Archivo por días: noviembre 6, 2011

Una noche en el espacio con el astrónomo Elenin

Observar el espacio está al alcance de todos, señala el astrónomo ruso Leonid Elenin, quien decidió compartir una imagen del cielo nocturno desde el telescopio ISON NM en Nuevo México, con el cual descubre o estudia los cometas, asteroides y cuerpos menores.

En el video se puede observar, señalado en rojo por el astrónomo, que al interior y en línea horizontal desde izquierda a derecha, están los planetas Neptuno, Urano, y el brillante Júpiter. Les siguen más a la derecha la estrella más destacada de la constelación de Tauro, llamada Aldabarán y después está marcada Betelgause, la cual es la segunda estrella más luminosa de la constelación de Orión.

Aún más abajo están destacadas la estrella Fomalhaut y luego Beta Ceti de la constelación Cetus (la ballena), que se encuentra a 95 años luz de nosotros, ambos a la izquierda. Rigel está destacada por la derecha y es considerada una de las 7 estrellas más luminosas el cielo, y pertenece a la constelación de Orion.

Por el centro se destaca la tercera estrella más brillante del hemisferio norte, Capella, de la constelación Auriga, mientras que por la parte superior, Elenin destacó Altair, la estrella más brillante de la constelación el Águila, la cual se visualiza a la izquierda.

También en la parte superior más a la izquierda se alcanza a ver la estrella Deneb de la constelación el Cisne, conocida como la cruz del Norte.

En la parte más alta se puede observar a Vega, la principal estrella de la constelación Lira y la estrella supergigante amarilla Polaris ( o estrella Polar), que recibe su nombre por asociarse a la proximidad del polo Norte. Polaris es 2440 veces más luminosa que nuestro Sol.

Lejos en lo alto a la derecha se observa a Dubhe, la segunda estrella más brillante de la constelación de la Osa Mayor.

Elenin es conocido por el descubrimiento del cometa C/2010 X1, conocido como cometa Elenin, cuyos restos descansan en paz viajando por la órbita que le era prevista alejándose de la tierra.

El observatorio ISON NM, que se encuentra en Nuevo México, montó una nueva foto cámara de alta sensibilidad con un campo de visión de 360 grados.

“Con esta se espera observar meteoros, cometas luminosos, así como el estudio de las variantes luminosas”, señala Elenin.

El sistema es capaz de monitorear y vigilar el cielo noche y día de manera continua, en tiempo real, registrando a los meteoritos y bolas de fuego como a los satélites, cohetes, luminiscencias atmosféricas, auroras etc.

La cámara también es capaz de dar claros detalles meteorológicos al describir los mapas de las nubes sobre el observatorio.

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¿Hemos entrado en una nueva era?

Por Paul Kennedy

La disminución del peso del dólar, la desintegración de los sueños europeos, la carrera armamentística en Asia y la parálisis de la ONU son indicadores de cambio que anuncian que hemos cruzado una línea divisoria histórica. Un parteaguas es una línea divisoria de aguas, un límite entre dos zonas en las que las aguas caen en direcciones opuestas. La palabra puede emplearse también para describir un fenómeno histórico y político: un hito, un momento trascendental, el instante en el que las actividades y circunstancias humanas atraviesan la línea divisoria que separa una época de la siguiente. Mientras ocurre, son muy pocos los contemporáneos que se dan cuenta de que han entrado en una nueva era, a no ser, claro está, que el mundo esté saliendo de una guerra cataclísmica, como las de Napoleón o la II Guerra Mundial. Pero esas transformaciones históricas tan bruscas no son el objeto de este artículo. Lo que nos interesa aquí es la lenta acumulación de fuerzas transformadoras, en su mayor parte invisibles, casi siempre impredecibles, que, tarde o temprano, acaban convirtiendo una época en otra distinta. Nadie que viviera en 1480 podía reconocer el mundo de 1530, 50 años después; un mundo de naciones-estado, la ruptura de la cristiandad, la expansión europea hacia Asia y las Américas, la revolución de Gutenberg en las comunicaciones. Tal vez fue la mayor línea divisoria histórica de todos los tiempos, al menos en Occidente.
Existen otros ejemplos, por supuesto. Cualquiera que viviera en Inglaterra en 1750, antes de que se generalizase el uso de la máquina de vapor, se habría quedado estupefacto al ver sus usos 50 años después: ¡había llegado la Revolución Industrial! En ocasiones, las transformaciones entre una era y otra son incluso más rápidas, como ocurrió con el épico periodo entre 1919 y 1939. A principios de los años treinta, la democracia estaba desgastada, y la economía mundial, en descomposición, pero ¿quién podía imaginar que eso iba a desembocar en guerra y holocaustos?

¿Y qué ocurre hoy? Muchos periodistas y expertos en tecnología destacan con entusiasmo la actual revolución en las telecomunicaciones -teléfonos móviles, iPad y otros artilugios- y sus consecuencias para los Estados y los pueblos, para las autoridades tradicionales y los nuevos movimientos de liberación. De ello hay pruebas evidentes, por ejemplo, en todo Oriente Próximo e incluso en el movimiento Occupy Wall Street, aunque habría que preguntarse si alguno de los profetas de las altas tecnologías que proclaman la nueva era en la política internacional se ha molestado jamás en estudiar las repercusiones de la imprenta de Gutenberg o las charlas radiofónicas de Roosevelt que oían decenas de millones de estadounidenses en los inquietantes años treinta y primeros cuarenta del siglo pasado.

