MANIPULACIÓN EXTRATERRESTRE EN LA HISTORIA SECRETA DEL CRISTIANISMO. LOS COMPETIDORES.2ª PARTE

En la primera parte de este post, analizamos a tres competidores de Jesús, con más seguidores que él, capaces de los mayores prodigios y milagros, y con un paralelismo increíble respecto a su vida y doctrina.

Sin embargo, estos competidores cometieron pequeños errores que fueron determinantes en el desarrollo y progresión de su doctrina; dirigirse a una determinada clase social, abusar de los milagros y efectos espectaculares pero sin un contenido doctrinal profundo, o ser un líder político con una preocupación territorial que sirvió para que roma, tomara cartas en el asunto y decidiera apoyar una religión de conveniencia, que pacificase la zona

Veamos ahora otros de los competidores que tuvieron más fama y relevancia:


Mitra era un dios conocido en la antigüedad, principalmente en Persia e India. Mitra era el dios de la luz solar, de origen persa que fue adoptado en el imperio romano. Se conservan diversas esculturas, en su mayor parte del siglo III. Se le representa como un hombre joven, con un gorro frigio, matando con sus manos un toro.

Durante el Imperio romano, el culto a Mitra se desarrolló como una religión mistérica, y se organizaba en sociedades secretas, exclusivamente masculinas, de carácter esotérico e iniciático. Gozó de especial popularidad en ambientes militares. Obligaba a la honestidad, pureza y coraje entre sus adeptos.

Las excavaciones iniciadas en 1857 bajo la iglesia de San Clemente, en Roma, mostraron que estaba construida sobre una iglesia paleocristiana del siglo IV, y esta a su vez sobre un templo dedicado a Mitra. Por los hallazgos arqueológicos se sabe que es una religión de origen persa, adoptada por los romanos en el año 62 a. C., que compitió con el cristianismo hasta el siglo IV.

Existen realmente pocos textos escritos por autores mitraístas. Se conservan algunas pinturas e inscripciones, así como descripciones de esta religión por parte de sus oponentes, entre los que hay neoplatónicos y cristianos.

Buena parte de lo que ha circulado acerca de este mitraísmo se ha basado en las teorías de un erudito belga llamado Franz Cumont. Su obra titulada Los misterios de Mitra, publicada en 1903 condujo a aseveraciones por parte de la Escuela de la historia de las religiones en el sentido de que el mitraísmo había influenciado algunas prácticas del incipiente cristianismo. Con el tiempo, esto provocó que en ambientes más populares que académicos, y junto con la semilla que Kersey Graves había plantado con su libro de pseudo-historia «The World’s Sixteen Crucified Saviors» en 1875, se ha formado una leyenda urbana muy elaborada sobre un presunto nacimiento virginal de Mitra, así como de una supuesta muerte y resurrección de este personaje, y varios puntos más que relacionan íntimamente su vida con la de Jesús de Nazaret. Esta hipótesis no tiene fundamento histórico, pero es bien sonada y repetida por todo el mundo. (Para ver más información acerca de la historia de Mitra, dirigirse a Mitraísmo)

El dios Mitra védico

Mitra también es un dios védico de la India. Según el Bhágavata Puraná es el semidiós que controla el movimiento intestinal. En idioma sánscrito el término mitra significa ‘amigo’.

Mitra es uno de los Aditiás, los hijos de la diosa Áditi. Según algunas fuentes sus hermanos pueden ser siete u ocho, aunque otras referencias llegan a decir que hasta treinta y uno. Aditya indica su clasificación de dioses solares y/o del cielo. Según el Rig Vedá, Áditi es una deidad femenina, madre de todos los dioses, esposa de Kashiapa e hija de Daksha, un dios menor progenitor del universo. Se dice que ella lo contiene todo, y se le podría considerar como «naturaleza» o «diosa primigenia creadora».

En los Vedás, Mitra es un dios secundario del sol, siendo mucho más conocido Suria, que sí queda bien definido como el Dios Sol en todas las escrituras en las que se le menciona.

El Mitra védico nunca va solo, sino en compañía de su hermano gemelo Váruna, según el Rig Vedá, y los dos están incluidos entre los dioses hermanos Aditiás. Mitra está relacionado con los juramentos, las promesas, los contratos, la honestidad, la amistad y los encuentros, así como considerado como el suave sol del alba. No suele tener tanto protagonismo como su «conflictivo» hermano, y por ello suele pasar más desapercibido. A veces se le confunde con Indra, aunque éste es dios del fuego, y bastante más belicoso.

