Entes, Parásitos del Cuerpo Energético escrito por Samuel Sagan 6º parte

CAPITULO 6

ENTES, EMBARAZO Y GINECOLOGIA

6.1 Entes y los órganos reproductores femeninos

Al explorar un ente, algunos de los lugares más frecuentemente mencionados por las clientes del sexo femenino son: en o alrededor de los ovarios, el útero y la vagina. En algunos casos, la presencia del ente se asocia a desórdenes ginecológicos que pueden ir desde tensión premenstrual e irregularidad en la menstruación hasta tumores malignos. Sin embargo, en muchos otros casos no se presenta ningún malestar físico o enfermedad, solamente se descubre al ente conectado a los órganos reproductores femeninos, creando síntomas como los descritos en los capítulos 1 y 2: antojos específicos, disminución en la energía y problemas sicológicos, entre otros.

En los clientes de sexo masculino, esta ubicación, es decir en los órganos reproductores, no es un lugar común en el que se pueda encontrar a un ente. Aún cuando los entes puedan interferir con el apetito sexual y la libido en general, es raro encontrar a hombres que describan tener un ente ubicado en la cercanía de sus órganos sexuales.

¿Por qué tantos entes se sienten atraídos a los órganos reproductores femeninos? Una razón muy simple podría ser el espacio que encuentran allí. Por supuesto, los entes no son físicos, pero muchos de ellos están recubiertos por una capa de energía etérica. Si observamos la manera en la que el cuerpo etérico permea al cuerpo físico, notaremos que los tejidos físicos más densos tienen menos etérico que aquellos tejidos más acuosos. Por ejemplo, los huesos no están tan impregnados de energía etérica. La densidad física hace que sea más difícil que los tejidos sean permeados por el cuerpo etérico. De esta manera, se puede decir que es más fácil que energías extrañas encuentren un sitio adecuado para alojarse en las partes huecas del cuerpo, como lo son las cavidades naturales.

Si observamos las diferentes cavidades del cuerpo, encontraremos que las cámaras del corazón y las venas están cerradas y protegidas del mundo exterior. El tubo digestivo, por el contrario, está en contacto con el exterior a través de la boca y el ano, y uno podría pensar que el estómago es un nido perfecto para los entes. Pero en la boca, el estómago y los intestinos delgados, las funciones químicas tan intensas de la digestión, hacen que el lugar sea poco favorable para un ente. Durante la digestión no sólo los nutrientes físicos se dividen, también se divide su contraparte etérica. Como consecuencia, si un ente se extravía dentro de su tracto intestinal, es muy posible que éste sea ‘digerido’. Una vez que el etérico del ente se ha desintegrado gracias a la acción del fuego digestivo, su componente astral tiene muy pocas probabilidades de quedarse en el estómago, eliminándose de manera natural o conviertiéndose en polvo astral.

Hay excepciones a esta regla. Algunas energías perversas pueden encontrar el camino hacia su sistema a través de comida contaminada (especialmente grasas y carnes). Sin embargo, los entes y las energías perversas no son la misma cosa, y las probabilidades de atrapar un ente a través de los alimentos es poco probable. El efecto destructivo que tiene la digestión en los entes ha sido hasta explotado por algunos shamanes quienes, para deshacerse de un ente, ¡lo succionan a través de sus bocas y se lo tragan! Yo no recomendaría este método como algo que los sanadores puedan ‘digerir’, ni tampoco como el más elegante para deshacerse de los entes, sin embargo, el hecho de que ésto sea posible tiene repercusiones interesantes para poder entender a los entes. En particular, muestra como el estómago no es un lugar para la adecuada migración de los entes.

La situación es bastante diferente en el caso del colon descendente. Hasta donde le concierne a la digestión, el colon no es un lugar en donde ocurra mucha actividad – es más que nada un lugar en donde se reabsorbe el agua. Aquí no hay jugos digestivos llenos de enzimas ni procesos de digestión agresivos. Por lo tanto, el colon descendente y el sigmoideo, son cavidades naturales en donde, por lógica, los entes buscan refugio. Esto explica el por qué tantos clientes, hombres y mujeres, señalan a la región ilíaca izquierda como un lugar común en donde se encuentra un ente.

