Utopías y desahucios: La ciudad rebelde.

“Había una frase maravillosa que la clase empresarial solía usar, “¡Los propietarios de viviendas no hacen huelgas!”. Recuerda, la gente tenía que ahorrar para convertirse en propietaria. Ahí está tu mecanismo de control.”

“La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede divorciarse de la cuestión de qué tipo de personas queremos ser.”
David Harvey, geógrafo.

“Las ciudades cambian más que el corazón de un mortal” decía Baudelaire. David Harvey, geógrafo y catedrático de Antropología y Geografía, explica:

“Antes de 1930, en Estados Unidos, era muy difícil conseguir crédito para viviendas. Sin embargo, pronto apareció un conjunto de instituciones financieras que permitía la obtención de créditos hipotecarios por 30 años. Por este medio se trató de salir de la crisis, pero no dio resultado porque los trabajadores no tenían empleo.  

Después de la II Guerra Mundial, ¿Qué pasaría cuando la guerra acabara? ¿Volverían las condiciones de 1930? Mucha gente que regresó de la guerra y había luchado, sabía perfectamente usar armas. Y existía un temor vinculado a la incertidumbre de que los soldados vueltos de la guerra no encontraran empleo y el descontento social adoptara formas más violentas. Bien, entonces tienes la suburbanización de Estados Unidos. Realmente, la construcción de las áreas residenciales pudientes, se convirtió en la forma en la que se absorbía el capital excedente. Ella fue una medida de pacificación social, una solución política. Sobre esa iniciativa se fundó el ‘sueño americano’Primero construyeron el sistema de autovías; después todo el mundo tenía que tener un automóvil; después la casa de las áreas residenciales se convirtió en una especie de ‘castillo’ para la población de clase obrera. Todo esto tuvo lugar mientras se dejaba atrás a las comunidades empobrecidas de los centros urbanos.


Hubo revueltas y casi revoluciones. Lo que estaba en efecto ocurriendo era que la ciudad se estaba modernizando. No era sólo en Estados Unidos, en todo el mundo capitalista avanzado. Era un nuevo modo de vida basado en la comercialización, la propiedad, la especulación con la propiedad, y con todos estos cambios vimos un aumento de la desigualdad y la inquietud social. Se estaba modernizando en base al automóvil; se estaba modernizando en base a las áreas residenciales. La Vieja Ciudad, o lo que había sido el centro, estaba quedándose atrás.

Sabes, estos países que cada vez eran más y más opulentos estaban dejando atrás gente que estaba siendo aislada en guetos urbanos y tratada como seres humanos no existentes. Eran estrictamente desigualdades de clase.

Entonces tiene lugar otra reurbanización. A fines de 1970 ocurrió una fuerte caída de los mercados de la vivienda. Por eso se decidió repoblar el centro de las ciudades que habían sido abandonadas y revolucionar el mercado de consumo mediante mercancías de corta duración. Después de los ’70, el centro de la ciudad se hace extremadamente acaudalado. Mientras tanto, las comunidades empobrecidas, habitualmente minorías, son expulsadas a la periferia de la ciudad. La ciudad se ha convertido en el centro del consumismo y las finanzas. Cuesta tanto alojar tu coche como alojar a una persona. Ésta es la transformación que ha ocurrido.

Durante este tiempo, una enorme cantidad de dinero entró a raudales en el mercado inmobiliario, construcción de viviendas y todo eso. Entonces vimos qué ocurrió en el otoño de 2008, cuandola burbuja inmobiliaria estalló. Así, hay que mirar a la urbanización como un producto de la búsqueda de formas en las que absorber la productividad y producción crecientes de una sociedad capitalista muy dinámica que debe crecer a una tasa del 3% de crecimiento compuesto si quiere sobrevivir. Ésa es para mí la pregunta: ¿Cómo vamos a absorber este 3% de crecimiento compuesto en los próximos años a fin de evitar los dilemas de urbanización/suburbanización del pasado?

