Entes, Parásitos del Cuerpo Energético escrito por Samuel Sagan 13º parte

Entes, Parásitos del Cuerpo Energético

CAPITULO 13

ENTES EXTRAORDINARIOS Y CASOS DE POSESION

13.1 Líneas fronterizas

Hasta ahora casi todos los entes que hemos visto no han sido nada más que parásitos. Su funcionamiento es bastante mecánico. La mayoría de ellos han sido solamente fragmentos astrales provenientes de personas fallecidas. El daño que han causado en los clientes proviene principalmente del funcionamiento parasitario del ente y no de la intención deliberada de hacer daño. Si alguno de ellos estuvo intentando lastimar al cliente, como el caso 10.1 de la cabeza del malhechor chino, fue solamente porque la naturaleza de los fragmentos es repetir una y otra vez lo que se ha impreso en su sustancia. Así, su carácter nocivo es nada más la repetición de aquellas emociones viciadas de la gente que las originó.

Permítaseme recalcar que todo esto opera de manera bastante automática. Debido a la fragmentación del cuerpo astral después de la muerte, varios pedazos se habrán liberado, algunos de los cuales resultarán ser tóxicos. No hay nada ‘malvado’ o demoníaco acerca de ellos, no existe una intención destructora de ningún tipo de fuerzas de la oscuridad –solamente el funcionamiento condicionado de algunas leyes de la naturaleza.

Desde el punto de vista del especialista que los extrae, tanto los fragmentos como los diferentes tipo de entes que hemos visto hasta ahora son insignificantes. Si uno recibe el adecuado entrenamiento, el despejarlos es tan fácil como sacar una piedrita de una cubeta. Una vez que los clientes han podido observar al ente por algunos días, como se explicará en el Capítulo 14, la extracción no toma más que unos minutos. Después, el ente es reciclado de tal manera que nunca podrá invadir a nadie más. En general, si una persona capacitada en despejar entes está disponible, el hecho de tener un ente es preferible a tener un dolor de espalda: el tratamiento es indoloro y rápido y una vez despejado, el ente nunca regresa. Por esta razón, prefiero utilizar la palabra despejar o extraer 41 en lugar de exorcizar, ya que esta última está revestida de folklore, lo que es totalmente irrelevante en el contexto de este trabajo. No hay nada demoníaco acerca de estos insignificantes parásitos. En el noventa y nueve porciento de los casos, un ente nunca podrá ser llamado diabólico. Es solamente una energía que está en el lugar equivocado, como las bacterias que están en perfecta armonía dentro de una composta pero totalmente fuera de lugar en el intestino delgado de una persona. Son exactamente las mismas bacterias. Si están en armonía dentro de la composta, ¿por qué llamarles diabólicas cuando están en sus intestinos? En este treceavo capítulo, sin embargo, ha llegado el momento de observar al uno por ciento restante – aquellos entes que no pueden ser etiquetados tan fácilmente bajo la frase ‘sólo parásitos’.

Caso 13.1 ‘La lombriz solitaria, desde Varsovia hasta Sydney’. Mujer de treinta y un años, nacida en Australia, de padres polacos. Trabaja en la industria fílmica. Sufría del síndrome de la ‘parte faltante’ descrito en el último capítulo: falta de energía, falta de motivación, no se sentía presente durante sus actividades diarias, etc.

¿Qué está sintiendo? –Hay algo que sale de mi corazón. Es como un abultamiento, o como una costra. Quiere salir. Está conectado a mi corazón pero es ajeno a mí. Puede que sea un parásito. Antes, estaba justo dentro de mi corazón. Pero ahora quiere salir.

¿Qué es lo que quiere? –Quiere sangre. Cuando la consume, crece. Disfruta las emociones melancólicas como la tristeza, depresión, y represión. Quiere que reprima mis emociones, porque crece cuando lo hago. Dentro de mi corazón parece como una lombriz, una solitaria. El abultamiento que sale hacia la sangre es como un producto de desecho. Hace que yo nunca esté presente en lo que hago, siempre en las nubes. Intenta esparcirse. Además de enviar ese producto de desecho a la sangre, también envía solitarias bebes. Tengo esta visión de estar infestada, es horrible.

¿Hay alguna parte en usted que disfrute esto? –¡NO!