Además del factor del espacio, ¿qué otras razones podrían existir para que un número elevado de entes se encuentren en los órganos reproductores femeninos? El hecho de que la cavidad vaginal esté abierta al exterior hace que, posiblemente, sea más fácil que puedan entrar energías foráneas, incluyendo a los entes. Por otra parte, muchos entes se sentirán atraídos a esta área por la energía vital concentrada que se asocia a la reproducción. Como lo hemos visto antes, la mayoría desean ardientemente obtener energía vital y una parte básica de esta fuerza vital se almacena en las glándulas sexuales.

La región ilíaca izquierda no está lejos de los órganos reproductores femeninos, lo que posiblemente es otra razón por la que los entes prefieran ese sitio para alojarse. Nótese que en la medicina china tradicional, existe un punto de acupuntura llamado Qi Hai (6 Concepción). Este punto está situado aproximadamente una pulgada por debajo del ombligo, en la misma región que el Hara, en el cual los practicantes de las artes marciales aprenden a concentrar sus energías. Hai significa mar, y Qi es la palabra en chino para energía etérica o fuerza vital. Tanto el área del Qi Hai como aquella del Hara pueden considerarse centros de fuerza vital en el cuerpo. Debido a que la mayoría de los entes buscan fuerza vital, es fácil entender el por qué se conectan con algún lugar del bajo vientre, tanto en hombres como en mujeres.

Otro factor que atrae a los entes hacia los órganos reproductores femeninos es el que muchos entes sienten un interés natural en el sexo. Es muy común que los clientes describan que el ente se siente especialmente estimulado con las relaciones sexuales, en parte debido a la intensidad emocional y la liberación de fuerza vital que ocurre durante el acto sexual, y en parte a que la energía vital concentrada se asocia con el semen y los ovarios. Al estar conectado con los órganos reproductores, los entes están en el lugar exacto para alimentarse de las energías etéricas que se intercambian y liberan durante las relaciones sexuales.

También es de observarse que los entes tienen la necesidad de sentirse seguros y protegidos. Como lo veremos más adelante con unos ejemplos, no es extraño para una mujer que tiene un ente en esa área, el adoptar de manera subconsciente una actitud de protección y cuidado como si el ente fuera su bebé. El deseo maternal de criar, hace que el ente se sienta abrigado, confortable y con la sensación de que alguien lo cuida. Esta situación es bastante satisfactoria para los entes que solamente quieren permanecer en la oscuridad sin ser molestados; como niños deseando quedarse en el vientre materno en lugar de enfrentar las dolorosas complicaciones de ‘salir’.

Existe otro factor que puede ser de interés para los sicoanalistas. Las almas errantes del astral, sean de animales o humanos, tienen cierta fascinación por el vientre materno. Mientras están viajando en el astral entre dos reencarnaciones, hay etapas en las que las almas sienten un deseo enorme de sentirse seguras y obtener otros beneficios al estar dentro de una matriz. Otra motivación es el deseo ardiente e intenso que está impreso en sus cuerpos astrales, empujándolos a apresurarse a entrar en una madre. Imagine usted la sed de una persona que ha caminado por días en el desierto sin poder beber agua y que de pronto encuentra un estanque. ¿Qué más podría hacer si no correr hacia el estanque y beber esa agua? Es con esta misma intensidad frenética que la mayoría de las almas se lanzan violentamente hacia el vientre de sus madres.

Como lo veremos más adelante, sin tomar en cuenta casos muy aislados, los entes no son espíritus completos que han perdido su camino, sino fragmentos o energías astrales y etéricas. Sin embargo, una parte de ellos está conformada por sustancia astral muy similar a la del cuerpo astral de las almas que están viajando entre dos vidas. El ardiente deseo de encarnar en una matriz está impreso profundamente en esta sustancia, así como el deseo sexual está impreso profundamente en los seres humanos y animales. La fascinación arquetípica con el vientre materno es una motivación bastante fuerte, y una de las razones por la cual muchos entes se sienten atraídos hacia los órganos reproductores femeninos.

