores del tamaño de una mota de polvo sobre un campo de batalla para captar y vigilar los movimientos de las tropas resultaba sumamente atractiva. Y también la posibilidad de dispersarlos por las redes del metro con el fin de detectar amenazas químicas o biológicas, o sobre una multitud de manifestantes para poder seguir sus desplazamientos a distancia. La DARPA había participado en la financiación inicial, ya que, aunque el concepto también contaba con un abanico de posibles usos en el ámbito civil y el de la medicina, sus posibilidades para labores de vigilancia si bien eran más viles, resultaban más seductoras todavía. Pero la financiación no siempre conduce al éxito. El concepto era sólido. Los avances en nanotecnología estaban acercando cada vez más el sueño a la realidad. En teoría, era posible fabricar las motas; en la práctica, aún no existían. Por lo menos abiertamente. El problema no estribaba en fabricar sensores que fueran lo bastante pequeños, sino en construir los procesadores que analizaran los datos, los transmisores que se comunicaran con la base y la fuente de alimentación que hiciera funcionar algo tan minúsculo“.

La manipulación mental es la capacidad de manipular y controlar la mente de las personas. Ello implica poder controlar los pensamientos, la memoria y las demás funcionalidades de la mente. Ciertos controladores pueden manipular, ver y borrar la memoria humana, mientras que otros controladores solo pueden manipular las emociones. Los posibles usos del control mental pueden abarcar hipnosis, Inducción del sueño, ataques mentales, telepatía, posesión mental, manipulación de la locura, alteración y borrado de la memoria, creación de ilusiones, manipulación de emociones, manipulación del dolor, etc. Durante la Segunda Guerra Mundial Tavistock fue el cuartel general de la Oficina de Guerra Psicológica del Ejército británico, que, por medio de lo que disponía la Ejecutiva de Operaciones Especiales, también dictaba la política que habrían de seguir las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en lo referente a la guerra psicológica. Un ambicioso programa de ingeniería social fue llevado a la práctica a través del Instituto de Relaciones Humanas de Tavistock y de otra red, mucho más grande, integrada por centros de psicología social aplicada y de ingeniería social. La premisa esencial de la labor de Tavistock es que determinados tipos de instituciones supuestamente democráticas pueden ser un instrumento mucho más eficiente para implantar una dictadura fascista que los modelos más claramente autoritarios. Las ciencias de la psicología vienen siguiendo el plan inicialmente propuesto en 1945 por el doctor John Rawlings Rees, gran maestro en la guerra psicológica contra la insurgencia. En su libro The Shaping of Psychiatry by War (La transformación de la psiquiatría a través de la guerra), Rees pedía que se creasen grupos de psiquiatras que desarrollaran métodos de control político, que empujaran a la mayor parte de la población hacia la psicosis, todo ello empleando programas de modificación de la conducta. Proponía dicha medida para que la población fuese sumisa al nuevo orden económico internacional que se implantaría tras la Segunda Guerra Mundial. Esta monstruosa maquinaria está compuesta por algunos de los centros de investigación más prestigiosos del mundo, como el Stanford Research Center de la Universidad de Stanford, la Rand Corporation, el MIT/Sloane, el Advanced Centre of Behavioural Sciencies de Palo Alto, el Institute of Social Research de la Universidad de Michigan, la Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania, la Harvard Business School, la London School of Economics de Londres, los National Training Laboratories, el Hudson Institute, el Esalen Institute, el National Institute of Mental Health, el National Institute of Drug Abuse, la Office of Naval Research.

Desde la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno de Estados Unidos ha destinado secretamente decenas de miles de millones de dólares a financiar la labor de diversos centros de estudios y fundaciones que siguen la pauta de Tavistock. El objetivo era definir, registrar y archivar en sistemas informáticos todos los aspectos de la vida psicológica y mental de la población mundial. Los grupos de sociólogos, psicólogos, psiquiatras, antropólogos, centros de estudios y fundaciones, que trabajan en estrecha colaboración unos con otros, están dirigidos por una elite integrada por poderosos miembros de la oligarquía, que están en la base del poder mundial que controla nuestro planeta. Pero ¿cuál es el propósito de estos programas de modificación de la conducta? El propósito sería implantar cambios en nuestro modo de vida, sin nuestro consentimiento y sin que sepamos siquiera lo que nos está sucediendo. El objetivo último sería extirpar por completo el sentido de identidad del ser humano. En otras palabras, se trataría literalmente de arrancarle el alma y sustituirla después por un tipo de alma artificial. En el nuevo movimiento totalitario, su fuerza directriz omnipresente se basa en la modificación de la conducta y el cambio de identidad. El terror psicológico sería la señal identificativa de lo que significa el nuevo totalitarismo. El secreto del éxito del movimiento totalitario en la sombra radica en la utilización del poder del dinero y del consumo, sin hacerse responsable de los fallos del sistema. De este manera, cuando suceden crisis, que castigan cada vez más a la mayor parte de la población, se echa la culpa a las propias víctimas de las privaciones, la miseria y la opresión que sufren. Se trata de un método de gobierno mucho más eficaz que el terror por la fuerza bruta, que expone al sistema a otro tipo de resistencia. Tener a la mayoría de la gente en un estado continuo de ansiedad interior funciona, porque se obliga a las personas a que estén demasiado ocupadas en asegurarse su propia supervivencia o a competir por ella, en lugar de dedicarse a una reacción contra los poderes. Esta técnica  también lleva la firma de Tavistock. Cada determinado tiempo se mantiene a la población mundial en un permanente estado de inestabilidad mediante continuas debacles económicas y decretos de comercio transnacional, que incrementan la deuda pública de los países y la deuda privada. Las poblaciones se han visto tan abrumadas por el constante avance de las crisis económicas y medioambientales, que esta práctica de crear inseguridad ha dejado a las mayorías sociales paralizadas por un terror de baja intensidad. Ello es una condición necesaria para que el movimiento totalitario continúe avanzando, porque su operativa consiste en tener a la gente en perpetuo desequilibrio.

Las técnicas de manipulación psicológica de la gente son casi tan antiguas como la misma humanidad. Ya los señores feudales, con el fin de preservar y consolidar su poder, siempre se valieron de los castigos y la tortura como agentes disuasorios. Lo que ayudo a las clases dirigentes no fueron solo las técnicas, sino una deliberada aplicación de las mismas con el objetivo de implantar lo de «divide y vencerás». La contrainsurgencia no puede desarrollarse apoyándose solo en el terror, sino que requiere una aplicación consciente y sistemática por parte de la clase dirigente a sus víctimas. Esto es lo que se consiguió con la transformación de la psicología y la psiquiatría en la década de 1930. La primera aplicación masiva de la psicología como arma consciente tuvo lugar en la Alemania nazi, concretamente a través de la eugenesia, que se impuso a una parte de la población. Si bien la causa y el desarrollo del régimen nazi tuvieron su origen en el desmoronamiento de la economía mundial, su forma concreta, la eugenesia, fue ideada por los psiquiatras. Desde entonces, la llamada “ciencia de la mente” se ha convertido, paradójicamente, en el arte de destruirla. Los enfoques originales, puramente terapéuticos, han cedido el paso a una pseudociencia sobre la modificación de la conducta denominada terapia de aversión. Esta transformación de la ciencia de la mente fue modelada por la guerra, transformándose en un tipo de genocidio mental que libró la élite contra la mayor parte de la población. En 1945, John Rawlings Rees dijo a un grupo de psiquiatras del Ejército de Estados Unidos: “Si nos proponemos actuar a las claras y atacar los problemas sociales y nacionales de hoy, hemos de contar con tropas de choque, es decir, con psiquiatras que la psiquiatría basada únicamente en las instituciones no puede proporcionar. Debemos tener equipos de psiquiatras que puedan moverse y establecer contactos en determinadas áreas y en su zona particular”. La lógica de Rees era clara. Para lograr una verdadera salud mental se requiere una transformación completa de la sociedad mediante la selección, como una imitación de la llamada selección natural darwiniana. Pero, tal como comenta en su libro: “Muchos no lo ven del mismo modo, entre ellos la mayoría de los obreros, que tienen el convencimiento de que todo método de selección es un mecanismo por el cual el malvado capitalismo pretende hacer mas rentable el trabajo de sus empleados. Y ése es un argumento muy difícil de rebatir“.