¿Quiere decir que no hay ninguna parte en usted que disfrute la melancolía? –Oh, sí. Hay cierto confort en ella. Es como un condicionamiento. Es como un tipo de resignación: no tienes que preocuparte de nada. La lombriz ayuda, le gusta. La lombriz toma mis reservas de energía. Toma mi vida, y mi amor. Los agota. Absorbe todo lo que puede. Hace que me sienta insegura de lo que soy y de mis límites. Me deja en un estado de incertidumbre, sin definición.

¿Existe algún tipo de comida que disfrute? –No. Está conectado al flujo sanguíneo. Obtiene todo lo que quiere de mi sangre. Hay algo cultural acerca de todo esto. Lo tengo de mi madre, y ella se lo dió a mis hermanas también. Lo puedo ver es sus corrientes sanguíneas. Su entusiasmo por la vida se ha ido. Nunca les pasa nada fantástico.

[Regresando en el tiempo usando la técnica ISIS.]

–Siento como si estuviera viendo a mis ancestros en Polonia, en un castillo medieval. Hay una mujer hablando con tres caballeros con armadura, y hay un contenedor de vidrio. Alguien se lo dio. La lombriz está dentro de él. Es un líquido. Está vivo. La vasija está sellada. Esta mujer será degollada, por lo que ya no puede cuidar la vasija. Es casi como si ella fuera la protectora de la lombriz. Después de que la decapitan hay una batalla en el castillo. La vasija acaba en el piso, cerca de una chimenea. La vasija se ha roto y la lombriz es liberada. Está viva. Se va hacia el suelo y crece allí, y encuentra el camino hacia algunas personas. Cuando las personas hacen contacto con la lombriz se enferman al principio pero después se recuperan, están bien. Pero ya no viven, solamente existen. Pierden ese fuego. La lombriz no está sólo en mí, también en muchas otras personas.

¿Quiere decir que hay otras lombrices como la suya en otras personas? –No, es la misma lombriz, en todas las personas al mismo tiempo. Se propaga lentamente a más y más personas, no sólo de Polonia, a los australianos también.

En la medicina antroposófica, la sangre es considerada el vehículo físico que transporta la vida del Ego. Como Goethe lo describió en Fausto, la sangre es más que una sustancia física, es «ein ganz besonderer Saft«, un jugo muy especial. En particular, la sangre está unida a una capa etérica muy especial.

La energía etérica está muy bien protegida, pero si un parásito energético la invadiera, éste crearía un estado en el que el Ego se desconectaría, en menor o mayor grado, de la existencia física. Esto resulta en síntomas similares a los descritos en el ‘síndrome de la parte que falta’. La cliente describe esto con bastante exactitud cuando dice que nada es nunca demasiado fantástico en la vida de sus hermanas. Otras señales, tales como sentirse indefinido, sin estar segura de cuales son sus límites, también indican que el Ego de la cliente no se puede expresar apropiadamente en su vida.

El usual proceso de extracción hizo maravillas para esta joven mujer. La presencia de la lombriz ya no se sentía en la sangre, y rápidamente recobró energía y entusiasmo. Pero si su visión era correcta–y por lo que pude observar parece ser el caso– la extracción no resolvió el problema para todas las demás personas en las que ha proliferado la lombriz.

13.2 Magia negra y posesión

Caso 13.2 ‘Divorcio al estilo de Indonesia’. Mujer de cuarenta y dos años, recepcionista. Nacida en Australia. Se casó con un hombre de Indonesia y lo siguió hasta su país. Ella no fue bien recibida por la familia de él. Después de unas semanas ella se deprimió a tal grado que tuvo que regresar sola a Australia. Sufría de constante ansiedad y un dolor que apareció en la parte derecha de su pecho. El sentimiento en su pecho era tan fuerte que no podía dejar de pensar en cáncer, aún después de repetidas investigaciones médicas no se pudo encontrar nada malo. Su depresión estaba empeorando, se sentía cada vez más y más inquieta, y no podía dormir en la noche. Luego uno de los parientes de la familia de su esposo la previno avisándole que la parte indonesa de la familia «había contratado a un hechicero para deshacerse de ella». Al principio ella sintió que la información era pura fantasía, hasta que otro miembro de la familia le dijo lo mismo. Esto es lo que descubrió durante el proceso de ISIS.

–Se siente frío, vacío y aterrador. Es como un agujero negro en la parte derecha de mi pecho. El agujero negro se sintió atraído a m&237; cuando yo estaba en Indonesia, al mes de haber llegado. Solo me asustó. Era muy diferente, y mi suegra realmente me odiaba.