Ahora, antes de continuar con algunos ejemplos, permítaseme reiterar que ¡los entes no están en todos lados! Nadie se preocuparía por un caso de cólera cuando es una simple diarrea, o por un tumor cerebral cuando es un dolor de cabeza ordinario. De igual manera, sería absurdo que una mujer se preocupara de tener un ente cada vez que tiene dolores premenstruales. Sólo porque una proporción significativamente grande de mujeres con entes descubren que éste se ubica en o alrededor de sus órganos sexuales reproductores, ¡no significa que todas las mujeres tengan entes! Esto debe hacerse muy claro ya que algunas personas, una vez que saben de la existencia de entes, tienden a sospechar que están en todos lados y desarrollan una especie de ‘espectrofobia’ sin justificación alguna.

Caso 6.1 Mujer de cuarenta y dos años. Ha venido a consultarme acerca de un fibroma. El tumor fue descubierto cinco años antes y ahora ha alcanzado el tamaño de un feto de dieciocho semanas. El fibroma está sangrando cada vez más y el cirujano de la cliente ha decidido realizarle una histerectomía.

Al principio de la sesión de ISIS, la cliente se ha conectado con un parche en su energía que es más oscuro y más denso, en el área en donde puede sentir el fibroma.

¿Existe alguna emoción o sentimiento que pueda usted relacionar con el parche? –Miedo. Tristeza.

¿Tiene alguna forma? –Si. Es como una pera con la parte más delgada en el inferior. Hay algo en la parte de afuera. Como algo que creció, cierta sensación de dureza. Esta parte dura está justo debajo de la piel. Se me ocurre que es algo como esas peras alargadas que son delgadas y con una forma muy bella.

¿Qué es lo que quiere? –Confort. Tiene que ver con violencia, pérdida y abuso.

¿Qué tipo de violencia? – Violación cuando tenía diez años. El hombre no lo hizo de manera desagradable pero yo era muy jóven. Era mi padrastro. Tuvo una relación conmigo por cinco años. No debería de haberme hecho esto, sin embargo yo lo quería muchísimo. Cuando me fuí al internado le dije a una de las monjas. Así fue como mi madre se enteró y lo dejó. Y él se suicidó. Yo lo quería muchísimo. Estaba muy atormentado. Era doctor. Cuando él murió, fueron momentos de locura para mí. No se me permitía llorar en frente de mi madre porque ella lo odiaba y estaba feliz de que hubiera muerto. Me sentía como su aliada. Él se comportaba de manera brutal y violenta con ella, y esto hacía que ella se sintiera una víctima. Pero conmigo siempre fue una buena persona, excepto por sus abusos sexuales.

¿Existe alguna conexión entre él y el fibroma? –Sí. Su desesperación. Es sólo furia y desesperación. De hecho, ahora puedo sentir su presencia en el fibroma. [Llorando:] Pensé que esto ya había terminado.

¿Qué es lo que quiere? –Confort. Lo mismo que cuando era una niña y él [el padrastro] intentaba obtener confort de mí. Quiere que yo le dé vida, y se la doy al tenerlo allí.

¿Hay algun tipo de comida que disfrute? –Carne, sangre. Le gusta la carne.

¿Qué le sucede a la presencia cuando usted come carne? –Se fortalece. Es muy raro que yo coma carne, pero algunas veces se me antoja tanto que tengo que comerla de inmediato. El [la presencia] quiere carne. También está conectado con mi propio sangrado, como un círculo vicioso: cuando como este tipo de comida, es más fácil que la presencia me produzca un sangrado.

¿Qué le pasa a la presencia cuando usted sangra? –Me da el sentimiento de algo maligno. Toma placer de mi sangrado. Es como si el esperma de mi padrastro se hubiera quedado allí y se hubiera multiplicado a través de mi sangrado.

