Los historiadores están de acuerdo en que Jesús era un judío de Oriente Medio. Sin embargo, suele representarse como un hombre de raza blanca. La académica australiana Robyn J. Whitaker reflexiona sobre esta cuestión.
Me crié en un hogar cristiano. En la pared de mi habitación colgaba un retrato de Jesús, y allí sigue todavía.
Es cursi y bastante chabacano, como solo algo de los setenta puede serlo, pero cuando era pequeña me encantaba. En la foto, Jesús se muestra tierno y amable; veo amor en su mirada. Tiene el pelo claro, los ojos azules y la piel muy blanca.
El problema es que Jesús no era blanco. Es normal que la creencia habitual sea la contraria si uno se fija en las iglesias del mundo occidental o visita una galería de arte. Pero, al no haber una descripción física de Cristo en la Biblia, tampoco hay lugar para la duda: el Jesús histórico, el hombre que fue ejecutado por el Imperio Romano en el siglo I, era un judío de piel oscura procedente de Oriente Medio.
Esta afirmación no es para nada controvertida desde el punto de vista académico. Sin embargo, es un detalle que parecen olvidar los millones de cristianos que celebrarán la Semana Santa estos días.
En Viernes Santo, los devotos peregrinan hasta las iglesias para adorar a Jesús y recordar su muerte clavado en la cruz. En la mayoría de los templos, Jesucristo será representado como un hombre blanco, con rasgos similares a los de un individuo anglo-australiano (o europeo).
El jueves antes de la Pascua, más de dos mil millones de cristianos en todo el mundo observan la Eucaristía, un ritual especial que conmemora la Última Cena, una comida que Jesucristo organizó para sus amigos hace 2.000 años, la noche antes de su detención y crucificación. Durante la comida, según los Evangelios, Cristo dijo a sus discípulos reunidos que, como el pan partido y el vino derramado, su cuerpo se rompería y su sangre sería derramada por el bien de su pueblo. Jesús invitó a sus seguidores a realizar esta comida cada vez que se reunían para recordar su sacrificio.
Esta práctica cristiana primitiva adquirió importancia y llegó a simbolizar el mensaje central del cristianismo: que Cristo se sacrificó por el bien de la humanidad.
Como un dogma teológico, la Iglesia Católica Romana afirma que cuando el sacerdote consagra el pan partido y el vino compartido durante la Eucaristía, deja de ser pan y vino y se convierte en la presencia real de Cristo. Esto se conoce como «transubstanciación» dentro de la Iglesia Católica Romana, afirmada por la siguiente declaración del Concilio de Trento en la década de 1560
Por la consagración del pan y del vino, se hace una conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo nuestro Señor, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre; cuya conversión, por la santa Iglesia católica, se llama adecuadamente y adecuadamente Transubstanciación.
Pero a lo largo de 2,000 años de historia de la iglesia, esta doctrina ha estado en el centro de varios cismas. La mayoría de las iglesias protestantes rechazan la doctrina de la transubstanciación, pero conservan cierta comprensión de la Eucaristía como una ocasión en que la presencia de Cristo se vuelve real y tangible junto con el pan y el vino, pero no la carne y la sangre reales. Mientras tanto, la mayoría de los cristianos evangélicos y pentecostales consideran la Eucaristía simplemente como una comida conmemorativa o una oportunidad para experimentar la comunión espiritual con Cristo.
La línea oficial de la Iglesia Católica Romana es que la mayoría de los católicos, se suscriben, al menos en principio, a la visión de la Transubstanciación como una enseñanza doctrinal fundamental. Pero, más recientemente, los resultados de la investigación de PEWpublicados en 2010 sugirieron que aproximadamente el 52% de todos los encuestados pensaban que el pan y el vino utilizados para la Comunión son símbolos. Esto genera dudas sobre si incluso los católicos realmente creen que el pan y el vino realmente se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús, y mucho menos que entiendan la doctrina. La transubstanciación como concepto filosófico también ha sido objeto de un minucioso análisis durante muchos siglos.
En la parte posterior de estas observaciones, permítanme ofrecer dos pensamientos. En primer lugar, debido a la disminución significativa de la adhesión religiosa entre los millennials, el alcance y la relevancia de esta enseñanza católica central se está volviendo aparentemente menos relevante. Incluso entre aquellos que asisten a la iglesia regularmente o con menos frecuencia, hay una falta de entendimiento claro sobre la enseñanza de la iglesia con respecto a la Transubstanciación.
El Papa considera que «todo feminismo acaba siendo un machismo con falda». Así lo ha manifestado al elogiar la ponencia que ha pronunciado la profesora italiana de Derecho Canónico, Linda Ghisoni, durante la cumbre antipederastia que reúne en el Vaticano a 190 jerarcas eclesiásticos para poner fin a la lacra de los abusos sexuales, informa Europa Press.