–Se ve como una fosa, y dentro de ella está una persona, hecha de barro. Tiene un cuerpo, pero es redondo, hecho de lodo que apenas se ha moldeado. Su cabeza, cuerpo y brazos son redondos. Tiene ojos pero no tiene boca, ni dedos, ni pies. Está saltando, tapándome el paso. No quiere que pase. Se encoge pero también salta y se ríe de mí. Es como una barrera. Esta cosa se siente como algo malvado. Mientras más la veo, es más obvio que el dolor en mi pecho viene de eso. Es como una marioneta hecha de lodo.

¿Qué tan grande es la marioneta? –Es pequeña. Pero yo también lo soy. Es más pequeña que yo pero es muy fuerte. Quiere que yo muera. Me odia y no se por qué.

¿A dónde iría si se saliera de usted? –Al olvido. Al espacio, a la oscuridad. Pero no quiere irse. Está creciendo allí, se está convirtiendo en parte de mí. No se siente como mío, se siente como algo ajeno, pero intenta convertirse en parte de mí. Ahora está enojado porque ya me di cuenta de que está allí. Es feo y serio, y se ríe. Lo veo como un agujero negro al que puedo entrar, como lodo creciendo en mí, con esta persona negra dentro de él.

¿Hay algún tipo de comida que disfrute? –No. Se alimenta de las emociones de las personas. Especialmente las tristes, y el dolor. Cualquier cosa que facilite la destrucción.

Desde mi punto de vista, este ente muy bien pudo haber sido proyectado en la cliente por la consciencia malvada de alguien contratado por la familia del marido. Desde Sydney las personas viajan con frecuencia a Bali, Fiji, o Indonesia, ya sea por trabajo o de vacaciones. He visto a varios clientes que regresan de estos lugares con varias dolencias sicológicas o físicas, y que reportan que alguien contrató a algún hechicero para hacerles daño. En muchos de estos casos, he encontrado y despejado pequeños seres nocivos, similares a éste, que estaban creando estragos dentro de los clientes.

Al principio yo me sentía bastante escéptico acerca de cualquier tipo de brujería. Sin embargo, aún cuando los clientes los describen de diferentes formas, he encontrado similitudes entre este tipo de entes. Al despejarlos, lo he observado detenidamente. Mi conclusión es que todos están hechos de más o menos la misma manera–no muy astuta pero bastante eficiente, y transmitiendo señales bastante fáciles de reconocer. Esto me ha llevado a concluir que éstos fueron enviados intencionalmente a los clientes por individuos de esos lugares con conocimientos de lo oculto. El ente presentado en el último caso definitivamente muestra señas caracteríscticas que indican que fue proyectado en la cliente por uno de estos llamados hechiceros.

El despejo no presentó ningún problema, y la recuperación de la mujer fue rápida y completa. Con una buena técnica estos entes resultado de magia negra no presentan ningún problema a la hora de despejarlos, no más que cualquier otro tipo de ente presentado hasta ahora. Pero, a menos de que las víctimas tengan la buena fortuna de encontrar a un especialista, su situación puede resultar trágica. Estos pequeños entes son particularmente tenaces y no reaccionan ante otras formas convencionales de terapia.

Veamos el caso de un aprendiz de brujo y sus infortunios.

Caso 13.3 ‘Dolor facial’ Mujer de cincuenta años, maestra de música. Cinco años atrás, después de más de quince años de matrimonio, su esposo la dejó por otra mujer. Posteriormente, ella intentó atacar síquicamente a su rival. Dijo la cliente: «Yo la veía en mi mente y pensaba en cortarle la cabeza con un hacha y hacerla pedacitos, y llamarla ‘dolor facial’ [un detalle que más adelante tendrá un significado no previsto]. Tenía un libro acerca de brujería y conjuré un hechizo para ella. Yo me veía como un esqueleto, en una túnica negra, cortándola en pedacitos.»

Es interesante ver que la cliente no parecía ni una bruja, ni una apasionada a lo oculto. Más bien parecía una mujer distinguida, la respetable madre de cuatro hijos adolescentes con una excelente reputación como maestra. Cualquier persona que la conociera hubiera tenido dificultades en imaginarla leyendo un manual de brujería. Sin embargo, ella no había tenido mucho éxito en sus hazañas. Ni su marido, ni su novia habían salido lastimados, pero, después ella misma empezó, de pronto, a sufrir un dolor violento de muela. Esto sucedió cuatro años antes de que viniera a consultarme. Tan pronto como la muela fue reparada por un dentista, el dolor se convirtió en una horrible neuralgia en la parte derecha de la cabeza. Después de ésto sufrió de varios dolores intensos que sólo podían aligerarse temporalmente con el uso de analgésicos. Ella siempre escuchaba un timbrazo en su cabeza antes de que el dolor de cabeza comenzara.

