Pensamiento anticipatorio, los problemas que están por llegar

Anticipar lo que puede ocurrir es una competencia psicológica de gran valor. Mientras no caigamos en fatalismos extremos, pensar en lo que podría suceder nos permite prepararnos mejor ante esos eventos.
Pensamiento anticipatorio, los problemas que están por llegar

El pensamiento anticipatorio define esas situaciones en las que imaginamos cómo determinados eventos pueden afectar a nuestros planes. De algún modo, si hay algo que nos repiten con frecuencia es aquello de que no es bueno pensar en lo que aún no ha sucedido porque de ese modo, aumentamos el humo de la preocupación para que se avive el fuego de la ansiedad.

Es cierto. En ocasiones, eso de hacer predicciones fatalistas antes de tiempo como auténticas sibilas no es precisamente lo más adecuado para la salud mental. Sin embargo ¿es realmente negativo detenernos a pensar en lo que podría ocurrir a corto y largo plazo? ¿Es poco adecuado trazar en nuestra mente todo un entramado de probabilidades y posibles futuribles? Lo cierto es que este enfoque puede ser nuestro enemigo como también nuestro gran aliado.

Al fin y al cabo, proyectarnos en el futuro e imaginar qué podríamos hacer ante determinadas circunstancias nos permite prepararnos mejor. Este proceso cognitivo nos ha ayudado a sobrevivir y es nuestro recurso imprescindible para hacer frente a muchos de esos retos que nos trae la vida.

El pensamiento anticipatorio es un rasgo de la inteligencia humana. Gracias a esa competencia cognitiva identificamos riesgos y advertencias para trazar planes de acción. Estar prevenidos siempre es mejor que dejar que los imprevistos nos embistan. 

Mujer poniendo en práctica el pensamiento anticipatorio

¿Qué es el pensamiento anticipatorio?

Pensar en lo que debería hacer en caso de que suspenda nuevamente esa oposición que me estoy preparando no es ser negativo. Es planificar una respuesta ante un evento concreto. Imaginar qué pasaría si me despidieran de mi trabajo tampoco es ser fatalista, es prever una situación que tal vez, sea más que probable.

Desde el departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Carolina del Norte publicaron un trabajo en el que delimitaban claramente la trascendencia del pensamiento anticipatorio. Se trata ni más ni menos que de una habilidad cognitiva de gran utilidad para movernos por esos escenarios complejos y ambiguos que nos rodean a diario en nuestra existencia.

Por tanto, anticipar resultados y pronosticar eventos futuros es algo que hemos hecho siempre. Es más, estos procesos forman parte de esas funciones ejecutivas superiores que nos diferencian del resto de animales. Imaginar, proyectar, anticipar y trazar un plan para afrontar esas situaciones nos permite estar mejor preparados ante lo que pueda suceder.

El pensamiento anticipatorio no trata de adivinar el futuro, busca adaptarse al futuro

Esa es la clave. Cuando uno piensa en lo que puede pasar el día de mañana no está haciendo de adivino ni busca activar una bola de cristal en su mente. En realidad, el pensamiento anticipatorio lo que hace es adaptarse al futuro y esto es un rasgo de la inteligencia humana. 

En nuestro intento por lidiar con la ambigüedad y la incertidumbre, el cerebro siempre tendrá una tendencia innata por imaginar qué podría hacer ante determinadas circunstancias. Al detectar posibles riesgos, problemas o amenazas lo más adecuado es realizar ese esfuerzo cognitivo con el que trazar planes, activar respuestas, diseñar medidas de actuación y resolución de problemas.

Asimismo, se da otro hecho innegable: este proceso es uno de los mecanismos más sofisticados que puede poner en marcha el ser humano. Hacer simulaciones mentales sobre el futuro y diseñar medidas de acción acordes a las posibles demandas, es una competencia tan afinada como decisiva.

Componentes funcionales y disfuncionales que podemos activar con el pensamiento anticipatorio

No todo el mundo que anticipa realidades futuras lo hace de manera saludable y práctica. Hay quien deriva en el fatalismo, en alimentar esas emociones de valencia negativa que generan bloqueos y ansiedadesVeamos por tanto, qué tipo de procesos son los que deberíamos reforzar y cuáles no.

Procesos funcionales

Entre las tareas cognitivas que debemos poner en práctica durante el pensamiento anticipatorio, están las siguientes claves:

  • Aprender a tolerar la ambigüedad y la incertidumbre. Debemos entenderlas no como elementos ante los cuales bloquearnos, sino dimensiones a las que hacer frente mediante adecuados planes.
  • Debemos hacer diagnósticos, entender por qué pueden o no pueden ocurrir ciertas cosas.
  • Recopilar información.
  • Valorar la credibilidad de esa información.
  • Relacionar esos futuribles con nuestra experiencia. ¿Qué hicimos en el pasado ante circunstancias semejantes?
  • Planificar un plan de acción. ¿Cómo deberíamos actuar si ocurriera esto o lo otro? Aún más… ¿si aplicáramos esas estrategias qué consecuencias tendría?

Procesos disfuncionales

En lo que se refiere a los procesos disfuncionales del pensamiento anticipatorio, es decisivo evitar una serie derivas psicológicas en las que caemos muchas veces sin darnos cuenta:

  • Dejarnos llevar por las emociones y quedar secuestrados por el miedo y la angustia.
  • Anticipar solo hechos negativos y altamente catastróficos.
  • Quedar bloqueados. En lugar de razonar estrategias de afrontamiento, nos limitamos solo a pensar en escenarios de lo más adversos sin sentido ni lógica.
Hombre activando el Pensamiento anticipatorio

Conclusión

El pensamiento anticipatorio es el recurso cognitivo que aplican los grandes jugadores de ajedrez. Visualizar mentalmente los movimientos que puede llevar a cabo el contrincante, les permite anticiparse y pensar en cómo contraatacar. No se quedan bloqueados, no dejan que el miedo les nuble la mente y la objetividad.

Esa es la estrategia que deberíamos aplicar en nuestra cotidianidad. Imaginar qué puede suceder mañana en esos ámbitos que conforman nuestra existencia es lo que nos permite trazar estrategias de respuesta para responder con inteligencia, acierto y serenidad.

https://lamenteesmaravillosa.com/pensamiento-anticipatorio/

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