Si aplicamos al caso anterior el mismo patrón que desarrollamos en los últimos capítulos, entenderemos a este ente como un fragmento astral del padrastro. La cliente reconoce la presencia del padrastro en el fibroma, lo que sugiere la presencia de un fragmento. Más aún, las circunstancias en las que murió el padrastro, un trágico suicidio, sugieren que los fragmentos liberados de su cuerpo astral hayan tenido un dinamismo bastante fuerte. El ‘momento de locura’ por el que pasó la niña pequeña, sin poder expresar sus emociones de una manera abierta, fue un factor que facilitó que el fragmento la invadiera. El amor que ella sentía por su padrastro también fue un factor que permitió la entrada del pedazo astral.

A partir de que el ente fue extraído, el fibroma empezó a disminuir su tamaño. Después de unos días, la mujer ya no lo sentía al tener relaciones sexuales. Con la ayuda de otras técnicas de sanación, el fibroma siguió disminuyendo gradualmente; se evitó la cirugía y la cliente salvó su útero.

6.2 ¿En qué momento encarna el alma del bebé en la matriz?

Al explorar entes, he encontrado que un número significativo de clientes del sexo femenino ven un ente como la continuación de un embrión que ha sido abortado, algunas veces hasta hace cincuenta años atrás. Desde un punto de vista materialista, una vez que el embrión ha sido removido por medio de un legrado, el proceso del aborto está completo. Sin embargo, desde el punto de vista de los cuerpos sutiles, un embrión no es sólo materia física. El embrión físico es sólo una fracción del embrión completo, que también está compuesto de partes sutiles. Es muy posible que, cualesquiera que sean las energías astrales y etéricas que queden después del aborto, éstas se conviertan en un ente.

En términos de los cuerpos sutiles, ¿de qué está hecho exactamente un embrión? La respuesta depende de la etapa de embarazo en la que se encuentre. Llevado al momento en que el esperma penetra al óvulo, el huevo está hecho de células físicas y energía etérica super concentrada. En la última etapa del embarazo, el feto está compuesto de cuatro capas: física, etérica, astral y el Ego. Estas cuatro envolturas no están funcionando todavía de la misma manera que lo hacen cuando la persona es adulta, pero están allí. La pregunta decisiva es por supuesto, ¿en qué momento el alma del bebé (o para ser más precisos, el cuerpo astral del bebé y su Ser Superior) encarnan en el vientre de la madre? 22

Las diferentes tradiciones espirituales ofrecen diferentes respuestas. Por ejemplo, la tradición hindú considera que el cuarto mes es el que corresponde a la encarnación del bebé; es decir, el momento en que el cuerpo astral y el Ser Superior del bebé llegan y se conectan al embrión físico y etérico. 23 De acuerdo al Ayurveda, la medicina tradicional de la India, es en el cuarto mes cuando se desarrolla el corazón del feto, lo que permite que el Ser Superior del bebé se posicione. A partir de ese momento, la madre recibe el nombre de dauhṛdinī, ‘aquella con dos corazones’, y, debido a que el bebé tiene deseos propios, ella empieza a sentir antojos.

Esto quizás pueda ofrecer una respuesta sencilla al problema de los abortos: desde el punto de vista del Ayurveda, antes del cuarto mes, el embrión es solamente un pedazo de carne con un poco de prāna (fuerza vital) dentro de él, tal como un vegetal. Por lo tanto, no existe ninguna contraindicación espiritual ante la práctica del aborto, ya que no hay ofensas en contra de una forma de vida elevada.

Ante el comentario, «Pero el embrión está vivo, si lo mata, está destruyendo una vida…», recuerdo lo que un gran maestro de la India contestó: «Hasta el cuarto mes, el embrión no está más vivo que un tomate. Si piensa esto, entonces debería de evitar comer tomates, porque de igual manera, al comer vegetales, está destruyendo vidas.» 24

Un gran número de maestros de la India apoyan esta opinión, que además está respaldada por los textos sánscritos de la antigüedad. Cada vez que tengo alguna paciente que ha decidido tener un aborto, menciono este hecho. El tener que poner fin a un embarazo es algo que puede llegar a generar sentimientos de tristeza profunda y culpabilidad. Algunas veces las consecuencias sicológicas son devastadoras y pueden durar por mucho tiempo. No veo el beneficio que pueda traer tener tanto sufrimiento y dolor, por lo que estoy a favor de brindar alivio y consuelo. La experiencia me ha enseñado que hay un número de mujeres que experimentan cierto alivio al reflexionar en el hecho de que, desde el punto de vista de la sabiduría de la India, no se está destruyendo una vida al tener un aborto, siempre y cuando éste se realice antes del cuarto mes de embarazo.

