Psicopompo Mitología

Psicopompo Mitología
Farid Rueda – Psicopompo – Ciudad de México

La creencia de un mundo más allá de la vida, que explique qué ocurre con el alma de quien fallece, ha estado presente a lo largo de la historia de la Humanidad. ¿Qué es un psicopompo? ¿Cuál es el origen mitológico de estos seres? ¿En qué culturas aparecen? ¿Cuáles son los mejores ejemplos de psicopompos?

Psicopompo ser mitológico que conduce las almas hacia la ultratumba, cielo o infierno

Se ha hablado del mundo de los vivos y de los muertos, así como de los seres que pueblan en estas dimensiones que trascienden el mundo físico. En este sentido, cobran especial importancia los psicopompos, seres mitológicos con un cometido trascendental con los difuntos.

Psicopompo — Un ser entre dos mundos

Los psicopompos son seres que tienen encargada la tarea de transportar las almas de los muertos que dejan este mundo.

Al morir una persona, su alma saldría del cuerpo y el psicopompo iría a buscarla para, acto seguido, acompañarla en el viaje hacia el ‘Más Allá’, evitando así que quede vagando sin rumbo en el mundo de los vivos.

De la misma forma, un psicopompo también debe ayudar a encontrar el camino a aquellas almas que permanecen en el limbo, el mundo que hay entre la tierra de los vivos y de los muertos, ignorantes de que han muerto y que deben dar el paso a otro plano.

Espíritus, ángeles, demonios e incluso dioses

Dependiendo de cada cultura, el aspecto y la naturaleza de los psicopompos varía, por lo que según el lugar, puede tratarse de animales, que adquieren la condición de “sagrados”; pero también de entes que de otros universos, como espíritus, ángeles, demonios e incluso dioses.

Añadir también que puede haber varios psicopompos en una misma tradición, no necesariamente uno solo.

Los chamanes, psicopompos humanos

En muchas tribus, existe la figura del chamán, una especie de hechicero que ayuda a los enfermos a sanar con métodos naturales, gracias a los amplios conocimientos sobre medicina de que dispone y que se le han transmitido a través de varias generaciones.

De esta forma, el rango de chamán únicamente se les concede a los miembros más veteranos, así que quienes aspiren a convertirse en uno, deben pasar por arduas tareas que deberán superar y que están bajo supervisión del chamán veterano.

Los chamanes además cuentan con un don que les permite ver todo aquello que trasciende al mundo físico, por lo que muchos les consideran uno de los psicopompos más importantes.

Se dice que los chamanes utilizan sus capacidades especiales para alcanzar estados alterados de conciencia, durante los cuales su alma abandona el cuerpo físico y les permite guiar al ánima del muerto al otro lado, para luego regresar.

En ocasiones, puede recibir la colaboración de los espíritus de otros psicopompos para completar su cometido.

Además de sus funciones funerarias, el chamán también tiene una función algo más luminosa como psicopompo, asistiendo a las almas de los recién nacidos para introducirlas en el cuerpo en el que les toca vivir.

Ejemplos de psicopompos

Cada cultura considera como psicopompos a diferentes seres, animales físicos o extracorpóreos. Los siguientes son ejemplos de algunos de los psicopompos que ha dado la Historia a lo largo de los siglos.

Hay que decir que el término “psicopompo” se acuñó con el paso del tiempo, pero todos ellos comparten el mismo rasgo en común, por eso se los trata como a tal.

Las Aves

Probablemente por su capacidad de volar hasta grandes alturas, las antiguas gentes creyeron que las aves podrían también atravesar la frontera que separa la Tierra del Cielo, por lo actúan como psicopompos de acuerdo con el folclore de algunos pueblos.

Por ejemplo, aquellas aves que culturalmente han sido vinculadas con el mundo oscuro o con lo tétrico (por sus hábitos nocturnos o su aspecto), como lechuzas, búhos y cuervos, se las considera psicopompos.

Pero si existe un ave a la que se le ha atribuido esta función mística, es el buitre. Entre los pueblos celtas afincados en la Península Ibérica, corría el rumor de que cuando un guerrero caía en combate y los buitres comían su cadáver, el animal asimilaba su alma.

De esta forma, el psicopompo alado levantaba el vuelo, traspasaba las puertas del Inframundo y dejaba allí al espíritu.

Los mamíferos

No sólo los plumíferos, sino que algunos mamíferos también fueron o son venerados como psicopompos por muchas gentes.

Muchas son las culturas que trataron así a los perros de color negro (resultado probablemente de la reminiscencia de la cultura egipcia, probablemente por su parentesco con los chacales y por recordar al dios Anubis).

Al otro lado del océano, aunque por otros motivos, las civilizaciones mesoamericanas veneraban al mejor amigo del hombre como un psicopompo.

Otra especie de psicopompo fueron los caballos, que de acuerdo con las leyendas de los antepasados musulmanes actuales, transportaban en su lomo la esencia de los que en vida habían cumplido rigurosamente con los preceptos de la religión de Alá.

Anubis

Entre las deidades del Antiguo Egipto, una de las más icónicas era el dios Anubis, el guardián de las necrópolis y protector de los cuerpos momificados de los muertos que cruzaban al Inframundo.

Anubis estaba representado con cabeza de chacal, un animal muy típico de las zonas desérticas de África central y que, dicho sea de paso, se creía que era la manifestación física del dios en la Tierra, por lo que también se trataba a este mamífero como un psicopompo.

Las valkirias

Eran las bravas guerreras que tenían la misión de portar las almas de los muertos en combate hasta el Valhalla, el Paraíso de la mitología escandinava. Allí, los bravos caídos se reencontraban con los espíritus de antiguos héroes de guerra, que también habían muerto peleando, y con el todopoderoso Odín, padre de las Valkirias.

Caronte

En la Antigua Grecia se hablaba de Caronte, la figura que llevaba en su barca a las ánimas hacia la otra orilla, a través de la laguna Estigia.

Ahora bien, para ser aceptados y poder cruzar, había que pagarle un tributo al barquero en forma de monedas de oro. Los que no satisfacían este tributo, quedaban condenados a vagar bajo las aguas oscuras del Aquerón durante los siguientes 100 años, hasta que Caronte decidiera rescatar a las desdichadas almas.

Para evitarlo, en la cultura helenística (y en otras posteriores que adaptarían esta costumbre), se enterraba a los fallecidos con una, dos o tres monedas de oro en la boca. D esta forma, cuando el alma abandonaba su cárcel de carne y hueso, podía pagar al barquero maldito.

Aunque popularmente se ha representado a este psicopompo con la forma de un anciano decrépito, barbudo y ataviado con oscuros ropajes; no es raro tampoco encontrar ilustraciones en las que Caronte luce como un funesto demonio de dos alas y armado con un martillo.

Alex Grandío via caracterurbano.com

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