Desde el punto de vista de Rees, todo aquel que participe en huelgas o en actividades subversivas son neuróticos que necesitan tratamiento urgente, pero son incapaces de ver que están enfermos. En ese mundo de neuróticos sin conciencia de serlo, la psiquiatría sólo puede ser ejercida por un consejo de sabios de cada país, grupos de psiquiatras, relacionados entre sí, preparados para hacer uso de todas sus armas. Solo una «conspiración de psiquiatras», decía Rees, podría construir una sociedad en la que fuese posible que todos los grupos sociales recibiesen tratamiento cuando lo necesitasen, aunque no lo deseasen, y sin necesidad de hacerlo legalmente. Tal como dice el investigador L. Marcus: “los métodos de Rees se apoyan, de manera total y consciente, en la destrucción de la vida mental de la sociedad mundial y en la marcha forzada hacia el sadismo universal”. Las diversas formas de guerra psicológica desarrolladas en el Instituto Tavistock han constituido el rasgo característico de las actividades de diversos centros de estudios de todo el mundo, relacionados entre sí. Rees conocía bien las estructuras del poder para poder influir. Tavistock y compañía necesitaban entender cómo reaccionaría un enemigo en situaciones de estrés. Los errores más graves de las operaciones de guerra psicológica son los que se cometen por desconocer la forma de pensar del enemigo. Esto implica que las «tropas de choque» que propone Rees deben tener un profundo conocimiento de la psicología humana. Y como estamos hablando de una guerra de percepciones, de maneras de ver el mundo, es importante que los psicólogos, los psiquiatras, los sociólogos y los antropólogos que trabajan para Tavistock, comprendan el impacto del arte, la música, la literatura y otras expresiones culturales. Como dijo Rees en 1945: «Las guerras no se ganan matando al adversario, sino minando o destruyendo su moral y conservando la propia». Una de las personas clave que practicaron las técnicas de modificación de la conducta fue Kurt Lewin, que fue el padre de la dinámica de grupos y uno de los primeros expertos que reclutó Rees. Comenzó su trayectoria profesional en la Universidad de Cornell, donde trabajo en una serie de estudios sobre el “efecto de la presión social en los hábitos de la alimentación de los niños”. Kurt Lewin llego a Estados Unidos en 1933, en calidad de refugiado de la Alemania nazi.

Lewin fue famoso por haber perfeccionado la técnica del «grupo carente de líder», desarrollada por los nazis y por haberla transformado en una arma contra la insurgencia. Una de las facetas menos conocidas del trabajo de Lewin es la que hace referencia a los programas de la guerra psicológica. Su primer trabajo fue sobre la «toma de decisiones en grupo». El siguiente pasaje de su libro Time Perspective and Morale (La perspectiva temporal y la moral) ilustra lo que él entendía por guerra psicológica: «Una de las técnicas principales para destruir la moral por medio de una ‘estrategia de terror’ consiste exactamente en la táctica siguiente: que la persona no sepa con claridad en qué posición se encuentra ni que puede esperar. Si, además, se confunde su ‘estructura cognitiva’ sobre dicha posición mediante decisiones poco claras en cuanto a tomar medidas disciplinarias severas o proporcionar un trato amable, junto con la propagación de noticias contradictorias, es posible que la persona llegue a no saber siquiera si un plan en particular va a acercarla o alejarla de su objetivo. En esas circunstancias, hasta las personas que tienen objetivos claros y están dispuestas a correr riesgos quedaran paralizadas por un grave conflicto interno respecto de lo que deben hacer». La propuesta más significativa que hizo Lewin durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente fue su concepción de «fascismo de rostro democrático». Un rasgo psicopatológico que tienen en común todo los movimientos fascistas es el infantilismo de sus planteamientos. Lewin fue el primero en darse cuenta de que organizando grupos pequeños y aplicándoles reformas estructurales propias del fascismo, podrían inducir una ideología fascista en una población determinada. A Lewin le dieron un montón de dinero, la ciudadanía estadounidense y una beca de la fundación Rockefeller para que trabajase en proyectos de ingeniería social. Lewin propuso que mediante el uso de técnicas de lavado de cerebro destinadas a ‹grupos pequeños», se podría establecer una forma de dictadura fascista más eficiente. El resultado, según Lewin, sería una forma de fascismo más eficiente, que tendría la apariencia de una democracia especial. Lewin nos dice que el fascismo es el mundo deseado que aparece en los sueños paranoicos del inconsciente. Dada la formación militar y psiquiátrica que poseían los cuadros fascistas, el establecimiento de un orden político fascista se llevaría a cabo según el modelo de Tawistok de Rees y Lewin.

Las operaciones psíquicas Psi-Ops se han usado en la estrategia militar. La primera premisa es controlar las creencias del enemigo, para poder derrotarlo y luego dividirlo, enfrentarlo, y controlarlo. Estas operaciones son muy habituales en los medios de comunicación, e incluso en el cine y la publicidad. Hacer creer a un grupo de personas cualquier cosa, inculcarle ideas como si fueran propias, y plantear varios argumentos a fin de crear varios frentes y, de esta manera, dividirlos y enfrentarlos, es algo que se hace frecuentemente. Las victimas de estas operaciones encubiertas suelen fanatizarse, lo que se conoce como fanboy (hombre fanático), alguien que defiende una marca, una idea, un producto de moda, etc… de forma irracional, incoherente y violenta. Internet y las redes sociales están llenas de estos fanboys. La proliferación de Internet y las redes sociales han propiciado que la inmensa mayoría de la gente dedique sus horas de ocio a las diferentes ofertas que hay en la web, por lo que los medios de comunicación tradicionales han ido perdiendo importancia. Ello produjo que un gran cantidad de personas quedaron fuera de la influencia de manipulación que ejercían estos medios tradicionales. Pero pronto los medios tradicionales se adaptaron a los nuevos medios para así seguir manipulando. Todos los desencantados del sistema pusieron en Internet sus ideas, inquietudes y pensamientos, permitiendo a las elites que las registraran y las proyectaran sobre la disidencia, para finalmente controlarla. Es relativamente fácil detectar las Psi-ops, por lo que tomando algunas precauciones es posible escapar al control mental que quieren ejercer sobre nosotros. Cuando detectan un peligro para el sistema, cuando las creencias de unas personas no están alineadas con las que propaga el propio sistema, se lanzan operaciones de este tipo con el fin de dividir y enfrentar a toda la disidencia, para facilitar que la divergencia finalmente sea afín al sistema. Esta es una guerra silenciosa pero también una guerra sucia y despiadada. Las Psi-Ops más comunes se basan en una idea o concepto que se desea propagar a través de distintas fuentes, en apariencia no relacionadas, así como en distintos idiomas, con la finalidad de hacerlo viral. Un ejemplo es la Psi-Op de la Tierra Plana, que actualmente se está extendiendo mucho. Es tan efectivo que basta con  tomar un concepto ya superado hace siglos, como la creencia de que la Tierra es plana, y provocar que rápidamente existan fanáticos que defiendan con uñas y dientes esta idea.