En contraposición, a su hermano Váruna se le asigna la creación de rayos, tormentas, lluvias, de las aguas, los oceános, los ríos y los bajos mundos o de las profundidades. Incluso se le llega a asignar el papel de Dios de los muertos, y dentro del agua, siempre va acompañado de nagas. También en el Rigveda se menciona su papel de dios lunar o Chandra, posteriormente asignado a Shivá.

El tándem Mitra-Váruna también viene mencionado en los antiguos Puranás, y no se describe muy bien su procedencia. Todo ello apunta a que pertenecieron al rango de dioses anteriores del período pre-sánscrito, antes de la aparición del hinduismo primitivo. En este hinduismo primitivo y medio, el dios que ocupaba el rango de dios-sol era Suria, en oposición al dios lunar Chandra.

Hay que comentar que en los Vedas, no hay mucha claridad en la identificación de muchos dioses. La razón es porque con el paso del tiempo fueron cambiando los cultos, donde se mencionan a dioses que ya casi nadie recuerda a excepción de unos pocos estudiantes de las escrituras y algunos brahmanes, todos muy versados. O bien se da el caso de que se cree en otros dioses que no están apenas mencionados en las escrituras sagradas hindúes.

Lo cierto es que Mitra, como su madre Áditi y el resto de los Aditiás, pueden ser reminiscencias de tiempos muy anteriores al establecimiento del vedismo (religión anterior al hinduismo). O incluso que el propio Suria, del que hay información suficiente como el Dios Sol, puede también haber sido una especie de «adquisición nueva» para asimilar cultos de otras zonas de la India. Actualmente en el culto hindú, los Aditiás ocupan un segundo plano bastante lejano a la práctica real diaria de todo hindú común. Aún así, hay sijs y otros credos y religiones de la India y alrededores, que todavía creen en Suria de alguna manera, dejando huellas de que en su momento de auge fue comparable al culto del Dios-Sol Amón-Ra en Egipto.

Todo ello viene a decir que el dios Mitra védico, como Dios-Sol no tiene en el hinduismo la relevancia que tuvo Suria. Y aunque el dios-sol Suria tuvo un papel protagonista, fue posteriormente relegado a un segundo plano por otras deidades.

Aun así, todavía hay algunos lugares donde Mitra es invocado, principalmente en juicios y en contratos, para asegurar su cumplimiento, así como la honestidad de los implicados.

Las similitudes con la religión cristiana son curiosas. Nace de una virgen. En 25 de Diciembre; la última cena  que deriva en una eucaristía muy similar a la cristiana. La resurrección tras la muerte.

Resulta tan “curioso”. La procedencia de Mitra es de Persia e India, dos de los focos de difusión de la cultura más importantes antes y tras el Diluvio Universal.

El elegido no nace de la unión de un hombre y una mujer. Nace de una Virgen, (manipulación genética, embarazo inducido). Resucita después de muerto como Jesús.

Una apuesta muy sólida que tuvo más simpatizantes que los cristianos.

El error fue no incluir a las mujeres. Sus seguidores eran como de una sociedad secreta. Está claro que la futura religión debía ser para todos/as, para todas las clases sociales, debía garantizar la paz y no sublevar al pueblo, y debía dar respuesta al sentido de la vida.

Isis es el nombre griego de una diosa de la mitología egipcia. Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada «Gran maga», «Gran diosa madre», «Reina de los dioses», «Fuerza fecundadora de la naturaleza», «Diosa de la maternidad y del nacimiento».

Isis era representada como mujer con el jeroglífico del «trono» Ast sobre su cabeza. Otras veces está sentada, ostentando un tocado con el disco solar, por ser hija de Ra, el dios Solar. Podemos verla igualmente con alas de milano, abriendo sus brazos para bendecir a sus devotos e hijos, simbolizando su maternidad; con forma de diosa árbol, amamantando al faraón.

Actualmente se le acumula el nombre de corazón de león, por su gran audacia, entonces se remonta por aquella edad heroica egipcia que se decia «Ichis Corazón de León»

En su versión antropomorfa, Isis era representada como una mujer que llevaba un ajustado vestido, coronada con el «trono» anteriormente descrito. A comienzos de la dinastía XVIII y en el período tardío, es representada con cuernos y un disco solar entre ellos, al modo de la diosa Hathor, por tanto, atributos tomados de esta última diosa. También porta el sistro y el menat, símbolos de la diosa Hathor y, en sus manos, suele llevar el anj (ankh) y un cetro papiriforme.

