Los orígenes del lenguaje humano: Uno de los enigmas más complejos de la ciencia

Cómo nació el lenguaje humano es una pregunta que lleva siglos atormentando a los investigadores. Uno de los mayores obstáculos al intentar responderla es que seguimos sin disponer de prueba empírica alguna a pesar de nuestros grandes avances tecnológicos.

Guía general de las salas de exposiciones del Museo Americano de Historia Natural (1911)

© Flickr
Guía general de las salas de exposiciones del Museo Americano de Historia Natural (1911)

Esta falta de evidencias concretas llevó incluso en cierto momento a la Sociedad Lingüística de París a prohibir debate alguno sobre los orígenes de la comunicación en su seno. A pesar de las incógnitas, diversos investigadores, entre los que hay psicólogos, antropólogos, arqueólogos y lingüistas, continúan estudiando este tema. En consecuencia, los numerosos estudios sobre el nacimiento de la comunicación se pueden dividir en dos grandes categorías: la vocalización y los gestos. En este artículo nos centraremos en la vocalización.

Nuestros complejos cerebros y huesos hioides

Ya que el lenguaje hablado es por su propia naturaleza algo transitorio, la mejor prueba empírica en este campo del estudio es el hueso hioides. Este hueso tal como aparece y funciona en el Homo Sapiens moderno se cree que solo puede encontrarse entre los siguientes de entre nuestros predecesores: el Homo Heidelbergensis, de hace unos 300.000 años y nuestros «primos» prehistóricos los Neandertales. No obstante, la aparición del hioides Kebara 2 en ambas especies no prueba definitivamente que estuvieran capacitados para hacer uso del habla o de un lenguaje complejo.

Tim Evanson/Flickr

© Tim Evanson/Flickr
Estatua de bronce de un Homo Heidelbergensis, Museo Smithsoniano, Washington D.C., Estados Unidos

Dicho esto, muchos investigadores creen que en el hueso hioides reside el nacimiento del habla para los humanos, y que sin nuestros huesos hioides con su forma específica y en el lugar exacto, funcionando junto a una laringe que ha descendido de forma precisa, se cree que los sonidos que seríamos capaces de emitir se parecerían en gran medida a los de los chimpancés.

Imagen que representa la ubicación del hueso hioides y la laringe en un humano moderno (Lasaludfamiliar)

© Lasaludfamiliar
Imagen que representa la ubicación del hueso hioides y la laringe en un humano moderno.

Por lo tanto, tenemos una maravillosamente compleja y precisa anatomía en nuestra garganta, pero junto a esta valiosa parte de nuestra anatomía también necesitamos cerebros lo suficientemente complejos como para tener algo de lo que hablar. Los investigadores creen que nuestros antiguos antepasados ya contaban con lo que Noam Chomsky llama LAD (Mecanismo de Adquisición de Lenguaje), la capacidad de aprender un lenguaje y emplearlo de forma creativa. Esta creatividad queda patente en el arte creado hace entre 300.000 y 700.000 años por nuestros predecesores Paleolíticos.

Collado Giraldo

© Collado Giraldo
Los ejemplos más antiguos de “arte” en Bhimbetka, la India (290.000-700.000 a. C.): diseño de cúpula y meandro (izquierda) y vista general del refugio de roca en el que se encuentra (derecha)

El hardware y el software ya están en su sitio: ¿Listos para empezar?

Combinando estas dos ideas, quizás nuestros ancestros humanos ya estaban preparados para empezar a hablar (o al menos para emitir sonidos bien modulados con el propósito de comunicar alguna idea) hace unos 300.000 años. A pesar de esto, la mayor parte de las teorías sobre el habla plantean una fecha de inicio muy posterior – hace solo 100.000 años, cuando también tuvo lugar un aumento del volumen del cerebro. Hasta aquí un resumen de la versión evolucionista de la adquisición del lenguaje.

Opuesto al punto de vista evolucionista, también hay debate acerca de si el lenguaje fue un don divino o quizás una invención consciente por parte de los primeros humanos. Ambas teorías están basadas en la complejidad del lenguaje humano.

Aparte de intentar concretar la fecha, continuidad y origen de la primera palabra hablada por un ser humano, otra pregunta muy importante a la que los especialistas han intentado dar respuesta es: ¿Qué decían nuestros más antiguos ancestros?

Las primeras teorías sobre el origen del lenguaje hablado: La-la, Bow-Wow…

Hay seis teorías principales que se formularon entre principios del siglo XIX y principios del XX que pretenden explicar los orígenes de las palabras que utilizamos en el lenguaje hablado. Tienen nombres graciosos que hacen alusión a la idea que subyace bajo cada teoría.

1. La Teoría Bow-Wow: Esta teoría sugiere que las primeras palabras fueron onomatopéyicas (palabras formadas a partir de los sonidos relacionados con los objetos o acciones a los que se refieren) como por ejemplo: gárgaras, piar, susurrar o tic-tac. La teoría Bow-Wow ha sido desacreditada por el hecho de que muchas palabras «onomatopéyicas» son diferentes dependiendo del idioma, no se derivan en realidad de los sonidos originales, y fueron creadas recientemente.

2. Teoría Ding-Dong: según esta teoría, la armonía con el entorno natural dio lugar a la necesidad de un lenguaje, y los sonidos y sus significados estarían conectados a través de la naturaleza de manera inmediata. Aunque es cierto que hay ejemplos de «simbolismo fonético» (por ejemplo, palabras que en inglés empiezan por fl- y están relacionadas con la luz y la velocidad), los estudios llevados a cabo no han sido capaces de probar una conexión innata entre la fonética y el significado de una palabra.