Cada era está fascinada por sus propias revoluciones tecnológicas, de modo que voy a centrarme en algo bastante distinto: los indicadores de cambio que señalan que estamos acercándonos -o tal vez incluso las hayamos cruzado- a ciertas líneas divisorias históricas en el duro mundo de la economía y la política.

El primer indicador es la erosión constante del dólar estadounidense como divisa única o dominante de reserva en el mundo. Quedaron atrás los tiempos en los que el 85% o más de las reservas de divisas internacionales consistían en billetes verdes; las estadísticas fluctúan enormemente, pero la cifra actual se aproxima más al 60%. Pese a los problemas económicos de Europa e incluso China, ya no resulta fantasioso imaginar un mundo en el que haya tres grandes divisas de reserva -el dólar, el euro y el yuan-, con algunas alternativas menores como la libra esterlina, el franco suizo y el yen japonés. La idea de que la gente va a seguir acudiendo al dólar como «refugio» no se sostiene al ver que el país está cada vez más endeudado con acreedores extranjeros. Ahora bien, un mundo con varias divisas de reserva, ¿ofrecerá más o menos estabilidad financiera?

La segunda transformación es la erosión y la parálisis del proyecto europeo, es decir, el sueño de Jean Monnet y Robert Schuman de que las heterogéneas naciones-Estado de Europa se unieran en un firme proceso de integración comercial y fiscal, primero, y luego mediante una serie de compromisos serios e irreversibles de trabajar para un continente políticamente unido. Las instituciones encargadas de hacer realidad ese sueño -el Parlamento Europeo, la Comisión, el Tribunal de Justicia- ya existen, pero la voluntad política de darles auténtica vida se ha desvanecido, tristemente debilitada por el mero hecho de que unas políticas fiscales nacionales muy diferentes son incompatibles con la divisa europea común. Para decirlo claro, Alemania y Grecia, con sus respectivos historiales presupuestarios, no pueden ir juntas hacia unos Estados Unidos de Europa; pero nadie parece tener la respuesta a esta dicotomía, salvo para empapelar las grietas con más eurobonos y préstamos del FMI.

En otras palabras, los europeos no tienen ni el tiempo, ni la energía, ni los recursos para dedicarse a nada que no sean sus propios problemas. Eso significa que existen muy pocos observadores en el continente que hayan estudiado la que podría ser la tercera gran transformación de nuestros días: la enorme carrera de armamentos que está desarrollándose en la mayor parte del este y el sur de Asia. Mientras los Ejércitos europeos están convirtiéndose en una especie de gendarmerías locales, los Gobiernos asiáticos están construyendo armadas para navegar en aguas profundas y nuevas bases militares, adquiriendo aviones cada vez más avanzados y probando misiles de alcance cada vez mayor. Los escasos debates que hay se centran en el refuerzo militar de China, pero mucho menos en el hecho de que Japón, Corea del Sur, Indonesia, India e incluso Australia están imitando su ejemplo. Si la desaceleración del crecimiento económico, los daños al medio ambiente y el desgaste del tejido social en China empujan a sus futuros dirigentes a hacer demostraciones de fuerza en el extranjero -por ahora, la verdad, sus líderes son muy cautelosos-, sus vecinos están preparándose para responder con firmeza. ¿Alguien en Bruselas sabe -o le importa- que 500 años de historia, que representan el mundo de 1500, están a punto de terminarse? Asia se dispone a dar un paso al frente en el escenario, mientras que Europa se convierte en un coro distante. ¿No será este fenómeno, para los historiadores futuros, otra línea divisoria de inmensa importancia en los asuntos internacionales?

El cuarto cambio es, por desgracia, la lenta, firme y creciente decrepitud de Naciones Unidas, en especial de su órgano más importante, el Consejo de Seguridad. La Carta de la ONU se redactó con sumo cuidado para ayudar a que la familia de las naciones disfrutara de paz y prosperidad después de los terribles males del periodo 1937-1945. Pero la Carta era un riesgo calculado: al reconocer que las grandes potencias de 1945 tenían derecho a que se les concediera un papel desproporcionado (como el veto y el sitio permanente en el Consejo), los redactores, sin embargo, confiaban en que los cinco Gobiernos supieran trabajar juntos para hacer realidad los altos ideales de la institución mundial. La guerra fría echó por tierra esas esperanzas, y la caída de la URSS las revivió, pero ahora están volviendo a desaparecer por el cínico abuso del poder de veto. Cuando China y Rusia vetan cualquier medida para impedir que el repugnante régimen sirio de El Assad siga matando a sus propios ciudadanos, y cuando Estados Unidos veta cualquier resolución para detener el avance de Israel en tierras palestinas, la organización mundial pierde su razón de ser. Y da la impresión de que a Moscú, Pekín y Washington les parece bien.

Hemos visto la disminución del peso del dólar, la desintegración de los sueños europeos, la carrera armamentística en Asia y la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU cada vez que se amenaza con un veto; ¿acaso no indican todas estas cosas que estamos entrando en terreno desconocido, en un mundo agitado, y que, en comparación con él, la visible alegría de los clientes que salen de una tienda Apple con un dispositivo nuevo resulta, no sé, tonta y sin importancia? Es como si estuviéramos de nuevo en 1500, saliendo de la Edad Media hacia el mundo moderno, cuando las multitudes se maravillaban ante cualquier arco nuevo, más grande y más poderoso. ¿No deberíamos tomarnos nuestro mundo un poco más en serio?