Cuanto más rápido se haga viral una creencia y más gente la defienda, más probabilidad hay de que se convierta en una Psi-Op. Hay veces en que el sistema no puede evitar que se filtre en la red la verdad y se empiece a crear un grupo de riesgo divergente con respecto al sistema. Unas de las formas en el que funcionan estas Psi-Ops es propagando una idea distinta a la que intenta sofocar, haciéndola viral para desacreditar todo aquello que escapa a su control, apelando al sentimiento de afiliación de la gente, a fin de que se alineen con el grupo mayoritario y, de esta manera, sofocar rápidamente y reducir el número de disidentes. Si una determinada información es desmentida rápidamente y enseguida aparecen personas que la desprestigian, probablemente es porque aquella información hacía daño al sistema. El sistema se mueve rápido y utiliza todo lo que tiene a su alcance. El sistema utiliza la supuesta verdad como un arma, pero jamás nos dará la verdad completa sino solo pequeños fragmentos que sean inofensivos para el sistema, pero lo suficientemente potentes como para atraernos. Informar con mentiras, medias verdades y desinformación, es el patrón que se utiliza para hacer circular la información. Los supuestos elegidos, en entornos religiosos o sectarios, o contactado, en el entorno extraterrestre.. es otra forma de extender las Psi-Ops, ya que la tendencia de los seres humanos a seguir a aquellos que se auto erigen como representantes de la divinidad o de cualquier entidad superior, es tenida muy en cuenta por el sistema. La tendencia a pertenecer a un grupo, la inmadurez, y la ignorancia de nuestras propias capacidades, son las armas del sistema para imbuirnos las creencias necesarias para ejercer control sobre nuestra mente. Si las creencias le vuelven a uno fanático, si la opinión de los demás le provoca a uno conflictos, probablemente se es víctima de una Psi-Op. Nuestra mente es el principal instrumento de control que tiene sobre nosotros el sistema, pero podemos utilizar la mente para resistir. Si la información se hace viral rápidamente, casi seguro que es una posible propaganda encubierta del sistema. Si el sistema es el más beneficiado con esa información, hay que ponerla en cuestión. Si la información crea fanatismo, ya no hay duda de que estamos ante un Psi-Op.

La introducción de las drogas en el mundo de los adolescentes ha servido para controlar y manipular en una fase vital fundamental. Tavistock se percató del poder de acción de la juventud y por ello buscó métodos que frenaran su gran potencial. La drogas resultaron el medio más efectivo para provocar la inacción de la juventud, pues su uso continuado genera pérdida de autoestima, psicosis, depresiones, temores infundados, apatía, paranoias y otras enfermedades mentales, algunas irreversibles. La estrategia de la prohibición funcionó, ya que estimuló el deseo de consumo en esa franja de edad en la que actúa la rebeldía y se enfortece  la cohesión grupal. Pero los jóvenes consumidores no son conscientes de la forma en la que son manipulados por los controladores sociales. La CIA, algunos de cuyos agentes se formaron en el Instituto Tavistock, administró LSD propios miembros para estudiar sus reacciones, lo que produjo varias muertes. Se trataba del programa MK Ultra, originado cuando la firma farmacológica suiza Sandoz AG, propiedad de S.G. Warburg Co., desarrolló el Acido Lisérgico (LSD). James Paul Warburg fue consejero de Roosevelt y creó el Institute for Policy Studies para promocionar la droga. El resultado fue la contracultura del LSD de la década de 1960, la llamada «revolución de los estudiantes», que fue financiada por la CIA. Esta contracultura del LSD generó un gran daño en la psique juvenil. La introducción de las drogas se apoyó en los grandes festivales de música rock como parte de un experimento social destinado a lavar el cerebro de los adolescentes. En 1952, al director de la CIA le había llegado una propuesta de proyectos de investigación y desarrollo sobre el uso de sustancias, como el LSD, que permitiesen alterar la conducta humana. El 13 de abril de 1953 se creó MK-Ultra, con la finalidad de utilizar materiales químicos, biológicos y radiológicos en operaciones clandestinas para controlar y modificar la conducta humana. Uno de los cuatro directores del proyecto Authoritarian Personality (Personalidad Autoritaria), el profesor de psicología R. Nevitt Sanford, desempeñó un papel fundamental en los experimentos realizados en las décadas de 1950 y 60 mediante el uso masivo de las drogas psicodélicas. El proyecto, que data de finales de la década de 1940, fue el responsable de introducir posteriormente la contracultura de las drogas, el sexo y el rock entre la juventud. El Instituto Tavistock dirigió la División de Psiquiatría del Ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial, y envió a Estados Unidos a muchos de sus mejores controladores en el periodo inmediato de la posguerra, a fin de que trabajasen en los proyectos secretos de control mental de la CIA y del Pentágono, entre los que figuraba el proyecto MK-Ultra.

Nevitt Sanford, que dirigió el Stanford University Institute for the Study of Human Problems (Instituto de la Universidad Stanford para el Estudio de Problemas Humanos), dio una serie de l razones para legalizar las drogas. «La nación, por lo visto, está impresionada por los aproximadamente cuarenta mil drogadictos que tenemos, a quienes se considera personas tremendamente díscolas, que deben ser reconducidas a toda costa mediante una carísima actividad policial. Sólo un puritanismo inquieto podría aprobar la práctica de centrarse en los drogadictos, en lugar de en los cinco millones de alcohólicos, y de tratarlos como si fueran un problema policial en vez de un problema médico y, al mismo tiempo, suprimir drogas inocuas como la marihuana y el peyote junto con las peligrosas». Allen Dulles, que era director de la CIA cuando esta inició el programa MK-Ultra, fue el jefe de oficina de la OSS, predecesora de la CIA, en Berna, Suiza, mientras duró toda la investigación inicial de la empresa Sandoz. Uno de sus ayudantes era James Warburg, de la misma familia Warburg que contribuyó decisivamente a fundar en 1963 el Institute for Policy Studies. Se calcula que se desarrollaron unos 149 proyectos dentro del programa MK-Ultra, básicamente orientados a la investigación de la modificación de la conducta, la hipnosis, los efectos de las drogas, la psicoterapia, los sueros de la verdad, los gérmenes patógenos y las toxinas en los tejidos humanos. El programa MK-Ultra debía ocuparse de encontrar la forma de manipular la memoria humana. El primer paso era dejar a un lado lo que los freudianos llaman «superego» y permitir al controlador el acceso directo a la mente de un agente enemigo. El segundo paso consistía en borrar informaciones específicas de la memoria del sujeto y sustituirlas por nuevos recuerdos, lo cual permitiría enviar de nuevo al agente a su país sin que supiera que había sido interrogado ni si había revelado información sensible. El tercer paso se proponía programar al agente enemigo para que realizara determinadas acciones sin saber quién había dado la orden ni por qué. En el psicoanálisis profundo el psiquiatra busca acceder a las capas del inconsciente del paciente a fin de sacar información importante, tal como traumas sufridos en la infancia, con el fin de neutralizar los efectos de los mismos. Y, en algunos casos, lo que se pretendía era reemplazar ciertas pautas de conducta por otras nuevas.

Es innegable que las redes sociales son una vía fácil de captación mediante técnicas de control mental que se basan en el estudio exhaustivo del entorno y de sus potenciales víctimas. Internet ha dado lugar a formas sutiles de influencia que pueden manipular todo lo que decimos, pensamos y hacemos. Durante el siglo pasado, más de unos pocos grandes escritores han expresado su preocupación por el futuro de la humanidad. En Un mundo feliz (1932), Aldous Huxley imaginó una sociedad casi perfecta en la que la infelicidad y la agresión habían sido expulsadas de la humanidad mediante una combinación de ingeniería genética y condicionamiento psicológico. Y en la novela 1984 George Orwell describe una sociedad en la que el pensamiento es controlado; en el mundo de Orwell, a los niños se les enseña a utilizar una forma simplificada del Inglés llamada neolengua con el fin de asegurar que nunca podrían expresar ideas que sean peligrosos para la sociedad. En Los Persuasores Ocultos (1957) el periodista estadounidense Vance Packard describió un tipo de influencia que estaba emergiendo rápidamente en los Estados Unidos. De acuerdo con Packard, algunos ejecutivos corporativos y políticos de EE.UU. estaban empezando a utilizar métodos sutiles, basados en conocimientos de psiquiatría y ciencias sociales, en muchos casos completamente indetectables, para cambiar el pensamiento, las emociones y la conducta de las personas. Uno de estos métodos es la estimulación subliminal, la presentación de mensajes cortos que nos dicen qué hacer, pero que son emitidos tan brevemente que nosotros no somos conscientes que los hemos visto. En 1958 se generó preocupación pública por un cine en Nueva Jersey que supuestamente había emitido mensajes subliminales en una película a fin de aumentar las ventas de helados. La Asociación Nacional de Radiodifusores de Estados Unidos prohibió el uso de mensajes subliminales en la radiodifusión. La legislación para prohibir los mensajes subliminales también se introdujo en el Congreso de Estados Unidos pero no fue promulgada. Tanto el Reino Unido como Australia tienen leyes estrictas prohibiendo esto. Pero la estimulación subliminal todavía es ampliamente utilizada en los Estados Unidos, ya que es difícil de detectar. Pero Packard había descubierto un problema mucho más grande: Las poderosas corporaciones estaban buscando constantemente una amplia variedad de técnicas de control de las personas, sin el conocimiento de éstas. Describió una especie de conciliábulo en el que las empresas vendedoras trabajaban en estrecha colaboración con científicos sociales para determinar, entre otras cosas, cómo conseguir que la gente a comprase cosas que no necesitaban.

