NO SE VE EL FINAL DE LAS PROTESTAS POPULARES EN EL MUNDO ÁRABE

La oleada de protestas antigubernamentales sigue su imparable curso en los países del Magreb y Oriente Medio. El efecto dominó de la ‘primavera árabe’ ya se ha expandido por países como Libia, Egipto, Siria, Túnez, Yemen, Argelia, Omán, Bahréin, Marruecos y otros.
Mientras tanto el conflicto libio, que suma ya su sexta semana, sigue siendo el tema principal de los medios internacionales, incluidos los árabes. Durante la última jornada han tenido lugar sangrientos enfrentamientos en una serie de ciudades de la Jamahiriya que sufrieron daños de consideración en las continuas ofensivas de las tropas rivales. El canal Al-Jazeera comunicó que los rebeldes volvieron a ocupar la ciudad de Marsa Brega al sur de Bengasi, mientras que en el oeste del país continuaban los combates por Misurata. Fuentes de la oposición comunicaron la muerte de 37 personas.

La aviación de la OTAN apoyaron de forma activa a los sublevados durante el bombardeo en las regiones de Brega y Ras Lanufa durante 6 horas seguidas el sábado, cometiendo, a su vez, un grave error al abrir fuego contra una tropa opositora a Gaddafi, que mató al menos a 13 rebeldes. No obstante, los sublevados piden a la OTAN que continúen los operativos, ya que sin este apoyo sería imposible resistir la pujanza de las tropas de Gaddafi.
Al tiempo que la coalición internacional continúa prestando ayuda a los opositores, Washington a partir de este domingo planea disminuir al mínimo posible su implicación en las operaciones militares en Libia, según la agencia Interfax que recoge información del Pentágono.
Asimismo, se comunica que los habitantes de Trípoli se están preparando para la posible llegada de las tropas rebeldes, según rumores que se extienden insistentemente entre la población.
Como el conflicto bélico no parece tener fin, crece el número de expertos independientes que reclaman a los medios de información occidentales mayor transparencia e imparcialidad en el trato de los acontecimientos en Libia. Por ejemplo, Noam Chomsky, famoso activista, lingüista y filósofo estadounidense, ha pronosticado la amenaza de «una posible partición territorial de Libia en una región oriental, rica en petróleo y dependiente en gran medida de las potencias occidentales imperiales, y una región occidental, pobre y bajo el control de un tirano brutal de limitadas capacidades».
Chomsky dijo además que «los que se preocupan por la paz, la justicia, la libertad y la democracia deben tratar de encontrar maneras de prestar apoyo y asistencia a los libios que intentan forjar su propio futuro, libre de las limitaciones impuestas por las potencias extranjeras. Podemos tener esperanzas sobre la dirección a seguir, pero el futuro debe estar en sus manos».
La situación en los otros países árabes

En vista de los sucesos en Libia, Argelia ha decidido incrementar las medidas de seguridad en la frontera con su país vecino. Alrededor de 7.000 gendarmes y cinco batallones del Ejército se han trasladado al sur del país para impedir una posible filtración desde la Jamahiriya de «los combatientes del grupo terrorista Al Qaeda a los países del Magreb».
El ministro de Exteriores de Argelia, Murad Medelci, ha declarado que los acontecimientos en Libia pueden activar «el terrorismo clandestino». «La situación actual en Libia dio una oportunidad a los terroristas que antes no tenían», subrayó el diplomático.
En referencia a la situación en Libia también se expresó este sábado el primer ministro de Irak, Nuri Al Maliki, que acusó a la comunidad internacional de «un enfoque selectivo de oposición hacia los régimenes despóticos en Oriente Medio». En particular, destacó que «cualquier medida y decisión que se toman en relación con Libia deben hacerse extensivos a otros gobiernos que oprimen a sus pueblos».
Según Al Maliki la situación en Bahréin, desde el punto de vista de las relaciones entre el Gobierno y la oposición, es similar a la de Libia. También expresó su preocupación por la posible confrontación entre chiitas y sunitas a gran escala en toda la región a la que podrían dar lugar los desórdenes.
A su vez, las autoridades de Bahréin prohibieron este domingo la publicación del principal periódico opositor con la clara intención de silenciar a los medios de comunicación que critican al Gobierno y aplicar mano dura contra la oposición chiita en esta nación gobernada por sunitas, una medida que según los expertos podría provocar numerosas protestas.
La situación en la región del Golfo Pérsico se complica debido a la tensa relación entre los países integrantes del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) e Irán. Se trata de las acusaciones de Irán sobre el despliegue de tropas saudíes en Bahréin en el marco de la fuerza común de los países del Golfo, llamada ‘Escudo de la Península’, para apoyar a la dinastía sunita en ese pequeño reino.
En Yemen decenas de personas resultaron heridas en la ciudad de Taez, al sur de la capital Saná, a causa de la represión policial de una manifestación que reclamaba la salida del presidente. El mandatario Alí Abdalá Saleh, a su vez, volvió a subrayar que no piensa renunciar a su puesto anticipadamente, exhortando a la oposición a que cesen las manifestaciones, huelgas y amotinamientos en las unidades militares. «Estamos preparados para discutir la cesión del poder pero en los marcos pacíficos y constitucionales», destacó.
En el país vecino, Omán, donde la policía detuvo este sábado a más de 60 manifestantes en Sohar, la tercera ciudad del país, hoy se ha puesto en libertad a 57 opositores. Los participantes de las protestas en Omán, que duran ya 5 semanas, exigen en su mayoría reformas económicas, como aumentos salariales, creación de nuevos puestos de trabajo y una lucha más enérgica contra la corrupción en el aparato burocrático del país.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.