En la cosmogonía heliopolitana sus padres eran Geb y Nut. Era más prominente mitológicamente como la esposa y hermana de Osiris y la madre de Horus y fue venerada como la esposa y la madre arquetípica. Plutarco escribió un relato narrando su historia:

Osiris, hermano y esposo de Isis, reinaba en el antiguo Egipto con paz, armonía y sabiduría. El Nilo fertilizaba la tierra y las cosechas eran abundantes. Sus súbditos eran felices. Un día, Osiris salió de viaje para conocer otras civilizaciones y dejó el reino bajo el mando de su esposa Isis. Seth, su envidioso hermano, se sintió humillado pues creía que él debería gobernar y no Isis.

Cuando el dios Osiris volvió, Seth quiso hacer una gran fiesta de bienvenida y lanzó un desafío a los invitados: aquél que entrase en el cofre que Seth había traído, éste se lo regalaba como prueba de fidelidad y respeto. Muchos intentaron pero el cofre resultaba pequeño o grande. Osiris, curioso, quiso probar y le encajó perfectamente bien. Seth sabía el tamaño del hermano y era por esto que el cofre le había servido como un guante. Inmediatamente el hermano, junto con 72 cómplices, cerraron la caja de metal herméticamente y la arrojaron al Nilo.

Isis, con amor y confianza, empezó su travesía para recuperar el cuerpo de su esposo. Después de largas y penosas caminatas por Egipto, la diosa encuentra el cofre con los restos de Osiris. Pero el drama continúa cuando Seth, en su maldad sin fin, robó el cadáver y lo cortó en catorce pedazos que, nuevamente, esparció por todo el reino. Isis no se rinde y, en compañía de su hermana Neftis, la esposa de Seth, recorre cada lugar del reino. Finalmente consiguen encontrar todos los pedazos con excepción del pene. Sin embargo, Isis reconstruyó a Osiris ayudada por Anubis y Neftis, e impregnada de él concibió a Horus niño «Harpócrates«, quien posteriormente vengaría a su padre luchando contra Seth.

Algunos de los epítetos que recibió la diosa son: «Gran maga», «Gran diosa madre», «Reina de los dioses», «Fuerza fecundadora de la naturaleza», «Diosa de la maternidad y del nacimiento», «La Gran Señora», «Diosa madre», «Señora del Cielo, de la Tierra y del Inframundo» (en File), «Isis en todas sus manifestaciones», «Señora de Raanefer», «La reina de Mesen», «Señora de Hebet», «Señora de Abaton», «Señora de los países del sur», «Señora de las pirámides» en Giza, «la divina, la única, la más grande de entre los dioses y diosas, la reina de todos los dioses», «el Ojo de Ra, la corona de Ra-Heru, Sept», «Señora del Año Nuevo», etc.

Su origen es incierto, pero se estima que provino del delta del Nilo. Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto en la cual se encuentran las primeras inscripciones literarias, pero su culto se hizo prominente más tarde en la historia egipcia, cuando se empezaron a absorber y sincretizar los cultos de otras diosas. Con el tiempo se expandió fuera de Egipto, en el Oriente Próximo y el Imperio romano, con la construcción de templos lejanos dedicados a ella, como en las Islas Británicas. Hasta el siglo VI se pudieron encontrar rastros de su adoración en la Europa cristiana.

El templo más importante dedicado a su culto estaba en la isla de File. En Dendera era expuesta anualmente en un quiosco del templo de Hathor, a los rayos del Sol, para regenerarse. En Giza fue venerada como «Señora de las pirámides»

Su culto se propagó por todos los pueblos del Mediterráneo, resistiendo la expansión del cristianismo y se mantuvo en el templo de File durante el Imperio romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535.