¿Qué está sintiendo? -Una nube negra en la parte derecha de mi cabeza. Puedo ver una araña amarilla dentro de ella. Cuando veo a la araña puedo escuchar un timbrazo en mi cabeza, como cada vez que tengo dolor de cabeza. La araña está posada en mi cabeza, del lado derecho. La cosa entera se ve siniestra, nada amigable.

¿Había visto a la araña con anterioridad? –No, nunca. Aunque eso es lo que puedo sentir cada vez que tengo el dolor facial. Ahora la araña está diciendo «Te quiero atrapar».

¿Por qué? –La araña dice «Porque me gustaría». Es repugnante. Pero estoy acostumbrada a ella. Se que allí está y que tengo que vivir con ella. Y… hay una pequeña bola en mi quijada, como de media pulgada de diámetro. Es uno de los lugares en donde tengo el dolor. Es un huevecillo. Eso es, hay una araña bebé dentro del huevecillo. Esta es azul, no negra. Y hay otra araña grande de color azul. Su cuerpo es el hueso de mi mejilla.

¿Y ésta otra araña, qué es lo que quiere? –Lo mismo. Quiere atraparme y matarme. Estas arañas me muerden. Me ponen veneno en la cabeza y eso me duele. Justo después de que me han mordido mi mente se neutraliza y el dolor comienza. Si tomo alcohol, me muerden inmediatamente.

Además del alcohol, ¿qué más les gusta? –Cualquier cosa negativa. Se alimentan de mi negatividad.

Ahora yo me pregunto, ¿qué fue lo que le pasó a esta cliente? Ya no regresó a su siguiente cita. Esto me sorprendió ya que había pasado cuatro años intentando todo tipo de tratamientos sin encontrar soluciones, y por primera vez ella pudo sentir que estaba llegando a la raíz de su problema. Aún así, nunca volví a saber nada de ella. Los clientes con entes constituyen un alto índice de cancelaciones de consultas y, por lo general, dan pretextos muy peculiares cuando llegan tarde a sus citas.

Caso 13.4 ‘Fresas fatales’. Mujer de veintiséis años. Dos años antes, al visitar Líbano, un hombre extraño, quien al parecer estaba involucrado en brujería, se le propuso. Le ofreció unas fresas, e insitió en que se las comiera en frente de él. El no tocó las fresas. Ella acabó teniendo relaciones con el hombre. Luego regresó a Australia y nunca lo volvió a ver.

En los meses posteriores ella empezó a tener sueños extraños. También podía escuchar voces y sentir presencias en la habitación en la que dormía a solas. Las presencias se mostraban como cierto tipo de guías espirituales que querían instruirla en el conocimiento y misterios de lo oculto. Con cada vez más frecuencia, ella podía escuchar sonidos de objetos que se movían en la noche, mientras ella dormía. Frecuentemente se despertaba en las mañanas con golpes en su cuerpo, sin ninguna razón aparente.

¿Puede sentir la presencia en este momento? –Sí. Me aconseja hacer algunos cambios en mi vida. Como cambiar de trabajo.

¿Qué tipo de trabajo querría que usted tuviese? –Cuidando niños.

¿Qué es lo que quiere? –Me está cuidando y enseñando.

Si pero, ¿qué es lo que la presencia quiere cuando usted se sintoniza con ella? –Es muy vago el sentimiento. Está hablando en libanés y dice que quiere que aprenda acerca de la sabiduría y que enseñe lo que he aprendido. Que le enseñe a otras personas a confiar.

¿Se siente más como un hombre o como una mujer? –Hombre. Dos hombres.

¿Hay algun tipo de comida que disfrute? –Lo que quieren es mi fuerza.

¿Qué es lo que obtienen de su fuerza? –Dicen «Confía en nosotros». Creo que al decir fuerza se refieren a energía sexual. De esta manera satisfacen sus propios deseos sexuales.

¿Qué es lo que quieren? –Intentan decirme que yo debería ser promiscua. También hay otra presencia, pero no se está comunicando.

¿Qué ganarían si usted fuera promiscua? –Eso es lo que les interesa. Disfrutan cuando yo tengo relaciones sexuales. Siento como si me estuvieran observando todo el tiempo. Observan mis senos, y mi órgano sexual. Es como si pudiera sentir su presión en mis senos. Los tocan. Y también tocan mi órgano sexual. Quieren que me excite. Y quieren ver mi aura, mis colores y mi espíritu. Les gusta la energía que tengo cuando me excito.