El mundo parece muy diferente dependiendo de en qué parte del mundo estés. Por ejemplo, acabo de estar en Estambul (Turquía); y hay grúas de construcción por todos lados. Además, Turquía está creciendo un 7% por año, por lo que ahora es un lugar muy dinámico. Después, volé durante dos horas y media a Atenas (Grecia); no tengo que decirte lo que está ocurriendo allí. Grecia es como entrar en una zona de desastre donde todo está parado. Todas las tiendas están cerradas y no hay construcción en ningún sitio de las ciudades. Aquí tienes dos ciudades que están a 600 millas de distancia, pero son dos lugares completamente diferentes. Esto es lo que deberías esperar ver en la economía global actual: algunos sitios en auge, otros en quiebra. Siempre hay un desarrollo geográfico desigual de las crisis económicas. Para mí, ésta es una historia fascinante que contar.

En China, decidieron que iban a salir de sus dificultades económicas mediante la urbanización y los programas de infraestructuras: trenes de alta velocidad, autopistas, rascacielos, etc. el gobierno centralizado de China tiene enorme poder sobre los bancos. Dio la orden: “Den préstamos para estas obras” No sabemos si el auge chino se romperá. Si lo hace, como los mercados inmobiliarios y financieros hicieron en EEUU en 2008, entonces el capitalismo global estará en un problema serio. Así que, en vez de buscar una tasa de crecimiento del 10% del PIB, están apuntando a un crecimiento del 7-8% en los años que vienen. Intentarán “bajar las revoluciones”. Quiero decir, por favor, los chinos tienen como cuatro ciudades vacías. ¿Puedes creértelo?

Una parte de la explicación de la crisis en Grecia y España puede vincularse con estas malas inversiones en infraestructura. Grecia es también un caso típico con los Juegos Olímpicos, grandes obras de infraestructura que ahora no se usan. En Estados Unidos se habla mucho de puentes que van a ninguna parte. Hay intereses muy grandes de los lobbistas de la construcción que quieren construir sin importar qué. Pueden corromper gobiernos para hacer obras que no van a ser de uso para nada.

Ahora el mundo se está dividiendo entre los ‘países austeros’ y los ‘países expansionistas’, los expansionistas están creciendo, mientras que los austeros están bloqueados y con bajo crecimiento. No obstante, los países expansionistas tienen un problema: cómo mantener el ritmo de la expansión. Una de las amenazas es la inflación -en China hay una tremenda inflación, y en gran parte de América Latina-. Así que la mitad del mundo es expansión e inflación, y la otra mitad es austeridad y reducción de la inflación; una extrañísima imagen global. Ninguna mitad funciona muy bien, así que este es el momento en que deberíamos comenzar a pensar en formas económicas alternativas pero, claro, no se puede hablar de eso, está casi del todo descartado. Los poderes fácticos no pueden ver que esté fallando el modelo de desarrollo.

Bueno, si vuelves a los ’30, encontrarás que cerca del 60% de la población de EE UU estaba alquilando. Había crecido la idea de que se podía estabilizar a las poblaciones relativamente inquietas y hacerlas procapitalistas y prosistema introduciéndolas en posibilidades de propiedad de vivienda. Así que hubo mucho apoyo estatal. La gente pondría sus ahorros, y esos ahorros se usarían para promover la propiedad de la vivienda para poblaciones de bajo ingreso. Había una frase maravillosa que la clase empresarial solía usar, “¡Los propietarios de viviendas no hacen huelgas!”. Recuerda, la gente tenía que ahorrar para convertirse en propietaria. Ahí está tu mecanismo de control. Desanimaba a esta gente a la hora de hacer huelga o salirse de la raya. Ahora están endeudados.

Hasta el punto culminante en 2007/08 en el que cerca del 70% de la población se convierte en propietaria de vivienda. Por supuesto, esto crea un tipo diferente de atmósfera política, donde la defensa de los derechos de propiedad empiezan a cobrar mucha importancia. Entonces, tienes movimientos vecinales con los que la gente intenta mantener a determinada gente fuera de los barrios porque perciben que esa gente hace caer los valores de propiedad. Se da un diferente tipo de política porque la vivienda se convierte en una forma de ahorro para familias de clase media y trabajadora.

