Un colaborador anónimo de SabervsCreer nos ha enviado esta valiosa información, la cual tras reconsiderarla he decidido dedicarle un post. Se agradece, así como cualquier aportación que quiera y pueda hacer cualquiera.
Para repasar y aclarar el término, decir que la domesticación es el proceso por el cual una población de una determinada especie animal, vegetal u otras pierde, adquiere o desarrolla ciertos caracteres morfológicos, fisiológicos o de comportamiento, los cuales son heredables y, resultado de una intervención e interacción prolongada de una selección por parte del domesticador en cuestión. Su finalidad es obtener determinados beneficios de dichas modificaciones.
Nuestro ínclito y nunca bien ponderado hermano lejano del Paleolítico – Neolítico. A todas luces, Un Genio no superado, según la Ciencia Académica
En materia de conocimiento es sabido que la Ciencia Académica tiene la última palabra. Así, todas las disciplinas y teorías científicas que fluyen como enseñanza de facto a través de colegios, institutos y universidades ostentan el sello de la Iglesia de la Ciencia Académica sine qua non son aceptadas en absoluto. La C.A. (ciencia académica) se refiere a toda aquella temática que no se ciñe a los cánones establecidos por sus sumos sacerdotes, tildándola de superstición, mitos, ignorancia, pseudociencia y en última instancia echa mano del terrible tratamiento, dado a quienes siendo figuras del mundo académico respetadas y reconocidas internacionalmente persisten en demostrar con evidencias del tamaño de la Gran Pirámide que la C.A. está equivocada en tal o cual cuestión: “aislamiento científico” que conduce a la ruina profesional, económica y hasta familiar del hereje … ¡perdón! del incauto defensor de la verdad.
Lo que nos interesa aquí y ahora son unas pocas y muy concretas de esas “verdades académicas”. Un perro, una oveja, un grano de maíz, uno de trigo, el algodón, incluso el guepardo o cheetah y, ¡cómo no! nuestro lejano hermano del Paleolítico/Neolítico.
Si nos atenemos a pies juntillas a las incuestionables “leyes” evolutivas darwinianas (Ciencia Académica) que exigen el transcurso de millones de años para que una especie “salte” de una versión obsoleta a una superior, observaremos la presencia de una serie de anomalías que sencillamente están ahí y carecen de fácil explicación. De hecho, carecen por completo de explicación lógica, etiquetable y archivable conforme a los cánones académicamente aceptados. Y es aquí donde reside tanta confusión en forma de verdades tan falseadas que apenas guardan parecido con el original. No obstante la Ciencia Académica vigente y plenipotenciaria no es del agrado de “artículos” no clasificables así que recurre a la “clasificación forzada”. Tras lo cual y a modo de apoyo incuestionable, tienen lugar conferencias científicas, se postulan tesis doctorales y se imprimen los libros de corte científico que hagan falta para terminar explicando “racionalmente” lo inexplicable. Finalmente la industria mediática termina por hacer llegar está información si cabe, más desvirtuada a las masas que, sin dudarlo, acogerán y aceptan como axioma incuestionable. ¡Fin de la anomalía!
Los 3 grandes templos actuales del desconocimiento: TV, radio y —todo tipo de— prensa.
Lo que sucede es que la Ciencia Oficial solo está en situación de enunciar teorías. Solo son teorías. Pero terminan por convertirse en modelos de pensamiento establecidos y aceptados que repercuten en el Ser Humano y abarcan todos los aspectos de esta Sociedad en la que éste se halla inmerso: cultural, social, religiosa, política, educacional, etc. Así, cualquier individuo que ante las evidencias, que no son pocas, empiece a cuestionarse la calidad y veracidad de toda esa información “regurgitada” con la que viene siendo cebado desde la infancia, ya está saliéndose del cauce social y navegando contra corriente, mal visto y atacado por tener la intención de abandonar el rebaño.
Y esta actitud es, académicamente, censurable se mire por donde se mire.
El pensamiento independiente es a falta de una mejor definición: rebeldía.
¿Qué les ocurre a los rebeldes? Antiguamente se los ejecutaba física y públicamente para que sirvieran de escarmiento. Hoy día los métodos y terminología son más sofisticados e igualmente intimidatorios: se habla de cometer suicidio académico, profesional, social, familiar, etc. Los reincidentes terminarán atiborrados de medicamentos y convertidos en zombies o en centros de reeducación: Manicomios.
El equipo consultor de antropólogos de Secharia Sitchin le dijo a éste con cierta perplejidad que en base a los “saltos” previos de otras especies de pre-homínidos y homínidos cuyos restos se fueron hallando cuidadosamente depositados por estratos como las camisas en el cajón de un armario ropero, al homo erectus “le faltaban aún unos 10 millones de años” antes de pasar a la versión mejorada u homo sapiens. Sin embargo apareció “de repente” y además prematuramente. De ahí la teoría, —otra más— ya comúnmente aceptada culturalmente, académicamente y bla, bla, bla, del celebérrimo, “eslavón perdido” cuando de lo que habría que hablar sería de “estrato —geológico— perdido”.