Guiados por las ciencias sociales, los vendedores estaban aprendiendo rápidamente cómo utilizar las inseguridades de la gente, sus debilidades, etc..,  para alterar su pensamiento, emociones y conducta sin que se apercibiesen de que estaban siendo manipulados. Packard prologó su capítulo sobre los políticos con una inquietante cita del economista británico Kenneth Boulding: “Un mundo de dictadura no vista es concebible, utilizando las formas del gobierno democrático”. Las fuerzas que Packard describe se han vuelto más generalizadas. La mayoría de los pensamientos y sentimientos de nuestros adolescentes son cuidadosamente manipulados por profesionales del marketing que trabajan en las industrias de la moda y el entretenimiento. Los políticos trabajan con una amplia gama de consultores con el fin de influenciar a los votantes: Algunos de los persuasores quieren que compremos o creamos una cosa, otros que compremos o creamos otra cosa. Pero es la naturaleza competitiva de nuestra sociedad que nos mantiene, en general, relativamente libres. Pero, ¿qué pasaría si las nuevas técnicas de control no tuviesen apenas competencia y fueran mucho más poderosos e invisibles que las del pasado? Ello sería especialmente grave si los nuevos tipos de control permitieran que un pequeño grupo de personas ejercieran una enorme influencia sobre la mayor parte de la Humanidad. Pues bien, esto ya está sucediendo. Un mensaje subliminal es un mensaje o señal diseñada para pasar por debajo de los límites normales de percepción. Entre los ejemplos puede mencionarse una imagen transmitida de un modo tan breve, como la décima parte de un segundo, que pase desapercibida por la mente consciente pero, aun así, sea percibida inconscientemente; también tenemos el mensaje en una canción, que sea inaudible para la mente consciente pero “audible” para la mente inconsciente. Así pues, la persona puede no percibir el mensaje en forma consciente, pero sí de manera subconsciente. Los mensajes subliminales pueden ser desde simples mensajes comerciales para inducir a consumir un determinado producto, como el caso de los helados, hasta mensajes que pueden cambiar la actitud de una persona. Pero hay un consenso entre los psicólogos e investigadores de que los mensajes subliminales no producen un efecto duradero en el comportamiento, a no ser que estos estén presentes de manera exhaustiva en la vida de las personas.

Aunque pensemos que es algo muy moderno, la primera mención registrada sobre la percepción subliminal es la realizada en los escritos de Demócrito. También Platón habló de esta noción en su escrito Timeo. Aristóteles explicó los umbrales de la conciencia subliminal en su Parva Naturalia hace más de dos mil años, y sugería que los estímulos no percibidos de modo consciente podrían afectar los sueños: “Si los impulsos que tienen lugar durante el día no son demasiado fuertes y poderosos pasan inadvertidos debido a impulsos altamente despiertos. Pero mientras dormimos tiene lugar lo contrario, entonces los pequeños impulsos parecen grandes. Esto aclara lo que pasa en el sueño. Cuando sólo hay ecos débiles en sus oídos los hombres creen que se trata de algo relampagueante y extraordinario“. El filósofo Montaigne se refirió a dicho fenómeno de la percepción subliminal en 1580. Durante la última parte del siglo XIX y principios del XX, Freud investigó nuevos conceptos y teorías sobre el subconsciente y el inconsciente. La teoría del sueño de Freud creó una base sobre la que el doctor O. Poetzle hizo uno de los primeros descubrimientos científicamente importantes sobre la percepción subliminal. Freud dijo que los estímulos del sueño son transformados de manera simbólica antes de surgir en el sueño, sobre todo aquellos estímulos que amenazan al individuo. Poetzle descubrió que un estímulo o una información captada conscientemente por una persona no aparece en los sueños. Descubrió que el contenido del sueño en apariencia se basaba en los estímulos percibidos a un nivel inconsciente anterior al sueño. El científico indicó que los seres humanos excluyen de sus sueños los datos percibidos de manera consciente. Concluyó diciendo que el contenido de los sueños estaba compuesto en esencia de información percibida subliminalmente. Poetzle reflexionó sobre que el concepto de transformación de Freud era en esencia una modificación de material percibido de modo subliminal. Este fenómeno de transformación fue descrito más tarde como la defensa de la percepción, mediante la cual el individuo se protege a sí mismo de la información que podría ser amenazadora. Esta información amenazadora depositada en el inconsciente debe ser transformada en algo relativamente inofensivo antes de ser admitido en la conciencia. El análisis del sueño durante la psicoterapia se basa en la interpretación del estado transformado, de manera lenta y cuidadosa, para que el paciente pueda aprender a vivir con comodidad cuando surgen del inconsciente los recuerdos penosos.

Los discípulos de Poetzle dedujeron que los ojos humanos hacen cerca de 100.000 fijaciones (o fotos) diariamente. Sólo una pequeña parte de estas fijaciones se experimenta de modo consciente. De alguna manera el contenido percibido subliminalmente es aislado y transformado para su reproducción posterior en los sueños. El descubrimiento sugiere que los estímulos inducidos de modo subliminal actúan con una “bomba de tiempo” sobre el comportamiento. En 1919 Poetzle estableció una relación entre los estímulos subliminales, la sugestión post hipnótica y la neurosis compulsiva. Un individuo podría realizar los actos que se le han indicado o programado sin ningún conocimiento de por qué lo está haciendo. En 1957, James Vicary, publicitario estadounidense, mostró el taquistoscopio, una máquina que servía para proyectar en una pantalla mensajes invisibles que podían ser captados por el subconsciente. Durante la proyección de una película aparecían fotogramas con el siguiente mensaje: “¿Tienes hambre? Come palomitas. ¿Tienes sed? Bebe Coca-cola“. Según Vicary el resultado fue asombroso, ya que las ventas de dichos productos se dispararon. Su teoría fue recogida por el escritor Vance Packard en el libro Las formas ocultas de la propaganda que causó preocupación de las autoridades estadounidenses. Una ley prohibió el uso de publicidad subliminal, pero la CIA comenzó a estudiar su utilización contra el enemigo. En 2006, los investigadores Johan C. Karremansa, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, Holanda, citan el experimento de Vicary como un experimento ampliamente desacreditado pero que, sin embargo, no invalida la hipótesis de la efectividad de los mensajes subliminales. Estos investigadores demostraron que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan. Las técnicas científicas para medir y estudiar la reacción conductual de las personas ante determinados mensajes, son una herramienta que utilizan las grandes empresas para vender sus productos a escala masiva. Pero así como estas técnicas permiten potenciar el consumismo de productos, también, aplicadas en otras áreas, sirven para potenciar a escala masiva candidatos electorales, proyectos políticos, reglas de conductas y normas sociales impuestas por el sistema. En su definición más clásica, el neuromarketingconsiste en la “aplicación de técnicas pertenecientes a las neurociencias, en el ámbito de la mercadotecnia“, estudiando y experimentado los efectos interactivos que la comunicación produce en el cerebro humano, con el objetivo de predecir y condicionar la conducta del consumidor.

