Tres extraños y alarmante sucesos se han registrado en Estados Unidos. Primero fue la muerte de más de 3,000 aves en un solo fin de semana y dentro de un área bien definida en Arkansas. Dos días después cerca de 100,000 peces aparecieron muertos en un río cercano, y finalmente se difundió la noticia de que cientos de aves se habían colapsado en Louisiana. Sin embargo, existe un cuarto y también misterioso evento que hasta hora parecía completamente ajeno a los tres anteriores: el asesinato de John P. Wheeler en New Jersey, un alto contratista y asesor del pentágono cuyo cuerpo fue hallado en un tiradero de basura el domingo 2 de enero.
Resulta que Wheeler, quien también era un respetado ex veterano de guerra, tenía amplios conocimientos sobre armas químicas y biológicas. Y en especial estaba familiarizado con el Phosgene, material descrito como «una de las más temidas armas químicas jamás creadas, debido a su habilidad para literalmente producir una explosión en los pulmones y el sistema respiratorio del organismo que lo respire». Según una de las teorías de la conspiración que han surgido en torno a la misteriosa muerte masiva de los animales en Arkansas y Louisiana, y sin duda la más sofisticada, Wheeler tenía demasiada información sobre el uso del Phosgene y esta es una de las razones por las que podría haber ido fatalmente silenciado.
Aparentemente cantidades significativas de Phosgene habían sido trasladadas a Irak durante la invasión estadounidene a este país. Una vez concluída la invasión este material híper tóxico fue almacenado en una base militar en Arkansas. La semana pasada el cargamento fue puesto en un avión con dirección a Afganistán. Sin embargo, según la misma versión, la aeronave tuvo problemas técnicos tras despegar y tuvo que regresar a la base. Solo que tal vez durante las trubulencias se pudo haber escapado parte del cargamento lo cual explicaría la mortal reacción en los miles de animales.
Curiosamente la cadena ABC News reportó que las pruebas preliminares que fueron aplicadas a los pájaros muertos dio como resultado la detección de «un trauma ubicado principalmente en la región del pecho, con capas de sangre en la cavidad y desangres internos». Mientras que un veterinario del gobierno de Arkansas, George Badley, declaró: «Prácticamente todas las aves mostraban múltiples hemorragias internas lo que indica la presencia de un trauma y no de una epidemia. Sus estómagos estaban vacíos, lo cual decarta la posibilidad de envenenamiento tras ingerir algún alimento tóxico».
Al parecer Wheeler conocía el plan del ejército estadounidense de trasladar el Phosgene a Afganistán, algo con lo que no estaba de acuerdo, e incluso se presentó en Washington DC para manifestarse en contra de esta desición. Esta postura bien podría haberle valido a Wheeler la muerte, ya que es bien sabido que los discidentes que cuentan con información privilegiada son considerados como amenazas de primer orden por el gobierno de Estados Unidos.
Sabemos que esta hipótesis puede parecer un tanto «sobre sofisticada», pero también resulta factible el hecho de que una cadena de eventos tan extravagante solo pueda tener una respuesta igual de exótica. Además, la incapacidad de las autoridades para ofrecer de manera oficial una explicación coherente ante estos cuatro eventos que han marcado el comienzo de año en Estados Unidos, favorece el surgimiento de teorías de la conspiración en la búsqueda de la población por entender un fenómeno que manifiesta una naturaleza explícitamente sombría.
La teoría de la conspiración que afirma que Wheeler fue eliminado por oponerse a que un arma química de nombre Fosgeno (Phosgene) fuese trasladada a Afganistán desde una base militar en Arkansas, también enfatizaba en el hecho de que el ex asesor y contratista del Pentágono, quien poseía información privilegiada sobre el uso de algunas de las más poderosas armas químicas, había manifestado un extraño comportamiento los días previos a su asesinato, como si estuviese dosificado con alguna especie de droga aletargante.
Ante la pobre explicación de lo «especialistas» para reponder a la probable causa de muerte de la aves en Arkansas, este video retoma mayor fuerza ya que parece comprobar al menos una de las afirmaciones de la teoría conspiratoria. En las imágenes podemos apreciar a un John Wheeler que divaga alrededor de un estacionamiento con uno de sus zapato en la mano. El video fue registrado hace ocho días, dos días ante de que hallaran el cuerpo de Wheeler en New Castle, Delaware. Una empleada que habló con él ese día afirma que Wheeler parecía bastante distraído y que alegaba que su portafolio había sido robado. Y agregó que a pesar de su extraño comportamiento no despedía olor alguno a alcohol que pudiera sugerir que se encontraba en estado de ebriedad a pesar de su extraño comportamiento.
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