El culto a Isis en Hispania

Hay evidencias del culto a Isis en Hispania, transmitido por comerciantes, militares o simples ciudadanos griegos y romanos. Al principio su veneración es popular para después llegar hasta las capas más altas. Existió culto organizado en: Emérita Augusta (Mérida), Igabrum, Cabra (Córdoba)), Valentia (Valencia) y Baelo Claudia (Bolonia, Cádiz), donde quedan restos de un Templo a Isis del S.II d.C; hubo devotos en: Legio (León), Astúrica Augusta (Astorga), Acci (Guadix), Saguntum (Sagunto) y Tarraco (Tarragona). Los últimos documentos hallados, referentes al culto a Isis en Hispania, datan de la primera mitad del siglo III.[1]

Paralelos con el catolicismo y el cristianismo ortodoxo

«El culto de Isis tuvo una influencia considerable sobre el de la Virgen María»… Isis «también fue el modelo para todas las reinas de Egipto, que eran conocidas como «hija de Dios», «gran esposa del rey» y «la madre de Dios«».[2] Las imágenes coptas (cristianas) heredaron esta concepción de la diosa (Isis), dando origen a representaciones posteriores de María Lactans.[3]

Los estudiosos han hecho comparaciones con el culto a Isis a finales de la época romana y el culto a la Virgen María. Después de que la religión cristiana ganó popularidad y comenzó a dispersarse en Europa y luego en Roma, los cristianos convirtieron el santuario de Isis en Egipto en una Iglesia en honor a María así como de manera deliberada tomaron imágenes del mundo pagano y las utilizaron.

Este fue el resultado de la exposición del cristianismo primitivo al arte egipcio. En una encuesta a «veinte destacados egiptólogos», realizada por el Dr. W. Ward Gasque[4] , un erudito cristiano, encontró que todos los que respondieron reconocían que «la imagen de Horus niño e Isis ha influido en la iconografía cristiana de la Virgen y el Niño» (pero que no hubo otras similitudes, por ejemplo, no hay «datos» de que Horus nació de una virgen, tenía doce discípulos, etc.)

El historiador Will Durant escribió que «Los primeros cristianos a veces rendían honores, a las estatuas de Isis amamantando al niño Horus, viendo en ello un rito antiguo y noble acerca de como por medio de la mujer (es decir, el principio femenino), se crearon todas las cosas, que finalmente se convirtió en la Madre de Dios.» Horus, en este aspecto juvenil, fue llamado Harpócrates por los griegos. A pesar de que a la Virgen María se le venera en el catolicismo y la Iglesia ortodoxa, su papel como una figura de la madre misericordiosa tiene paralelos con la figura de Isis.

De nuevo la procedencia del otro centro  de influencia anterior y posterior al Diluvio. Además da a las mujeres una importancia decisiva. Este repercute enormemente en su difusión y progreso. Los templos a la diosa Isis se multiplicaban por todas las provincias romanas.

Pero había un error también aquí. El culto a Isis permitía seguir con la vida de cada uno sin más inconvenientes que la asistencia al templo y sus ritos.

El cristianismo sin embargo, habla de una trasformación que empieza con el bautismo y dura toda la vida. Hay un compromiso de pertenecía que exige una determinada forma de vida, comportamiento y actitud.

El cristianismo tuvo también sus líderes alternativos, dentro del propio grupo de seguidores.

Juan el Bautista.

Resulta muy humillante, que tu dios, tenga que bautizarse por un competidor.

El mensaje de Juan el Bautista era más comprometido con la política y la expulsión de los romanos de Judea.

El gran número de seguidores de Juan el Bautista, lo convirtió en un peligro que roma atajó preventivamente, tal y como se describe en los manuscritos del mar muerto. La historia de la cabeza cortada sólo fue un adorno para acabar con un héroe y conseguir a todos sus seguidores para la causa de Jesús.

Tan sólo algunos de estos, lograron huir a Irak donde fundaron un grupo que aún persiste. Para ellos Juan el Bautista es el auténtico mesías no Jesús.

Además de Juan el Bautista había otras concepciones del personaje de Jesús.

Evangelios Gnósticos

En diciembre de 1945 un campesino árabe hacía un asombroso hallazgo histórico en el alto Egipto, cerca de la aldea de Nag Hammadi.

Se trataba de una vasija de casi un metro de alto que contenía trece libros de papiro forrado en cuero de los primeros siglos de nuestra Era.

Algunos de los papiros fueron quemados, pero otros llegaron al mercado negro de antigüedades. Finalmente las autoridades egipcias compraron uno y confiscaron diez y medio de los libros forrados en cuero, llamados códices, que fueron depositados en el Museo Cóptico. Pero una larga sección del decimotercer códice, que contenía cinco textos extraordinarios, fue de contrabando fuera de Egipto y vendido en los Estados Unidos. Después de una serie de peripecias, este texto fue ofrecido como presente al psicólogo C. G. Jung.