Que las cosas sean simples o no, es otra cuestión. Todas las tradiciones esotéricas están lejos de concordar en este punto, algunas de las cuales determinan que la llegada del bebé es anterior al cuarto mes. Además, cualquiera que haya sido el caso en la India de hace dos mil años, sabemos que hoy en día las mujeres no desean esperar hasta el cuarto mes, que es cuando empiezan los antojos. Por lo tanto, si fuéramos a tomar el inicio de estos antojos como un indicador, tal como lo hace el Ayurveda, esto significaría que el alma del bebé algunas veces se posiciona dentro del vientre materno tan pronto como en el cuarto mes.

Al lidiar con cuerpos sutiles, es importante no ser demasiado mecanicista. Sería particularmente ilusorio el imaginarse a los cuatro cuerpos sutiles (físico, etérico, astral y Ego) como cuatro muñecas rusas, una dentro de la otra. Esto aplica especialmente en el caso de un bebé, aún después de nacido: su cuerpo astral y Ego están lejos de conglomerarse estrechamente ‘dentro’ de los cuerpos físico y etérico. Un bebé rara vez puede mantenerse despierto por más de unas horas. Durante el sueño, el astral y el Ego flotan, alejándose del físico y etérico. El hecho de que el bebé se quede dormido gran parte del tiempo indica que su cuerpo astral y el Ego tienen gran dificultad de permanecer dentro de los cuerpos físico y etérico. En otras palabras, durante un año después de nacidos, los bebés son excelentes viajeros astrales que pasan la mayoría de su tiempo fuera de sus cuerpos, flotando en altos espacios astrales –razón por la cual uno puede obtener gran inspiración espiritual de su compañía. 25

Después del nacimiento, los bebés apenas están presentes en su cuerpo, menos aún durante el embarazo. Desde el punto de vista de cuerpos sutiles, la encarnación en la Tierra no ocurre de la noche a la mañana. No hay un día específico en el que la madre pueda decir: » ¡Aqu? está, el bebé ha llegado!» La encarnación del astral y el Ego en el físico y etérico es un proceso gradual. Es durante la pubertad que el astral toma su posición final en el cuerpo físico, ¡y el proceso no se completará antes de la adultez! Cuando se dice en las corrientes esotéricas que la madurez astrológica llega alrededor de los veintiocho años, a lo que se refieren es al hecho de que, para muchas personas la llegada completa del Ego a la Tierra les toma todo este tiempo. La realidad es que no hay un plazo fijo. Algunas almas espiritualmente fuertes encarnan por completo desde la pubertad o aún antes de ella. Visto del otro lado de la balanza, billones de personas en el planeta no encarnarán mucho de su Ego. Pueden realizar todas sus actividades frenéticamente y mostrar una máscara de responsabilidad, pero su Ser Superior está a millones de años luz–astrales. Todo esto nos muestra que uno debe cultivar el pensamiento fluído si uno quiere comprender las leyes de la vida, en particular aquellas relacionadas a los cuerpos sutiles.

En términos de cuerpos sutiles, si uno observa la manera en que el bebé ‘encarna’ en el cuerpo de la madre durante el embarazo, ¿qué es lo que uno ve? Al principio el embrión es sólo una sustancia física permeada por una de las energías etéricas más doradas, regocijantes y asombrosas que puedan existir. Esto constituye al precursor del complejo inferior (cuerpos físico y etérico) del bebé.