¿Pueden ellos provocar que usted se excite? –Sí. Sólo siento cuando me tocan. Es físico y dicen que es mi culpa por la manera en que duermo con las piernas abiertas. El año pasado sentía frecuentemente que alguien me pellizcaba mientras dormía, y cuando desperté pude encontrar moretones en mis caderas. El sentimiento de la presencia era el mismo. Una vez yo estaba muy ebria y era como tener relaciones sexuales con ellos durante el sueño. Sentía como si me golpearan y desperté teniendo un orgasmo. Los dos querían tener relaciones conmigo. Desde esa noche, es común que tenga sexo con ellos en la noche y despierto con un orgasmo.

El concepto de entes que tienen relaciones sexuales con los humanos no es nada nuevo. En la Europa de la Edad Media el tema era ampliamente discutido, utilizando para describirlos nombres en latín comosuccubi o incubi.

La palabra incubus viene del nombre en latín incubare, recostarse sobre. Un incubus era visto como un ente masculino que viene a tener relaciones sexuales con las mujeres durante su sueño.

La palabra succubus viene del latín, sub, debajo, y cubare, recostarse. (En español el verbo ‘sucumbir’ viene de la misma raíz.) Un succubus es un espíritu femenino, que busca tener relaciones sexuales con los hombres mientras duermen, algunas veces causándoles sueños eróticos.

En cierto ensayo taoísta chino acerca de la sexualidad, el Su Nu Jing, menciona a entes similares. Al final del primer libro, el Su Nu Jing describe como, ya sea por falta de un compañero o debido a un temperamento excesivo, algunas personas practican el coito con un fantasma. El ensayo agrega que el placer de ese tipo de actividad sexual es mucho más intensa y adictiva que el tener relaciones sexuales comunes. Es por esto que el Su Nu Jing ve esto como una enfermedad y sugiere que de no curarse, la persona puede morir después de varios años. Es interesante observar el tratamiento que se propone: el paciente debe practicar relaciones sexuales ininterrumpidas por varios días sin eyacular. Después de implementada esta terapia por un máximo de siete días, la cura está garantizada.

Este respetable tratado taoísta después habla acerca de cómo los escépticos pueden convencerse de la realidad de la enfermedad: déjenlos deambular por las montañas o en algún bosque, en primavera u otoño, pensando en nada más que en el coito. Después de tres días de esta práctica ininterrumpida, ellos experimentarán fiebre y frío, ansiedad, y visiones (los hombres ven mujeres, las mujeres ven hombres). El placer del coito con tales visiones es mucho más intenso que con seres humanos. El texto concluye que esta enfermedad es muy difícil de curar–pero no especifica si los escépticos la habrán contraído o no después del experimento de tres días.

En la opera de Wagner, Tannhäuser, es posible encontrar una historia similar. Tannhäuser tiene un amorío con una presencia no física, que en este caso se trata de Venus. La opera narra todos los problemas por los que pasa Tannhäuser al querer deshacerse de la atracción tan fuerte que tiene por la cueva de Venus. Sin embargo, el tratamiento de Wagner es radicalmente diferente de aquel sugerido por los taoístas – él se consagra a la penitencia y los rezos.

13.1 Presuntos espíritus guías

En el caso 13.4 hay un detalle importante: los entes aparecían como los espíritus guías del cliente. Permítasenos analizar un poco más este traicionero mecanismo.

Caso 13.5 ‘Llévenme a la India’. Mujer de cuarenta y dos años, funcionario público, casada con tres hijos. Ultimamente ha estado en contacto con un ‘espíritu–guía’ que le manda información acerca de ella, su futuro, y la vida en general. El guía quiere que renuncie a su trabajo y a su familia y que se vaya a vivir a la India para que su Ser espirtual pueda florecer. Ella se siente muy emocionada acerca de este guía y lo canaliza todo el tiempo.

Una amiga que no estaba del todo convencida por estas visiones sugirió que viniera a discutirlas conmigo. He aquí lo que apareció al explorar al guía a través de una sesión de ISIS.

¿A qué se debe exactamente que él esté con usted? –No quiere reencarnar. No lo necesita. También tiene miedo del sufrimiento que representa vivir. Y le gusta estar conmigo.