3. Teoría Pooh-Pooh: sugiere que el lenguaje nació gracias a las interjecciones (expresiones como «¡Ay!», «¡Oh!», «¡Ja!»). Un inconveniente de esta teoría es que se puede argumentar que muchos animales emiten estos sonidos y otros muy parecidos y no por eso crean palabras ni menos aún un lenguaje. Otro punto débil de la teoría Pooh-Pooh es la escasez de interjecciones que se da en la mayoría de los lenguajes modernos.

4. La Teoría Yo-He-Ho: Esta es una teoría basada en los gruñidos y gemidos que emite el ser humano cuando está realizando algún trabajo físico duro. Aunque estos sonidos pueden relacionarse con parte del ritmo de algún lenguaje, la teoría no consigue explicar realmente el origen de la mayoría de las palabras.

5. Teoría La-La: Consiste en la idea de que el lenguaje hablado surgió del juego, el canto y el amor. Una objeción a esta teoría es que no explica el origen de otras palabras con menor carga emocional.

6. Teoría Ta-Ta: plantea que las palabras surgieron del deseo de imitar gestos empleando la lengua y la boca. Por ejemplo, la palabra Ta-Ta sería una lengua diciendo adiós. La dificultad obvia de esta teoría es que muchos gestos no pueden ser representados únicamente por la boca y la lengua.

A pesar de sus fallos, la mayor parte de estas teorías aún se enseñan a día de hoy como punto de partida para la investigación en el área del lenguaje humano hablado.

Ampliación de la Teoría Ding-Dong:

Un reciente estudio sobre la iconicidad tanto de los gestos como de las vocalizaciones como posibles orígenes del lenguaje sugiere que puede existir algo parecido al concepto de simbolismo fonético. En el estudio llevado a cabo por Perlman, Dale y Lupyan, se pidió a los participantes que crearan vocablos para 18 significados diferentes (como áspero, pequeño, rápido, etc.). A continuación los participantes comunicaban estos sonidos a un compañero que debía adivinar el significado de la «palabra/sonido.» Descubrieron que por medio de la repetición de los pares vocablo-significado los participantes eran capaces de interpretar los sonidos de las vocalizaciones rápida y fácilmente. Posteriormente los investigadores reprodujeron grabaciones de los vocablos a otras personas no presentes en la sesión de generación de sonidos, y aquí también descubrieron que un porcentaje más alto de participantes del que cabría esperar como producto de la casualidad (36% de aciertos) eran capaces de interpretar los significados de los vocablos.

Conversación (1881) Camille Pissarro

© Wikimedia Commons
Conversación (1881) Camille Pissarro

Teoría evolutiva del lenguaje y protolenguaje

Nowak y Krakauer son dos investigadores que emplearon la teoría de juegos para intentar explicar los orígenes del lenguaje. Creyendo que los malentendidos serían frecuentes en los inicios del lenguaje hablado, crearon un modelo que describía este problema y limitaba el número de objetos que podían ser descritos. A continuación intentaron descubrir cómo superar los posibles fallos en la comunicación. Los resultados demostraron que un mayor número de sonidos no ayudaba a superar el «límite de errores», sino más bien la creación de «palabras» mediante la combinación de pequeños grupos de sonidos fáciles de interpretar.

¿Un lenguaje original o muchos?

Otra cuestión que trae de cabeza a los investigadores interesados en los orígenes del lenguaje hablado es si hubo un solo lenguaje original o muchos. Observando la actual diversidad de lenguajes, la dispersión de nuestros antiguos ancestros y estudiando cómo se adquieren los lenguajes modernos y otros factores se ha llegado a diferentes hipótesis por ambas partes: Monogénesis y Poligénesis.

La creencia de que hubo un único lenguaje original (monogénesis) es la más antigua de estas dos teorías. Ha sido propuesta por aquellos que creen que el lenguaje fue una creación divina. La monogénesis también es la hipótesis preferida por los seguidores de la Teoría de la Lengua Madre – conectada con la Teoría del Origen Africano de la especie humana. Los teóricos de la poligénesis argumentan contra un eventual origen singular basándose en el alto número de lenguajes hablados a día de hoy así como en la diversidad de la localización de nuestros antiguos ancestros.

Rutas y fechas de emigración según la Teoría del Origen Africano.

© Wikimedia Commons
Rutas y fechas de emigración según la Teoría del Origen Africano.

Al no haberse aportado hasta ahora por parte de los especialistas pruebas concretas sobre la aparición del lenguaje hablado, no podemos estar completamente seguros de cuál de estas dos teorías es correcta.

Una antigua cuestión sin registro fósil

De hecho podría ocurrir que nunca fuésemos capaces de explicar definitivamente los orígenes del lenguaje hablado. Como escribió Christine Kenneally en su libro La Primera Palabra: En Busca de los Orígenes del Lenguaje (2007):

«Por su gran poder para herir y seducir, el habla es nuestra más efímera creación; es poco más que aire, sale del cuerpo en una serie de exhalaciones y se disipa rápidamente en la atmósfera. […] No hay verbos conservados en ámbar, ni sustantivos osificados, y ningún chillido prehistórico quedará impreso en la lava que le atrapó por sorpresa.»

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Referencias

https://es.sott.net/article/70083-Los-origenes-del-lenguaje-humano-Uno-de-los-enigmas-mas-complejos-de-la-ciencia

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