Desde una mujer con pipí morado hasta un hombre cuyos microbios intestinales elaboraron su propia bebida, varios casos médicos interesantes llegaron a los titulares en 2019.
Los llamados «informes de casos», que describen las condiciones de pacientes individuales, no tienen el mismo peso autoritario que los rigurosos estudios científicos en los que participan miles de personas. Pero tales informes a veces pueden ayudar a los médicos a comprender mejor las enfermedades raras o detectar signos inusuales de afecciones comunes.
Las «bolsas de catéter», que a veces se usan para recolectar la orina del paciente hospitalizado, generalmente no son un tema de discusión candente, a menos que la orina del paciente se vuelva púrpura . Ese fue el caso de una mujer en Francia que, después de 10 días de hospitalización, vio que el pipí en su bolsa de catéter cambiaba de amarillo normal a violeta curioso.
La rara condición, conocida simplemente como «síndrome de la bolsa de orina púrpura», es el resultado de una reacción química extraña que puede tener lugar dentro de las bolsas del catéter. Ocurre cuando las bacterias convierten un químico en la orina llamado sulfato de indoxilo, un producto de descomposición del componente dietético triptófano, en compuestos de color rojo y azul, que en conjunto parecen púrpura.
Aunque de aspecto extraño, la orina púrpura en sí misma es benigna. Pero puede indicar una infección del tracto urinario. Afortunadamente, la mujer francesa no tenía una infección del tracto urinario, y su orina gradualmente volvió a la normalidad después de un período de cuatro días de aumento de la hidratación, según un informe del caso, publicado el 31 de octubre en The New England Journal of Medicine .
Le diagnosticaron metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo en el que la hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno, no puede liberar oxígeno de manera efectiva a los tejidos del cuerpo. La afección puede causar piel y sangre azuladas.
El trastorno puede ser heredado o ser el resultado de una reacción a la medicación. En el caso de la mujer, probablemente era lo último: poco antes de que comenzaran sus síntomas, aplicó grandes cantidades de un medicamento anestésico tópico para el dolor de muelas. Fue tratada con un medicamento llamado azul de metileno, que puede revertir rápidamente la condición, y estaba lo suficientemente bien como para irse a casa a la mañana siguiente, según un informe de su caso, publicado el 19 de septiembre en The New England Journal of Medicine .
Durante seis años, el hombre de 46 años experimentó episodios de embriaguez misteriosa, según un informe de su caso, publicado el 5 de agosto en la revista BMJ Open Gastroenterology . Durante estos episodios, experimentó cambios mentales, incluida «niebla mental», así como un comportamiento inusualmente agresivo. Un día, fue arrestado por conducir ebrio y se encontró que tenía un nivel de alcohol en la sangre dos veces superior al límite legal. Todo el tiempo, negó haber consumido alcohol.
Finalmente, los médicos diagnosticaron al hombre con el síndrome de auto-cervecería (ABS), que ocurre cuando los microorganismos en el intestino fermentan los carbohidratos en alcohol. En el caso del hombre, tenía cepas de levadura que vivían en su intestino que convertían los carbohidratos en alcohol. Los antibióticos eliminaron estos microbios borrachos, y los probióticos ayudaron a restablecer un microbioma intestinal saludable. Finalmente pudo volver a comer carbohidratos sin intoxicarse.
La mujer de 60 años asistía a una boda cuando comió «una gran cantidad de wasabi», que pensó que era aguacate, según el informe, publicado el 20 de septiembre en la revista BMJ Case Reports. . Unos minutos más tarde, sintió una «presión repentina en el pecho que irradiaba a sus brazos», decía el informe.
Al día siguiente, le diagnosticaron el síndrome del corazón roto, una condición en la cual la cámara de bombeo principal del corazón, el ventrículo izquierdo, se agranda y se debilita para que no bombee correctamente. La condición puede ser provocada por el estrés emocional o físico. En este caso, los médicos sospechan que la bocanada ardiente de wasabi puede haber desencadenado el síndrome de la mujer. Afortunadamente, la afección suele ser temporal y la mujer se recuperó después de aproximadamente un mes de tratamiento con medicamentos para el corazón.
«Osificación del pene»
A veces, el cuerpo crece hueso en lugares que no debería. Para un hombre de 63 años, esto sucedió en el pene.
El hombre se sometió a una radiografía pélvica después de una caída, y los médicos descubrieron que había «osificación» en todo el eje de su pene, según un informe del caso, publicado en la edición de septiembre de la revista Urology Case Reports . En otras palabras, su pene se estaba convirtiendo en hueso .
El hombre fue diagnosticado con «osificación del pene». La condición es muy rara, con menos de 40 casos reportados en la literatura médica. La osificación ocurre cuando las sales de calcio se acumulan en los tejidos blandos, lo que lleva a la formación de hueso.
Cuando el pecho de un hombre se incendió durante una cirugía cardíaca , no fue un caso de combustión espontánea. Más bien, fue una complicación quirúrgica rara que se sabe que ocurre en las circunstancias correctas.
El hombre de 60 años necesitaba cirugía para reparar una rotura potencialmente mortal en su arteria torácica, según el informe, presentado en junio en una reunión de la Sociedad Europea de Anestesiología . El hombre tenía antecedentes de enfermedad pulmonar crónica, y durante la cirugía, los médicos necesitaban darle al hombre una dosis alta de oxígeno suplementario para evitar problemas respiratorios. Los médicos también usaron un dispositivo de electrocauterización, que calienta el tejido con electricidad, para detener el sangrado de los vasos sanguíneos.