Los manuscritos encontrados son 52 textos-evangelios, la mayoría de ellos no conocidos anteriormente, de diversas sectas gnóstico-cristianas que presentan una visión doctrinaria cristiana muy diferente a la ortodoxia representada en el Credo de los Apóstoles.

Los 52 textos incluyen evangelios cristianos desconocidos anteriormente. Además del Evangelio de Tomás y el Evangelio de Felipe, encontramos el Evangelio de la Verdad y el Evangelio a los Egipcios, que se autoidentifica como «El ( libro sagrado) del Gran (Espíritu) Invisible». Otro grupo de textos consiste en escritos atribuidos a los seguidores de Jesús, como el Libro Secreto de Juan el Apocalipsis de Pablo, la Carta de Pedro a Felipe y el Apocalipsis de Pedro.

Lo que el campesino Muhammad Ali había encontrado en Nag Hammadi (en circunstancias rodeadas de crimen y misterio), pronto quedó en claro que eran traducciones coptas realizadas hace unos 1.500 años de textos más antiguos. Los originales habían sido escritos en griego, la lengua del Nuevo Testamento.

Acerca de la antigüedad de los manuscritos existen pocas dudas. Exámenes del papiro utilizado para fortalecer los forros de cuero los sitúan entre el 350-400 de nuestra Era. Pero la antigüedad de los originales griegos ha dado para muchas interpretaciones contradictorias. Algunos de ellos no deben ser posteriores al 120-150 d.C., pues Irineo, el obispo ortodoxo de Lyon, afirmaba hacia el 180 d.C. que los herejes dicen «que poseen más evangelios de los que verdaderamente existen», y se queja de que en su época estos escritos gozaban de amplia circulación, desde la Galia, a través de Roma, Grecia y Asia Menor.

Recientemente el profesor Helmut Koester, de la Universidad de Harvard, ha sugerido que la colección de dichos del Evangelio de Tomás, aunque compilada hacia el 140 d.C., puede incluir algunas tradiciones incluso más antiguas que los evangelios del Nuevo Testamento, «Posiblemente tan temprana como la segunda mitad del primer siglo d.C.» (50-100), es decir contemporáneas o anteriores a Marcos, Mateo, Lucas y Juan.

Algunos de los textos narran la historia de la raza humana en términos muy distintos a la lectura común del Génesis; el Testimonio de la Verdad, por ejemplo, cuenta la Historia del Jardín del Edén ¡desde el punto de vista de la Serpiente! En dicho texto, la serpiente, que aparece con frecuencia en los textos gnósticos como principio de la divina sabiduría, convence a Adán y Eva de compartir el conocimiento, mientras el «Señor» los amenaza de muerte, tratando celosamente de impedir que logren el conocimiento, y expulsándolos del Paraíso cuando lo logran.

La gnosis no es fundamentalmente un conocimiento racional. El lenguaje griego distingue entre el conocimiento científico o reflexivo («él conoce matemáticas«) y el conocimiento a través de la observación o experiencia («él me conoce a mí»); éste último es gnosis. Podríamos traducir este término como «conocimiento en profundidad», tal cual es utilizado por los gnósticos, pues gnosis es el proceso intuitivo de conocerse a sí mismo. Y conocerse a sí mismo es, según los gnósticos, conocer la naturaleza y el destino humano. De acuerdo al gnóstico Teodoto, que vivió en Asia Menor (140-160 d.C.), gnóstico es aquel que ha llegado a comprender:

Quiénes éramos, y quiénes llegamos a ser; dónde estábamos… de dónde venimos; de qué hemos sido liberados; lo que es la ida, y lo que es el renacimiento.

Pero conocerse a sí mismo es, en el nivel más profundo, conocer a Dios; éste es el secreto de la gnosis.

DIFERENCIAS ENTRE LAS DOCTRINAS GNÓSTICAS Y LA ORTODOXIA CRISTIANA

Aparentemente, lo que Muhammad Ali descubrió en Nag Hammadi es una biblioteca de escritos, casi todos gnósticos. Aunque afirman ofrecer una enseñanza secreta, muchos de los textos se refieren a las escrituras del Antiguo Testamento, y otros a las cartas de San Pablo y a los evangelios del Nuevo Testamento (Jesús y sus discípulos). Sin embargo, las diferencias doctrinarias son importantes:

Los judíos y cristianos ortodoxos insisten en que un cisma separa a la Humanidad de su Creador. Dios es totalmente otro. Pero algunos de los gnósticos que escribieron estos evangelios contradicen esta noción: el conocimiento de sí mismo es el conocimiento de Dios; el ser individual y lo divino son idénticos.

