Perdonar a alguien y seguir adelante con tu vida suele aliviar cualquier sentimiento negativo. Las personas que no perdonan suelen estar más estresadas, tienen la tensión arterial más alta y son más propensas a los prejuicios, por lo que seguir adelante con su vida puede ser muy beneficioso.
El perdonar trata de un cambio de conductas destructivas voluntarias dirigidas contra el que ha hecho el daño, por otras constructivas. Es un acto voluntario y consciente por el que una persona que inicialmente se siente víctima, tiene la capacidad de superar los sentimientos negativos persistentes, como el resentimiento, el rencor, el enojo, la venganza, el odio; para finalmente experimentar un cambio de actitud sobre un daño u ofensa pasada.
Suele darse en respuesta a incidentes en los que la víctima se siente ofendida por el comportamiento de otro que supuestamente ha vulnerado sus valores morales y éticos. Aunque el perdón es un componente necesario de las relaciones humanas saludables, para muchas personas es un proceso doloroso y difícil que a menudo conduce a comportamientos y actitudes poco saludables.
Nace porque la persona siente que se ha cometido una injusticia. Pero el proceso de perdón no significa que abandones la búsqueda de la justicia ni mucho menos dejar de defender tus derechos, solamente se trata de no buscar en ello un desahogo emocional, que implique que la búsqueda de la justicia se convierta en el centro de tus acciones y que dificulte tu avance en otros aspectos de tu vida.
Una buena comprensión del perdón es absolutamente necesaria para avanzar de verdad y marcar la diferencia en este mundo.
Cuando sufrimos en silencio, nuestro sentido de la autoestima disminuye y nuestra capacidad de amar y ser amado se ve obstaculizada. Podemos empezar a procrastinar, a quedarnos atrapados en el victimismo y seguir siendo heridos por los acontecimientos ya pasados.
¡También perdónate!
Muchas veces no somos amables con nosotros mismos, tenemos frases hirientes para con nosotros, muchas veces no nos valoramos, o resaltamos más nuestros errores que nuestros aciertos, nos llenamos de culpa por aquello que dijimos, o por lo que no dijimos, y somos incapaces de perdonar eses pequeños errores de los cuales nos arrepentimos y nos llena de dolor.
Perdonarse es una decisión para estar bien con uno mismo, antes de hacerlo con los demás. El perdón hacia nosotros mismos es el proceso de aprender a amarnos, respetarnos y aceptarnos tal cual somos, pase lo que pase. Cada persona en esencia es la medida de su amor hacía si mismo, por lo que su autoestima es una total referencia. Recordemos que nadie es perfecto y todos cometemos errores.
Algo que debe quedar muy claro es que el auto-perdón no es sinónimo de justificar las malas acciones, ni tampoco es dejar de sentir remordimiento por esa conducta inadecuada o esas palaras hirientes que dijimos. Perdonarse implica, en primer lugar, reconocer aquellas emociones negativas que nos llevaron a actuar de mala forma en el pasado y decidir que pierdan fuerza en nuestro presente.
Tener en cuenta que en esta vida no solo hemos sido la “victima”, seguramente hemos sido causante de dolor, así que es importante también “ser perdonados”. Una reflexión sobre nuestros actos nos harán considerar pedir perdón a quien hemos lastimamos. Cuando una persona te perdona, también es menos probable que haga cosas que te perjudiquen. Así, con el tiempo, tus relaciones con quienes te han hecho daño serán más estables, pacíficas y saludables. Recibir el perdón puede darte tranquilidad y alivio emocional.
El perdón no es un proceso rápido. Va a depender de varios factores como el daño ocasionado, determinar si las heridas son muy grandes, si el dolor es mucho, también va a depender de la personalidad de cada persona, ya que unos tienen la capacidad de perdonar más rápido que otros.
Demos ese paso que nos limita, cambiemos nuestra perspectiva de la situación vivida, superemos la resistencia al cambio. Otorguémonos el permiso para avanzar y superar aquello que ocurrió, viviendo aquí y ahora y abriéndonos a un futuro sin dolor.
Perdonar es esencial en nuestra vida
Una de las ventajas de perdonar es que, al hacerlo, podemos desarrollar la empatía hacia los demás. El perdón no solo te da un sentido más profundo de ti mismo, sino que también te permite sentir más compasión y comprensión por aquellos que te han herido. Es posible que tengas que ponerte en la piel de tu amigo o ser querido herido para comprender plenamente por lo que está pasando. Para ello, debes aprovechar tu inteligencia emocional. Definitivamente la salud mejora con el perdón; se siente una liberación.
- La autoestima se eleva al dejar de apegarse a sucesos dolorosos que son parte del pasado.
- El perdonar permite que se puede disfruta de buena salud mental y paz interior.
- Perdonar reduce la inseguridad, el temor al rechazo, engaño y abandono, por lo tanto, incrementa la confianza en uno mismo.
- El perdón cierra episodios dolorosos y desgastantes energía.
Es importante darse cuenta de que el perdón es diferente para cada persona. Es posible que tengas que experimentar con el perdón para encontrar tu propia fórmula personal para perdonar a los demás. Sin embargo, una vez que aprendas la fórmula, estarás más dispuesto a perdonar a quienes te han hecho daño. A medida que vayas practicando el perdón, verás que la gente está más dispuesta a perdonarte, sobre todo si les demuestras que vas en serio.
“Perdonar es uno de los mejores regalos que nos podemos hacer, ya que es fuente de estabilidad emocional”.