Paul Kennedy ocupa la cátedra Dilworth de Historia y es director de Estudios sobre Seguridad Internacional en la Universidad de Yale. © 2011, Tribune Media Services, INC Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Fuente: https://selenitaconsciente.com

Thursday 3 november 2011 Pekín dice que la reencarnación del Dalái Lama sin su permiso es un delito

El régimen chino señaló hoy a través de un medio oficial que la intención del Dalái Lama, líder espiritual tibetano en el exilio, de reencarnarse fuera del territorio chino y sin su consentimiento constituye un delito.

«El Dalái Lama no está solamente intentando enterrar con él principios históricos del Budismo Tibetano cuando muera, sino añadir otra acusación delictiva a sus enseñanzas de separatismo, que dañan tanto al Tíbet como al Budismo», manifestó hoy una nota editorial del oficial «Diario del Pueblo».

La editorial prosigue con que «el objetivo del Dalái Lama de denunciar el derecho del Gobierno chino a supervisar la reencarnación es preservar la apropiación que su camarilla ha hecho de la próxima reencarnación y servir a sus intereses políticos separatistas».

Se trata del último ataque del partido único que gobierna China desde 1949 contra el líder espiritual tibetano, contra el que mantiene una guerra verbal acerca de cómo y dónde deberá reencarnarse el monje, que se exilió en Dharamsala, India, en 1959, tras liderar un fallido levantamiento contra el régimen de Pekín.

Debido a la disputa territorial que protagonizan, el régimen de Pekín defiende que no se puede llevar a cabo una reencarnación (práctica sucesoria esotérica de la que no existen pruebas científicas) sin su consentimiento, mientras que el monje, de 76 años, ha expresado su intención de no reencarnarse en un territorio ocupado por China.

Entre las prácticas tradicionales de reencarnación que defiende el régimen del Partido Comunista de China (PCCh), se incluye que dicha práctica, que supone la elección del siguiente líder budista tibetano, no podrá efectuarse sin el consentimiento de Pekín.

El editorial comparó además hoy al Dalái Lama, premio Nobel de la Paz en 1989, con el cabecilla de una secta Davidiana David Koresh, en cuyo asedio murieron 54 adultos y 21 niños hace dos décadas en Waco, Texas. El Dalái Lama propuso en septiembre un nuevo método para elegir a su sucesor, que permitiría a otros líderes espirituales tibetanos escoger la reencarnación del monje posiblemente en el exilio y no en un Tíbet regido por Pekín.

No obstante, El Dalái Lama ha rechazado las acusaciones de Pekín de que busca la independencia del Tíbet y subraya que lo que pide es que se apliquen en la realidad las leyes de la región autónoma, donde grupos de derechos humanos aseguran que la etnia local sufre una dura represión de su cultura, lengua y religión.

Pekín ha llegado a acusar al Dalái Lama de «terrorismo» por no condenar la cadena de diez inmolaciones, de las que cinco se han consumado, que se han producido este año en regiones tibetanas de Sichuan, en China, en protesta por la represión del régimen.

El monje aseguró ayer que la responsabilidad de dichas inmolaciones recae sobre la represiva política china en la región.

El Dalái Lama instó además al Gobierno de China a preocuparse por encontrar la reencarnación de sus líderes, como el «Gran Timonel» Mao Zedong o el artífice de la apertura Deng Xiaoping, en lugar de cuestionar las tradiciones tibetanas, recoge hoy la web oficial del líder tibetano en el exilio. «El gobierno del Partido Comunista no cree en la religión, pero quieren participar en el hallazgo de la reencarnación del Dalái Lama. El Dalái Lama ya no es una figura política. Si realmente se preocupan, primero deberían creer en la religión, y dedicarse a buscar las reencarnaciones de Mao y Deng Xiaoping», recomendó.

Fuente: https://selenitaconsciente.com

Buscando antepasados en la prisión de Newgate

La iglesia del Santo Sepulcro de Londres esconde un oscuro pasado, del que posiblemente nuestros ancestros también formaron parte

En estos días, pareciera que no hay nadie que no se interese en investigar su historia familiar, y muchos combinan este interés con viajes de vacaciones a los reinos de sus antepasados, desaparecidos hace largo tiempo.

Mi esposa está metida hasta los codos con esta idea del pasado, y esto comenzó desde que descubrió que su abuelo, Janet Nichol, fue el capitán de un barco mercante de los Mares del Sur que llevó a Robert Louis Stevenson, y a su familia, desde Sydney para establecerse en Samoa en la década de 1890, y se convirtió en amigo de la familia Stevenson toda su vida.

Recientemente, un compañero mío -atraído por la misma idea- combinó su fascinación por la historia de su familia con un viaje de bodas a Gran Bretaña, sabiendo que su gran, gran, gran abuelo y su familia llegaron allí en 1848 por casualidad, según dice, como pasajeros libres y no como invitados de la reina Victoria.

Allí ubicó a una iglesia anglicana a poca distancia de la catedral de San Pablo y el antiguo tribunal penal Old Bailey, donde fue bautizado ese antepasado en 1804; una iglesia por la que extrañamente pasó casi a diario de camino a su trabajo en el Diario Fleet Street a finales de 1960, y que nunca imaginó que cincuenta años más tarde tendría esa clase de relación familiar profunda.

