Una colaboración de Piloto Pirx
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La mayor prueba de que Anonymous es otro proyecto más de disidencia prefabricada por el Imperio capitalista, es la publicidad desproporcionada y el tratamiento de noticia privilegiada que los medios de comunicación capitalistas le han concedido. Si realmente Anonymous hubiera supuesto una amenaza para el capitalismo transnacional, los medios de comunicación de masas occidentales (todos ellos bajo control de los más importantes grupos financieros capitalistas) jamás le hubieran dado ni un solo segundo de publicidad, ni hubieran gastado ni una sola gota de tinta en hablar de él, pues hubiera sido como arrojar piedras contra sus propias cuentas bancarias, algo que jamás harán (podéis estar muy seguros). Por el contrario, los media occidentales no han escatimado recursos en encumbrar a Anonymous y sus ciberacciones (que, en ningún caso, han servido para poner en jaque al capitalismo global), como un nuevo modelo de disidencia antisistema, utilizando para ello, en muchas ocasiones, un lenguaje más épico que periodístico, con el claro objetivo de convertirlo en un nuevo mito social incuestionable.
En el siguiente vídeo de la cadena de televisión Rusia Today, Eva Golinger nos muestra los pasos que se están dando en este sentido.
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Anonymous reúne todas las características necesarias para ser manipulada e infiltrada con total facilidad: Estructura totalmente antidemocrática, donde un grupo de cibergurus dispone (impone) las acciones a seguir, sin ningún tipo de consulta; total clandestinidad (los miembros de Anonymous son invisibles unos para otros), gracias a la cual nadie sabe absolutamente nada de nadie; y un campo de actuación como es internet, totalmente controlado por el pentágono, de hecho, ellos fueron sus creadores.
En definitiva, el modus operandi de Anonymous, y la propaganda que se le ha dado a través de los mass media, coincide al pie de la letra con las clásicas operaciones encubiertas del Imperio.
El propósito de esta nueva operación imperial es claro: por un lado se pretende alejar las sospechas de la intervención del Imperio en actos de injerencia contra el cyber-espacio y por otro lado, proporcionar las excusas necesarias para aumentar el control y la censura en la red, al convertirse en la nuevo al-qaeda cibernética, pues Anonymous tiene todas las características calificadas como peligrosas, por los gobiernos occidentales, para la seguridad de los estados.
Es fundamental desenmascarar y denunciar lo antes posible estas operaciones de disidencia prefabricada, es más, esta debería ser una de las principales labores de los y las antiimperialistas y anticapitalistas, en la actualidad, pues este tipo de estrategias son la principal herramienta del poder para impedir el avance de la humanidad, en su lucha por liberarse de las cadenas que le oprimen.
Aclaración: Anonymous es tan sólo una pantalla, es decir, los ataques cibernéticos que están sufriendo los gobiernos de varios países, en realidad, son ejecutados por los servicios secretos imperialistas (CIA, Mossad, MI6…) y se utiliza a esta plataforma fantasma (cuyos miembros creen que están haciendo algo) para encubrir la verdadera autoria. Es muy similar a lo que sucede con al-Qaeda: el Mossad pone una bomba y rápidamente culpan a al-Qaeda.
Anonymous, la organización de hackers informáticos que utiliza la máscara de Guy Fawkes (tonto útil que el Imperio Británico utilizó para justificar su política expansionista) como emblema, podría ser utilizado (u otra serie de colectivos de hackers), así como sus supuestas ciberacciones de sabotaje, para justificar agresiones militares contra los pueblos o legislaciones cada vez más totalitarias.
Anonymous y sus acciones constituyen una estrategia de ataques de bandera falsa perfecta, pues nadie (excepto aquéllos que tenemos claro que internet es una herramienta totalmente controlada por el Pentágono y, por lo tanto, que éste es el único que puede ejecutar tales acciones) conoce el origen y procedencia de dichos ataques , pero padecen sus consecuencias (principalmente mediáticas). Se trata del enemigo invisible perfecto, para justificar políticas totalitarias e imperialistas.
Además, el mito de los hackers sirve para mitificar, a su vez, la falsa independencia de internet, consiguiendo difundir el uso masivo de esta herramienta de control social total, entre la población mundial, bajo la apariencia de un medio de comunicación indefenso y descentralizado, cuando es, precisamente, todo lo contrario.
Fuentes: stopsecrects, antiimperialista, cazadebunkers