¿Le gusta que usted tenga relaciones sexuales? –Sí. Toma energía de esto. Observa. Está conmigo todo el tiempo. Dice que también le gusto sexualmente. No le gusta que esté con mi esposo, quiere que sea sólo para él.

¿Alguna vez ha hecho el amor con este guía? –Ha pasado algunas veces. Pero dice que no pasará más. Que sólo lo recuerde.

¿Hay algún tipo de comida que disfrute? –El chocolate.

¿Y acaso la incita a comerlo en algunas ocasiones? –De vez en cuando. Pero ahora quiere que mi dieta mejore.

Y entonces ¿qué es lo que quiere? –El se quedará conmigo porque se preocupa por mí. Dice que necesito su protección. Dice que llegará el momento en que yo haya cumplido con lo que tenía que hacer con él, pero que por ahora todavía lo necesito.

Y por cierto, ¿de dónde toma su energía? –De mí. De mi corazón.

Veamos. Usted tiene un espíritu guía que la empuja a comer chocolate y que la observa cuando tiene relaciones sexuales. No quiere que usted esté con su esposo porque está celoso y quiere que se masturbe mientras piensa en él. Más aún, toma su energía de su corazón. ¿No cree qué todo esto, en conjunto, es algo sospechoso? –Sí, tal vez.

¿Le gusta tener la presencia de este ser a su alrededor? –En realidad sí me gusta. Me hace sentir más fuerte. Siento que puedo vivir mi vida sin tener que hacer cosas que no están bien. Me ayuda a tomar decisiones, porque no las puedo tomar por mí misma. Piensa que usted está equivocado con respecto a él. El piensa que está bien. Usted le está haciendo la vida difícil.

Este capítulo se llama ‘Entes extraordinarios’. Sin embargo, me temo que no tiene nada de extraordinario el creer que un ente es un espíritu guía. Esto se ha vuelto muy común en estos días, cuando el ‘comunicarnos con nuestros espíritus guías’ se ve como una símbolo de status, como lo que antes eran las tarjetas de crédito o el pertenecer a ciertos clubes. Mi percepción es que muchas de estas personas que piensan que tienen contacto con un espíritu guía en realidad están en contacto con nada más que un ente.

En la mayoría de los casos, por ejemplo en el caso anterior, el llamado espíritu guía es un fragmento, un pedazo de astral que se originó de la fragmentación del cuerpo astral de una persona. Es así como el guía parasita al cliente de la misma manera que lo hacen los fragmentos que vimos anteriormente. Absorbe la energía vital del cliente, provoca antojos y fantasías sexuales y añade sus propias emociones a las del cliente.

A la cliente del último ejemplo no le gustó lo que había sido revelado acerca de su espíritu guia. Nunca volvió.

Veamos un caso similar.

Caso 13.6 ‘La Monja Negra’. Mujer de veintiseis años, enfermera. Ha estado fumando más de veinte cigarrillos diariamente desde hace quince años. Terminó una relación tres años antes de esta sesión y desde entonces no ha podido comenzar una nueva. Se sentía bloqueada, como si estuviera construyendo una especie de barrera en contra de cualquier acercamiento. Durante los tres primeros minutos de la sesión ISIS, la joven mujer parecía estar algo apenada acerca de lo que estaba viendo. Y después ésto es lo que dijo:

–¡Hay una monja adentro! Puedo verla. Hay algo misterioso porque no quiere enseñarme su cara.

¿A qué se parece, cómo se ve? -Morena. Puedo ver el hábito blanco y negro muy claramente. Pero hay un espacio oscuro en lugar de su cara. Está inclinando su cara hacia abajo. Ahora se ve algo incómoda porque la estamos observando.

¿La había visto antes? -Sí. La había visto algunas veces mientras meditaba, pero pensé que estaba a mi alrededor, no dentro de mí. Es mi espíritu guía. Con frecuencia he estado consciente del sentimiento de serenidad que transmite a mi alrededor. Me gusta. Disfruto estar con ella. Me gusta trabajar con ella.

¿Y a ella le gusta que trabaje como enfermera? –Sí. Mucho. Me ayudó a decidirme a estudiar enfermería. Se puso muy contenta cuando tomé la decisión.

Cuando se sintoniza con ella, ¿usted cómo se siente? –No me gusta mostrar mi cara. Me gusta estar sola.

¿A quién le gusta estar sola, a usted o a ella? –A mí. O tal vez es porque yo soy así, que me identifico con ella. O…pienso que es ella. Pero le gusta trabajar conmigo cuando estoy con la gente. Le gusta hacer lo más que puede para ayudarlos. Cualquier cosa que sea posible, porque siente mucho amor por ellos.

