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Adriana – Lección de marketing por Marco Aurelio

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Fuente; Máximo potencial

La gran virtud que tiene el marketing es que, además de comunicar, puede persuadir. Tiene la capacidad de hacer pasar por apetecible, o incluso imprescindible, a ojos de un cliente, cualquier producto o servicio.

Marco Aurelio (Roma, 121-180) además de un todopoderoso emperador, fue un filósofo. Como buen representante de la escuela de los Estoicos, abogaba por valorar las cosas en su justa medida, despojándolas de todas esas connotaciones que la imaginación o el deseo (hoy añadiríamos “el marketing”) puede instalar en la mente:

“Cuando un objeto aparezca a la imaginación como muy estimable hay que examinarlo interiormente, considerar su valor intrínseco y despojarlo de todo aquello que puede darle una dignidad ficticia.”

Los ejemplos que pone el propio Marco Aurelio son expresivos: “cuando se nos presenten a la mesa exquisitos manjares y otros alimentos, puedo perfectamente decirme: esto es un cadáver de pescado, aquello un cadáver de pollo o de cerdo; aquel vestido de púrpura no es más que un tejido de lana vieja de oveja. En cuanto a los placeres del amor, solo son un contacto de cuerpos, un friccionar de nervios, que produce espasmos y excreción de la materia espermática”

Lo que Marco Aurelio propone es un ejercicio mental que, realizado en sentido inverso, puede ser interesante para los estudiosos del marketing. Tomando como punto de partida el valor meramente intrínseco de un producto (un pollo o un tejido de lana), se debe dotar a ese producto de esas connotaciones que lograsen crear en el consumidor que se trata de un exquisito manjar o de un precioso vestido. Por ejemplo, si pensamos en un vestido como un simple trozo de tela, a partir de ahí podemos añadirle virtudes y hablar de los beneficios que puede generar a una posible compradora (elegancia) o de la rentabilidad que tiene por su precio, o la exclusividad de la marca, etc.

De lo que se trataría, en definitiva, es de dotar a ese producto de lo que el mismo autor llama “una brillante apariencia de seducción peligrosa”. Y de eso, quien más sabe es el marketing.

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El día en que los dioses decidieron castigar a la Humanidad

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Desde la antigüedad el ser humano ha tenido la sensación de que hubo una Edad de Oro en su prehistoria. Pero no puede basarse en recuerdos humanos, ya que esta época habría tenido lugar en tiempos muy remotos, en que se supone que el ser humano era demasiado Imagen 8primitivo como para conservar cualquier información para generaciones futuras. Si la Humanidad retuvo de algún modo una sensación subconsciente de haber vivido en una era feliz, tal vez se deba a que estos relatos de esa era no se los contaron a la Humanidad los seres humanos que les precedieron, sino los misteriosos nefilim (“los caídos”), unos seres que se mencionan varias veces en la Biblia. Según el Génesis serían los descendientes de los «hijos de Dios», tal vez ángeles, y las «hijas de los hombres» que vivían antes del diluvio. Se usa el mismo nombre para referirse a unos gigantes que habitaban en Canaán en el momento de la conquista israelita. El término Edad de Oro proviene de la mitología griega y fue recogido por primera vez por el poeta griego Hesíodo. Se refiere a la etapa inicial de las edades del hombre, en la que se supone vivió en un estado ideal, cuando aparentemente la humanidad era inmortal. La Edad de Oro se considera que acabó con un acontecimiento devastador, que trajo consigo la caída del hombre. La idea de una Edad de Oro aparece por vez primera en el poema los Trabajos y días, de Hesíodo, a mediados del siglo VIII a. C. Según el poeta griego se trató de la primera edad mítica, el tiempo de «una dorada estirpe de hombres mortales», que «crearon en los primeros tiempos los inmortales que habitaban el Olimpo. Vivieron en los tiempos de Crono, cuando reinaba en el cielo». Hesíodo describe otras cuatro eras que sucedieron a la Edad de Oro según un orden cronológico. Se trataría de la Edad de Plata, la Edad de Bronce, la Edad de los Héroes y la Edad del Hierro.