La iglesia St Sepulchre-without-Newgate, también conocida como el Santo Sepulcro, está ubicada en el suburbio londinense de Holborn desde 1137. Entre otras cosas, está relacionada con la infame prisión de Newgate, la que una vez estuvo en el lugar en donde está hoy Old Bailey. Se dice que en esa época, los sacerdotes frecuentemente eran llamados a orar por las almas de los reclusos de la prisión condenados a ser ejecutados.

En la iglesia hay una urna de cristal que contiene la “campana de ejecución”. Esta campanilla se tocaba cada medianoche fuera de las celdas de las pobres criaturas que serían ahorcadas a la mañana siguiente.

Curiosamente, en el suelo de esta iglesia está la tumba del explorador inglés Capitán John Smith, que murió en una casa cercana en 1631.

Smith es conocido por un incidente que ocurrió cuando exploraba el estado de Virginia en Estados Unidos en 1607. Según él, fue salvado por la bella princesa india Pocahontas de ser golpeado hasta la muerte por su padre y otros guerreros, tirándose como una adolescente encima del inglés para protegerlo y rogando a su padre que salvara la vida del hombre blanco.

La leyenda de Smith y Pocahontas se convirtió en una de las historias de amor de todo el mundo, reproducida con buen gusto por Walt Disney en 1995; pero en estos días, la mayoría de los historiadores creen que no fue nada más que la fértil imaginación del Capitán Smith, que es conmemorado en uno de los vitrales de las ventanas de la iglesia.

Y en la iglesia, mi curioso compañero descubrió que incluso conexiones con Australia. La gran diva Nellie Melba, que nació como Helen Porter Mitchell en Victoria hace 150 años, también es honrada en un hermoso vitral creado por el renombrado diseñador Brian Thomas, cuyas obras también aparecen en la Catedral de San Pablo y la Abadía de Westminster.

El Santo Sepulcro-without-Newgate, es también conocido como la iglesia de los músicos. Fue en su magnífico órgano que, alrededor de 1670 y con solo 14 años, el compositor y director de orquesta Henry Wood consiguió entrar en la música y más tarde, como sabemos, llegó a organizar los famosos conciertos Promenade («The Proms»), que todavía se presentan en Londres en el verano.

Junto a ese gran órgano de 300 años de edad, también se celebran recitales gratis a la hora del almuerzo, mientras que las 12 campanas que todavía resuenan en su alto campanario de 32 metros, son las mismas que se mencionan que se escuchan en la canción de cuna del macabro siglo 17 “Naranjas y limones”.

«¿Cuándo me pagas?”, dicen las campanas de Old Bailey, en referencia al hecho de que la prisión de Newgate no sólo albergaba a los criminales condenados, sino también a muchos deudores.

Pero es su campana tenor la que tiene la más siniestra historia de todas: es la que sonaba a las 9 a.m. de cada lunes para alertar al verdugo que comenzara con su tarea espantosa… la que se llevó a cabo en público y extrañamente atraía a multitudes de hasta 100.000 espectadores embobados.

¿Podrían haber estado sus antepasados entre ellos?

http://www.lagranepoca.com/por-qui%C3%A9n-toco-la-campana-en-la-prisi%C3%B3n-de-newgate

Con dinero papel siempre seremos esclavos

En la siguiente entrevista de abril del 2.008Don Hugo Salinas expone con mucha claridad los problemas que aquejan al dinero de papel y propone una solución factible y fácilmente aplicable.
Se trata de poner en circulación una moneda de plata de una onza y subir el valor facial a medida que aumente el precio de la plata. Con eso se evita que las monedas se fundan cuando la plata valga más del valor al que las acepta el banco central.
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http://www.rankia.com/blog/llinares/897667-entrevistas-d-hugo-salinas-price

Los chilenos creen cada vez más en la reencarnación, los espíritus y el más allá

Reveladores antecedentes entregó el II estudio “los chilenos y la muerte”, realizado por la consultora Visión Humana y Parque del Recuerdo. De acuerdo al sondeo, un 92% de los encuestados cree en Dios, mientras que un 50% considera que el Diablo existe; 7% menos que el 2010.

Sin embargo, 6 de cada 10 chilenos piensa que hay vida después de la muerte, un 63% cree en los espíritus y un 61% apuesta por la resurrección. Asimismo, la reencarnación representa al 38% de los consultados, cifra superior al año pasado.

Respecto de la orientación religiosa, el 59% de los chilenos manifiesta ser católico, mientras que el 15% se declara evangélico y el 8% dice no profesar ningún credo.

Pero… ¿le temen los chilenos a la muerte? Un 41% menciona el miedo entre los sentimientos o emociones que le evoca el tener que fallecer, cifra 3 puntos mayor al 2010. No obstante, un 70% la vincula con la paz, un 68% a la pena y un 59% al alivio o descanso.

“Sin duda, y dado los acontecimientos que hemos sufrido en el país, existe una suerte de replanteamiento hacia el tema de la muerte, lo que se manifiesta en el aumento de los sentimientos y emociones más negativas hacia el tema, esto más allá de vivenciarlo como un proceso natural de la vida”, precisó Andrés Mendoza, director de investigación y tendencias de la consultora Visión Humana.