El neuromarketing se trata de un tipo especializado de investigación de mercados adoptado por las grandes corporaciones trasnacionales, que utiliza mediciones biométricas, como actividad cerebral, ritmo cardíaco, respuesta galvánica de la piel, etc…, de los sujetos estudiados para obtener conclusiones, y sobre la base de esas comprobaciones planificar campañas publicitarias para lograr el consumo de productos y servicios a gran escala. El principal instrumento que se utiliza en el campo de experimentación en esta disciplina son las Imágenes por Resonancia Magnética Funcional (FMRI). Valiéndose de estas imágenes, que cada día ganan en resolución y precisión, los científicos pudieron establecer principios de acción-reacción que experimenta el público frente a un hecho comunicacional. Las grandes agencias del mercado publicitario comenzaron a utilizar estas técnicas en sus campañas para vender distintas marcas y productos. Las investigaciones revelaron que la decisión de comprar o no un producto determinado no es racional, sino que deriva de del inconsciente. La resonancia magnética funcional (FMRI) da una clara indicación de lo que sucede en la mente del consumidor y qué reacciones pueden producir ciertos mensajes, a partir de su activación en determinadas áreas del cerebro. Según el Grupo Omnicom, un holding estadounidense global de medios, marketing y comunicaciones corporativas, el neuromarketing es una herramienta que, “planifica las campañas de publicidad basándose en los principios de organización mental de los seres humanos. Cada objetivo de comunicación provoca la activación de determinadas zonas del cerebro“. Las grandes agencias que utilizan estas técnicas tienen identificados varios modelos de comunicación que se relacionan con determinadas zonas del cerebro humano. Según los expertos, a la hora de planificar las campañas en medios hay que cuidar que para cada objetivo comunicativo se estimule la parte adecuada del cerebro. Por medio de escáneres cerebrales las grandes empresas intentan determinar qué parte del cerebro se activa frente a determinada  publicidad y mediante qué mensajes se activa la decisión de compra para un determinado producto. En este tipo de investigación de mercado a nivel neurológico, los participantes deben colocarse una gorra provista de sensores que registran la actividad cerebral, al tiempo que la persona observa la publicidad de diferentes productos y servicios. El estudio intenta medir la respuesta emocional, la atención y la memoria del participante.

La electroencefalografía (EEG),  una exploración neurofisiológica que se basa en el registro de la actividad cerebral, permite a los investigadores observar los impulsos eléctricos en la corteza cerebral. La EEG se emplea frecuentemente en el diagnóstico de la epilepsia. Pero durante los últimos años esta tecnología ha avanzado notablemente. La actividad cerebral ahora puede ser digitalizada e instantáneamente representada en gráficos. Los críticos y detractores de estas técnicas, afirman que están orientadas a generar y controlar necesidades de consumo a escala masiva, creando, por medio de efectos subliminales, dependencia emocional a determinados productos. Según el diario francés Le Monde, las técnicas del neuromarketing son la última versión de la venta de productos mediante la percepción subliminal, que, “impregna un cerebro de publicidad sin que la persona pueda darse cuenta“. Pero, desgraciadamente, las técnicas de exploración y de escaneo de cerebros, con su capacidad de medir la reacción conductual frente a determinados mensajes, con sus sistemas de detección de temores y deseos inconscientes, es una herramienta que trasciende el mercado publicitario. En efecto, los experimentos utilizados en la experimentación de las imágenes obtenidas mediante Resonancia Magnética Funcional también son aplicables en el campo de la información orientada al control de la conducta social con fines políticos. Estas técnicas de exploración y manipulación mental, orientadas a promover el consumo, sin embargo no inventan contenidos sino que simplemente detectan y potencian tendencias consumistas que el individuo tiene incorporadas. Las técnicas exploratorias indagan en las reacciones emocionales, en los miedos y deseos, que los individuos tienen registrados en sus contenidos mentales y psicológicos, dentro de un sistema social que hace del consumo de productos la principal vía de realización social. Pero así como estas técnicas permiten potenciar el consumismo de productos, también sirven para potenciar a escala masiva candidatos electorales, proyectos políticos, reglas de conductas y normas sociales impuestas por el sistema. Después de unos atentados ocurridos en Londres, las cadenas televisivas y los grandes diarios escribían títulos como “Los ataques terroristas en Londres desatan el temor mundial“. Los titulares iban acompañados de imágenes catastróficas, con el caos y el terror reflejados en los rostros de las personas que lograron escapar de los atentados en el metro de Londres. Esas imágenes y titulares fueron repetidos continuamente durante las primeras veinticuatro horas, con las grandes cadenas trasmitiendo en vivo, mientras los analistas repetían las consignas de “miedo al terrorismo“. Esto lo hemos podido ver en todos los atentados terroristas que se han producido e países occidentales. Distintos experimentos con técnicas de exploración cerebral, efectuados en Estados Unidos, demostraron que la recreación en imágenes, titulares y sonidos de los actos terroristas producía reacciones de miedo y rechazo paralizante en el cerebro de los participantes. Sobre la base de estos experimentos, se elaboraron luego las estrategias para la “guerra contraterrorista“, impuesta a la población como un recurso para terminar con la “amenaza terrorista“. O sea que, sobre la base de la detección del “miedo“, se elaboró luego el producto “deseado“, en este caso la “guerra contraterrorista” que fue vendida masivamente como la “solución“.

Google decide qué páginas web incluir en los resultados de búsqueda, y cómo clasificarlas. Pero qué algoritmos utiliza es uno de los secretos mejor guardados en el mundo. Para entender cómo funcionan las nuevas formas de control mental, tenemos que empezar por mirar el motor de búsqueda claramente dominante, Google, que se ha convertido en la principal puerta de entrada a prácticamente todo el conocimiento que estamos buscando, casi al instante y casi siempre en las primeras posiciones de la lista que nos muestra después de que lanzamos nuestra búsqueda. Más del 90 por ciento de nuestros clicks se orientan a los 10 elementos que se presentan en la primera página de los resultados y pocas personas miran otras páginas de resultados, a pesar de que el número de posibles resultados a menudo supera los miles, lo que significa que probablemente contienen gran cantidad de información que rechazamos. Los algoritmos de Google deciden cuáles, entre los millones de páginas web, se incluirán en los resultados de búsqueda, y también cómo clasificarlos. Debido a que las personas son mucho más propensas a leer y hacer clic en los elementos que salen en la primera página, las empresas gastan miles de millones de dólares cada año tratando de “engañar” al algoritmo de búsqueda de Google. Moverse en la primera página o no puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa. A principios de 2013, un experimento realizado por el Instituto Americano para la Investigación del Comportamiento y Tecnología, en Vista, California, revelo que la proporción de personas favoreciendo al candidato político mejor clasificado en el motor de búsqueda aumentó un 48,4 por ciento, y ello a pesar de que el 75 por ciento de las personas en los grupos de la prueba parecían haber sido completamente conscientes de que los resultados del motor de búsqueda eran sesgados. Se había descubierto el llamado Efecto de la Manipulación de Motores de Búsqueda, uno de los mayores efectos en el comportamiento que se habían descubierto.  Estas investigaciones también mostraron que al reducir el sesgo ligeramente en la primera página de resultados de búsqueda, mediante la inclusión de un elemento de búsqueda que favoreció a otro candidato, se pudo enmascarar la manipulación, por lo que pocas personas fueron conscientes de que estaba viendo clasificaciones sesgadas. A diferencia de los estímulos subliminales, el Efecto de la Manipulación de Motores de Búsqueda tiene un enorme impacto.