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La mítica Edad de Oro está en la base de «toda la historia del pensamiento griego, alimentando los sueños de los que, por diversas razones, rechazan el mundo en que viven». La Edad de Oro no conoce ni la guerra, ni el trabajo, ni la vejez, ni la enfermedad, puesto que las personas mueren en un sueño pacífico. La tierra produce bienes en cantidad suficiente para satisfacer todas las necesidades y, por consiguiente, no hay razón para que surja ningún conflicto, por lo que los hombres de la Edad de Oro llevan una vida tranquila y feliz. El mito de la Edad de Oro aparece también en el diálogo Político de Platón: “No había en absoluto constitución, ni posesión de mujeres ni de niños, porque desde el seno de la tierra es de donde todos remontan a la vida, sin guardar ningún recuerdo de sus existencias anteriores. En lugar de esto, poseían en profusión los frutos de los árboles y de toda una vegetación generosa, y los recogían sin necesidad de cultivarlos en una tierra que se los ofrecía por sí misma. Vivían frecuentemente al aire libre, sin cama ni vestidos, ya que las estaciones eran de un clima tan agradable que no les ocasionaban molestias, y sus lechos eran nobles entre la hierba que crecía en abundancia“.  Algunas obras representan la vida en una imaginaria Arcadia como continuación de la vida en la Edad de Oro, ya que los pastores de tales tierras no permitieron que la civilización los corrompiese. El poeta latino Ovidio también habla de las diferentes edades del hombre en Las metamorfosis. La Edad de Oro tuvo lugar inmediatamente después de la creación del hombre, cuando Saturno gobernaba el cielo, por lo que igualmente se la llamaba reinado de Saturno, que se cree era un tiempo de inocencia, de justicia, de abundancia y de bondad. La Tierra gozaba de una primavera perpetua, y los campos fructificaban sin necesidad de que los cultivasen. Pero Saturno fue lanzado a las tinieblas del Tártaro y Júpiter se convirtió en el amo del mundo, con lo que comenzó la Edad de Plata. Este tema se encuentra igualmente en las evocaciones de la Edad de Oro por parte de otros autores y poetas latinos, como Tíbulo, en una de sus elegías, y Virgilio, en las Geórgicas.

No sólo la literatura ha recogido la idea de una Edad de Oro, sino que la pintura acogió el tema, a partir del Renacimiento, usando sobre todo el símbolo del laurel. En el siglo XVII también se convirtió en un tema literario, y permaneció como un tema popular de tipo legendario. La Edad de Oro (The Golden Age) es también el título de una obra del escritor estadounidense Gore Vidal; así como de una película del cineasta hispano-mexicano Luis Buñuel. La Iglesia Católica nunca negó el mito de la Edad de Oro. Los Padres de la Iglesia, sobre todo san Agustín y san Ambrosio, no dudaban de que en un principio Dios había creado el mundo para que sus riquezas fueran comunes a todos los hombres. Pero el pecado original había destruido este orden natural primitivo, obligando al hombre a trabajar y causando la desigualdad entre los hombres. La Iglesia aceptó esta desigualdad, en que sólo una élite de clérigos o laicos podía soñar con encontrar estas formas comunitarias e igualitarias que se encarnaban en la vida monástica. Pero, a principios del siglo XIV, cuando las bases laica y eclesiástica de la sociedad feudal comienzan a resquebrajarse, la idea de un retorno a la igualdad natural se presenta para algunos como la única solución a los males de su tiempo, y el mito de la Edad de Oro va a verse reforzado. Probablemente el movimiento de los taboritas de Bohemia sea el más representativo de esta tendencia. Después de su fracaso renació en Alemania en el siglo XVI bajo el impulso del reformador Thomas Münzer y tuvo su epígono en el movimiento de los anabaptistas de Münster.

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Creencias Sumerias: la creación, el diluvio y el paraíso

Los textos de contenido religioso hallados en sumerio son muy numerosos y en ellos se hallan registradas las creencias mesopotámicas sobre la creación, el paraíso, el diluvio, etc…

La figura muestra una de tales creencias y la mejor conocida de todas, la de Enuma Elish. Este poema es una adaptación tardía, babilónica de una tradición sumeria. Esta historia, que se conserva inscrita en unas tablillas cuneiformes, refiere que antes de que los cielos o la tierra recibieran ese nombre, la diosa del agua salada Tiamat (compárese con el hebreo tehom “profundidades”) y el dios del agua dulce Apsu, engendraron toda una familia de dioses.