Sin embargo, los chilenos, al igual que el año anterior, han pensado muy pocas veces en el tema de la muerte y sobre qué puede llegar a ocurrir en el caso de un deceso. El 77% no conversa en ninguna circunstancia ni momento sobre ella. En este ámbito, el sector socio-económico C2 es el que demuestra una mayor tendencia a hablar sobre el fin de la vida.

“Las personas aparecen demasiado seguras de que cuando mueran se encontrarán con Dios, pero cuando se tienen que enfrentar en el momento práctico de la muerte de un ser querido es puro temor. Por lo cual se ve una disonancia y una inconsistencia en lo que se hace y dice”, señaló Patricio Polizzi, gerente general de la consultora Visión Humana.

 Muerte asociada a tragedia

Un aspecto fundamental del estudio es el tipo de muerte que prefieren los chilenos: el 78% opta por morir sin dolor y el 70% fallecer durante el sueño. Este aspecto tuvo un crecimiento de un 19% más que el año anterior, lo que da cuenta que las personas han percibido la muerte como algo trágico, inmediato y extremadamente negativo para quienes quedan en esta tierra.

De hecho, el 46% de los chilenos identifica el accidente aéreo de Juan Fernández como el evento público que más los ha marcado emocionalmente, seguido el terremoto del 27 de febrero de 2010 con un 29%. Cifras muy superiores al rescate de los 33 mineros o la tragedia de la cárcel San Miguel en diciembre pasado.

 1 de noviembre

Dentro de las fechas conmemorativas más importantes del año asociada al ritual de la muerte, el 1 de noviembre se ha convertido para el 39% de los chilenos en un día para ir visitar a los parientes fallecidos al cementerio, cifra 9% superior a la del año pasado.

Esto da cuenta de que el Día de Todos los Santos ha retomado su rol conmemorativo, sobre todo para los segmentos más bajos, que lo asocian a un rito familiar ineludible. Lo anterior se contrapone con la opinión que tenían la mayoría de los chilenos en años anteriores, en torno a que esta fecha era sólo un día feriado más del calendario.

http://eltemplodelaluzinterior.wordpress.com/2011/11/03/los-chilenos-creen-cada-vez-mas-en-la-reencarnacion-los-espiritus-y-el-mas-alla/

La ‘piedra solar’ vikinga no es un mito

Antiguos navegantes nórdicos utilizaban rocas de Islandia para que les ayudara a navegar por los mares, cuando las oscurecidas nubes no les dejaban ver el Sol ni las estrellas, según un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society A.


Desde hace más de mil años, los vikingos se aventuraron a miles de kilómetros de su hogar, hacia Islandia y Groenlandia, y posiblemente hasta América del Norte, siglos antes de Colón, mediante la lectura de la posición del Sol y las estrellas, y por medio de puntos de referencia terrestres y de las corrientes y olas.

Los expertos han sostenido durante mucho tiempo que, los vikingos sabían cómo usar la luz de los cristales fracturados, para localizar el Sol a través de las densas nubes, pero los arqueólogos no habían encontrado pruebas sólidas, y seguían habiendo dudas acerca de qué tipo exactamente de material podría ser.

Los nuevos experimentos muestran ahora que un cristal misterioso, conocido como espato de Islandia, podría detectar con precisión el Sol permitiendo a los marinos navegar por los mares en días nublados y por las noches. Manteniendo la piedra arriba en el aire, los vikingos viajaban siendo capaces de encontrar el Sol en el cielo.

Los nuevos resultados muestran que el espato de Islandia, el cual se forma a partir de carbonato de calcio cristalizado, son buenos polarizadores y podría haber sido la materia prima de la mítica ‘piedra solar’ vikinga. El espato puede ser fácilmente tallado con la forma de rombo necesaria para que fracture la luz, y el descubrimiento de uno de ellos en los restos naufragados de un barco isabelino en 1592, podría sentar las bases para que los investigadores puedan confirmar sus teorías.

El Dr. Guy Ropars, de la Universidad de Rennes, Bretaña, ha dirigido un equipo internacional de investigadores, para encontrar evidencias que respalden la afirmación de que los antiguos navegantes utilizaban cristales fracturadores de luz para encontrar su camino entre la densa niebla y las nubes de los mares del norte.

El equipo sostiene que, los vikingos utilizaron el espsto de Islandia para fijar un rumbo certero a tan solo un grado de precisión, incluso cuando el sol estaba por debajo del horizonte. Esta piedra natural tiene la capacidad de «despolarizar» la luz, filtrándola y fracturándola a lo largo de diferentes ejes, explicó el equipo.

El cristal funciona así: Si localizas un punto en la parte superior del cristal, mirando a través de él desde abajo, aparecen dos puntos. «Luego giras el cristal hasta que los dos puntos tienen exactamente la misma intensidad u oscuridad. En ese ángulo, la superficie orientada hacia arriba indica la dirección del Sol «, según explicaba Ropars en una entrevista.

«Se puede conseguir con una precisión de unos pocos grados incluso en condiciones de penumbra oscura …. Y los vikingos habrían sido capaces de determinar con precisión la dirección del Sol oculto», añadió.

El ojo humano, tiene una capacidad de ajustarse, para distinguir entre los tonos de contraste, y por lo tanto es capaz de ver cuando los dos puntos son realmente idénticos.

Estos hallazgos refuerzan la leyenda vikinga de una enigmática ‘piedra solar’ que, cuando se levantaba hacia el cielo, revelaba posición del sol, incluso en los días más nublados. Una saga islandesa describe cómo el rey Olaf consultaba a Sigurd sobre la ubicación del sol en los días nublados con un tiempo nevado.