¿Cómo reacciona cuando hay hombres a su alrededor? –No le gusta que me involucre porque cree en la pureza. Pero tal vez en realidad siente miedo. Sí. Eso es. Le tiene miedo a los hombres.

¿Y usted siente lo mismo algunas veces? ¡Oh, sí!

En realidad, ¿quién tiene miedo, usted o ella? -¡Mmm! [Confusión] Ella. Creo que es la barrera. Creo que los aleja.

¿Qué área de su cuerpo es con la cual ella está más conectada? -El corazón. Ella vive allí. Es por eso que no muestra su cara. Porque se siente culpable de estar allí bloqueándolo todo. Se siente aterrorizada del mundo, por lo que se esconde dentro de mí.

¿Y acaso se aburre estando allí adentro? –Sí, mucho.

Y entonces ¿por qué se queda alli? –Porque se siente segura. Dice que solamente quiere mandar amor, no está pidiendo nada más.

Esta última respuesta sonó como una verdadera mentira, tanto para la cliente como para mí. La reacción de la cliente después de la sesión fue muy diferente de la que vimos en el anterior caso. Ella de pronto se dio cuenta de que le habían hecho una jugarreta, y que la ‘voz interior’ en la que confiaba no era su espíritu guía, sino que lo que vivía como parásito era algo menos noble. La mortaja de serenidad y divinidad alrededor de la monja era vista ahora como una máscara de cinismo, el origen de la barrera que sentía entre ella y el mundo.

Después de haber observado al fragmento por el periodo usual de diez a quince días, lo despejé. Es interesante notar que mientras se estaba despejando al ente, la cliente pudo ver por unos momentos la cara de la monja. Ella la describió como «una calavera debajo de la capucha, con las manos sobre los oídos para no tener que escuchar los sonidos del procedimiento de despejo.»

Después de diez días de haberse llevado a cabo la extracción, de buenas a primeras la joven mujer dejó de fumar. Su manera de relacionarse con los hombres cambió gradualmente, y empezó a abrirse al mundo.

13.4 Fuerzas de la oscuridad

Caso 13.7 ‘Espíritus divinos en Tailandia’. Hombre de veintinueve años, ingeniero. Nunca había meditado ni había hecho ningún trabajo interior. Nunca había ingerido drogas, ni tenido problemas siquiátricos. Era una persona con una orientación racional y científica, con los pies bien plantados en la tierra y buen sentido común.

Se fue a Tailandia de vacaciones y mientras visitaba un gran palacio en Bangkok experimentó «el sentimiento más extraño de su vida». Aún cuando no podía definir exactamente que es lo que le estaba pasando, de pronto se sintió transportado a una dimensión de él mismo que le era por completo nueva. La siguiente noche, en su hotel, tuvo su primer viaje astral. Después, el cliente comentó: «Un espíritu malvado se me acercó y me prometió una vida eterna. Pero yo pude ver que en realidad era una muerte eterna.» El cliente reportó que el espíritu lo llevó a viajar en el espacio, y vió eventos del futuro y de su próxima vida, visitó el cielo y otros mundos, y los dioses lo saludaron. Todo se desarrolló de una manera increíblemente rápida, creando un sentimiento de superconsciencia. Durante varios días el hombre se sintió eufórico y agitado, sin poder dormir en las noches. En repetidas ocasiones tuvo la impresión de estar levitando por encima de su cama.

Este maníaco estado persistió después de su retorno a Australia. Podía leer las mentes de las personas, saber de antemano quien llamaría o abriría la puerta, y podía ver a seres no físicos. Al no poder lidiar con la intensidad de la experiencia, intentó suicidarse en dos ocasiones.

Como médico he tratado varios casos de esquizofrenia en pacientes, pero este hombre no parecía estar sufriendo esta enfermedad. Más bien, había un aura de energía concentrada alrededor de él cuando lo vi por primera vez.

¿Puede verlo? –Es negro. Como un bola ovalada. Y tiene una cara oscura. Si se pareciera a algo sería a una pantera.

¿A qué parte de su cuerpo parece relacionarse más? –Alrededor de mi ombligo. Parece que solamente me estuviera viendo, queriendo darme confianza. Se siente más negro que simplemente negro. Pareciera que me está observando, esperando al momento adecuado para tomar posesión de mi Espíritu. Es como un enorme gato negro. No parece ser antipático, pero quiere mi Espíritu.

