En la cultura occidental, la mayoría de la gente tiene miedo de pensar o hablar sobre la muerte. La muerte se ha convertido en una hipótesis simbólica que nadie discute hasta que llega el momento. Pero, ¿y si te dijera que la muerte en sí misma no da miedo? ¿Y si te dijera que pensar en ello podría hacerte vivir una vida más feliz ?
Vivir en una cultura que niega la muerte es, como mínimo, un desafío. El miedo a lo desconocido no es beneficioso para la vida misma; sin embargo, abrazar lo desconocido sí lo es. La palabra “morir” o “muerte” debe explorarse con más profundidad y debe mencionarse en las conversaciones con más frecuencia. La muerte es una experiencia, como todo lo demás en nuestra vida. Entonces, ¿por qué no hablar de eso?
Por Jessica Chapman
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