Marx tenía una aguda comprensión de cómo funciona la acumulación de capital. Por ejemplo, habla del“valor de uso” y el “valor de cambio”. Puedes ver que esto funcionó muy claramente en la situación de la vivienda. ¿Cuál es el valor de uso de una casa? Bien, es una forma de cobijo, un sitio de privacidad, es donde uno puede crear una vida familiar. Recuerda, cuando tú alquilas la casa, estás simplemente alquilándola por lo que te sirve. Pero cuando compras la casa, ahora ves este hogar como una forma de ahorro y, tras un tiempo, usas la casa como una forma de especulación. Los mercados inmobiliarios y de la tierra son muy interesantes: si yo invierto, el precio sube, como el precio sube, más gente invierte, entonces sigue subiendo el precio. Como resultado de esto, los precios de la vivienda se disparan. En este contexto, el valor de cambio empieza a dominar al valor de uso de la casa. La relación entre valor de cambio y valor de uso empieza a irse fuera de control.

Así que cuando el mercado inmobiliario estalla, de repente cinco millones de personas pierden sus hogares y el valor de uso desaparece. Debemos hacer la pregunta: ¿Qué deberíamos estar haciendo con la vivienda? ¿Qué deberíamos hacer con la asistencia sanitaria? ¿Qué estamos haciendo con la educación? ¿No deberíamos estar promoviendo elvalor de uso de la educación? ¿O deberíamos estar promoviendo el valor de cambio de estas cosas?¿Por qué las necesidades vitales deberían ser distribuidas a través del sistema del valor de cambio? Obviamente deberíamos rechazar el sistema del valor de cambio, que está atrapado en la actividad especulativa, ganancias excesivas, y realmente afecta las formas en las que podemos adquirir productos y servicios necesarios.

Las ciudades sufren actualmente una situación grave de endeudamiento; la tentación de intentar salir del agujero intensificando el sector privado, está ahí.

Se supone que vivimos bajo el capitalismo, y se supone que el capitalismo es competitivo, por lo quesería de esperar que a los capitalistas y empresarios les gustara la competencia. Bueno, resulta que los capitalistas hacen todo lo que pueden para evitar la competencia. Aman los monopolios. Así, cada vez que pueden, intentan crear un producto que sea monopolizable, que, en otras palabras, sea “único” En ese capítulo menciono el comercio de vino: este viñedo tiene suelos especiales o una localización geográfica especial. Por tanto, crea un vino “añejo” único, que sabe mejor que nada en el mundo, excepto para el que lo hace.

Entonces, al nivel de la ciudad, esto significa que las ciudades intentan “comercializarse” a sí mismas. Una de las maneras en las que puedes reforzar la singularidad de una ciudad es vender algo relacionado con la historia de la ciudad, que sea muy específico. Por ejemplo, vas a Atenas por la Acrópolis, o a Roma por las ruinas antiguas. Empiezas a vender la historia de una ciudad como única y rentable. Por otro lado, si no tienes una historia especial, simplemente te inventas algunas historias. Por ejemplo, no había mucha gente que conociera la ciudad de Bilbao hasta que el Museo Guggenheim se convirtió en el foco de un estilo concreto de arquitecturaEl problema con esto es que gran parte de la cultura es muy fácil de copiar. Podemos mirar a Sydney (Australia) y su Casa de la Ópera. La singularidad comienza a desaparecer. Entonces tenemos lo que llamo la “disneyficación” de la sociedad. En Europa, por ejemplo, ves como todo se “disneyfica”, pese a que muchas ciudades tienen historias culturales/históricas serias. Fui a vivir a Baltimore en 1969 y había unos tres museos. ¡Ahora hay cerca de 30! Esto se convierte en la forma en la que vendes la ciudad. Sin embargo, repito, si todas las ciudades tienen 30 museos, te puedes olvidar de tener una ventaja monopolista.

