Archivo por días: agosto 17, 2011

Krugman cree que una invasión extraterrestre sacaría a EEUU de la recesión

Fareed Zakaria presenta Global Public Square, programa muy valorado y con una gran audiencia, las noches de domingo en la CNN. Esta semana, Zakaria contó con Paul Krugman y el ex economista jefe del FMI, Ken Rogoff, para analizar la situación de la economía estadounidense, y las declaraciones del economista no pasaron desapercibidas.

El Premio Nobel apeló a una invasión alienígena en EEUU para solucionar la crisis y reactivar la economía. El discípulo de Keynes sorprendió en el ejemplo expuesto, pero no en sus teorías según las cuales si no hay suficiente consumo la economía se ralentiza y se reduce el crecimiento, que para Krugman es lo que está sucediendo, por lo que hay que aumentar el consumo como sea.

Mientras Rogoff exponía que la inversión en infraestructuras es beneficiosa siempre que no sea un derroche, poniendo como ejemplo negativo la onerosa red de túneles de Boston, Krugman se apuntó entusiasmado a la tesis de Keynes de que el gasto público en una recesión ayuda, aunque se emplee en cavar y tapar agujeros.

Para Krugman una invasión extraterrestre provocarían un gran aumento del gasto público en defensa, es decir, toda la sociedad se afanaría en producir bienes que protegieran a la población de este ataque, con lo que la economía se reactivaría. El gasto en infraestructuras sería siempre positivo. “Es muy difícil conseguir inflación en una economía deprimida, pero si hay un programa de gasto público más una política expansiva de la Reserva Federal se puede conseguir. Por lo tanto, si se piensa emplear todas estas cosas juntas, se puede lograr mucho”, añadió Krugman.

Además justificó su teoría de que un ataque alienígena generaría activación económica explicando que “si descubriéramos que los extraterrestres estaban planeando atacar y necesitáramos una inversión masiva para contrarrestar la amenaza, la inflación y el déficit presupuestario serían un problema secundario y esta recesión podría terminar en 18 meses”.

La idea de los extraterrestres, inspirada según Krugman en un episodio de la serie Más allá de la realidad, es obtener un “estímulo fiscal” como los acometidos por la mayoría de los gobiernos occidentales pero en mayor escala. El que luego la amenaza extraterrestre no fuera real sino “un error” daría lo mismo, porque estaríamos de todos modos mejor.

Rogoff, con cierta ironía, concluyó que lo que haría falta entonces para reactivar la economía es un Orson Welles.

Fuente: www.libremercado.com

Aceptación y rechazo: Lo dulce y lo amargo de las relaciones sociales

Para encontrar una prueba de que el rechazo, la exclusión y la aceptación son fundamentales en nuestra vida, no hace falta salir de casa, comenta Nathan Dewall, psicólogo de la Universidad de Kentucky. «Si enciendes la tele, y ves cualquier programa de reality, la gran mayoría no es otra cosa que rechazo o aceptación. La razón», prosigue DeWall, «es que la aceptación, en las relaciones amorosas, con amigos, incluso con extraños, es absolutamente fundamental para los humanos.

En un nuevo artículo, publicado en Current Directions de Psychological Science, DeWall y Brad J. Bushman, de la investigación de la Universidad de Ohio, recientemente han revisado en una investigación psicológica la aceptación y el rechazo social. «En un lapso de unos 15 años que les ha llevado hacer este trabajo sobre la exclusión y el rechazo, los psicólogos han estado interesados en las relaciones de cercanía y lo que sucede cuando éstas se tuercen durante mucho tiempo», explica DeWall. Los resultados son claros, y ponen de relieve la centralidad de la aceptación en nuestras vidas.

DeWall piensa que esto tiene que ver con que el grupo era probablemente muy útil para nuestros antepasados. Tenemos defensas físicas débiles, poca piel, y una infancia demasiado larga. Vivir en un grupo ayudó a los primeros seres humanos a sobrevivir en ambientes hostiles. El ser parte de un grupo ayuda al individuo a sentirse seguro y protegido, incluso en una época que vivimos donde las paredes y la ropa promueve o facilita que una persona se aísle en sí mismo.

Pero la aceptación es una arma de doble filo, su contrapartida es el rechazo. Ser rechazado es malo para tu salud. «Las personas que se sienten aislados, solos y excluidos tienden a tener una mala salud física», apunta DeWall. No duermen bien, su sistema inmunológico falla, incluso tienden a morir antes que las personas que están rodeadas de otras personas que se preocupan por ellos.