«Invitar a hablar a una mujer no es entrar en la modalidad de un feminismo eclesiástico, porque al final todo feminismo acaba siendo un machismo con la falda», ha sentenciado el Pontífice, sentado al lado de Ghisoni en el atrio del Aula Nueva del Sínodo donde tienen lugar las sesiones de trabajo.
«Escuchando la intervención de Ghisoni, he escuchado la Iglesia hablar de sí misma. O sea, todos hemos hablado de Iglesia, en todas las ponencias, pero esta vez esta la misma Iglesia la que hablaba. No es solo una cuestión de estilo: el genio femenino que se refleja en la Iglesia es mujer«, ha determinado.
«Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano», del periodista francés Frédéric Martel sale a las librerías el mismo día que los principales líderes de la Iglesia católica se reúnen para discutir una estrategia contra el abuso sexual de menores.
Bares y discotecas, prostíbulos, fiestas sexuales y «orgías» clandestinas, chicos de compañía, «amantes» de alquiler…
Después de celebrar misas y colgar sus sotanas en algunas de las tantas iglesias de la Ciudad Santa, «miles» de curas salen a disfrutar de la noche gay de Roma.
Eso alega «Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano«, un libro del periodista francés Frédéric Martel que sale a las librerías este jueves, el mismo día en que los principales líderes de la Iglesia católica se reúnen para discutir una estrategia contra el abuso sexual de menores.
«El texto es resultado de una investigación que realicé durante más de cuatro años, para la que viajé por varios países y para la que entrevisté a decenas y decenas de cardenales, obispos, sacerdotes, seminaristas y personas muy cercanas al Vaticano», asegura el autor a BBC Mundo.
Se trata de un explosivo texto que denuncia, según su sinopsis, la «corrupción y la hipocresía» dentro del catolicismo romano, que ha condenado por siglos la homosexualidad.
Martel afirma que, por condiciones históricas y sociales, el sacerdocio fue un escape para cientos de jóvenes que eran acosados en sus pueblos por su condición sexual y que, por eso, la Iglesia es ahora, en su criterio, una institución formada «mayoritariamente» por personas homosexuales.
«A medida que fui avanzando con la investigación, descubrí que el Vaticano es una organización gay al más alto nivel, una estructura formada en gran medida por personas homosexuales que durante el día reprimen su sexualidad y la de los otros, pero que en la noche, en muchos casos, toman un taxi y se van a un bar gay», alega el escritor.
Una de sus fuentes, le llegó a asegurar incluso que el 80% de los curas en el Vaticano son homosexuales, un dato que no corroboró de forma independiente.
Pero el autor afirma que uno de los hechos que más llamó su atención fue la «banalidad de la vida gay» para «miles» de sacerdotes, «que viven encerrados en el closet por una organización» y «que están atrapados en ese propio sistema», pero que disfrutan, a la vez, de lo que critican desde los altares.
El Vaticano no respondió de forma inmediata una solicitud de comentario hecha por BBC Mundo sobre el libro y las duras acusaciones que el autor hizo en esta entrevista sobre la institución.
No obstante, el renombrado teólogo jesuita James Martin, si bien destacó la envergadura del estudio, cuestionó los mecanismos que empleó Martel para la verificación de los datos o los testimonios.
«Martel ha realizado una impresionante investigación para su nuevo libro y ofrece algunas ideas importantes sobre la hipocresía y la homofobia en la iglesia», señala a BBC Mundo.
«Sin embargo, esas ideas están enterradas bajo una avalancha de chismes, insinuaciones y pesadez general que abruman al lector y hacen que sea difícil discernir los hechos de la ficción», agrega.
El periodista y escritor francés Frederic Martel descubrió que mientras algunos curas mantienen relaciones discretas, otros buscan encuentros casuales de alto riesgo.
La Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Mara Brandl / www.globallookpress.com
El nuevo libro ‘En el armario del Vaticano’, del periodista y escritor francés Frederic Martel, que se publicará la próxima semana, promete revelaciones tales como que el 80 % de los sacerdotes que trabajan en el Vaticano son homosexuales, según informa el portal católico The Tablet.
De acuerdo con el libro –que se basa en unas 1.500 entrevistas con diversas figuras del Vaticano, incluidos 41 cardenales, 52 obispos, 45 diplomáticos, 11 guardias suizos y más de 200 sacerdotes y seminaristas–, los clérigos comparten un código secreto «del armario» para ocultar la pertenencia a una especie de comunidad que, al mismo tiempo que condena la homosexualidad, la practica en la cúpula de la propia Iglesia Católica.