Cada vez más, la ciudad es un barrio privado sólo para los más ricos. Así que la noción de que “esta ya no es nuestra ciudad y la queremos de vuelta” sale de la calle, y a veces comienza como un movimiento en particular, por ejemplo, el movimiento en apoyo a los ‘sin-techo’, por una vivienda digna, o en contra del aburguesamiento. El incremento de la presencia policial, la vigilancia de las calles y de los distritos empresariales, comenzó a diluir la democracia y a convertir la ciudad en lo que quería la comunidad de los negocios.


Creo que Lefebvre (Henri) lo entendió bastante bien. Él creía que la gente debería tener voz para decidir cómo deberían ser estas áreas, y qué tipo de proceso de urbanización debería tener lugar. Es el derecho a la ciudad.
“La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede divorciarse de la cuestión de qué tipo de personas queremos ser, qué tipo de relaciones sociales buscamos, qué relaciones con la naturaleza mantenemos, qué estilo de vida deseamos o qué valores estéticos tenemos”.

Como en Buenos Aires en 2001, donde hubo movimientos que lideraron tomas de fábricas y realizaron asambleas. De hecho, fueron capaces de dictar, de muchas maneras, cómo se iba a organizar la ciudad y empezaron a hacer preguntas serias: ¿Quiénes queremos ser? ¿Cómo debemos relacionarnos con la naturaleza? ¿Qué tipo de urbanización queremos? De esto puede surgir la idea de reconstruir una ciudad política, socialista. La urbanización capitalista ha destruido la ciudad en tanto entidad social y política, y como parte del proyecto político tenemos que reconstruirla sobre las ruinas de la urbanización capitalista.

Mi consejo para todo el mundo sería salir a la calle lo máximo posible y enfrentarse a la desigualdad social y a la degradación medioambiental porque estos asuntos están cada vez más presentes. Me gustaría que la gente se activara, saliera a la calle, siguiera avanzando. Éste es un momento crucial. Sabes, el gran capital no ha cedido ni un poco, hasta ahora. Tenemos que dar un impulso enorme si queremos ver algo diferente en nuestra sociedad. Deberemos pensar qué es lo que realmente necesitamos para tener una buena vida, y muchas de las cosas que pensamos del consumo son una locura; es dilapidar recursos, naturales y humanos. Tenemos que pensar cómo hacemos en el largo plazo para que 6800 millones de personas puedan vivir, tener vivienda, salud, alimento para que tengan una vida razonable y feliz.”

Henri Lefebvre, filósofo, explicaba ya en 1976.

“Para cambiar la vida hace falta toda una época, para producir una sociedad enteramente distinta puede que hagan falta siglos. No hay que ser impacientes, la impaciencia lleva al nihilismo.

“Es la reapropiación del espacio, del entomo y, en definitiva, de la ciudad, como si se tratara del propio cuerpo para el habitante.”

Y Manuel Delgado, antropólogo, recuerda:

“Creo que estaría bien que alguien reconociese que mucho antes de que las altas instancias políticas y la prensa tomaran conciencia de ello, los jóvenes okupas ya lo habían advertido y fueron ellos quienes empezaron a luchar contra los desahucios en cuanto empezaron a producirse.”

Y es que…

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-4902-2011-01-17.html
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2092
http://www.diagonalperiodico.net/global/tipo-ciudad-queremos-vivir-esta-ligado-al-tipo-personas-queremos-ser.html
http://www.publico.es/culturas/163339/el-neoliberalismo-puede-salir-reforzado-de-la-crisis-economica,http://radiozapatista.org/?p=4925
http://www.lahaine.org/index.php?p=56566
http://www.diagonalperiodico.net/global/no-hay-nada-malo-tener-huerto-comunitario-pero-debemos-preocuparnos-comunes-gran-escala.html
http://www.diagonalperiodico.net/global/es-posible-imaginar-fuerza-politica-domine-la-vida-urbana-nombre-ciudadanos.html
https://selenitaconsciente.com
https://selenitaconsciente.com
http://www.euskonews.com/0655zbk/elkar_es.html?iturria=boletina&alea=0655
http://www.diagonalperiodico.net/global/glosario-sobre-causas-y-efectos-la-crisis-urbana.html

http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2013/04/utopias-y-deshaucios-la-ciudad-rebelde.html?utm_source=feedly

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