La ciencia moderna influencia fuertemente a la gente. Hoy la gente disfruta de la civilización moderna mientras sufre de nuevas enfermedades. La base de la ciencia moderna es la observación directa. Fundada en los objetos tangibles que podemos ver, la ciencia moderna aplica métodos cualitativos y cuantitativos de examen.
Tan avanzados como estamos hoy en día, si miramos calmadamente la historia de la civilización humana y si, objetivamente analizamos los descubrimientos y reconsideramos los fenómenos desconocidos, concluiremos que la investigación científica es solo una de muchas posibles sendas de exploración.
Es una falacia el creer que nuestra civilización humana es la única que haya existido. Muchos descubrimientos han demostrado que otras civilizaciones prehistóricas existieron. Para poder explorar más a fondo y entender mejor nuestro entorno y el universo en el que vivimos, debemos reconocer que existen otros métodos científicos y, probablemente, completamente diferentes del nuestro.
Si caprichosamente rehusamos otros métodos, estaremos permitiendo que nuestras emociones nos restrinjan, en vez de tener una mente verdaderamente científica. Si pudiéramos atravezar e ir más allá de nuestras nociones postnatales, conceptos y condicionamientos, encontraríamos de seguro una ciencia más avanzada. La ciencia moderna causa destrucción y polución en nuestro entorno viviente y envenena nuestros cuerpos. En retorno le da a la gente placer a corto plazo.
Las invenciones modernas de la ciencia le enseñan a la gente a luchar por posesiones materiales que persigue para complacer sus placeres. Algunos dicen que nuestras vidas son mucho mejor que la de los antiguos. Pareciera que no podemos imaginar que la gente de la antigüedad fuera feliz. En realidad, la gente de la antigüedad era feliz. Ellos estaban en consonancia con la naturaleza –las verdes montañas, el azul del agua, los pájaros volando y las nubes blancas-. Ellos eran despreocupados y sentían una clase de libertad, existiendo en un reino donde vivían en consonancia con los planes del cielo.
Eso era felicidad real –profunda, continua, pacífica y confortable-. Tal felicidad nutre sólidamente al corazón y al cuerpo. Pero la gente moderna lucha dolorosamente y nunca disfruta de la felicidad de alcanzar el otro lado de la montaña. Mucha gente moderna ha perdido la virtud humana, incluidas la prudencia, la diligencia, la tolerancia, la paz y la cortesía. Los cinco sabores deben ser balanceados; uno no debe estar apegado a ninguno de ellos.
En la moderna civilización, los seres humanos estamos agobiados con el aumento de enfermedades modernas. ¿Cómo debemos tomar este asunto? Solo despojándonos de los apegos a la ciencia moderna y a la moderna civilización podremos entender y resolver el problema.
Desequilibrio de Yin y Yang
La cultura china de la antigüedad creía que la interacción de yin y yang había creado el universo y toda la materia. El movimiento del universo, incluso toda la materia sigue las reglas de mutua generación y el balance de yin y yang.
El cuerpo humano es un pequeño universo. Al mismo tiempo que tiene tiene su propio patrón de movimiento, está relacionado al universo entero. Los antiguos tenían muchos dichos que enseñaban a la gente acerca de la relación entre fomentar la vida y los cambios de las estaciones.
Aquí hay algunos de los dichos:
• El hombre sigue al cielo, y la tierra armoniza con el sol y la luna.
• Sigue la naturaleza, previene que el qi malo entre de afuera, nutre el yang en primavera y verano y el yin en otoño e invierno.
• Daña el hígado si uno se opone al qi de la primavera; daña al corazón si se opone al qi del verano; daña al pulmón si se opone al qi del otoño; daña al riñón si se opone al qi del invierno.
La vida debe ser ordenada y en armonía con los cambios de yin y yang en cada momento singular. Los antiguos decían que una persona que colecta el qi del yang debe pasar el día fuera.
Cuando el sol asciende en la mañana el qi aparece. El qi está en su cima al mediodía y se desvanece en la tarde. La puerta del qi se cierra al anochecer. Entonces uno debe disminuir su actividad para no alterar los tendones y los huesos después de la caída del sol.
Si uno revierte este tiempo y ritmo, el cuerpo sufrirá. Es muy claro que si las actividades de una persona están en contra de las leyes de las estaciones, y del yin y yang del día, el cuerpo humano estará en caos. El resultado es un desequilibrio del qi y de la sangre, y podría resultar en una enfermedad. ¿No están, acaso, la vida nocturna y otros placeres fuera de la armonía con respecto a los cambios de yin y yang en el universo?
Los antiguos decían que la mayoría de las enfermedades eran causadas por estar alerta temprano en la madrugada, adormecido durante el día, estimulado en la última parte de la tarde y activo por la noche. Esto quiere decir que los síntomas de una persona tienen que ver con la relación de los cambios de yin y yang. Mucha gente ha sentido esto, lo que ya se ha confirmado por la medicina moderna.
Los antiguos conocían el Tao, seguían el yin y el yang, y obedecían las reglas metafísicas. Ellos observaban sus hábitos alimenticios, dormían y se despertaban en horario regular y nunca se forzaban hasta el cansancio en el trabajo. Ellos vivían sus vidas a su predestinado tiempo y, frecuentemente, vivían más de 100 años.
Mucha de la gente de hoy en día es diferente. Beben alcohol, y disfrutan de sí mismos en actividades anormales. Se emborrachan y agotan su energía vital. La gente de hoy no sabe como preservar su energía vital y no organizan su tiempo lo suficientemente bien como para conservar energía. A muchos solo les importa disfrutar de los placeres. Van de arriba abajo y su comportamiento es errático. Esta es la razón por la cual muchos se debilitan cuando llegan a los 50 años.
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