La exclusión también se asocia con una mala salud mental, y ambos pueden unirse en un bucle destructivo. Las personas con depresión pueden enfrentar la exclusión con más frecuencia, debido a los síntomas de su trastorno, y ser rechazado les hace estar más deprimido, continúa DeWall. Las personas con ansiedad social navegan por el mundo constantemente preocupados por ser rechazados socialmente. Un sentimiento de exclusión puede incluso ser causa de suicidio.

La exclusión no es sólo un problema para la persona que lo padece, también puede interrumpir la sociedad en general, señala DeWall. Estas personas a menudo arremeter contra los demás. En los experimentos, dan a la gente la salsa más caliente de lo que se puede soportar, extrañas explosiones con intensos ruidos, y sus evaluaciones de los candidatos potenciales son destructivas. El rechazo puede incluso, contribuir a la violencia. En un análisis de 15 desquiciados tiradores de escuela, se encontró que todos, excepto dos, habían sido rechazados socialmente.

It’s important to know how to cope with rejection. First of all, «We should assume that everyone is going to experience rejection on a semi-regular basis throughout their life,» DeWall says. It’s impossible to go through your entire life with everyone being nice to you all the time. When you are rejected or excluded, he says, the best way to deal with it is to seek out other sources of friendship or acceptance. «A lot of times, people keep these things to themselves because they’re embarrassed or they don’t think it’s that big of a deal,» he says. But our bodies respond to rejection like they do to physical pain; the pain should be taken seriously, and it’s fine to seek out support. «When people feel lonely, or when people feel excluded or rejected, these are things they can talk about,» he says.

Es importante saber cómo lidiar con el rechazo. Ante todo, «Debemos asumir que todo el mundo va a experimentar el rechazo de una forma casi-regular a lo largo de su vida», señala DeWall. Es imposible pasar por la vida y que todo el mundo sea amable contigo todo el tiempo. Cuando uno es rechazado o excluido, dice, la mejor manera de enfrentarlo es a buscar otras fuentes de amistad o aceptación. «Muchas veces, la gente se guarda este tipo de cosas para sí mismos porque se sienten avergonzadas o por no creer que tengan mayor importancia». Sin embargo, nuestros cuerpos responden al rechazo como lo hacen ante el dolor físico, y el dolor debe ser tomado en serio, así que está bien buscar apoyo. «Cuando la gente se siente sola, o cuando se sienten excluidos o rechazados, estas son las cosas que hablan por ellos.»

TRADUCIDO  por Pedro Donaire
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SERES MITOLOGICOS, Leshii, el demonio del bosque

Los bosques del este de Europa constituyen el dominio del leshii, poderoso ente sobrenatural al que corresponde cuidar de los animales y las plantas que habitan en ellos. Con semejante función, no es de extrañar que trate a los humanos de forma extremadamente maliciosa y hostil.

El leshii posee la capacidad de cambiar de aspecto a voluntad. Su tamaño varía entre el de una hierba y el de un árbol. Puede adoptar la apariencia de cualquier animal, y también la de un ser humano, incluso la de uno conocido por la persona a quien se aparece, aunque en estos casos siempre hay algún detalle que lo delata, como, por ejemplo, llevar el abrigo abotonado al revés, tener los ojos blancos o carecer de cejas.

Pero el leshii puede presentarse también bajo su propia forma. A este respecto, existen dos descripciones típicas. Una lo presenta con aspecto de fauno o demonio, es decir: patas de macho cabrío, dos cuernos brotando de su frente, pelo cubriéndole casi todo el cuerpo… La otra lo retrata con una apariencia más vegetal, con la piel rugosa como la corteza de un árbol y el pelo (al igual que el de las rusalkas) verde como la hierba.

De todas maneras, lo más habitual es que les juegue malas pasadas a sus víctimas sin dejarse ver. Todo el que se adentra en el bosque debe permanecer alerta, ya que el leshii probablemente intentará conducirlo hacia un precipicio o un pantano, borrando caminos, cambiando señales de su sitio, haciéndose pasar un amable lugareño o imitando todo tipo de sonidos, incluidos el llanto de un bebé o los lamentos de un agonizante. Puede lanzar asimismo terroríficas carcajadas. Todo sirve con tal de llevar al viajero hacia su perdición.

Cuando alguien se siente bajo el influjo del leshii, lo mejor que puede hacer consiste en caminar de espaldas o ponerse la ropa al revés. Solo así logrará regresar al camino.

A veces el leshii se limita a gastar bromas pesadas, como, por ejemplo, soplar polvo sobre los ojos del viandante, o quitarle el sombrero mediante el mismo método. Y es que el leshii está muy asociado al viento. Sus apariciones son frecuentemente precedidas por una fuerte ráfaga de aire, y se dice que danza en los torbellinos junto a su mujer.