De repente, las chispas del dispositivo de electrocauterización encendieron un fuego en la gasa quirúrgica. El fuego se extinguió rápidamente con solución salina (agua salada), sin dañar al paciente.
El uso de oxígeno suplementario probablemente contribuyó al fuego quirúrgico. El oxígeno en sí no arde, pero reduce la temperatura a la que puede iniciarse un incendio. A pesar del incidente, el resto de la cirugía del hombre salió bien y los médicos repararon con éxito la lágrima.
Un mechón de cabello caído parece bastante inofensivo. Pero en casos raros, el cabello suelto puede incrustarse en la piel, causando esencialmente una » astilla de cabello «.
Ese fue el caso de un hombre de 35 años en Brasil, que fue a la sala de emergencias con un misterioso dolor en el talón derecho que empeoró al caminar.
Cuando los médicos miraron por primera vez su pie, no pudieron ver nada malo. Pero una mirada más cercana al talón reveló un solo mechón de cabello aparentemente unido a su pie. El hombre fue diagnosticado con pili migrans cutáneo, una condición rara en la cual un tallo o fragmento de cabello se incrusta en la superficie de la piel. Solo se han notificado unos 26 casos de pili migrans cutáneo en los últimos 60 años.
Los médicos usaron pinzas para eliminar el vello, que medía solo 0.4 pulgadas (10 milímetros). Después, el hombre inmediatamente sintió alivio del dolor, según el informe, publicado el 20 de junio en The Journal of Emergency Medicine .
Las dietas de comida chatarra no solo son malas para tu cintura y tu corazón, también pueden ser malas para tus ojos. De hecho, un adolescente británico que no comió nada más que papas fritas, papas fritas y otra comida chatarra durante años lentamente se quedó ciego como resultado de su mala dieta , según un informe del caso publicado el 2 de septiembre en la revista Annals of Internal Medicine .
Según los informes, el adolescente era «quisquilloso» y, a los 14 años, se descubrió que tenía bajos niveles de vitamina B12. A los 15 años, desarrolló problemas de pérdida auditiva y de visión, y a los 17 años estaba «legalmente ciego» en ambos ojos. Las pruebas mostraron que el adolescente había desarrollado daños en su nervio óptico, el haz de fibras nerviosas que conecta la parte posterior del ojo con el cerebro.
Cuando los médicos le preguntaron qué alimentos comía, el paciente confesó que lo único que comía eran papas fritas, papas fritas, específicamente Pringles, pan blanco, lonchas de jamón procesado y salchichas. Fue diagnosticado con neuropatía óptica nutricional, o daño al nervio óptico que resulta de deficiencias nutricionales. Se sabe que las vitaminas B son esenciales para muchas reacciones celulares, y las deficiencias en estas vitaminas pueden conducir a la acumulación de subproductos tóxicos y, finalmente, al daño de las células nerviosas.
La pérdida de visión del adolescente fue permanente, pero le recetaron suplementos nutricionales, lo que evitó que su visión empeorara. También fue derivado a los servicios de salud mental por un trastorno alimentario.
Es posible que no piense en el iris, la parte coloreada del ojo, como algo que simplemente puede «colapsar». Pero esto puede suceder con ciertas lesiones oculares, como fue el caso de un hombre en Taiwán cuando una lesión causó que su iris se separara de su lugar normal y cayera hacia abajo .
El hombre fue a una clínica oftalmológica después de recibir un golpe en el ojo izquierdo con un cordón elástico, según un informe del caso, publicado el 10 de abril en The New England Journal of Medicine . El hombre informó dolor y visión doble en su ojo.
Fue diagnosticado con «iridodiálisis traumática», un tipo de lesión ocular que ocurre cuando un traumatismo cerrado hace que el iris se desprenda de la estructura circular detrás de él, conocida como el cuerpo ciliar. El hombre se sometió a una cirugía conocida como «iridoplastia» para tratar de reposicionar su iris. Luego, recuperó su forma de pupila y mejoró la vista.
Sangre «lechosa»
La sangre de un hombre estaba tan espesa y gorda que se volvió de un color lechoso .
El hombre de 39 años tenía diabetes, pero no tomaba sus medicamentos regularmente, según un informe del caso, publicado el 25 de febrero en la revista Annals of Internal Medicine . Fue a la sala de emergencia con náuseas, vómitos, dolores de cabeza y disminución del estado de alerta.
Las pruebas revelaron que tenía niveles extraordinariamente altos de triglicéridos, un tipo de grasa, en su sangre. Los niveles de triglicéridos por debajo de 150 miligramos por decilitro (mg / dL) se consideran normales, y los niveles por encima de 500 mg / dL se consideran «muy altos». Los niveles de triglicéridos del hombre registraron más de 14,000 mg / dL.
Los médicos intentaron usar una máquina para filtrar la grasa de la sangre del hombre, un proceso conocido como plasmaféresis. Pero la máquina se obstruyó debido a los niveles extremadamente altos de grasa en la sangre. Entonces recurrieron a la sangría, o la extracción manual de sangre, para salvar la vida de ese hombre. Parece ser que los primeros casos reportados de hemorragia en el tratamiento de altos niveles de triglicéridos o hipertrigliceridemia, dijeron los autores.