Los océanos no tienen postes para señalizar el camino, sin embargo las tortugas laúd y tortugas de mar siempre recorren miles de kilómetros y encuentran su camino de regreso a la playa donde nacieron para poner sus huevos y que pueda nacer una nueva generación.
Pero, ¿cómo lo hacen? Bueno, pues parece que hacen uso del campo magnético de la Tierra para orientarse. Teniendo en cuenta que el campo magnético de nuestro planeta se está debilitando rápidamente y que podría estar preparándose para un reverso de los polos, provocando que los compases apunten al sur, inmediatamente hacen pensar en las consecuencias de todo esto para animales como las tortugas laúd y muchas otras especies que utilizan el campo magnético para orientarse.
¿Soportarán un cambio importante en el campo magnético e incluso un reverso? O, ¿tendremos que ver muertes masivas de animales, quizás incluso su extinción antes de que tenga lugar este reverso?.
Las líneas del campo magnético fluyen desde el Polo Sur Magnético y vuelven a entrar en el globo en el extremo norte. Algunos animales parecen ser capaces de entender la profundidad del ángulo de inclinación de las líneas de campo en cualquier ubicación y utilizar este conocimiento para ayudarles en su navegación.
Uno de las señales de que los animales utilizan el campo magnético fue observado por casualidad en el otoño de 1957. Hans Fromme, investigador del Instituto de Zoología de Frankfurt, en Alemania, se percató de que algunos petirrojos europeos que guardaba en jaulas se ponían muy agitados y que revoloteaban por la zona sudoeste de la jaula. No había nada inusual en este comportamiento: las aves migratorias en jaulas suelen comportarse de esta manera en esta época del año, y los petirrojos europeos en Alemania suelen emigrar hacia el sur de España para pasar el invierno.
Lo interesante era que los pájaros que estaban encerrados en una habitación no podían ver ninguna señal, ni a los demás petirrojos, ni el sol, ni las estrellas, que se suponía les podía servir para ayudarles a navegar. Sin embargo, actuaban según algo invisible, y Fromme dedujo que se trataba del campo magnético terrestre.
Petirrojo europeo en Merrion Square, Dublín, Irlanda (imagen realizada el 12 de marzo de 2008 por David Jordan).
En los numerosos experimentos que ha llevado a cabo este investigador y otros, se ha mostrado que muchos seres vivos utilizan el campo magnético para desplazarse. Animales tan diversos como los hámsters, las salamandras, los gorriones, la trucha arco iris, la langosta, y todas las bacterias lo utilizan.
Otros animales utilizan el campo magnético como nosotros usamos el Sistema de Posicionamiento Global, es decir el GPS. Pero, ¿cómo es que tienen esta habilidad?
Según John Phillips, un biólogo experto en comportamiento del Instituto Politécnico de Virginia, detectó esta habilidad en todo tipo de animales, desde moscas hasta ranas, sin embargo no existen pruebas de que el hombre tenga este “sexto sentido”, a pesar de que nuestro cerebro contiene magnetita, el mineral que se piensa ayuda a los cerebros de otros animales a detectar el campo magnético.
Para verificar si el topo ciego, un roedor subterráneo que construye su casa mediante túneles sin salida a la superficie, tiene la habilidad de sentir el campo magnético, se llevó a cabo un experimento. Tali Kimchi y Joseph Terkel, de la Universidad de Tel Aviv, construyeron un laberinto de ocho túneles en un dispositivo donde podían alterar el campo magnético. Entonces, probaron con dos grupos de topos, uno en el campo magnético de la Tierra y el otro en un campo desplazado 180º, para comprobar cómo ubicaban sus nidos para dormir y las cámaras de los alimentos. El primer grupo mostró una predilección por construir sus nidos para dormir y sus cámaras de alimentos en la parte sur del laberinto, mientras que el segundo grupo optó por utilizar el sector norte.
Por lo tanto, son sensibles al campo magnético, pero la pregunta es ¿lo utilizan para orientarse como nosotros usamos un compás?
En otro experimento, ambos científicos entrenaron a 24 topos ciegos para alcanzar una caja al final de un laberinto complejo, Entonces, cuando todos se sabían la tarea, hicieron que la mitad de los topos lo hicieran de nuevo bajo un campo magnético natural y la otra mitad en un campo magnético revertido. Curiosamente, el rendimiento del segundo grupo de topos quedó muy atrás de los topos que no habían sufrido alteración en su campo magnético.