Google tiene casi un monopolio en las búsquedas de Internet en los Estados Unidos y los países occidentales. Así que si Google favorece a un candidato en una elección, su impacto en los votantes indecisos podría fácilmente decidir el resultado de la elección. El impacto de Google en favorecer a un candidato político en las búsquedas que la gente están llevando a cabo durante un período de semanas o meses antes de una elección sería mucho mayor que en un experimento temporal. Otros tipos de influencia durante una campaña electoral son equilibradas por medios en competencia, como  periódicos, programas de radio y cadenas de televisión. Pero Google no tiene competencia, y la gente confía en sus resultados de búsqueda, dando por supuesto de que el algoritmo de búsqueda de Google es objetivo e imparcial. Este alto nivel de confianza, combinado con la falta de competencia, pone a Google en una posición única para influir en las elecciones, al menos en las norteamericanas. Aún más preocupante es que el negocio de la búsqueda no está regulado, por lo que Google podría favorecer a cualquier candidato que le gustase sin violar ninguna ley. Un informe interno emitido por la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos en el año 2012 llegó a la conclusión de que el ranking de búsqueda de Google pone casi siempre los intereses financieros de Google por delante de aquellos de sus competidores. En la mayoría de los países, el 90 por ciento de búsqueda en línea se lleva a cabo en Google, lo que da a la compañía aún más poder para influir en las elecciones de Estados Unidos. Y a medida que Internet aumenta su penetración a nivel mundial, este poder de Google es cada vez mayor. Google tiene el poder de influir significativamente en las elecciones nacionales en el mundo sin que nadie sepa que está ocurriendo.

Los medios de comunicación social, ¿son una amenaza tan grande para la democracia como el ranking de búsqueda de Google parece indicar? No necesariamente, ya que cuando las nuevas tecnologías se utilizan de forma competitiva, no representan un grave peligro. Aunque las plataformas son nuevas, por lo general, se utilizan de manera similar a las vallas publicitarias y los anuncios de televisión se han utilizado durante décadas. Pero, ¿qué ocurriría si estas tecnologías fuesen mal utilizadas por las empresas que las utilizan? Robert M. Bond, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Ohio, en un estudio publicado en Nature en 2012 describe como en las elecciones en 2010 en Estados Unidos, Facebook envió recordatorios para ir a votar a más de 60 millones de sus usuarios. Los recordatorios provocaron que unas 340.000 personas votaran, mientras que sin el recordatorio de Facebook no lo habrían hecho. Jonathan Zittrain, profesor de derecho internacional en la Universidad de Harvard, en el 2014 señaló en Nueva República que, dada la enorme cantidad de información que ha recopilado sobre sus usuarios, Facebook podría fácilmente enviar dichos mensajes sólo a las personas que apoyan a un partido o candidato en particular, y que al hacerlo podrían fácilmente darle la vuelta a una elección, todo ello sin que nadie supiese que ello había ocurrido. ¿La legislación prohíbe a Facebook enviar anuncios selectivamente a determinados usuarios? La respuesta es no. Y, de hecho, la publicidad dirigida selectivamente es la forma en que Facebook hace su negocio. Durante un período de una semana, a 689.000 usuarios de Facebook se les enviaron noticias que contenían o bien un exceso de términos positivos, o un exceso de términos negativos, o ninguno. Los de los términos positivos posteriormente, utilizaron términos ligeramente más positivos en sus comunicaciones, mientras que los de los términos negativos utilizaron términos un poco más negativos en sus comunicaciones. Esto demostró que los estados emocionales de la gente podrían ser manipulados deliberadamente, a una escala masiva, por una empresa de medios de comunicación social. Los perfiles de los usuarios de Facebook son, sin duda, masivos, pero parecen pobres en comparación con los de Google, que está recopilando información ininterrumpida sobre sus usuarios, usando más de 60 diferentes plataformas de observación, como el motor de búsqueda, los Google Maps, Gmail, Google Adwords, Google Analitics, Google Crome, Google Docs, Android, Youtube,etc…

Los usuarios de Gmail no son generalmente conscientes de que Google almacena y analiza todos los correos electrónicos que escribimos, incluyendo los borradores que nunca se envían, así como todo el correo electrónico entrante que recibimos. Si Google quisiera influir en un proceso electoral, podría identificar sólo aquellos votantes que están indecisos. Entonces le podrían facilitar mensajes personalizados que favorecieran a un determinado candidato sólo a aquellas personas indecisas. Las formas extremas de seguimiento, ya sea por la KGB, en la antigua Unión Soviética, la Stasi, en la antigua Alemania Oriental, o el Gran Hermano en la novela 1984, son elementos esenciales de todas las tiranías, y la tecnología lo está haciendo más fácil que nunca, con el seguimiento y la consolidación de los datos de vigilancia y seguimiento. En 2020, China habrá puesto en marcha un ambicioso sistema de vigilancia, con una gran base de datos en el que múltiples clasificaciones de todos sus millones de ciudadanos estarán registrados para facilitar el acceso a dichos datos por parte de los funcionarios. De manera inmediata sabrán si alguien ha cometido algún delito o falta, o si utilizó blogs en Internet que se consideren inapropiados para el régimen. Como dijo Edward Snowden, consultor tecnológico estadounidense y antiguo empleado de la CIA y la NSA, que huyó a Rusia después de publicar documentos clasificados, nos estamos moviendo rápidamente hacia un mundo en el que los gobiernos y las corporaciones están recogiendo enormes cantidades de datos sobre cada uno de nosotros todos los días, con pocas o ninguna legislación eficaz que ponga límites a la utilización de estos datos. Cuando se combina la recolección de datos con el deseo de controlar y manipular, las posibilidades son infinitas. Pero tal vez la posibilidad más alarmante es la expresada en la afirmación de Boulding, que antes hemos indicado, de que una ‘dictadura invisible’ era posible ‘usando las formas de gobierno democrático’. Es evidente que los motores de búsqueda, como Google, están influyendo cada vez más en lo que las personas compran o votan. En prácticamente todos los temas en los que las personas están inicialmente indecisas, el ranking de búsqueda afecta en casi todas las decisiones que toman dichas personas. Están teniendo un impacto en las opiniones, creencias, actitudes y comportamientos de los usuarios de Internet a nivel mundial, además sin el conocimiento de la gente a la que le está ocurriendo.

Recordemos que el algoritmo de búsqueda de Google, en respuesta a una consulta, está seleccionando unas cuantas páginas web, de entre los miles de millones que están disponibles, y está ordenando esas páginas web utilizando algoritmos secretos. Segundos después, la decisión que se tome o la opinión que uno se forme como, por ejemplo, sobre donde ir en sus próximas vacaciones, o sobre si el calentamiento global es real, se determinará en base a la lista proporcionada por Google, todo ello ignorando cómo fue generada la lista. La tecnología ha hecho posible manipulaciones indetectables de poblaciones enteras, más allá de las normas y leyes vigentes. Estamos viviendo en un mundo en el que un pequeño grupo de empresas de alta tecnología, muchas veces trabajando estrechamente con los gobiernos y sus servicios secretos, no sólo están monitoreando la mayor parte de nuestra actividad, sino que también están controlando cada vez más, de forma indetectable, lo que pensamos, sentimos, hacemos y decimos. La tecnología que ahora nos rodea no es una tecnología inofensiva, ya que ha posibilitado manipulaciones no detectables y no rastreables de poblaciones enteras, manipulaciones que no tienen precedentes en la historia humana y que actualmente se encuentran fuera del alcance de las normas y leyes vigentes. Los nuevos manipuladores ocultos son más poderosos y con menos escrúpulos que lo que Vance Packard jamás imaginó. Los últimos años hemos estado inundados con supuestas noticias falsas y con desinformación. Debemos comprender de que se ha convertido en una ciencia el hecho de distorsionar la realidad y fabricar el consenso público. Edward Bernays (1891 – 1995), publicista, periodista e inventor de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas, además de sobrino de Sigmund Freud, fue el pionero en usar la ingeniería social a través de los medios de comunicación. A principios del siglo XX, Bernays sentó las bases para la programación cultural a nivel de toda la sociedad, colaborando en transformar una sociedad principalmente rural a una sociedad orientada al consumo y las urbes. Bernays se basó en los trabajos de científicos, como el psicólogo social francés Gustave Le Bon, para crear técnicas que apelaban a las emociones subconscientes de la gente, en oposición a la participación de la gente en el debate racional e intelectual. Los principios que Bernays utilizó han influido drásticamente en el crecimiento de nuestra cultura, pero a cambio de irrumpir con las técnicas de control mental y la propaganda,