Y para comprobar la respuesta de Sigurd, Olaf «sostenía la ‘piedra solar’, miraba al cielo y veía de donde venía la luz, con la que averiguaba la posición del invisible Sol.»

Utilizando la polarización de la luz del cielo, tal como hacen muchos animales, p.ej. las avispas, los vikingos pudieron utilizar el espato islandés y conseguir las marcaciones auténticas.

Antes del uso de la brújula por los europeos, que no fue inventada hasta el siglo XIII, la navegación se basaba principalmente en unas tablas que mostraban la posición del sol en el cielo en varias épocas durante todo el año.

Pero incluso en la época de la brújula, las tripulaciones podrían haber mantenido esas piedras en la mano como a modo de seguro, sugiere el estudio.

«Hemos comprobado que, tan sólo uno de los cañones de la nave isabelina era capaz de perturbar una brújula de orientación magnética en 90 grados», según escriben los investigadores. «Por lo tanto, para evitar errores de navegación, cuando el Sol esá oculto, el uso de una brújula óptica podría ser crucial, incluso en ese tiempo, a más de cuatro siglos después de la época vikinga.»

«El descubrimiento de Alderney abre nuevas posibilidades, ya que parece muy prometedor a la hora de encontrar espato de Islandia en otros antiguos naufragios, o en sitios arqueológicos ubicados a la orilla del mar, como el asentamiento vikingo recientemente descubierto en Irlanda cuando se reparaba un barco», señalaron los investigadores. 

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A cincuenta mil años de la extinción

La extinción de la megafauna del Cuaternario tardío ha sido un «tema candente» de la investigación y muy debatido ya desde la época de Darwin, pero especialmente desde la década de 1960, cuando Paul Martin encendió el debate con su teoría de la exageración prehistórica. Dada su relevancia, el tema ha tenido cada vez mayor repercusión en los últimos diez años, el más reciente evento de extinción paleontológica, es algo que nos concierne a todos debido a la pérdida de la biodiversidad. 

Aunque a veces se describe como una «extinción masiva»,por sí mismo, el evento del Cuaternario tardío no se compara con las grandes extinciones de un pasado lejano, como el caso de finales del Pérmico, donde se estima que el 90% de las especies se extinguieron, o la del Cretácico-Terciario (K/T), con un 75%; ambos diezmaron múltples grupos de animales y plantas marinos, terrestres y biomas de agua dulce. El evento del Cuaternario tardío, por el contrario, sólo afectó a los grandes mamíferos (en general se define como a los adultos que superaban los 44 kg. de masa corporal), aún así, con las mayores pérdidas de este grupo (alrededor del 70% de las especies americanas y el 90% de las australianas), el número de especies que se perdió fue menos de un millar, aproximadamente un 0,01% de la biodiversidad mundial total.

Sin embargo, como Sharon Levy argumenta convincentemente, en su excelente libro, «Once and Future Giants«, el impacto de este evento, al menos desde el punto de vista humano, es mucho mayor de lo que estas cifras sugieren. Los efectos ecológicos sobre muchos ecosistemas terrestres ha sido profundo, la biomasa perdida ha sido reemplazada por los humanos y sus animales domésticos. Algunos autores van más allá y sugieren que la extinción de la megafauna, sabiendo ahora el papel que ha jugado a lo largo de los últimos 40.000 años, representa el acto de apertura de un exterminio en curso, la diezmación antropogénica de la biosfera, que pueden acabar en una extinción en masa que rivalice con las del pasado geológico.

El esquema básico del debate ha cambiado poco en los últimos 50 años, aunque ahora tenemos muchos más datos y una mayor variedad de sofisticadas herramientas a nuestro alcance. La idea clave de Martin, en la que a dicha extinción se sigue la propagación de los seres humanos por todo el mundo, se mantiene prácticamente intacta: primero Australia, en algún momento alrededor de hace 50 a 40,000 años, luego de las Américas, entre 14 a 12,000 años, y en los últimos 2.000 años, la fauna de las islas como Madagascar, Nueva Zelanda y las Indias Occidentales, que fueron colonizadas por los humanos. Sin embargo, con el detalle que se estudian las extinciones, con la ayuda de la datación por radiocarbono y otros medios, podemos ver que la situación es más compleja. Los opositores al punto de vista de Martin suelen citar mucho el cambio climático, durante la última edad de hielo y el tránsito al actual período interglaciar, como clave para la extinción, gracias a un detallado mapeo de los cambios de clima y vegetación, y la respuesta de las especies de mamíferos a los cambios de rango importante, junto con las frecuentes y serias recesiones que amenazaban su supervivencia. Una cosa está clara, y es que la extinción de especies diferentes no siempre han estado sincrónizadas en una región determinada, de forma que, probablemente, se relacionan con su propia ecología individual. Sin embargo, como los proponentes de la exageración siempre han señalado, los anteriores ciclos climáticos de edad de hielo no dieron lugar a grandes extinciones. En los últimos años se ha visto un crecimiento, aunque no universal, y este consenso une hasta cierto punto sus perspectivas: el papel humano en la extinción pudo haber sido crítico, pero sólo porque la reducción de las poblaciones de grandes mamíferos se intensificó, y se quedó fragmentado por los efectos del cambio del clima natural y la vegetación.