La creación del hombre siguió a una serie de conflictos entre los padres y sus hijos, en los cuales murió Apsu (le dieron muerte Ea, Anu, Enlil, Marduk o Asur) después de ello, Marduk hijo de Ea, campeón de los dioses y “sol de los cielos”, dio muerte a Tiamat y:”…la partió en dos partes, como una concha, la mitad la puso arriba y la denominó cielo. Él construyó estancias para los grandes dioses, fijando su apariencia astral como constelaciones. Designando las zonas, determinó el año .La otra mitad de la diosa se convirtió en la Tierra”.

Finalmente después de llevar a cabo consultas con los otros dioses, Marduk hizo al hombre de arcilla con la ayuda de Ea: “… impuso sobre él la obligación de servir a los dioses y liberó a éstos de todo trabajo”. Es decir, el hombre fue hecho en beneficio de los dioses. La diferencia entre este relato y el de la Biblia es evidente, pues en esta un solo Dios fue responsable de la creación, siendo esta sacada de la nada y, por tanto, no procedente de dioses o diosas muertos.

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Ya hemos aludido a los registros sumerios sobre el diluvio, concretamente hay tres descripciones de este hecho, la más antigua es la descripción sumeria de Ziusudra; la epopeya de Atrajasis es la segunda y por último la de Utnapishtim. La narración sumeria de Ziusudra, pertenece a la primera mitad del segundo milenio a. C. y se conserva fragmentada en una tablilla de arcilla de Nippur (Mesopotamia septentrional). Trata del diluvio como parte de una epopeya sumeria que se inicia con la creación, y describe los fundamentos celestes de los reinos terrestres. Los pasajes relacionados con el diluvio dicen:

“Todas las tempestades y los vientos se desencadenaron (en un mismo instante) el diluvio invadió los centros de culto. Después que el diluvio hubo barrido la tierra durante siete días y siete noches y la enorme barca hubo sido bamboleada sobre las vastas aguas por las tempestades, Utu salió e iluminando el cielo y la tierra. Ziusudra abrió entonces una ventana de su enorme barca y Utu hizo penetrar sus rayos dentro de la gigantesca barca. El rey Ziusudra se postró entonces ante Utu; el rey le inmoló gran número de bueyes y carneros.”

En este pasaje, Utu es el dios sol y Ziusudra el rey de la ciudad de Shuruppak y protagonista del relato. La tablilla  muestra el relato del diluvio hallado en la biblioteca de Asurbanipal, en Nínive, que pertenece al siglo VII a. C. En la misma Gilgamesh inicia la búsqueda del secreto de la inmortalidad, que se suponía había sido revelado a Utnapishtim, único superviviente del gran diluvio, quien le relata tal acontecimiento.

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La figura muestra la tablilla decimoprimera, con la descripción del diluvio, de las doce que contienen la historia de Gilgamesh.

El misterioso Cervatillo del enganche Momia: La presencia egipcia antigua en América del Norte

Este fascinante momia fue encontrada hace más de 200 años en uno de los sistemas de cuevas más grandes de América: La cueva gigantesca. Allí, los mineros descubrieron una momia muy bien conservada con el pelo rojo preparado y embalsamado de una manera extrañamente similar a los antiguos egipcios. Después de examinar la momia en la década de 1800, el Instituto Smithsonian «perdido» la momia. 

Mammoth Cave mamá, Parque Nacional Cueva del Mamut, Kentucky

Mammoth Cave mamá, Parque Nacional Cueva del Mamut, Kentucky


Hace unos 200 años, una momia muy inusual fue descubierto en la cueva gigantesca, Kentucky.

Hay un par de cosas acerca de la momia que desafían completamente lo que hemos enseñado a creer acerca de los libros de historia, sobre todo acerca de la capacidad y los logros de los antiguos egipcios, sus viajes transoceánicos intrincados, y su influencia en otras culturas antiguas.

La momia conocida como cervatillo del enganche es considerado por muchos como evidencia de que los libros de historia están equivocados, y que se nos está dando información filtrada cuando se trata de antiguas civilizaciones y los orígenes de la humanidad.

La momia fue mencionado en el libro momias prehistóricas de la zona de la Cueva del Mamut, Angelo I. George, donde el autor indica que la momia fue encontrada en la cueva en septiembre de 1811.