Seguido del etérico llega el alma (astral y Ego). Al principio, no hay más que una cercanía, casi no se puede percibir, ni con clarividencia, ni con la intuición. Después poco a poco, el alma se engancha con el complejo inferior (físico y etérico). Este proceso es gradual y ocurre en el transcurso de semanas, sino es que meses. Además, la manera en que ocurre este proceso varía dependiendo de la madre. Es por esto que para mi sería poco sincero el querer establecer un tiempo fijo para la encarnación y después decir: antes de este punto, el bebé no está aqu?, o después de este punto el bebé ya está en el vientre materno. Especialmente durante las etapas tempranas, el vínculo entre la madre y el alma del bebé es muy frágil y puede romperse con facilidad, lo que resultaría en que el bebé empiece a alejarse y ocurra un aborto.

Por consiguiente sería muy poco realista el pensar que, después de un aborto, el alma completa del bebé se quede atrapada en el vientre de la madre. Si después de un año el bebé tiene todavía dificultad para mantener su cuerpo astral dentro de su cuerpo físico, ¿cómo podría mantenerse atrapado en el vientre durante el embarazo? A partir del momento en que ocurre un aborto (natural o inducido), el lazo entre la madre y el bebé se rompe y el alma del bebé flota a la deriva en los espacios astrales.

6.3 Los entes después de un aborto

El problema es que durante el tiempo de cercanía, cuando el bebé está estableciendo gradualmente esa conexión con la madre, algunas partes del cuerpo astral del bebé se unen al embrión que está en el vientre. Es decir que se unen a los vehículos físico y etérico preparados por la madre para el bebé. Si llegara a ocurrir que el embarazo es suspendido, los fragmentos del cuerpo astral del bebé serán liberados . Este proceso no es tan drástico como lo que ocurre con el estallido del cuerpo astral después de la muerte, pero aún así, se desprenden algunos fragmentos. Ahora bien, si ocurre un aborto (provocado o natural), y si uno sólo se ocupa de la parte física del asunto, dejando partes del cuerpo etérico del embrión dentro del vientre materno, ¿adónde irán los fragmentos astrales? La respuesta es obvia: se quedan conectados a su contraparte etérica dentro del vientre, y la mujer habrá heredado un ente.

Existen cierto número de factores que refuerzan la atracción de los fragmentos astrales hacia el vientre. Una parte importante la juegan las emociones que la madre tenía hacia el bebé. Además, no es obra del destino el que un bebé en particular se sienta atraído a una madre en específico: tiene que haber afinidad, algún tipo de polaridad entre los dos. Todo esto contribuye a que los fragmentos se adhieran al vientre y hace que un aborto sea una situación de alto riesgo a la hora de atrapar un ente. El hecho de que mecanismos similares puedan ocurrir cada vez que un huevo es fecundado y ocurra un aborto prematuro, es posiblemente, una razón más de por qué un gran porcentaje de entes son encontrados por clientes femeninos en el área de los órganos reproductores.

Caso 6.2 Estudiante de veinticuatro años. Tuvo un aborto seis semanas antes de esta sesión. Se mantuvo tranquila a lo largo de la intervención quirúrgica. Después de ésta, se sintió completamente dispersa, llorando todo el tiempo sin entender por qué. Su menstruación no regresó. Mostraba una temperatura más elevada que lo normal, entre 38 y 38.5 grados centígrados, sin causa aparente. Se le recetaron antibióticos pero la situación no mejoró.

Al principio de la sesión de ISIS, se identificó una nube negra en la región abdominal inferior, asociada a una presencia.

¿Qué está sintiendo? –Está en mi útero. Siento hostilidad viniendo de esta área. Es negra y está enojada conmigo. Es el embrión, está atrapado dentro y me quiere castigar. No sólo por el aborto sino por todas las cosas malas que he hecho en mi vida. Se siente negro, como una manta pesada, y tramposo. Es como terror, negro. Ahora puedo entender la conexión con los sentimientos de oscuridad, como los que tenía hoy. Es como si yo estuviera asustada, pero no soy yo, es la nube.

¿Hay algún tipo de comida que le guste? –Parece que el azúcar, por alguna razón. Ultimamente he sentido deseos de comer chocolate y cosas dulces, mucho más de lo normal. Parece que viene de allí.