A los campesinos eslavos no les ha quedado otro remedio que aprender a vivir con tan poderoso vecino, y para ello han desarrollado una serie de normas de cumplimiento obligado si no se quiere enfadar al señor de la espesura: en su feudo no se debe silbar, ni jurar, ni herir a plantas o árboles de forma deliberada, ni cazar en determinadas fechas… Añadiendo a esto la realización de pequeñas ofrendas, el viajero podrá cruzar el bosque sin peligro, el pastor dejar a su ganado vagar libre y el cazador obtener una caza favorable.

Cada zona boscosa cuenta con su propio leshii, y estos pelean a veces entre sí, utilizando árboles o grandes rocas como mazas, o juegan a las cartas, apostando parte de la fauna de sus dominios (lo cual explica a ojos de los campesinos las ocasionales migraciones masivas de animales).

El leshii vive en algún tipo de cabaña en lo más profundo del bosque, a veces en compañía de su mujer, la lusanka, y de sus hijos. Esta vida familiar le obliga en ocasiones a solicitar la ayuda de los humanos, como cuando su mujer va a dar a luz y necesita una comadrona.

A pesar de esta faceta más cálida, demuestra poca empatía hacia los seres humanos, llegando, por ejemplo, a raptar a jovencitas o a niños, a los que atrae al bosque haciéndose pasar por sus abuelos o con la promesa de chucherías. “¡Ojalá te lleve el leshii!”, dicen las madres a sus hijos cuando se portan mal, aunque no lo repiten demasiadas veces ya que podría cumplirse.

Según algunos, el objetivo del leshii con estos raptos es ampliar el número de almas bajo su dominio, pues las almas de los que fallecen en el bosque sin haber confesado sus pecados ni recibido la absolución deben vagar por él durante un tiempo, y están sujetas a la autoridad del leshii.

Es posible también venderle el alma de forma voluntaria. Para ello hay que invocarlo primero. Una de las maneras de hacerlo consiste en derribar un álamo durante la noche de San Juan, con cuidado de que caiga hacia el este; después debemos situarnos sobre el tocón, con la cara mirando al mismo punto cardinal pero doblados hacia abajo, y decir: “¡Tío Leshii! ¡Manifiéstate, pero no como un lobo gris, ni como un negro cuervo, ni como un abeto preparado para la hoguera; tan solo como yo!”. Tras una ligera brisa, aparecerá el leshii bajo la forma de un hombre, dispuesto a comprar nuestra alma a cambio de proporcionarnos ayuda en futuras empresas.

Los sapos que desafian las teorías de Darwin

Cambios físicos observados en los sapos gigantes de caña, que han invadido parte de Australia en las últimas décadas, desafían la teoría evolutiva de Darwin, según un estudio difundido hoy por la emisora australiana ABC. Muchos de estos batracios (bufo marinus) han desarrollado patas más largas desde que fueron introducidos desde Venezuela y Centroamérica en el estado de Queensland durante la década de 1930 para controlar a la población de escarabajo de caña.

Esta característica, detectada en la avanzadilla de sapos que se han propagado hasta Kununurra (Australia Occidental) y Sídney, les permite recorrer con mayor velocidad distancias más largas que sus generaciones antecesoras. Según biólogos de la Universidad de Sídeny, el proceso difiere de la teoría de la selección natural de Charles Darwin ya que los cambios evolutivos no están vinculados a la supervivencia o la reproducción sino a la necesidad de dispersarse con mayor rapidez.

“Es un concepto radical. Es el primer mecanismo realmente nuevo en cambios evolutivos en 150 años”, dijo el director del equipo, Rick Shine a la radio australiana. Shine y su equipo desarrollaron un modelo matemático para explicar el proceso de “selección espacial”, que sería el resultado de la acumulación de genes “buenos” para el desplazamiento, indicó el biólogo.

El estudio revela que las nuevas generaciones de sapos de caña se reproducen con menor eficiencia que sus antepasados, sufren artritis en la columna y son más vulnerables a los depredadores porque su veneno es menos efectivo. “El proceso funciona incluso aunque no conlleve ventajas para la supervivencia o la reproducción”, indicó Shine que añadió que el proceso de “selección espacial” ocurre en paralelo a la selección natural.

“La selección espacial no reemplaza a la selección natural (…) solo funciona si no se opone a la selección natural”, dijo Shine.

“Si hubiera grandes desventajas para la supervivencia por estar al frente de la invasión, esta sencillamente no ocurriría porque la selección natural acabaría con estos sapos”, añadió. Un estudio anterior realizado por Shine detectó que más de un diez por ciento de estos sapos gigantes padecen artritis aguda en la columna por culpa de la bacteria “ochrobactrum anthropi” que se encuentra en la tierra común.

El batracio también se encuentra en Hawai (Estados Unidos), Filipinas, Papúa Nueva Guinea y otras islas del Pacífico.