Otros animales van incluso más allá que los topos ciegos, usando el campo magnético como nosotros usamos el Sistema de Posicionamiento Global, para determinar su ubicación en la superficie de la Tierra y usarlo para ver las rutas durante su migración.
En la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, Kenneth y Catherine Lohmann, y su equipo, mostraron a través de numerosos experimentos que durante su ruta migratoria de 12.800 kilómetros por el Océano Atlántico, las tortugas láud jóvenes no sólo pueden detectar la intensidad del campo, sino también su inclinación, el ángulo en el que las líneas del campo magnético de la Tierra se cruzan. Las tortugas utilizan estas dos informaciones, que varían en cada punto de la superficie de la Tierra, como marcadores de navegación que les ayudan a avanzar por su ruta migratoria.
Un misterio que hace tiempo que mantiene en vilo a los biólogos marinos es el motivo por el que las ballenas, aparentemente saludables, quedan varadas en la playa, en ocasiones en grupos.
A principios de los años 80, una bióloga británica llamada Margaret Klinowska se dio cuenta por primera vez que las ballenas solían quedar varadas a lo largo de las costas del Reino Unido y donde las líneas magnéticas escritas en el fondo marino se cruzan con las costas. Estas anomalías son diferentes a las que produce el campo magnético principal. J. Kirschvink, del Instituto de Tecnología de California, más tarde mostraría una relación similar en la costa este de los Estados Unidos.
Parece que las ballenas (y otros cetáceos) siguen estas líneas magnéticas durante su migración. Por lo tanto, según Kirschvink, si esa es la manera de desplazarse, siguiendo un mapa magnético y se produce una anomalía magnética importante que se curva y que se dirige hacia la costa, pues ahí es donde terminan las ballenas. Desgraciadamente, debido a que las ballenas son muy sociales, si el líder comete este error, así lo hará el resto del grupo, por lo que terminan varadas un gran número de ballenas.
Como muestra este mapa, las tortugas laúd nacidas en las playas de Florida migran por el Océano Atlántico siguiendo la dirección de las agujas del reloj antes de regresar a sus playas natales años más tarde. Los investigadores que hicieron experimentos con las tortugas laúd vieron cómo respondieron a los campos magnéticos característicos de tres lugares muy distantes a lo largo de esta ruta, viendo que las tortugas se orientaban como grupo en la dirección adecuada para mantenerse en la ruta correcta (imagen por cortesía de Kenneth J. Lohmann).
Si las ballenas pueden sufrir estos problemas cuando el campo magnético está fuerte, ¿qué les sucederá a estos animales y a otros que dependen del campo magnético cuando se debilite o si se produce un reverso?. En sus numerosos experimentos, Hans Fromme, en Alemania, introdujo sus petirrojos europeos en una cámara de acero y disminuyó la fuerza del campo magnético en una tercera parte. Los pájaros que aleteaban ya no lo hacían de forma direccional. Esto sugirió que los pájaros necesitan que el campo magnético se mantenga a una intensidad determinada para poder usarlo. Aunque Fromme y sus colaboradores pudieron mostrar más tarde que los pájaros podían adaptarse al nuevo campo magnético en unos días.
Hay animales que usan el campo magnético para perseguir a sus presas: los zorros. Aparentemente parece que es el único animal que utiliza el campo magnético para calcular la distancia y la dirección. Según un grupo de investigadores de los Estados Unidos y de Alemania, los zorros cuentan con un sistema innato que les permite utilizar el campo magnético de este modo.
Hynek Burda, de la Universidad de Duisberg-Essen, en Alemania, estaba observando los zorros en la República Checa cuando se percató de que solían saltar hacia el noreste cuando saltaban sobre una presa. Al ver su presa, saltaban sobre ella desde cualquier dirección, pero cuando la presa estaba oculta, solían saltar desde el noreste.
Para cazar, los zorros saltan dibujando una curva parabólica hacia su presa. Para los científicos, los zorros utilizan un anillo de sombra en sus retinas, que es más oscuro hacia el norte magnético, para asegurarse que saltan la misma distancia cada vez.
Zorro (imagen por cortesía de Rob Lee, de Evergreen, Colorado, EEUU. 12/02/2006).
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