Algo que estamos observando  en nuestro mundo actual es la corrupción de los movimientos de base y la forma en que estos movimientos son presentados en los medios de comunicación, con la finalidad de conseguir resultados sociales y políticos muy determinados. Vemos que numerosos movimientos sociales son utilizados para crear una narrativa de caos social, racismo, división y protesta política. Sharyl Attkisson, que fue periodista de investigación en CBS News, explica la táctica conocida como “astroturfing“, que se basa en falsos movimientos de base: “Astroturf implica una perversión de las bases. Es cuando los intereses políticos, corporativos u otros especiales disfrazan y publican blogs, abren cuentas de Facebook y Twitter, publican anuncios, cartas al editor, o simplemente envían comentarios en línea, para tratar de engañar, haciendo pensar que quien está hablando es un movimiento independiente o de base“. Estos métodos se utilizan para dar a la gente la impresión de que existe un amplio apoyo para un determinado programa, cuando no es cierto. Tácticas de astroturf  también son utilizadas para desacreditar a aquellos que no están de acuerdo con ciertos programas. Para ello se utilizan frases o palabras estereotipadas, en plan despectivo, tales como teoría conspiratoria, curandero, racista, ufólogo, etc…. Entre las tácticas de astroturf que describe Attkisson, tenemos, entre otras, la creación de páginas de Wikipedia controladas por corporaciones; la creación, a cargo de profesionales, de una presencia en los medios sociales, incluyendo cuentas en Facebook y Twitter; la financiación secreta de organizaciones sin ánimo de lucro para tener presencia en la web; en un motor de búsqueda como Google, optimizar páginas web como blogs y sitios de terceros que apoyan una agenda específica. Tal como ya hemos dicho, los mensajes subliminales son un elemento básico en el control mental. Al ser bombardeados con esta información oculta a la consciencia, puede ser activada la mente emocional y la persona afectada puede ser llevada a procesos como el miedo o el deseo sexual. Una persona puede no darse cuenta conscientemente por qué comienzan a sentirse más atraídos por ciertos estilos de vida o productos, pero la atracción es real y se materializa en sus elecciones personales. Los anuncios subliminales son utilizados como una técnica, no sólo para aumentar las ventas sino que también se utilizan para desviar a la juventud hacia determinados comportamientos.

En un documental del 2011, titulado Programming the Nation, Jeff Warrick, cineasta y antiguo profesional en publicidad, artista gráfico y productor de medios digitales, proporciona ejemplos de cómo los mensajes y otras técnicas subliminales son utilizados en la publicidad y otros medios para reforzar las normas culturales y programas sociales, tales como el consumismo, las opciones de salud, o la exaltación de la violencia. Estas técnicas podrían estar contribuyendo a una variedad de actuales problemas sociales, políticos y económicos, tales como la obesidad, la anorexia y otros trastornos de la alimentación, o bien a la actual guerra contra el terrorismo. En la película, Warrick explica cómo estas técnicas han condicionado al público en Estados Unidos a aceptar ciertos estilos de vida. Especialmente mediante mensajes subliminales en los anuncios, los programas de televisión, las películas y los noticiarios. Los efectos de dichas técnicas de manipulación se pueden ver en, por ejemplo, la homogeneización de las ciudades y pueblos de América, donde la gente ahora compra las mismas cosas, come la misma comida, viste la misma ropa, y comparte un estrecho espectro de ideas y valores. Pero para que estas técnicas sean efectivas, la gente no debe estar consciente de cómo la programación social y el lavado de cerebro están actuando para manipular nuestras vidas. Debe de haber, pues, un gran número de fuentes de información, cuyos mensajes se pueden variar ligeramente, con el fin de enmascarar la sensación de control externo. Estamos llegando a un nuevo escalón evolutivo que puede alcanzar al cerebro humano, que se podrá replicar progresivamente en las máquinas. Pero aún existen dudas de que la industria de la Inteligencia Artificial y colaterales estén en vías de alcanzar ese objetivo a corto o medio plazo. Casi cualquier habilidad física y técnica humana pueden mejorarse con las nuevas tecnologías, sin embargo la inteligencia, como el resto de habilidades psicosociales, parece que no es tan evidente. Pero, ¿qué es la inteligencia?  Etimológicamente la inteligencia es la cualidad del que sabe escoger la buena opción entre varias opciones y, en base a ello, poder orientar el pensamiento y la conducta en una determinada dirección. El desarrollo de sistemas de Inteligencia Artificial, que ejercerán de futuros entrenadores de la inteligencia humana, relación que será facilitada por la amplitud del conocimiento, la ausencia de sesgos humanos y la ausencia de conflictos de liderazgo entre persona y máquina. Uno de los últimos avances en este campo indica que si la persona comprende el proceso con el que la Inteligencia Artificial la está entrenando, podrá confiar en ella, mientras que en caso contrario no confiará.

Un bot (derivado de robot) es un programa informático que efectúa automáticamente tareas repetitivas a través de Internet, cuya realización por parte de una persona sería imposible o muy tediosa. Algunos ejemplos de bots son los rastreadores web de los motores de búsqueda de Internet, que recorren los sitios web de forma automática y recopilan información de los mismos de manera mucho más rápida y efectiva de lo que lo haría una persona. Los bots que podríamos considerar “buenos” cumplen los estándares de exclusión de robots, que los operadores de servidores pueden usar para influir en el comportamiento de un robot dentro de unos límites. Los bots “maliciosos” en cambio se utilizan, por ejemplo, para recopilar direcciones de correo electrónico con fines publicitarios, para hacer copias masivas no autorizadas de contenidos web o para espiar de manera sistemática las vulnerabilidades de software de los servidores con el objetivo de penetrar en ellos. En las redes sociales, los bots se utilizan para simular la interacción humana, hinchando artificialmente el número de visitas o seguidores, o automatizando respuestas para posicionar mensajes o influir en debates. Los denominados bots conversacionales son sistemas de inteligencia artificial que simulan una conversación con una persona, cuando en realidad es un tipo de robot, utilizando el lenguaje natural. Los bots malignos mantienen su porcentaje de tráfico, que ronda el 30% del tráfico web global. De estos, los más comunes son los llamados “Impersonators” (un 22% del tráfico), que tratan de robar información y suplantar la identidad de personas u organizaciones para producir fraudes o introducir spyware en distintas webs. Quizá los más utilizados sean los spammers, llevando a cabo una competencia del posicionamiento desleal, encargándose de crear y propagar contenido basura en comentarios de blogs y webs competidoras o generando links masivos y falsos, algo que con el algoritmo Pingüino de Google, por suerte, se ha visto reducido drásticamente. Las acciones contra este tipo de software han trascendido a organizaciones y gobiernos de todos los países del mundo, que actualmente unen esfuerzos para combatir una de las mayores lacras del mundo virtual. Un estudio indica que los antivirus corporativos tardan hasta 54 días en detectar las infecciones a través de este tipo de malware que representan los bots. La compañía Damballa, especializada en seguridad, ha hecho público un informe relacionado con la infección de los ordenadores corporativos por los distintos tipos de malware. En él se indica que uno de cada veinte equipos está infectado por bots malignos, y tan sólo el 53% de estas secuencias de código es detectada por los antivirus el primer día que aparece. Según algunos informes,  entre el 3 y el 5% de los ordenadores a nivel corporativo se encuentra infectado por bots, cifra que en un principio puede pasar desapercibida, pero que se puede convertir en grave problema en el momento de que alguno de estos códigos maliciosos sea lo suficientemente peligroso como para propagarse sin control.

