La costumbre de contar cuentos antes de dormir es antigua. A lo largo de los siglos, han pasado de una generación a otra a través de la tradición oral. Cada generación los ha embellecido de nuevas formas agregando o restando algunos detalles. Mi madre les contó estas historias a sus primogénitos de una manera ligeramente diferente a como se las contó a quienes, como yo, nacieron más tarde.
Estas historias fueron hechas por almas sabias y amorosas cuyos nombres han sido olvidados pero cuyas obras han permanecido eternas. Algunos tienen elementos de la mitología persa antigua, algunos son místicos, algunos son humorísticos y algunos son quizás alusiones a hechos históricos reales.
Nuestro mayor deseo es que los padres de todo el mundo continúen la tradición oral de contar historias y se las vuelvan a contar a sus propios hijos, quizás embelleciéndolas y cambiándolas como mejor les parezca, o incluso añadiendo nuevas historias propias.