Una de las afirmaciones llamativas del autor se centra en un cardenal colombiano, el fallecido Alfonso López Trujillo, que ocupaba un cargo de alto rango en el Vaticano. Según Martel, López Trujillo, a pesar de ser un defensor de la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad y la contracepción, usaba los servicios de trabajadores sexuales masculinos.
Unos de los misterios más enigmáticos de la historia Occidental se esconden en un búnker construido debajo de la Basílica de San Pedro en Roma. La llaman, «La Biblioteca Secreta del Vaticano». Este extraordinario edificio de la cristiandad imaginado por Miguel Ángel, no es solo el centro ceremonial del catolicismo, sino que en su sótano almacena el ideario de buena parte de la historia de la humanidad. La instalación, impenetrable para los profanos, contiene manuscritos, pergaminos e innumerables objetos que la mayoría del mundo desconoce. Es el tesoro mejor guardado de la institución vaticana. Seguir leyendo Los misterios de la Biblioteca Secreta del Vaticano→
Sin expertos, sin mujeres… ¡sin víctimas! La anunciada ‘Comisión Antipederastia’ de la Iglesia española, el supuesto intento de los obispos de nuestro país por luchar contra los abusos sexuales del clero, apoyar a las víctimas y convertir a la Iglesia en un lugar seguro y libre de depredadores, nace herida de muerte. La iniciativa ha generado una profunda división en el seno de la Conferencia Episcopal, que en apenas tres semanas se reunirá en Asamblea Plenaria para, entre otras cosas, elegir a su nuevo secretario general y portavoz. Pero, también, con el rechazo de la Santa Sede, que considera que la CEE no está haciendo en lo referente a los abusos.
“Los obispos españoles siguen sin entender la importancia de este drama”, aseguran desde el Vaticano, quienes lamentan que “si esperan a que surja un escándalo, que surgirá, cualquier medida que se tome después será en vano». Y es que, tanto en Roma como en Añastro (sede de la Conferencia Episcopal) se da por hecho que, más tarde o más temprano, el tsunami de abusos que ya ha pasado por Estados Unidos, Irlanda, Alemania o Australia, llegará a la Iglesia española. “Y no estamos preparados”, admite un obispo español, que lamenta que “como Iglesia, seguimos a la defensiva, y sin saber reaccionar”.
‘Virgen Negra’ es un término utilizado para describir representaciones de la Virgen (generalmente de estatuas o pinturas) con la piel de color oscuro. En este tipo de imágenes la Virgen aparece a menudo con el niño Jesús, que, sin que resulte sorprendente, también está representado con la piel oscura. Las Vírgenes Negras se pueden encontrar principalmente en la Iglesia católica. Como la Virgen María es comúnmente representada con piel clara, la Virgen Negra puede considerarse como una rareza, y se han propuesto varias teorías para explicar este curioso fenómeno.
Vírgenes Negras de todo el mundo
Se pueden encontrar estatuas y pinturas de Vírgenes Negras en todo el mundo, aunque algunas de los más célebres se encuentran en iglesias europeas. Un ejemplo de ello es la famosa Virgen Negra de Montserrat, que se encuentra en la abadía benedictina de Santa María de Montserrat, en España. Esta Virgen Negra es conocida también como Virgen de Montserrat, y popularmente como “La Moreneta”, (“La Morenita” en catalán).
‘La Moreneta’, famosa Virgen Negra de Montserrat, Cataluña, España. ( CC BY-SA 3.0 )
Juan Antonio Reig Pla es, con permiso de Rouco Varela, el obispo más ultra de España. El obispo de Alcalá (Madrid), famoso por sus llamadas al infierno para los homosexuales en la televisión pública, por las misas por los caídos de la Guerra Civil en Paracuellos, el apoyo a Hazte Oir y los ataques contra las mujeres que abortan, los divorciados o la escuela laica, ha ido más allá y se ha convertido en el primer prelado español en sumarse públicamente a los cardenales que piden la destitución de papa Francisco y llaman a la desobediencia.
Pese a que el Episcopado español en su conjunto, y varios obispos en particular (Munilla, Sanz Montes o Asenjo, entre otros), son declaradamente rigoristas, Reig Pla se ha atrevido a dar un paso más, alineándose junto al movimiento de prelados contrarios al Papa actual.
En el año 2007 se mostraron a Jennifer Solignac y David Elkington imágenes de un conjunto de libros, códices para ser exactos, recientemente descubiertos. Eran sorprendentes de una manera particular: estaban compuestos casi enteramente de plomo impuro. Los intentos de llevar los códices de plomo ante los ojos del público muy pronto condujeron a la controversia y a las críticas de quienes opinaban que eran falsos, críticas procedentes de personas e instituciones que ni siquiera los habían analizado jamás.