Ningún representante del mundo académico en su sano juicio pretendería abordar la posibilidad de una injerencia de origen no terrestre a la hora de tratar de explicar lo que es; tomemos por ejemplo, un canis familiaris. Solo que sucedió lo imprevisible. Simplemente su estudio demostró accidentalmente lo que no es un perro. Y aquí se dispararon las alarmas que se extrapolaron a otras especies y, ¡Faltaría más! ¡El homo sapiens no iba a ser menos! De cualquier forma, las alarmas ya se habían disparado previamente.
Así, de regreso al ejemplo anterior, nuestro canis familiaris y dentro de la familia de los cánidos tales como lobos, coyotes, zorros y chacales, los más recientes y extensos estudios hasta la fecha sobre ADN canino conducidos por Carles Vila, han clarificado 3 aspectos de la investigación:
1º.- El ADN de los perros solo guarda similitudes con los lobos.
2º.- No guarda similitudes con chacales, coyotes, zorros u otro cánido salvaje.
3º.- El ADN de los perros correspondería al de un lobo con “mutaciones”.
La explicación repetida ad nauseam: el hombre primitivo domesticó al lobo y acabó “degenerando” en nuestro perro doméstico. Entonces, ¿Dónde está el problema? Bueno, ¡Ahí está el problema! El “otro” problema es que las masas al carecer, por deliberada supresión sistematizada, de espíritu crítico e inquisitorio acepta tal y como llegan cualquier barbaridad que disfrazada de información viaja a través de los medios y termina colándose y asentándose como un parásito autoreplicante en la voluble mente de aquéllas.
Ese espíritu crítico debería intentar transportarlo a uno al apenas concebible y —para el hombre moderno— hostil escenario, donde se originó el “perro degenerado”; siendo éste nuestro ejemplo base. En algún momento entre -150.000 y -40.000 años, en plena Era Glacial (-110.000 a -20.000/12.500 años) cuando la prioridad más importante consistía en no morirse de hambre, frío o ser devorado por las fieras o en el peor de los casos por la propia familia; el hombre primitivo como tenía tiempo libre, comenzó a emplear interminables horas, días, meses y años en la observación de los hábitos del lobo, tal como hacen hoy día nuestros modernos naturalistas para estudiar y aprender el comportamiento de la llamada “fauna salvaje”. Su objetivo debía estar claro.
¡Seamos serios! ¿Quien va a creerse esto?
¿Notáis el parecido en la mirada, el porte, etc.?
Así que el líder o macho Alpha del Clan de los Listillos de Cueva Carámbano dijo a su gente: “Ugh! Agh! Ugh! Ugh! Ooogh! Wow!” “Nosotros domesticar animal peludo muy listo”. Y ¿Adivine qué? ¡Lo consiguieron! Obviando la ironía, ¿De verdad se cree Ud. esa majadería aunque lleve el sello fanático académico? Ahora, aplique lo anterior a cualquier animal doméstico.
¿No deberíamos tener mascotas como tigres, mandriles, osos polares o tejones, dóciles, cariñosos y juguetones y según los casos, reducidos de tamaño desarrollados por nuestros actuales “expertos” en fauna y genética? Y tan popularmente extendidos como los perros y gatos.
Hemos comentado sobre otras especies “domésticas” surgidas como de la chistera de un mago. Ahí tenemos a los gatos, Felis silvestris catus, aunque no se habla mucho de ellos ni de su. origen. Supuestamente también domesticados por el hombre primitivo y originariamente ¿un, … león, pantera, lince, gato montés? Cualquiera que sea la respuesta, Ugh y sus colegas inventaron hace milenios la versión PDF (Portable DocumentFormat (Formato de Documento Portable —entre sistemas operativos) aplicada a la zoología lanzando la primera versión estable o PFF (Portable Feline Format (Formato de Felino Portable —tamaño reducido fácilmente transportable). Es decir un felino de tamaño reducido fácilmente transportable y juguetón. O eso, o la injerencia E.T.
Gilgamesh y su gatito (león). Tablilla de arcilla sumeria. Aunque nunca podremos saberlo con seguridad, se atribuye a los Annunaki una elevada estatura, siendo la más fiable unos 4,5 mts. Aunque el tal Gilgamesh en cuestión era un mestizo.Acompañados de la correspondiente fuerza física y una vestimenta anti-arañazos son más que suficientes para asir con firmeza y someter al león más pintado.
Los primeros humanos o bien hicieron una colecta de firmas para poder tener ellos también gatitos pero que no se los comieran, o los Annunaki les rediseñaron sin más algún gran felino que tuvieran a mano. Algo como lo que sujeta el señor de la derecha. Pero esto de la derecha no es ninguna tablilla ni de Sumeria ni de ningún lugar exótico. Es una foto de un homo sapiens con su gato pasada a 3500º Kelvin, contraste y saturación forzados y realzado de bordes.
A la sanguinaria y belicosa Inanna/Ishtar también le iban los leones lo mismo que al “dios” Nergal
Más domesticaciones.
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