De acuerdo con George, la momia antigua, se le dio el nombre de «Cervatillo del enganche» en 1815 y que » miles de personas vieron la momia, ya que fue puesto en exhibición.

Pero ¿cuál es la historia detrás de la momia, y por qué es tan importante?

En algún momento entre entre 1811 y 1813 (diferentes autores varían en la fecha) un grupo de mineros estaba trabajando dentro de una de las cuevas de Kentucky conocido como Short cueva.

Uno de los trabajadores que estaba excavando encontré con una superficie dura, que resultó ser una gran roca con una superficie plana.

Después de mineros habían eliminado la roca, descubrieron una cripta que contenía una momia en su interior. Pero no era una momia ordinaria.

En el pasado, estos descubrimientos no se les dio mucha importancia, y la gente miraba para obtener un beneficio fuera de la historia.

En 1816, Nahum Ward de Ohio visitó la cueva, compró numerosos artefactos y el cervatillo de enganche mamá. Además del cervatillo del enganche de la mamá, Ward también compró otras momias, y algunos de ellos eran más de 2500 años de antigüedad.

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«La Red de la Vida» Jesús García Blanca.

saludypoder.blogspot.com – plural-21.org
Alícia Ninou – www.timefortruth.es


Conferencia de Jesús García Blanca en la asociación Plural 21 de Barcelona el 23/01/2016 titulada MICROECOLOGÍA: Una mirada global a la Red de la Vida.
La Simbiogénesis plantea que ha sido la cooperación entre especies -y no la lucha, como planteaba Darwin- lo que ha generado la evolución de la vida en este planeta.
De hecho, esta teoría (de la mano de la bióloga Lynn Margulis) postula que el origen de las células es consecuencia de la unión y cooperación entre diferentes bacterias. Según esta Nueva Biología la información genética no sólo se ha transmitido verticalmente (de padres a hijos) sinó tambíen horizontalmente, de una especie a otra, a través de lo que conocemos como “virus”, que vendrían a ser básicamente paquetes de información genética.
La lucha, por tanto, que mantiene el sistema sanitario contra bacterias y virus (la antibiosis), rozaría lo absurdo, por no decir lo criminal.
Lo que la biología y la medicina han llamado “sistema inmunitario” no se trataría de un ejército -ni de defensa ni de ataque-, sino de un sistema de reciclaje y reequilibrio, al cual Jesús G. Blanca llama Sistema de regulación de la Simbiosis, ya que regula y equilibra la convivencia -en paz, no en guerra- de todos los organismos que nos componen.
Se trata de la red de la vida.

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Hitler murió en América con el apellido Kirchner, según una investigación

El periodista argentino Abel Basti así lo asegura en su libro ‘Tras los pasos de Hitler’.

Hitler no se suicidó una vez que la guerra ya estaba perdida, sino que escapó a Argentina y visitó varios países de Suramérica con distintas identidades falsas, entre ellas la de Kurt Bruno Kirchner que utilizó durante su estadía en Paraguay, según un libro del periodista argentino Abel Basti.

«Tras los pasos de Hitler» es la investigación definitiva sobre el exilio postmortem del líder nazi en Argentina y otros países de la región, que Basti publicó en la editorial Planeta y que resume 20 años de arduo trabajo.

El Führer, quien según la historia oficial se quitó la vida con un disparo en la sien, en realidad huyó de una Berlín asediada por el Ejército Rojo y arribó, en submarino, a la patagonia argentina donde vivió en un campo próximo a la ciudad de Bariloche bajo el nombre de Adolf Schütelmayor, afirma el escritor en su último libro.

Basti, que escuchó por primera vez en 1994 que Hitler había llegado a Argentina semanas después de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, contó a Efe que al principio no lo creyó «porque tenía en la cabeza la verdad oficial».

«Pero en la medida que me movía en círculos alemanes del sur, y otras partes del país, comencé a ver esa posibilidad. Y la terminé creyendo cuando empecé a entrevistar a testigos que habían estado con Hitler en Argentina», relató el autor.

El periodista, radicado en Bariloche, asegura en su libro que Hitler «no vivió enclaustrado» sino que se trasladaba con total libertad no sólo por el territorio argentino, sino también por países como Brasil, Colombia y Paraguay.