Levy, en su libro, se ocupa de todas estas cuestiones con una lectura fácil y perspicaz. Ella ha entrevistado a muchos de los investigadores principales, especialmente de América del Norte y Australia, y ofrece una información precisa, actualizada y bien referenciada de su trabajo, desde la alimentación de las esporas de los hongos de estiércol como marcador de la megafauna, o los colmillos en anillo de los mamuts para la estimación de las variables de la historia de vida, hasta la modelización informática de la caza de los humanos prehistóricos, y también, del ADN antiguo que permite estimar el cambio de tamaño en las poblaciones primitivas. Su enfoque es refrescante y equilibrado, explicando las fortalezas y debilidades de cada modelo, sin tomar partido por una u otra teoría.

El otro punto fuerte del libro es que proporciona, de la manera más convincente posible, una relato integrado de la extinción de la megafauna pasada, el impacto de estas pérdidas sobre el mundo moderno, y la situación actual y la conservación de los grandes mamíferos a nivel mundial. También escribe la influencia de los aborígenes australianos sobre la megafauna, que en un primer momento, posiblemente contribuyó a la extinción, y aún más recientemente, el mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad a través de las prácticas de gestión de la tierra, siendo sustituida ahora por la política oficial, si cabe, aún más dañina. Al otro lado del mundo, los efectos de la caza comercial y el calentamiento global del Ártico sobre la megafauna, como las ballenas y los renos, se ven poderosamente relacionados con los efectos no sólo sobre las propias especies, sino también sobre los pueblos indígenas que antes (y de forma sostenible) los explotaron.

En la discusión, no son menos sensibles y equilibradas las propuestas más recientes de «re-wilding» [conservación a gran escala] de las regiones depauperadas de grandes mamíferos, debido a la extinción del Cuaternario tardío y la intervención humana más reciente. Casi ningún ecosistema de la Tierra es realmente «salvaje» en el sentido de no estar afectado por la actividad humana, y tenemos que trabajar en esta situación, incluyendo la coexistencia e introdcción de especies nativas, en la conservación del mundo natural. Los experimentos en el norte de Siberia y Groenlandia, con la reintroducción de caballos y bueyes almizcleros en sus territorios antiguos, indican que el pastoreo puede convertir el hábitat de una tundra húmeda en uno más seco, en terrenos con una hierba más parecida a la del Pleistoceno superior, y así ayudar a mitigar los efectos del calentamiento climático en la erosión del medio ambiente de permafrost. Mucho más controvertida es la propuesta de introducción de especies exóticas en las Grandes Planicies de América del Norte, como elefantes y camellos para «reemplazar» especies análogas, como el mamut y los camélidos de América del Norte extinguidos. Levy traza una accidentada historia de forma más o menos intencionada de las especies exóticas introducidas, como el dingo y el dromedario en Australia, o caballos salvajes en América del Norte, cuyo control pueden plantear problemas importantes, ya que no son parte de una comunidad ecológica equilibrada. Sin embargo, la introducción de poblaciones sin límites de grandes depredadores, como los leones, en el interior de América del Norte se entiende que es políticamente poco realista.

Incluso con la clonación y ADN antiguo, no recuperaremos una megafauna que ya hemos perdido. Pero la comprensión de las causas de esta pérdida y su impacto en nuestro mundo, así como el afán de mantener los grandes mamíferos que quedan, tal como Levy argumenta de forma clara y convincente, son fundamentales para nuestra propia supervivencia como especie.

  • Referencia: PLoSbiology.org, 1 noviembre 2011, por Adrian M. Lister
  • Libro e ImagenSharon Levy (2011) «Once and Future Giants: What Ice Age Extinctions Tell Us About the Fate of Earth’s Largest Animals». Oxford University Press USA. 280 p. ISBN-13: 978-0195370126 (hardcover). $US24.95. Doi:10.1371/journal.pbio.1001186.g001 .
  • Autor del artículo: Adrian M. Lister es investigador de Paleontología en el Museo de Historia Natural de Londres. Es autor de  «Mammoths: Giants of the Ice Age» (3rd edition 2007, with Paul Bahn) y «Evolution on Planet Earth: The Impact of the Physical Environment» (2003, with Lynn Rothschild).

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México esconde el cadmio debajo de la alfombra

MÉXICO, nov (IPS) – A pesar del daño que causa el cadmio a la salud humana y al ambiente, México no cuenta con ningún plan en marcha para reducir la presencia de este metal en juguetes y productos industriales como baterías y fertilizantes.

En México se producen al año alrededor de 1.600 toneladas de cadmio (Cd), y se exportan abonos, químicos, fertilizantes, materiales fosfatados y antioxidantes y otros compuestos estabilizados para caucho o plástico con ese componente nocivo.

Además, este país es un fuerte importador de acumuladores eléctricos de níquel-cadmio, cadmio solo y desperdicios, así como polvo, pigmentos y preparaciones a base de ese metal.

«La pregunta del millón es por qué no se aplican medidas para atender esta situación, como podría ser una reducción del contenido de esos materiales en los productos», señaló a IPS Rosario Norzagaray, directora de la Red Mexicana de Manejo Ambiental de Residuos de Baja California.

«El tema es institucional. El gobierno sólo reacciona al grito desaforado de la comunidad», respondió la ambientalista a su propia pregunta abierta.

