Las vacunas Covid-19 no producen inmunidad de rebaño o de grupo

La narrativa oficial ha repetido que vacunándote puedes proteger a otros. Se hace creer así que en consecuencia, la no vacunación es un acto asocial que conlleva daños a terceros. Pero la realidad es que las vacunas Covid-19 no producen la conocida como inmunidad de rebaño, de grupo.

Hay vacunas que además de ofrecer inmunidad individual también la ofrecen a la comunidad, lo que suele llamarse inmunidad de rebaño. Es decir, facilitan una respuesta inmunitaria personal que evita los daños de los microbios y además cortan la transmisión de los mismos.

Por ejemplo, la vacuna del sarampión, que produce inmunidad de rebaño al interrumpir la diseminación del virus del sarampión. Pero en general, las vacunas no producen inmunidad de rebaño por mucho que se haya repetido.

Por ejemplo, no interrumpen la diseminación de los gérmenes las vacunas del tétanos, la difteria, la gripe, la rabia, la meningitis, la polio (inyectable), el rotavirus, la tosferina (pertusis), la tuberculosis (BCG), el herpes zoster, los neumococos y la fiebre amarilla.

Y tampoco las vacunas Covid-19. Lamentablemente, estas vacunas no cortan la cadena de contagios pues no impiden que el virus SARS-CoV-2 se aloje y prolifere en las mucosas, especialmente la nasal. Es decir, las vacunas contra Covid no producen inmunidad de rebaño y los vacunados son tan peligrosos como los no vacunados para quienes no se pueden vacunar.

El médico Juan Gérvas lo explica en un sencillo artículo que he enlazado arriba. De estas vacunas se esperaba que:

-Indujeran una inmunidad persistente, incluso de por vida.

-Disminuyeran los casos, las hospitalizaciones y las muertes por Covid-19.

-Produjeran escasos y leves efectos adversos a corto y largo plazo.

-No provocaran la evolución del virus en el sentido de forzar la generación de mutaciones más contagiosas y letales.

Pero sabemos que quienes están vacunados pueden convertirse en portadores de microbios que pueden infectar y por lo tanto incluso matar a los no vacunados. Es decir, son vacunas que pueden producir un daño a quienes no se vacunan, por ejemplo pacientes con inmunodeficiencias o con tratamientos que conllevan disminución de la inmunidad (corticoides, para el cáncer, para trasplantes, anticuerpos monoclonales, etc).

En Estados Unidos han introducido cambios en sus recomendaciones a los vacunados para que se comporten socialmente como no vacunados (mascarillas, distancia social o evitación de lugares mal ventilados y hacinamientos).

Otro ejemplo. En el Reino Unido sigue habiendo casos y brotes de Covid pese a que casi el 94% de la población tiene anticuerpos contra el SARS-CoV-2 (naturales, por haber pasado la enfermedad, o artificiales, por la vacunación) y, de hecho, el servicio público de salud ha reconocido el problema de que los vacunados probablemente alojen y transmitan virus (la variante delta).

Las vacunas Covid tienen sus beneficios aunque con probabilidad menores de lo que se apuntaba cuando comenzó la propaganda para su extensión. La vacuna protege contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, pero algunas personas siguen infectándose con el coronavirus incluso después de la vacunación.

http://www.migueljara.com/2021/08/12/las-vacunas-covid-19-no-producen-inmunidad-de-rebano-o-de-grupo/

Un comentario en “Las vacunas Covid-19 no producen inmunidad de rebaño o de grupo

  1. Ya esta éste descubriendo la penicilina.

    No, efectivamente las vacunas no producen inmunidad de grupo. Es bastante improbable que unas vacunas no inmunizantes produzcan inmunidad, ni de grupo ni individual. Esto lo entiende hasta un crio de 8 años. Pero ya se sabía antes incluso de que empezara la vacunación.

    Se les llama vacunas porque es un término que todos entendemos, aunque no sean lo que solemos creer. Están diseñadas para evitar la enfermedad grave y la muerte, NO LA INFECCIÓN. Éste parece que no se lo había leido.

    «…los vacunados son tan peligrosos como los no vacunados para quienes no se pueden vacunar. »

    Esto no es verdad y hay que aclararlo. Las vacunas se hicieron para los virus existentes en ése momento y su reducción en la carga viral ( el tiempo que un contagiado es infeccioso para otros ) de los contagiados garantizaba un mínimo riesgo de infección de otras personas. Es decir, un vacunado que se infectase resultaba contagioso sólo los 3 ó 5 primeros días de contagiarse, lo cual reducía mucho el número de recontagios que podía provocar. El problema es que con el tiempo que llevamos haciendo el bobo con tonterías, han aparecido cepas distintas, concretamente la variante Delta.

    Con la variante Delta la carga viral de un vacunado se alarga hasta los 10 – 13 días, e incluso 15 en ocasiones. Lo que significa que aún estando vacunado y no tener riesgo de muerte o gravedad, incluso siendo asintomático, una persona contagiada es infeccioso hasta tres veces más tiempo que con la variante original ( aquella para la que se diseñó la vacuna ), por lo que los casos de contagios se disparan, como así es.

    Otra perla

    » La vacuna protege contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, pero algunas personas siguen infectándose con el coronavirus incluso después de la vacunación. »

    Algunas personas no, TODAS las personas que entren en contacto con el virus, estén vacunadas o no, se infectarán de covid 19; y eventualmente se convertirán en transmisores de la enfermedad. De ahí que, aunque se esté vacunado, deban mantenerse las medidas de protección ( mascarilla, higiene, distancia ).
    La diferencia es que si se está vacunado es muy probable que no necesite estancia hospitalaria, y si no se está vacunado es muy probable que acabes en la UCI o en una caja de madera.

    Las vacunas no son para proteger a los demás, son para protegerse uno mismo. Para proteger a los demás son las mascarillas, la higiene y la distancia.

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