¿Porqué está tan enojado con usted? –Al parecer no hay una razón específica. Solamente está muy asustado y lo manifiesta con ira y provocándome una enfermedad.

El oscuro enojo proveniente del fragmento no indica que el bebé fuera un monstruo. Este tipo de fragmento no es más que un pedazo del cuerpo astral del bebé. Debido a que se separó del alma del bebé, el fragmento ha asumido características nuevas que no corresponden necesariamente a las originales. Cuando los fragmentos se dejan solos, sin represión, ni relación con el cuerpo entero, su tendencia es manifestarse en maneras mucho más negativas que al estar integrados alrededor del Ego.

Por supuesto que algunas personas argumentarán que cualquier mujer afligida, después de un aborto, verá nubes negras en su útero. Pero en este caso, además del hecho de que durante el proceso de extracción del ente la mujer pudo ver claramente «algo que se elevó fuera de mi útero», su temperatura regresó a la normalidad dentro de las siguientes horas. Inmediatamente se sintió más calmada y aliviada. Su menstruación regresó tres días después.

Caso 6.3 Mujer de cincuenta y cuatro años, secretaria. He aquí la manera en la que ella describió el momento en que sintió que un fragmento, resultado de un aborto, fue extraído.

–De pronto recordé el aborto que tuve cuando tenía diecisiete años [hacía 37 años]. Podía justificar mi decisión en ese entonces, lo mismo que ahora, no tenía remordimientos. Pero cuando empecé a sentir la presencia del alma que acababa de abortar, tuve la sensación de que habían algunas cosas que no se dijeron. Sentía la necesidad de decir que lo sentía ante cualquier problema que yo hubiera causado con la decisión de terminar ese embarazo. Es como si le hubiera tomado la mano al alma, manteniéndola cerca de mi corazón y rodeándola de un amor que venía de muy profundo. Lloré y le dije adiós, algo que no había hecho por todos estos años. Entonces el alma se elevó hacía la luz. Una semana después, tuve mi menstruación; la primera vez en más de cuatro años. Duró cinco días: buen color, buen flujo, como si tuviera diecisiete años. Han pasado dieciocho meses desde entonces siendo ese mi último período.

 

Caso 6.4 Mujer de negocios, exitosa, de cuarenta y tres años. Completamente frígida por muchos años, sufría de estreñimiento.

En estado de ISIS, identificamos un ‘área oscura, pesada y densa’ en la parte izquierda e inferior del abdomen.

¿Hay alguna emoción o sentimientos relacionados con eso? –Es como presión, como estar detenido, sin poder moverse.

¿Es posible que haya algún tipo de comida que disfrute? –El azúcar y el chocolate. Las cosas dulces, pasteles y galletas.

Si pudiera hablar a través suyo, ¿qué diría? –No te acerques. Sólo déjame ser. Me causa dolor. Es muy pesado y me produce mucha presión. Es como un bebé. Es por esto que no me deja tener relaciones sexuales. El tenerlas me causa dolor. Es como un bebé. [Llorando:] Es el bebé que no tuve. Tuve un aborto cuando tenía veintidos años. Estaba en Inglaterra, por mí cuenta. Todavía quiere nacer. Siempre quise ser una madre pero no pude. Tengo un perro que se me acurruca en la barriga todo el tiempo. El bebé dentro de mí también quiere que me sostenga la barriga. Es grande. Necesita espacio. Es como de la mitad del tamaño de un bebé. Es una niña. Se siente segura dentro de mi vientre y no quiere ir a ningún lado. No quiere nacer, ni salir. Solamente quiere quedarse dentro de mí. No quiere que yo tenga sexo. Mi esposo es grande y la lastima. [La cliente está acariciando su vientre como si estuviera embarazada.] Tampoco quiere que tenga otro bebé porque no habría espacio para ella. Sintió miedo cuando me casé porque mi esposo y yo queríamos tener un bebé.