Creada en 2000, esta red del noroccidental estado mexicano, que aglutina a 10 miembros activos, ejecutó desde 2009 el Programa de Desarrollo de Capacidades para el Manejo Adecuado de Residuos Electrónicos, con el cual capacitó a 15 entidades educativas de la zona y recolectó 17 toneladas de esos materiales entre computadoras, teléfonos móviles y baterías.

El Cd es parte de bienes industriales como baterías recargables de níquel-cadmio, fertilizantes, pigmentos y estabilizadores en plástico y tubos PVC y en pinturas, así como catalizadores y conservadores en la industria del plástico, aleaciones y cigarrillos.

La población ingiere el metal por la cadena alimenticia, el agua contaminada por cultivos cercanos y por el consumo de tabaco abonado con fertilizantes fosfatados que contienen ese elemento.

El cadmio se almacena principalmente en los riñones, causando hipertensión arterial. Además, ha sido asociado con el cáncer en animales de experimentación, así como con casos de tumores malignos en próstata en humanos.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) analizó la situación de tres metales contaminantes en su estudio de marzo titulado «Análisis del flujo del comercio y revisión de prácticas de manejo ambientalmente racionales de productos conteniendo cadmio, plomo y mercurio en América Latina y el Caribe». Pidió una acción global respecto de los dos primeros.

El Pnuma señaló que la exportación de productos nuevos y usados que contenían plomo y cadmio seguía siendo un desafío para los países en desarrollo y con economías en transición, que carecen de capacidad para administrar y disponer de las sustancias en los productos de una manera ambientalmente adecuada.

«No es difícil pedir los residuos, sino ver a dónde van a parar, para cerrar el ciclo», planteó Norzagaray, en cuyo estado operan más de 200 plantas manufactureras.

«La población no tiene conciencia sobre residuos peligrosos, pues no se le ha dado información verídica, confiable y atractiva. La participación de la sociedad es mínima y por eso queremos ver cómo las instituciones han asimilado el ejercicio hecho, ya que queremos crear comunidad», añadió.

Para intercambiar vivencias y presentar casos exitosos se convocó el Segundo Encuentro de Organizaciones Ciudadanas Involucradas en el Manejo de Residuos, que se realizará del 7 al 9 de este mes en la occidental ciudad mexicana de Guadalajara tras el lema «Los residuos, responsabilidad de todos».

México vendió alrededor de 880.000 toneladas de productos con cadmio y e importó 1,2 millones de toneladas entre 2001 y 2009, según el reporte del Pnuma.

La Organización Mundial de la Salud y los gobiernos de Estados Unidos y de México fijaron un límite de 0,005 miligramos por litro, como la concentración máxima permisible.

La presencia de metales contaminantes en moluscos en el Golfo de México fue confirmada por la investigación «Bioacumulación de cadmio (Cd), plomo (Pb) y arsénico (As) en Crassostrea virginica (ostión americano) del sistema lagunar Tamiahua», en el sudoriental estado de Veracruz, publicada en agosto de 2010 en la Revista Internacional de Contaminación Ambiental.

El cadmio «superó los límites permisibles de consumo que establecen las normas sanitarias para moluscos bivalvos y se estima que representa un riesgo para la salud humana», concluyó el trabajo de Fabiola Lango y María Castañeda, académicas del estatal Instituto Tecnológico de Boca del Río, y Cesáreo Landeros, del público Colegio de Posgraduados.

La pesquisa científica explicó que las posibles causas de estas concentraciones incluyen la descarga de aguas no tratadas en forma doméstica ni municipal que contienen material orgánico, pesticidas, fertilizantes, detergentes y metales, así como al alto nivel de actividad agrícola alrededor de la laguna.

En 2006 se estableció la Alianza de América del Norte para la Prevención de la Contaminación con Productos Electrónicos Limpios entre Canadá, Estados Unidos y México, que están asociados desde 1994 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El proyecto consiste en fomentar la reducción y eliminación de materiales tóxicos, como plomo, cadmio y mercurio, por parte de los fabricantes e importadores de aparatos electrónicos y equipos eléctricos en la región, objetivos aún no alcanzados.

En México se generan entre 150.000 y 180.000 toneladas de residuos electrónicos al año, se afirma en el «Diagnóstico sobre la generación de basura electrónica en México», el único estudio al respecto elaborado en 2007 por el estatal Instituto Politécnico Nacional.

Su manejo es cubierto por la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos de 2004.

Ese documento señala que el desmantelamiento y pre-procesamiento son importantes, pero sólo como etapas intermedias, y que la recuperación de materiales es crucial para la generación de valor y control de tóxicos.

En el diagnóstico se recomienda tener inventarios detallados, planes de manejo por las asociaciones productoras e importadoras de aparatos electrónicos, regulaciones que determinen los criterios de esos planes, la elaboración de una ley nacional de reciclado de desechos y establecer alianzas público-privadas para recolección y desmantelamiento.

En diciembre, la Comisión del Consumidor para la Seguridad de los Productos, de Estados Unidos, empezará a restringir el uso del cadmio en bisutería para niños, a menos que ASTM International, un organismo de normalización estadounidense, aplique estándares voluntarios, una disposición que México podría replicar.

Esa decisión se origina en una solicitud presentada por cuatro organizaciones no gubernamentales para combatir este mineral, que es el preferido por la industria para añadir peso y dar forma a la joyería infantil luego de que una resolución en 2008 prohibió el uso del plomo en esta actividad.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99489