La fuga del jerarca alemán «no hubiera sido posible sin un acuerdo militar entre los nazis y los norteamericanos, que consistía en la salida (de Alemania) de hombres, divisas y tecnología militar para reutilizar todo esto contra el comunismo, a cambio de inmunidad para los nazis y el reciclaje de estos en la estrategia bélica norteamericana», explicó Basti.

Según el escritor, las principales agencias de inteligencia del mundo, como la CIA estadounidense y el MI6 británico, contaban con informes y fotografías que confirmaban la presencia de Hitler en Suramérica después de 1945.

Basti afirmó que «lo que hacían los servicios secretos era reportar su presencia, pero no actuar para una detención» y que «es obvio» que, si hubiesen querido, podrían haber capturado al líder nazi ya que «así lo demuestran los documentos».

Durante los dos primeros mandatos del expresidente argentino Juan Domingo Perón (1946-1955), Hitler vivió en la hacienda San Ramón, a unos 15 kilómetros de Bariloche, a la que llegó en tren desde la costa patagónica.

Numerosos son los testimonios citados en el libro que corroboran la presencia del Führer en la región, al asegurar haber estado junto a él o tener un familiar que tenía una relación cercana con el presidente del Tercer Reich.

Tales son los casos de Eloísa Luján, quien era una de las «catadoras» de la comida que se le servía al nazi para asegurar que esta no estaba envenenada, y de Ángela Soriani, la sobrina de la cocinera de Hitler, Carmen Torrentegui, en el tiempo que éste pasó en la finca sureña.

La presencia del líder alemán en aquel rincón de la Patagonia era un secreto a voces, «no era que todos sabían que estaba Hitler en esa hacienda pero los que sí lo sabían, por alguna circunstancia como ser empleados de la hacienda, minimizaron el tema respecto a la importancia del personaje», comentó Basti.

«Para la gente de campo la guerra prácticamente no existía, no había radio, los diarios llegaban una vez por mes y no cualquiera los leía. Así que sabían que había una guerra pero no tenían la dimensión del conflicto ni tampoco de los personajes en particular», agregó.

Cuando Perón es derrocado en la llamada Revolución Libertadora (1955), el autor sostiene que muchos nazis se van de Argentina hacia países vecinos, principalmente a Paraguay, y también, aunque hay testigos que aseguran haber estado con Hitler después de esa fecha, el mismo Hitler tuvo que migrar al país guaraní, con el seudónimo de Kurt Bruno Kirchner.

En «Tras los pasos de Hitler», se cita un testimonio de un exmilitar brasileño hijo de un alto cargo nazi, quien asegura que el Führer falleció el 5 de febrero de 1971 y está sepultado en una cripta en un antiguo búnker subterráneo nazi en Paraguay, donde en la actualidad se levanta un «moderno y exclusivo hotel».

Basti escribe que la primera semana de cada febrero, el establecimiento hotelero cierra sus puertas para que un grupo exclusivo de nazis pueda honrar a su líder, «el hombre que les cambió la vida, a ellos y a todo el mundo, para siempre».

 

 

Caso cerrado: la autopsia a Lucy revela como murió

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Un grupo de investigadores realiza un análisis de los huesos del fósil y concluye que falleció al caer de un árbol desde una altura de más de diez metros

Lucy, la famosa Australopithecus afarensis, murió a los 20 años tras caer de un árbol, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Texas. Lo más factible es que cayera desde una altura de más de 12 metros, golpeándose contra el suelo a más de 56 km por hora. Según el patrón de la rotura de los huesos fósiles, la hipótesis de los científicos es que aterrizó con los pies por delante, preparando sus brazos al caer hacia adelante, y falleció rápidamente.

Fuentes de información digital utilizadas
The University of Texas at AustinSINCThe New York Times
Fuente de las imágenes
The University of Texas at AustinSINCThe New York Times
Palabras clave:
autopsia, etiopía, Lucy, Paleolítico, prehistoria, salud, sucesos, tomografía,
Bibliografía científica, publicación original
Nature