¿Tuvo ella alguna influencia en su decisión de no tener un bebé? [Llorando]–Sí. Cuando yo quise tener un bebé, hace veinticinco años, ella provocó que me enfermara. Mi estómago se inflamó y yo me sentía muy cansada y enferma.

¿Existe alguna parte en usted que se sienta apegada a ella? –Oh sí. Yo quiero sostenerla. Es mi bebé. Siento mucho amor por ella. [La cliente continúa dándole palmaditas a su abdomen:] Me gusta mi barriga. Realmente puedo sentir a este bebé ahora. Es fuerte y firme.

¿Quiere decir que la puede sentir físicamente?–Sí, con firmeza. Ella está cómodamente enrollada en posición fetal. Se siente muy confortable. Su cabeza está allí; sus pies allá. No le gusta que haga ejercicio porque eso la molesta y despierta. Siempre tengo que luchar para hacer ejercicio. Es el mismo sentimiento de enfermedad que cuando estaba embarazada. [‘Cuando’ fue un decir: la cliente nunca había estado embarazada, fuera de cuando tuvo el aborto; después lo reconfirmé con ella.]

¿Existen personas alrededor suyo por las que el bebé sienta simpatía o aversión? –Siente simpatía por mi perro cuando se acurruca cerca de ella. No le cae bien mi marido porque es demasiado grande. Hace doce años tuve una fuerte atracción por un hombre. Ahora creo que el bebé lo adoraba. El estaba casado. Me fue muy difícil romper mi relación con ese hombre. Me tomó meses el recuperarme.

¿Qué es lo que el bebé quiere? -Quiere dormir. Quiere que lo dejen en paz para que pueda dormir. Cada vez que no quiero enfrentarme con alguna situación, me voy a dormir. Ella no quiere que yo sienta lo que pasa con mi cuerpo, porque de esta manera puede flotar plácidamente. Odia que haga ejercicio. Ella es perezosa, no quiere salir. Nada más salgo cuando es necesario. Cuando estoy adentro, nunca quiero salir.

En este caso vemos como el fragmento resultado de un aborto permaneció, lo que tuvo bastante interferencia en la vida de la cliente. Al final de la sesión, ella habló acerca de todos los problemas que ella se hubiera ahorrado de haberse extraído al ‘bebé’ después del aborto.

Para finalizar esta sección, dejemos claro que mi punto de vista no es la de tomar una posición a favor o en contra del aborto, sino describir ciertos mecanismos que suceden alrededor del mismo. Desde el punto de vista de energías sutiles, la manera en que se realizan los abortos hoy en día es incompleta. No sólo conduce a múltiples problemas sicológicos, sino también a problemas físicos que pueden ir desde dolores menstruales hasta tumores malignos. No estoy sugiriendo que se suspenda la realización de abortos sino que se realicen de manera adecuada. La parte energética de la operación no debe ser pasada por alto.

Podría escribir un libro entero solamente con casos de clientes que han tenido un ente post aborto. Los desórdenes correspondientes algunas veces son insignificantes y otras veces son trágicos, pero en cada caso no puedo evitar pensar: «¡Qué desperdicio!» Una vez que usted haya identificado a un experto que pueda realizar un despeje de entes, y no dudo que en el futuro existirán muchos, el extraer un ente es simple, rápido e indoloro. Si el procedimiento se realiza en las semanas siguientes al aborto, se pueden evitar muchos problemas. Sin embargo, una vez que el problema ginecológico se ha estado desarrollando por años alrededor del ente, y se ha convertido en una enfermedad importante, ya no es obvio que la extracción será suficiente para resolver el problema. Aún cuando la extracción del ente es de ayuda, después de cierto grado de desarrollo, la enfermedad física cobra su propio impulso. Por lo tanto, en muchos casos, no es suficiente el despejar al ente para sanar al cliente, aún cuando el ente haya sido el que provocó la enfermedad.

Es por esto que debo hacer énfasis en que lo ideal sería que cualquier mujer que haya pasado por un aborto, provocado o natural, o que haya dado a luz, debería buscar a un experto que sepa trabajar con energía y que este calificado para extraer entes. Muchos problemas se pueden evitar al hacer esto.

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