¿Qué le haría a su Espíritu? –Lo controlaría. Se posesionaría de él.

¿Podría realmente hacer eso? –Probablemente sí podría. O tal vez no, pero hace que la gente crea que si puede. Me da el sentimiento de que puede hacer que una persona muera, que se salga de su cuerpo, y luego tomar posesión de él y así pertenecerle para siempre. Tuve el mismo sentimiento en Bangkok. Hay muchísima fuerza vital concentrada en ese gato. Me da un sentimiento de euforia. Mi cuerpo se siente hiperactivo, pero al mismo tiempo ecuánime. Puede mantenerse por semanas sin dormir. Sin estrés, ni fatiga, solamente poder, puro poder. Me hace sentirme fantásticamente bien y puedo lograr muchísimas cosas. Tiene éxito en cada cosa que se propone.

La segunda parte de la historia es mucho menos emocionante que la primera. Despejé al gato y todo terminó allí. El cliente regresó a su estado racional–probablemente con más interés en los fenómenos sobrenaturales. Al extraer al ente se suspendió cualquier percepción de las realidades no físicas, lo que era un indicador de que el cliente no sufría de esquizofrenia. En casos de esquizofrenia desafortunadamente el despejar a un ente, no es suficiente para reestablecer el balance.

El ente no era un fragmento.

Caso 13.8 ‘Sígueme’. Mujer de cuarenta años.

–Es una presencia muy autoritaria, abrumadora. Quiere desmotivarme. Nunca está contenta. Dice que no valgo nada, que no soy nada más que una mocosa malcriada y que no tengo derecho a nada. Me arrastra hacia la mugre.

¿Qué gana con hacer eso? –Hace que las cosas estén bien para ella. Si estoy deprimida entonces gana un punto. Si yo estuviera completamente deprimida, tomaría posesión, se fortalecería y propagaría a mucha gente.

¿A qué se parece? –Es oscura. Tiene como una forma humana, una cara humana. Tiene algo cubriéndole la cabeza, como un casco. La cara está frente a mí, y detrás hay una luz. Antes de que estuviera frente a mí, la cara estaba en esa luz. Salió de allí hace apenas unas semanas.

¿Si usted se sintoniza con esa luz, qué puede sentir? –Es algo malo. Es como una luz dorada, pero no es saludable y hay algo negro a su alrededor. Esta luz está mal. Me llama. [Lágrimas:] Quiere que vaya hacia ella.

¿Qué ganaría usted en caminar hacia la luz? –Dejaría de sentirme miserable, saldría de esta mugre. Empezaría a brillar con esa luz. Me apoyaría y me fortalecería. Es horrible, hay algo malo y retorcido acerca de ella, algo diabólico. Y es muy poderoso. Es como un camino. No sólo me quiere a mí. Quiere que usted también vaya hacia ella. Lo quiere a usted, quiere destruir su escuela.

¿Y cómo lograría hacer eso? –Si usted o una de las personas alrededor suyo fueran a ella. Es como un hongo, se propaga. Es algo que puede envenenar a la gente, y puede darles tanto poder que dudarían antes de decir que no.

Una vez más, el final de la historia es bastante común–depejé la cara y la luz hostil y todo terminó. Pero este ente tampoco era un fragmento. Y después de haberlo extraído, la cliente comentó: «Es la cosa más espeluznante que he visto en mi vida.»

El tema de los entes no ordinarios es amplio y colorido, y se podrían escribir cientos de libros al respecto. Sin embargo, el enfocarse demasiado en el asunto, puede hacer que la gente se predisponga. Como podrá juzgar el lector después de tomar una perspectiva general de los casos aquí planteados, la mayoría de los entes sólo son fragmentos, simples parásitos que reaccionan de manera automática y que no tienen nada de diabólico. Al darles demasiada importancia a unos cuantos casos fuera de lo común, uno tiende a crear falsas ideas. Todos los clichés y el folklore que existe alrededor del exorcismo son responsables de desviar la atención de investigadores serios que podrían interesarse en un tema tan importante. El conocimiento relacionado con los entes puede aliviar tanto sufrimiento, que es lamentable el que existan tan pocas personas que sepan como llevar a cabo el procedimiento de manera adecuada.


Un comentario en “Entes, Parásitos del Cuerpo Energético escrito por Samuel Sagan 13º parte

  1. Buenas,
    Me gustaría saber en qué consiste el método ISIS y como aprenderlo.
    Soy terapeuta y conozco sobre estos casos pero no sé cómo ayudar a las personas que los padecen.
    Gracias

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