Lucy es un ejemplar de 3,18 millones de años de antigüedad de Australopithecus afarensis o «mono del sur de Afar«. Además, es uno de los esqueletos más completos y más antiguos de un ancestro humano adulto y que caminase erguido. Desde su descubrimiento en la región de Afar, en Etiopía en 1974 por el antropólogo de la Universidad Estatal de Arizona, Donald Johanson y el estudiante graduado Tom Gray, Lucy, un bípedo terrestre, ha estado en el centro de un intenso debate acerca de si esta antigua especie también pasaron tiempo en los árboles .
«Es irónico que el fósil que protagoniza el debate sobre el papel arbóreo en la evolución humana muriera posiblemente de las heridas sufridas en una caída de un árbol», apunta John Kappelman, profesor de ciencias geológicas en la Universidad de Texas en Austin (EE UU), y autor principal del estudio que publica la revista Nature
Kappelman primero estudió a Lucy durante su recorrido por los museos de Estados Unidos en 2008, durante su recorrido por los museos de EE UU en 2008, y tuvo ocasión de que el fósil pasase por la Instalación Tomográfica de rayos X de Alta Resolución de su Escuela UT Jackson de Ciencias de la Tierra. La máquina fue diseñada para escanear a través de materiales sólidos, como rocas, y tiene una resolución mayor que los «TAC» médicos. Durante 10 días, Kappelman y el profesor de ciencias geológicas, Richard Ketcham, escanearon cuidadosamente hasta un 40% del esqueleto completo para crear un archivo digital de más de 35.000 cortes de tomografías computarizadas (TC).
«Lucy es valiosa. Sólo hay una Lucy, y hay que estudiarla tanto como sea posible «, dijo Ketcham. «Las TC no son destructivas. Así se puede ver lo que hay dentro, los detalles internos y la disposición de los huesos internos».
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Silo —seudónimo de Mario Luis Rodríguez Cobos

(Mendoza, 6 de enero de 1938 – Mendoza, 16 de septiembre de 2010 )

fue un escritor argentino y fundador del Movimiento Humanista. Conferenciante activo, escribió libros, cuentos, artículos y estudios relacionados con política, sociedad, psicología, espiritualidad y otros temas. Aunque él se definía como escritor, muchos de sus lectores lo consideran un pensador.

Silo en 2007.
Silo en 2007.

Biografía

Silo fue el tercer y último hijo de una familia de clase media de ascendencia española en Mendoza (Argentina) formada por Rafael Rodríguez (enólogo oriundo de la ciudad andaluza de Granada ) y María Luisa Cobos (vasca, maestra de música), siendo sus hermanos Raquel y Guillermo. Cursó enseñanza primaria y media en los Hermanos Maristas con excelentes notas, mientras practicaba gimnasia artística y se especializó en caballo con arcos, especialidad en la que llegó a altos puestos de las clasificaciones regionales, llegando a ser campeón de Cuyo. Además se implicó en diversas organizaciones juveniles y llevó una vida social e intelectual muy activa. Realizó estudios particulares de idiomas, como francés e italiano, y de filosofía. También publicó artículos en revistas culturales.

Después de abandonar los estudios de Derecho en la Universidad de Córdoba viajó durante seis meses por América Latina (Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia). Posteriormente estudió tres cursos de Ciencias Políticas y Sociales en laUniversidad Nacional de Cuyo siendo en dicha universidad donde empezó a formar grupos de investigación sobre el ser humano y su problemática existencial y social.

Con 24 años viajó por Europa y a su regreso ejerció distintos trabajos. En 1967 ―siguiendo «un ordenamiento hacia verdades más importantes» según consigna un periódico de la época ― comenzó a presentar sus propuestas, mientras siguió formando grupos de estudio en Argentina y Chile. En 1969 organizó una alocución pública con miembros de estos grupos, que inicialmente fue prohibida por la dictadura militar aunque más tarde fue permitida en la montaña, alejada de las poblaciones. El 4 de mayo de 1969, Silo (de 31 años) habló ante unas doscientas personas reunidas en Punta de Vacas (provincia de Mendoza), paraje de la cordillera de los Andes cercano al cerro Aconcagua, siendo ésta la primera exposición pública de las ideas que, con el tiempo, formarían las bases del Movimiento Humanista. En esta arenga, conocida como «La curación del sufrimiento», expuso temas como la superación del dolor y el sufrimiento, el sentido de la vida, la violencia, el deseo y el placer. En ese lugar se erige hoy el Parque Histórico, uno de los numerosos parques de estudio y reflexión relacionados con su enseñanza.

