El lobby de EE.UU. en Madrid recomendó a Rajoy que aprobase la Ley Sinde (y la aprobó). Con la misma retórica bananera, el propio embajador de Estados Unidos en Madrid expresaba el 12 de diciembre por carta el enfado de su país (?) por la decisión del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en el penúltimo Consejo de Ministros de su mandato, de no aprobar la llamada ley Sinde, según informa hoy el diario El País.
En la carta enviada a La Moncloa (con copia a Ministerios), Alan Solomont muestra su “profunda preocupación” por la no aprobación del reglamento de La Ley Sinde: “El Gobierno por desgracia ha fracasado a la hora de terminar el trabajo debido a razones políticas, en detrimento de la reputación y la economía de España”.
El embajador de EE.UU. amenaza con el clásico de la lista negra de los países piratas, que hacen ellos mismos, y advierte que España puede volver a ser “degradada” y formar parte del grupo de piratas-piratas que abandonamos en mayo. Luego se pone paternalista y exigente:
El Gobierno de España adquirió compromisos ante los dueños de los derechos y ante el Gobierno de Estados Unidos. España no puede permitirse ver cuestionada su credibilidad sobre este asunto (…) La rampante piratería en Internet daña la economía de España y sus industrias culturales
Animo al Gobierno de España a implementar la regulación de la ley Sinde de manera inmediata para salvaguardar la reputación de España como un país innovador que hace lo que dice que hará y como un país que engendra confianza.
La embajada que ejecutó el plan para conseguir la Ley Sinde, la misma que presionó para tapar el Caso Couso, estaba muy enfadada. Sobre todo después de escuchar a Ramón Jáuregui, el hombre del más fiel servidor de la embajada, con permiso de Eduardo Serra, que se aprobaría el reglamento, pero Zapatero se negó y le dejó a Rajoy la patata caliente que un entusiasta Wert servía encantado de la vida y sin los complejos del PSOE.
Nada como un halcón fiel. Aunque por la rueda de prensa del Consejo de Ministros ni se asomó. Con la subida de impuestos su ausencia hasta coló. Como la Ley Sinde que nos ha colado la embajada de EE.UU. y sus fieles servidores en España. Entre los que chirría la presencia, aunque sea en excedencia, del General Félix Sanz Roldán, actual director del CNI. Viva la soberanía nacional.
Una embajada, la de EE.UU, que todavía tiene que explicar su actuación cuando el golpe de Estado de Tejero y el General Armada que el gobierno estadounidense calificó de “asunto interno” (véase la solidaridad democrática) y más recientemente la actuación del embajador Aguirre que como recordaba el periodista José Oneto “presionó a ministros, jueces, fiscales, empresas, bancos y altos funcionarios españoles para, entre otras cosas, enterrar judicialmente el asesinato del cámara de televisión de Tele 5 José Couso por soldados norteamericanos en Irak, y, sobre todo, para impedir las investigaciones de los vuelos de la CIA“.
Un país sometido a la embajada del lobby del armamento y del viejo poder económico, Google no está, no engendra confianza en el mundo y ve alterada su reputación. Como se ve alterada la reputación de EE.UU. por sus embajadores.
Vía | El País