Nos podemos plantear cuál será el futuro de la industria tecnológica y de los videojuegos, especialmente en lo que respecta a técnicas de control mental. Y es que la tecnología que interpreta los impulsos de nuestra mente y los traduce en acciones del computador ya ha sido más que probada. Existen aplicaciones de todo tipo, y los más beneficiados, aparte del usuario habitual, son los discapacitados, que ven cómo sus limitaciones se reducen sobremanera gracias a cables y electrodos conectados a sus cabezas. Con el paso de los años, la ciencia y la tecnología están más interrelacionadas, dando lugar a los avances que tenemos hoy día. Inicialmente el control mental parte de una de las premisas sobre la que se asienta la tecnología, y ésta no es otra que el hecho de que ésta existe para hacernos la vida más fácil y para facilitarnos tareas que, de otro modo, serian tediosas. Siempre se dice que la realidad supera a la ficción, y en este caso, es del todo cierto. Generalmente pensamos que para poder controlar algún aparato, como un computador, con la mente necesitamos un montón de electrodos y sensores colocados a lo largo de nuestro cráneo. Ello es parcialmente cierto, ya que estos sensores son los que se encargan de recoger la información que nuestro cerebro transmite en forma de ondas cerebrales. Luego los cables y el software se encargan de transformar dicha información y traducirla, por ejemplo, en movimientos en un juego de ajedrez. Existen hasta cuatro tipos de ondas cerebrales. Estas ondas no son más que las señales eléctricas de nuestra actividad mental. La primera onda es la llamada Beta, que aparece cuando hacemos un uso intensivo de nuestro cerebro al estudiar o concentrarnos en algo. Posee una frecuencia que oscila entre los 15 y 40 hercios, unidad de frecuencia para medir ondas y vibraciones electromagnéticas. La Beta es sin duda, de las cuatro, la más intensa. La segunda onda es la Alfa, que aparece justo al contrario que las Beta, es decir, con la inactividad. Tienen una mayor amplitud y los ciclos son de entre 9 y 14 hercios. Cuando terminamos de hacer un ejercicio, aparece el estado Alfa, del mismo modo que cuando estamos relajados o tranquilos. La tercera es la onda Theta, con una mayor amplitud de onda y una frecuencia de entre 5 y 8 hercios. Estamos en esta fase mental cuando entramos en un estado profundo de meditación. Otra forma de interpretarlo es cuando una persona está soñando despierta o imaginándose algo. Las mejores ideas nos llegan cuando estamos en el estado Theta.

Por último, y no por ello menos importante, nos encontramos con el tipo de onda Delta. Ésta es la que menos frecuencia tiene, entre 1.5 y 4 hercios, y aparece cuando tenemos un sueño profundo. Cuando despertamos de un sueño prolongado, experimentamos el paso de la fase Delta a la Theta, luego a la Alfa y finalmente a la Beta. Es necesario entender estos tipos de ondas cerebrales antes de abordar las aplicaciones que el software y el hardware pueden hacer de este tipo de ondas. Por ejemplo, Sega, empresa japonesa desarrolladora de software y hardware en el campo del entretenimiento, y la empresa especializada NeuroSky, lanzaron hace unos años el Epoc, un dispositivo con forma de casco que permitía leer nuestras ondas cerebrales. Contaba con unos sensores, un giroscopio, unos captores y el software necesario. Los sensores se encargan de recoger la información, y los captores de interpretarla. Así, el casco detecta cualquier estado de ánimo y hasta expresiones faciales. Entre las posibles aplicaciones que la compañía mostró, estaba una que mediante una aplicación en nuestro móvil, nos mostraba un mapa de nuestras ondas cerebrales y nos mostraba cómo hacer para diferenciarlas. También enseñaron una especie de videojuego  Pac-Man en el que mediante la mente podíamos mover al personaje por el mapeado. Si nos concentrábamos, hacíamos que el movimiento fuese más rápido. Square Enix, compañía japonesa desarrolladora y distribuidora de videojuegos, especialmente conocida por sus videojuegos de rol, también está desarrollando esta tecnología e IBM ya presentó un nuevo juego totalmente funcional. Se trataba de un videojuego de disparos en primera persona, en los que las acciones las pensaba el jugador y se mostraban en pantalla. Por ejemplo, se marchaba por un camino y se llegaba ante una puerta cerrada. Tras buscar la cerradura, que era una palanca, se activaba solo pensando en ello. En este tipo de videojuegos existe una relación directa entre el pensamiento del jugador y la acción que se muestra en la pantalla. Ésta es la clave, porque al enfrentarnos a determinadas situaciones, nuestro ánimo cambia, y este cambio es lo que hace que podamos realizar diversas acciones sólo con pensar en ellas. Y esto es sólo el comienzo. Apenas estamos viendo la punta del iceberg, porque los captadores y electrodos leen la información de nuestra mente y la transmiten al aparato o consola en una única dirección. El siguiente paso es que esa dirección sea en ambos sentidos. De esta forma, no sólo le diremos con la mente al videojuego que, por ejemplo, queremos pelear con nuestro rival, sino que el juego nos transmitirá sensaciones que parecerán reales. !Imaginemos una utilización maliciosa de esta tecnología! Pensemos en un videojuego en que hay que rescatar a alguien secuestrado. Tal vez el videojuego podría transmitirnos mediante algún pulso eléctrico un sentimiento de tristeza por no haber podido realizar el rescate. Nadie sabe qué futuro nos brinda el control mental. No se sabe si las principales compañías de videojuegos lo usarán en un futuro o si se integrará en los sistemas operativos. Lo que sí es cierto es que se están dando unos pasos agigantados en este campo, y que cada vez más la ficción se está haciendo realidad.

Fuentes:

  • Daniel Estulin – El Instituto Tavistock
  • David Icke –El-Mayor-Secreto
  • Sigmund Freud – Psicología de las Masas
  • Carl Jung – La dinámica de lo inconsciente
  • Theodor Adorno – Crítica de la cultura y sociedad
  • Bertrand Russell – El impacto de la ciencia en la sociedad
  • Marta Peirano – El enemigo conoce el sistema: Manipulación de ideas, personas e influencias después de la economía de la atención
  • Instituto de Investigación de Stanford – Cambiar las imágenes del hombre
  • Max Horkheimer – Teoría tradicional y teoría crítica
  • Charlotte Iserbyt – El atontamiento deliberado de América
  • Edward Bernays – Propaganda
  • Aldous Huxley – Un Mundo Feliz
  • George Orwell – 1984
  • Don R. Justesen – Microwaves and Behavior
  • Donald Bain – El control de Candy Jones
  • Cathy O’Brien – Trance Formation of America
  • Cathy O’Brien – Access Denied: For Reasons of National Security.
  • Doctora Rauni Kilde – Video Mind Control Weapons
  • Kurt Lewin – La perspectiva temporal y la moral
  • Vance Packard – Los Persuasores Ocultos
  • Vance Packard – Las formas ocultas de la propaganda
  • Jonathan Zittrain – Nueva República
  • Jeff Warrick – documental Programming the Nation
  • Givaudan Anne – Los Dossiers Del Gobierno Mundial
  • Diego Parrado – De Polybius a La Ballena Azul: así son los juegos que matan
  • Tribuna Libre – El control mental a través de las redes sociales
  • Gustavo Fernández – Experimentos secretos de control mental de los Estados Unidos
  • Redacción FS Gamer – Control mental, ¿el futuro de la industria tecnológica y de los videojuegos? 
  • David Icke – Mind controlled celebrities
  • Anatoliy Golitsyn – The Perestroika Deception

¿Qué hay de real en la manipulación psicológica de los seres humanos?  

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