Contrajo matrimonio con Ana Luisa Cremaschi, a quien conocía desde sus días juveniles, y más tarde nacerán sus dos hijos,  Alejandro y Federico, con quienes siempre vivirá en su ciudad natal.

En 1972 publicó La mirada interna y los grupos iniciales se extienden a otros países, en parte debido a que las dictaduras militares provocan el exilio de muchos de sus partícipes. A principios de los años setenta, Silo creó la corriente de pensamiento que actualmente se denomina Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista, y funda el Movimiento Humanista como conjunto organizado que pretende plasmar en la práctica dicho pensamiento. Se puede decir que dicho pensamiento abarca toda la existencia, no solo a nivel social sino también personal.

A partir de los años ochenta y con la orientación de Silo, el movimiento humanista inició una etapa de expansión en el mundo con la creación de organismos y frentes de acción:Partido Humanista con presencia en unos 30 países, la Comunidad para el Desarrollo Humano (asociación cultural), Convergencia de las Culturas (asociación civil), Mundo sin Guerras y sin Violencia (asociación anti-armamentista) y el Centro Mundial de Estudios Humanistas.

Durante el año 1981 fue invitado a expresar sus propuestas en diversos actos públicos organizados por sus discípulos en ciudades europeas y asiáticas, recorriendo Madrid, Roma, Berlín, posteriormente Bombay (India), y Colombo (Sri Lanka), volviendo luego a París, y más tarde San Francisco (California), y ciudad de México. Expone con particular vigor la postura de la no violencia, manifestada en la superación del sufrimiento, el trato humano y la actitud de no buscar culpables. Estos aspectos relevantes de su pensamiento se recopilaron en Habla Silo.

En 1993, la Academia de Ciencias de Rusia lo distinguió con el doctorado honoris causa. En la ceremonia, realizada el 6 de octubre de ese año en Moscú, Silo defendió sus ideas sobre las «condiciones predialogales», concluyendo su presentación con estas palabras: «No habrá diálogo cabal sobre las cuestiones de fondo de esta civilización hasta que se empiece, socialmente, a descreer de tanta ilusión alimentada con los espejuelos del sistema actual. Entre tanto, el diálogo seguirá siendo insustancial y sin conexión con las motivaciones profundas de la sociedad. Cuando la Academia me hizo llegar su reconocimiento, comprendí que en algunas latitudes se ha comenzado a mover algo nuevo, algo que empezando en diálogo de especialistas estará luego ocupando la plaza pública». Seguir leyendo Silo —seudónimo de Mario Luis Rodríguez Cobos

Recuperada granada de mano medieval junto a otros antiguos objetos hallados en aguas de Israel

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Portada - Granada de mano medieval hallada en el Mediterráneo oriental, cerca de las costas de Israel. (Fotografía: Amir Gorzalczany, Autoridad de Antigüedades de Israel).
Recuperada granada de mano medieval junto a otros antiguos objetos hallados en aguas de Israel

Un tesoro de piezas arqueológicas de valor incalculable, la más antigua de ellas de hace 3.500 años, ha sido donado recientemente al estado de Israel por la familia que los heredó de su difunto padre.

Una de las joyas más impresionantes custodiadas por esta familia es una antigua granada de mano medieval bellamente decorada, de un tipo utilizado habitualmente en los períodos de los cruzados, ayubíes y mamelucos.

Estas antiguas granadas de mano, llenas del famoso fuego griego (nafta ardiente), eran una invención bizantina que se extendió a los ejércitos musulmanes del Próximo Oriente.

Estas granadas estaban llenas de fuego griego y selladas, de modo que todo lo que tenía que hacer un soldado equipado con una de ellas para acabar con su enemigo era arrojársela. Las características que hacían de esta arma algo singular eran su capacidad de arder sobre el agua y adherirse a diversas superficies, además de que podía apagarse con arena, vinagre, o –aunque parezca extraño– orina. Algunos historiadores creen que el fuego griego podía prenderse utilizando agua.

Aunque la tecnología ha cambiado con el paso de los siglos, ha persistido hasta nuestros días la idea de que todo lo que debe hacer un soldado armado con una granada es arrojársela al enemigo para que libere la nafta ardiente que contiene en el momento del impacto. Las granadas de mano modernas son un descendiente directo de estos artilugios. Simplemente hemos adaptado la idea utilizando explosivos en lugar de nafta.

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