Contiene también hierro y cobre que, unidos a las vit.B 6-9-12 la hacen un excelente complemento para mejorar las anemias, ya que estimula la absorción e incorporación en el glóbulo rojo, aumentando el transporte de oxígeno en el organismo.
Todos estos componentes están presentes en la cerveza, de ahí que su consumo moderado sea saludable. Los mismos beneficios están presentes en las cervezas sin alcohol y en el agua de cebada, un refresco veraniego que antiguamente proliferaba en las heladerías y que poco a poco se ha ido extinguiendo.
Historia de la Cerveza.
La cerveza es uno de los productos más antiguos de la civilización. Los historiadores creen que ya existía en Mesopotamia y Sumeria en el año 10.000 a.C.
En la antigüedad, los chinos también elaboraban cerveza llamada “Kiu” utilizando cebada, trigo, espelta, mijo y arroz. Mientras que las civilizaciones precolombinas de América, utilizaban maíz en lugar de cebada. De manera similar, en la antigua Britania se elaboraba cerveza a base de trigo malteado antes de que los romanos introdujeran la cebada.
Los egipcios elaboraban la cerveza a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua. La llamaban “zythum” que significaba vino de cebada.
En la Edad Media, fue en Bélgica, en donde los monjes refinaron el proceso prácticamente hasta la perfección e institucionalizaron el uso del lúpulo, planta canabacea que confiere a la cerveza su sabor amargo característico, a la vez que favorece la conservación .
En los países nórdicos con climas muy fríos como Alemania o Inglaterra, la cebada se cultivaba mejor que la uva, por lo que la producción de cerveza era mejor frente a la del vino, convierténdose así éstas regiones, en grandes productoras de cervezas.
Entre los siglos XIV y XVI surgen las primeras grandes fábricas cerveceras, entre las que destacan las de Hamburgo y Zirtau. A finales del siglo XV, el duque de Raviera Guillermo IV promulga la primera ley de pureza de la cerveza alemana, que prescribía el uso exclusivo de malta de cebada, agua, lúpulo y levadura en su fabricación.
La época dorada de la cerveza comienza a finales delsiglo XVIII, con la incorporación de la máquina de vapor a la industria cervecera y el descubrimiento de la nueva fórmula de producción en frío; culmina en el último tercio del siglo XIX, con los hallazgos de Pasteur relativos al proceso de fermentación.
En la actulidad, los principales países productores son Estados Unidos, Alemania, Rusia, Reino Unido, Japón y México.
Estudios médicos.
Los efectos positivos sobre la salud se generan si las personas toman hasta medio litro diario de cerveza y siguen una dieta como la mediterránea.
Los médicos Ramón Estruch, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic, y Rosa Lamuela, del departamento de Bromatología y Nutrición de la Universidad de Barcelona, aseguraron que su estudio demuestra que la cerveza, bebida con moderación, no provoca aumento de la masa corporal ni acumulación de grasa en la cintura.
El ensayo, realizado sobre una muestra de 1.249 participantes, hombres y mujeres mayores de 57 años, que por la edad tienen un mayor riesgo cardiovascular, confirmó la hipótesis de que la cerveza es saludable, según sus autores.
Las personas que participaron en el estudio se alimentaron con una dieta mediterránea acompañada por cerveza, en cantidades de entre un cuarto y medio litro por día, y “no sólo no han engordado, sino que en algunos casos han bajado de peso”, indicaron los científicos.
La dosis recomendada por los médicos es de dos vasos diarios para las mujeres y de tres para los hombres, con comidas equilibradas y siempre y cuando las personas lleven una vida normal, con algo de ejercicio.
Esta bebida aporta una cantidad de ácido fólico, vitaminas, hierro y calcio mayor que otras, y provoca un efecto “protector” sobre el sistema cardiovascular.
La cerveza es una bebida fermentada que recibe las propiedades alimenticias de los cereales con que se produce, al igual que el vino recibe las de la uva, o la sidra las de la manzana, según explicó la doctora Lamuela.
Los bebedores de cantidades “normales” de cerveza presentan una menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, y un índice de masa corporal inferior.
Además, estas personas “manifestaron consumir una mayor cantidad de verduras, legumbres, pescado, cereales y aceite de oliva y realizar una mayor actividad física”, indicó Estruch.
El patrón alimentario de los bebedores españoles, aseveró el médico, “dista mucho del patrón del mundo anglosajón, donde impera el modelo Múnich, en el que se beben grandes cantidades, prácticamente sin moverse del sitio, comiendo patatas fritas y embutidos”.
La dieta de los consumidores moderados de cerveza en España es más próxima a la mediterránea, según el trabajo elaborado por el Hospital Clínic, la Universidad de Barcelona y el Instituto de Salud Carlos III, que fue presentado en el Colegio Oficial de Médicos de Asturias.
La investigación también reveló que los participantes que bebían cerveza de forma moderada referían un consumo más elevado de proteínas y carbohidratos, incluida la fibra, que los no bebedores.
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