El Jesús de estos textos habla de ilusión e iluminación, no de pecado y arrepentimiento, como el del Nuevo Testamento. En vez de venir a salvarnos del pecado, viene como guía que abre el paso a una comprensión espiritual: ambos pasan a ser iguales; incluso idénticos.

Los cristianos ortodoxos creen que Jesús es Señor e Hijo de Dios de manera única, por siempre distinto de la Humanidad que vino a salvar. Sin embargo, el Evangelio de Tomás relata que en cuanto Tomás lo reconoce, Jesús le dice que ambos han recibido su ser de la misma fuente.

Después de describir estas diferencias doctrinarias, Pagels se pregunta si estas doctrinas no son más afines a las orientales que a las del cristianismo que conocemos:

¿Pudo la tradición hindú o budista haber influido en el gnosticismo? Edward Conze sugiere que la respuesta es afirmativa, y que «los budistas tuvieron contacto con los cristianos tomasianos» (es decir, cristianos que conocieron y utilizaron textos como el Evangelio de Tomás) en la India del sur. Rutas comerciales entre el mundo grecorromano y el Extremo Oriente fueron abiertas en la época de florecimiento del gnosticismo (80-200 d.C.), y durante varias generaciones, misioneros budistas habían enseñado en Alejandría. Tengamos en cuenta asimismo que Hipólito, autor cristiano que conocía el griego, escribía en Roma hacia el 225 d.C. acerca de los brahmines de la India; e incluía su tradición entre las fuentes heréticas:

«Existe (…) entre los indos una herejía de aquellos que filosofan entre los Brahmines, quienes viven una vida auto-suficiente, absteniéndose de comer criaturas vivas o comida cocida… Dicen que Dios es luz, no como la luz que uno ve, o el sol o fuego, sino que para ellos Dios es discurso, no aquel que halla expresión en sonidos articulados, sino aquel conocimiento (gnosis) a través del cual los misterios secretos de la naturaleza son conocidos por el sabio.»

La doctrina gnóstica nos presenta a otro Jesús diferente. María Magdalena es una líder junto a él. Se da a entender que Jesús y ella mantenían relaciones sexuales. Jesús besaba en la boca y públicamente a Mª Magdalena según los gnósticos.

Jesús abandona su cuerpo durante la crucifixión, y contempla a su cuerpo de hombre torturado por los romanos. Jesús manifiesta así su carácter inmortal.

La doctrina gnóstica tenía otros evangelios, otro Jesús, que resultaba incluso más atractivo para la gente.

Ahora no había fallos, y la doctrina superaba a la de la Iglesia cristiana, ¿qué pasó?, ¿por qué? Prevaleció la iglesia cristiana de Pedro.

La respuesta es que unos 300 años después de la muerte de Jesús, Roma tomo partido. La roma que había perseguido y matado a los cristianos convirtiéndoles en mártires, esa roma decidió apoyar sin límites a Jesús.

Contando con un aliado tan poderoso, es fácil ver como los gnósticos fueron barridos de la historia.

Pero ¿por qué el emperador de roma Constantino se decidió por el cristianismo?.

Constantino en el año 312, lucha contra su rival por el trono.

Estaba en juego el futuro del imperio romano.

Entonces antes de la batalla, tuvo una visión y unas voces que le decían “ por este signo “ el de la cruz” tu vencerás.

Constantino se convirtió al cristianismo, venció en la batalla y se propuso terminar con todas las religiones que podían competir con el cristianismo. Identificó la salud del cristianismo y su unidad de fe, con la salud y unidad del imperio romano.

El hombre más poderoso de la tierra, dominado por unas voces, construye a medida, una religión, en el concilio de Nicea. Una iglesia que él mismo lidera, el señala los evangelios que valen y los que no valen.

Posteriormente el sucesor de Constantino, Teodosio hizo al cristianismo obligatorio para toda la ciudadanía y prohíbe el resto de religiones, destruyendo sus templos.

La globalización de la cultura romana, y de una religión llamada a ser una de las más poderosas, de todos los tiempos.

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