Sin embargo, el paciente análisis y la investigación han puesto de manifiesto el hecho de que los códices de plomo son auténticos y antiguos.
El Papa Francisco pasará a la Historia por su lucha contra el establishment vaticano, su innegable carisma personal y un estilo revolucionario plasmado en un estilo apologético propio basado en el desapego de las formalidades y en su don de gentes, teniendo como hito de su Papado el finiquito de la concepción eurocéntrica de la Iglesia Romana y la irrupción de la Iglesia centrífuga.
La cruzada de Bergoglio contra el establishment vaticano
Parafraseando a Wright Mills en su libro “The Power Elite” (1.956), el establishment vaticano sería “el grupo élite formado por la unión del lobby europeocentrista, el lobby curial, el lobby masón y el lobby gay”, grupos de presión que serían los verdaderos detentores del poder en la sombra y del que serían rehenes los últimos Pontífices tras el golpe de Estado virtual urdido en los sótanos del Vaticano y que concluyó con la misteriosa muerte de Juan Pablo I. Así, Albino Luciani se impuso como tarea vital el desarrollo de los postulados de un Concilio Vaticano II lastrado desde sus inicios por el filibusterismo del establishment conservador vaticano, pero para lograrlo debía antes desinfectar las estructuras del Vaticano de los virus patógenos inoculados por dichos lobbys de presión. Seguir leyendo ¿Está EEUU tras el complot contra el Papa Francisco?→
«No matarás». Es uno de los diez mandamientos y sin embargo el menos cumplido, incluso dentro de la propia Iglesia católica, que se fue alejando desde sus inicios del mandato de Jesús de Nazaret. De hecho Roma fue, durante siglos, el principal ejecutor de la Historia. Ahora, el papa Francisco rompe con una tradición milenaria y elimina cualquier atisbo de justificación a la pena de muerte en el Catecismo.
En concreto, el artículo 2267, que desde ahora dice lo siguiente: «La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo».
Sin embargo, la pena de muerte fue legal, al menos sobre el papel, en el Estado vaticano hasta 2001, siendo el último estado europeo en eliminar esta práctica en su Código Penal.
No todos están de acuerdo con la decisión de Francisco. De hecho, una mayoría de los católicos estadounidenses, el 53%, se han mostrado en contra de la abolición de la pena de muerte. Entre los sectores ultracatólicos también se ha criticado la medida tomada por Bergoglio, al considerar que echa por tierra todo el Magisterio de los últimos dos mil años. Y, en cierta medida, no andan desencaminados.
Del ‘ojo por ojo’ a la Inquisición
Ya los primeros teólogos de la Iglesia, como San Ambrosio o San Agustín, aseguraban que los clérigos debían defender, e incluso practicar, la pena de muerte en casos graves, mientras que, en el medievo, Santo Tomás de Aquino o Duns Scotto sostenían que el Antiguo Testamento respaldaba el poder de las autoridades legítimas para aplicar este castigo. El ‘ojo por ojo’ ha seguido estando muy vivo en la institución, pese a que fue Jesús quien dijo aquello de «quien esté libre de pecado que tire la primera piedra» para impedir la lapidación de una mujer acusada de adulterio.
La Iglesia católica institucionalizó la pena de muerte durante la Contrarreforma luterana, con la creación de la Inquisición. Durante siglos, decenas de miles de personas fueron quemadas vivas, colgadas o acabaron sin cabeza al ser considerados herejes, brujas o asesinos. De hecho, uno de los verdugos profesionales más conocidos de la Historia fue, precisamente, Mastro Titta, «el verdugo de Roma», quien en el siglo XIX ejecutó a varios centenares de personas. Esa época, entre 1796 y 1870, es la única con datos de penas de muerte en el Vaticano. Sólo entre ahorcamientos y decapitaciones, el estado del papa alcanzó el sombrío récord de 527 ejecuciones.
El papa Francisco ha aprobado la modificación del Catecismo católico para declarar “inadmisible” la pena de muerte y ha mostrado el compromiso de la Iglesia en animar a su abolición en todo el mundo, informó este jueves la Santa Sede.
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria Ferrer, señaló en un comunicado que ha sido autorizado por el pontífice para introducir la nueva postura ante la pena de muerte, recogida en el artículo 2.267 del Catecismo católico.
En el nuevo texto se subraya que “la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo”.
En la modificación se señala que “durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común”.
En la versión antigua del Catecismo no se excluía la pena de muerte “si ésta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas”.